Recientemente Ribes (1990) ha planteado una forma de estudio de la personalidad muy
atractiva, tanto desde un punto de vista teórico como metodológieo. Propone estudiar las diferencias individuales, no como diferencias existentes entre individuos, tal y como lo hacen las teorías psicométricas, sino como aquello característico del individuo, es decir las características
que no comparte con nadie. Estas han de ser peculiares y han de mantenerse relativamente
constantes a lo largo del tiempo. El estudio de las diferencias individuales se convierte de esta forma en un estudio de la singularidad de los individuos, potenciando el análisis de la variabilidad intra-individuos en lugar de, tal y como se viene haciendo, la variabilidad entre-sujetos.
Según este punto de vista, las características peculiares y consistentes de los individuos constituyen sus estilos interactivos. Para poder evaluarlos ha de estudiarse a un individuo interactuando con una situación. Las situaciones pueden definirse de forma operativa, y en una
primera aproximación que no pretende ser exhaustiva, Ribes (1990) da los criterios necesarios para definir doce. Según palabras de este autor, el individuo mostrará un estilo específico en términos de la función que describe su comportamiento relativo a las variaciones paramétricas de cada situación. Si ello es así, seráposible evaluar el estilo interactivo de cada persona ante cada situación.
|