Una buena forma de acercarnos a la comprensión de la realidad social es a través de la comparación de distintas fuentes, procedimiento que requiere de una previa comprensión de los conceptos a trabajar y cuyo fin es elaborar una reflexión propia. A continuación, un ejemplo a partir de dos relatos que pertenecen a historias de entre fines del siglo XIX y principios del XX.
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