La permisividad que impera actualmente en la educación familiar provoca que los hijos menosprecien los valores morales y sociales y opten por los antivalores. Las generaciones de las últimas décadas del siglo XX y los hijos del nuevo milenio conocen los derechos y obligaciones de los padres, pero no reconocen las suyas. Esta falta de responsabilidad provoca muchos quebraderos de cabeza para los padres, cuya debilidad ha propiciado la formación de niños y jóvenes dictadores. Este libro —prologado por Bernabé Tierno— pretende guiar a los padres que padecen estos problemas para que centren la educación de sus hijos en la formación de la voluntad, la autodisciplina y la responsabilidad. Los autores recuerdan que los padres que satisfacen todas las necesidades de sus hijos —sin que ellos realicen el menor esfuerzo—, toleran sus caprichos y resuelven sus problemas están condenados a fracasar en la vida. Una educación positiva e inteligente permite que los padres fomenten en sus hijos el respeto por sí mismos y por los demás. También les ayuda a asumir las consecuencias de sus acciones u omisiones y aprender de sus errores, así como a tomar decisiones de forma responsable.
Sugerencias y problemas
La permisividad que impera actualmente en la educación familiar provoca que los hijos menosprecien los valores morales y sociales y opten por los antivalores. Las generaciones de las últimas décadas del siglo XX y los hijos del nuevo milenio conocen los derechos y obligaciones de los padres, pero no reconocen las suyas. Esta falta de responsabilidad provoca muchos quebraderos de cabeza para los padres, cuya debilidad ha propiciado la formación de niños y jóvenes dictadores. Este libro —prologado por Bernabé Tierno— pretende guiar a los padres que padecen estos problemas para que centren la educación de sus hijos en la formación de la voluntad, la autodisciplina y la responsabilidad. Los autores recuerdan que los padres que satisfacen todas las necesidades de sus hijos —sin que ellos realicen el menor esfuerzo—, toleran sus caprichos y resuelven sus problemas están condenados a fracasar en la vida. Una educación positiva e inteligente permite que los padres fomenten en sus hijos el respeto por sí mismos y por los demás. También les ayuda a asumir las consecuencias de sus acciones u omisiones y aprender de sus errores, así como a tomar decisiones de forma responsable.
