Se pensaba en el libro electrónico como el invento del siglo, que iba a permitir la lectura de múltiples ejemplares en un mismo soporte, en cualquier lugar y en cualquier momento. Y conseguía ahorrar espacio físico, a la hora de almacenar más de un ejemplar y a la hora de leerlos, ya que no hace falta cargar con todos ellos físicamente, sino que la memoria de un e-book admite un gran número de libros. A simple vista, todo son ventajas, pero con el tiempo sólo se observa la falta de resultados, y es que parece que, por el momento, el e-book no convence.
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