Vamos en la brevedad que se nos impone enumerar algunas conclusiones antes de finalizar:
1.- La confianza puesta en lo tecnológico ha generado una nueva manera de creer en el futuro. La tecnología se asienta como condicionante del universo cultural. La informática como tecnología clave de finales de este siglo, ha generado nuevas manifestaciones, nuevos significados y redefiniciones de viejos términos.
2.- De acuerdo con la tesis de Javier Echeverría, la nueva materia elaborada es la información y su procesamiento, la digitalización. Por tanto, es justo pensar que la naturaleza de esta información digital estimula nuevas manifestaciones y formas culturales y sociales. Las dos visiones del mundo que ofrecen los simbolistas y conexionistas así nos lo demuestran.
3.- De lo expuesto, podemos alcanzar a definir cibercultura como la cultura que se sostiene por los nuevos medios electrónicos basados en la tecnología informática; una tecnología que analiza y sintetiza en digital, lo cual genera nuevas formas culturales. Será una tarea futura descomponer y estudiar los fenómenos que surgen de este proceso: el digitalismo (quién retroalimenta la cibercultura) de las percepciones humanas, de su medio de conocimiento sobre lo real.
4.- Por último, consideramos dos apuntes finales para semiotizar el fenómeno cultural informático: A) Encontramos como característica principal, la sintaxis frente a la semántica; las formas vacías frente a los contenidos. B) El orden que impone la hegemonía de la lógica de los ordenadores en los nuevos metarrelatos que describen una homogeneización cultural legitimizada desde la eficacia de la producción informativa.
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