Franck Poupeau en Le Monde Diplomatique
Numerosos docentes están en huelga para protestar contra un conjunto de medidas gubernamentales. Estas “reformas” se inscriben en un contexto más amplio de privatización rampante de la enseñanza con el fín de hacer de ella- como en Correos, los transportes, la cultura, la información, la protección social….- un simple mercado lucrativo y ajustado a las demandas de las empresas. Pero esta filosofía, que apenas logra disimularse, provoca un movimiento de revuelta general marcado por grandiosas manifestaciones.
El tratamiento mediático de los movimientos que agitan el sistema escolar francés ilustra de manera ejemplar la manera en que los reales motivos de las luchas sociales pueden ser excluidos del debate público. Después de las vacaciones de Semana Santa, en las escuelas primarias, colegios y liceos de numerosos departamentos, los padres de alumnos repitieron las huelgas y la ocupación de establecimientos (1). En algunas ciudades se relacionaron con asalariados despedidos u otras ramas del sector público, y el personal educativo estuvo muy presente en las manifestaciones del mes de mayo. Por cierto, el tema de las jubilaciones sigue movilizando al cuerpo docente, ya que el período de formación retrasa la entrada a la vida activa. Pero lo que desencadenó el movimiento en curso fueron los proyectos de descentralización, asimilados a una tentativa de desmantelamiento del servicio público de educación.
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