El modelo paradigmático de la radiotelevisión pública, la BBC, está sufriendo presiones y transformaciones. El debate sobre el canon, las presiones a favor de la publicidad, los proyectos del cable y del satélite de difusión directa apuntan a cambios profundos.
Existen serias dudas en la actualidad sobre si la BBC durará otros tres años en su forma actual. Precisamente, la forma en que pueda modificarse es también un tema de incertidumbre e interés, dado que el destino de la BBC afectará al resto de las estaciones del Reino Unido.
El 27 de marzo del año en curso, cuando confirmó el aumento del precio de la licencia de la BBC durante los tres próximos años, el secretario de Interior, León Brittan, anunció asimismo la realización de un profundo estudio sobre las finanzas de las emisoras.
Presidido por el profesor Alan Peacock, economista monetarista, el objetivo del estudio radica en "evaluar los efectos de la introducción de la publicidad o el patrocinio en los servicios nacionales de la BBC como alternativa o como complemento de los ingresos producidos por la licencia". Aunque se cuestiona el futuro de .la televisión del sector público, el problema no queda ahí, dado que la comisión Peacock analizará asimismo las repercusiones de los cambios que puedan introducirse en la financiación sobre los "posibles servicios por cable, la radio nacional independiente y las emisiones directas por satélite, sobre la prensa y la industria de la publicidad así como sobre el Tesoro público; y el impacto sobre el alcance y la calidad de los servicios actuales".(1)
Se trata de una misión de gran envergadura, que llega al centro mismo de la economía de los medios del país. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué fuerzas políticas y económicas pueden determinar su desenlace? ¿En qué medida se están reconsiderando seriamente los medios audiovisuales del sector público y su contribución a la cultura nacional?
|