Un análisis histórico del monopolio de AT & T y de su desmantelamiento permite iluminar la privatización actual del servicio telefónico en los Estados Unidos, sus costes económicos y sociales.
Cuáles son los factores que subyacen a los posibles aumentos del precio del servicio telefónico que afrontan ahora los abonados residenciales americanos? ¿Cuál es la base del precio de los servicios de telecomunicaciones del mundo privatizado de nuestros días?.
Los principios que rigen los precios reflejan las circunstancias históricas reales de la industria telefónica, que no pueden entenderse sin echar una mirada al panorama existente después de la guerra, en las décadas de 1940 y 1950. En aquel entonces, la clave de la red telefónica pública de la nación estaba constituida por la compañía American Telephone & Telegraph (AT & T). La estructura integrada verticalmente de AT & T y su situación de monopolio legal garantizaban a la compañía unos ingresos estables y lucrativos. El Sistema Bell controlaba mucho más que las conferencias telefónicas y que gran parte del servicio local, y algo por encima de su dominio de las comunicaciones a larga distancia posibilitaba la rentabilidad del servicio urbano, o viceversa, según el economista de quien obtengamos las cifras que manejamos. El sistema estaba asimismo constituido por la investigación y el desarrollo que se llevaban a cabo, a una escala sin posible competencia, en los Laboratorios Bell, así como por la fabricación del equipo, que gestionaba Western Electric. Cada uno de estos cuatro sectores principales de actividad era un candidato para subvencionar la actividad o el servicio que la dirección de AT & T considerara importante dentro de un contexto general de prestación del servicio telefónico básico a todos los abonados.
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