Por Carolina Arenes para LA NACION
En esta entrevista, Roxana Morduchowicz habla de su libro El capital cultural de los jóvenes (FCE) en el que analiza las dificultades de la institución escolar para dar cabida a los aportes de la experiencia juvenil contemporánea
Si algo denuncia Roxana Morduchowicz en su libro El capital cultural de los jóvenes (Fondo de Cultura Económica) es la grieta que mantiene separadas las dos usinas de producción simbólica que más influencia tienen en la vida de chicos y jóvenes: la escuela y la cultura popular. Y el blanco al que Morduchowicz apunta especialmente es la parsimonia de la institución escolar a la hora de darle cabida en las aulas al heterogéneo universo cultural proveniente de los medios de comunicación, que reina en el corazón de las nuevas generaciones y es uno de los pilares en la construcción de su identidad.
Doctora en Comunicación y directora del Programa "Escuela y Medios" del Ministerio de Educación, Morduchowicz cree que en el rechazo de la escuela por la cultura mediática, se esconden prejuicios de larga data, por ejemplo, el que le otorga legitimidad sin discusión a los contenidos de la cultura impresa y subestima los de la cultura audiovisual. En esa desconfianza de la escuela por uno de los lenguajes privilegiados de la experiencia joven contemporánea, dice, se cifran también algunas de las razones del fracaso escolar. En diálogo con LA NACION, esta docente e investigadora, que acaba
de presentar su obra en la Feria del Libro, habló también de la dificultad que tienen los medios para dejar que los jóvenes hablen por sí mismos de sus experiencia, sin ser juzgados con miradas estereotipantes y prejuiciosas. |