Una de las principales virtudes de Internet desde sus orígenes como producto de la comunicación social ha sido la creación de comunidades virtuales. Hace poco se festejó el 20 aniversario de WELL, quizás la comunidad virtual más famosa de la historia de la red. Su efectividad y su capacidad para reunir intereses comunes y promover la interactividad en el más productivo de sus usos, la creación conjunta, ha sido una de sus características que más elogios obtuvo de la sociedad red. Seguramente fue Howard Rheingold con La comunidad virtual. Una sociedad sin fronteras publicado en 1994 (en español, Gedisa editorial. Barcelona,1996), quién mejor describió el origen y evolución de las primeras comunidades virtuales en Estados Unidos, las cuales trazaron el camino a su desarrollo posterior en toda la red.
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