En una entrevista de 1984, a propósito de la actitud del escritor, Jorge Luis Borges destaca la exigencia de humildad: "Recuerdo unos famosos versos de Kipling en "If" que dicen que uno debe enfrentarse con el fracaso y con el éxito y tratar del mismo modo a esos dos impostores. Porque son impostores, porque nadie fracasa tanto como cree ni tiene tanto éxito como cree".
Pensamos que esta opinión de Borges sobre la escritura puede hacerse extensiva a las demás actividades. ¿Acaso la vida de las personas es otra cosa que una trama de aciertos y errores? Hablar de éxito y de fracaso supone esgrimir antiguas categorías autoritarias que se han desmoronado hace tiempo junto a las grandes palabras con que manifestaban su nefasto despotismo. La complejidad de cada caso singular se inscribe en la complejidad de un universo donde la incertidumbre y el azar son factores ineludibles. No existe la determinación absoluta y apriorística en la historia individual ni en la de los pueblos.
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