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La programación infantil como tal, en el conjunto marcado con esa específica etiqueta, es uno de los tramos de la oferta televisual que menos ha evolucionado con la implantación de las cadenas privadas en España. Se han emitido algunas series japonesas más, con rasgos fuertes de violencia interplanetaria o terrena (un agresivo héroe boxeador, por ejemplo), o con mayores atrevimientos eróticogroseros, mientras se ha perdido casi definitivamente (a excepción "Pinnic") el regocijo con lo creativo y la incitación a ello. Ha habido reposiciones y nuevas entregas de series conocidas (deleznable "Equipo A", por ejemplo) y ha habido entre las distintas emisoras más similitud de la esperada y de la conveniente.
La "prueba del algodón" (recordemos que "no engaña") de ese adocenamiento general la han aportado el veterano payaso Miliki y su hija Rita, que han pasado sucesivamente por tres cadenas (Antena3, Tele5 y TVE) sin variar ni un ápice sus ideas, lenguaje, ademanes ni trato con los chavales.
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