[junio de 2000]
México: el valor de las encuestas en las elecciones
(4.110
palabras - 9 páginas)
Lic. Felipe Fierro Alvídrez ©
Profesor
de la Universidad Autónoma de Chihuahua (México)
Más
allá de lo que suceda en los comicios federales en México, un fenómeno de
comunicación masiva, le ha dado como nunca una atención y una competitividad a
las elecciones de este año. Menos de la cuarta parte de los mexicanos conoce a
ciencia cierta el nombre de los candidatos a diputado por su distrito, mucho
menos sus propuestas, pero la mayoría de los ciudadanos conoce una o más
encuestas que favorecen a tal o cual "abanderado" a la presidencia y
a qué partido.
La
imagen de las encuestas ha desplazado en cierta proporción la imagen del
candidato. Los medios de información, y los candidatos mismos, les han dado una
importancia tal, que los "estudios de opinión" se han convertido en
una de las estrategias principales de difusión de las campañas.
Se
hace necesario poner a esta técnica de estudio en el centro de la discusión, en
tanto que se pretende usar como instrumento que oficializa opiniones; pero,
¿qué tan cercano se encuentra el encuestador de la cosa, "res",
encuestada? Y si añadimos a esto la dimensión ética, la encuesta como
instrumento ya no sólo del conocimiento de preferencias y aversiones, sino de
poder, que orienta una actitud en la opinión pública hacia algo o alguien.
Así
vemos cómo los partidos políticos o sus candidatos, gobiernos o distintas
organizaciones no gubernamentales, utilizan la encuesta como argumento de
autoridad para propósitos y fines que las más de las veces son dirigidos a
reforzar o modificar la percepción que así convenga a sus intereses sobre algún
asunto o persona.
Un
claro ejemplo de ello fue lo sucedido aquí hace unas semanas: un investigador
de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez se vio en la necesidad de hacer
precisiones sobre una encuesta de preferencias hacia candidatos a la
Presidencia realizada por el departamento que dirige en esa institución, pues
los resultados de la misma habían sido utilizados por un partido político con
distinta interpretación. En la nota aclaratoria a la prensa, el investigador
acotaba resultados de sus hallazgos de las interpretaciones que había hecho el
partido en cuestión.
De la
raíz de encontrar lo preguntado en esa parte de la realidad que nos interesa
saber, este tipo de encuestas miden no solamente el respaldo con que cuentan
partidos o candidatos, sino también la opinión pública sobre una gran variedad
de temas sociales y aspectos de interés general, siendo divulgadas en una gran
variedad de medios impresos y electrónicos de difusión masiva.
Así
pues, conviene considerar algunas cuestiones cuando se nos habla de
confiabilidad de los estudios de opinión.
Los
inicios de las encuestas
Como
sabemos, fue en los Estados Unidos donde se inventaron los "sondeos de
opinión", pronto convertidos en las "encuestas". Todavía en
1936, el Literary Digest utilizaba un formulario con respuestas por
correspondencia, y sus vaticinios sobre la derrota de Roosevelt obtuvieron un
estrepitoso fracaso.
La
aplastante victoria de Roosevelt provocó que los republicanos juraran nunca más
darle crédito a tales sondeos. Sin embargo, los aún poco conocidos George
Gallup y Elmo Roper ya se basaron en muestras estadísticas y predijeron al
triunfador. Eran los inicios.
Para
1948, las cosas parecían distintas. Gallup era una institución. Se enfrentaban,
para la Presidencia Harry Truman, que a la muerte de Roosevelt había gobernado
casi todo el cuadrienio, pero al que no se le bajaba del peor presidente de
Estados Unidos y del "borrico de Misouri", y el hábil Thomas Dewey,
gobernador de Nueva York con fama bien ganada desde sus combates de fiscal al
crimen organizado y con buen papel como contrincante de Roosevelt en 1944.
Meses antes de las elecciones los "expertos" aseguraban el triunfo de
Dewey, y en la encuesta de Gallup, a los finales de septiembre, se le concedía
46.5% de los votos, mientras a Harry lo dejaba en 38%. Asombró el viraje de
noviembre atribuido a los indecisos.
Harry
S. Truman barrió. Gallup se limitó a aducir: "No sé qué ha podido
suceder"; hubo periódicos que se obligaron a tirar su edición de última
hora; la revista Time se burlaba de que la prensa hubiera delegado la función
de los reporteros en los encuestadores, y William Manchester, en "Gloria y
ensueño (Historia narrativa de EU)", recuerda: "El cuarto poder y sus
fuentes de información eran el hazmerreír de la nación".
Aquí
en México, el doctor Héctor Aguilar Camín, durante un programa televisivo trató
este tema con los representantes de algunas firmas que se dedican a hacer
encuestas, y entre otras cosas advirtieron sobre las denominadas
"encuestas de entrada" últimamente usadas con mucha ligereza, por los
noticieros de radio y televisión, ésas que se resuelven por medio de una
llamada a un número telefónico para optar por una o dos respuestas.
Los
entrevistados catalogaron a estas encuestas como "cerradas" y el
hecho de que sólo personas con teléfono o computadora pueden participar, como
totalmente sesgadas y por lo mismo, susceptibles de ser manipuladas desde la
misma elaboración, además de la posibilidad de que una misma persona u
organización marque varias veces una de las respuestas y que las opiniones sólo
podrían representar a los estratos con capacidad económica media y alta, pero
casi nunca a los estratos marginales; recordando que millones de personas no
tienen acceso a una llamada de larga distancia para opinar en un programa de
radio o televisión que se trasmite en la Ciudad de México, por ejemplo.
Sin
embargo, todo indica que la encuesta ha llegado para quedarse.
Ante
la lluvia de encuestas que aparecen casi a diario en algún medio de información
nacional, regional o local, el Instituto Federal Electoral tuvo que participar,
con cierta ineficacia en el tema difundiendo un acuerdo en el cual se establece
que "todas aquellas personas físicas y morales que pretendan llevar a cabo
encuestas por muestreo adopten criterios estadísticos de carácter científico
para la realización de las mismas".
Este
acuerdo pretende garantizar que los resultados de las encuestas electorales
sean producto de la aplicación de procedimientos estadísticos confiables,
además de mencionar sus características generales.
No
obstante, a pocas semanas de publicado el mandato del IFE, la coalición Alianza
por México acusó al IFE de no actuar con rigor y dijo que –hasta mediados de
febrero- sólo 5 de 107 encuestas de tipo electoral cumplen los
requisitos".
"De
las 107 encuestas sobre preferencias electorales que han sido divulgadas por
diversas empresas, sólo cinco han presentado su informe al Instituto Federal
Electoral, acreditando el cumplimiento de todos los criterios fijados por este
organismo."
"Es
claro, dijo, que no existen medidas de apremio para obligar a las empresas no
sólo a presentar los informes al IFE, sino estrictamente a cumplir los
criterios mínimos, o sea que es obligatorio pero no hay ninguna ley que haga
cumplirlo."
Tras
el monitoreo, el IFE respondió que en 89 de las 107 publicaciones se cumplió
con detallar la población muestra que fue objeto de estudio, en tanto el método
de la forma como se recopiló la información se cumplió en 83 ocasiones.
Añade
que sólo 44 cumplieron con detallar el muestreo y únicamente 31 publicaciones
cumplieron totalmente con la obligación de especificar el tamaño de la muestra,
el fraseo de las preguntas, la frecuencia de no respuestas y el nivel de
confianza y de error estadístico máximo, mientras que 71 lo cumplieron
parcialmente.
Otro
de los criterios importantes que fijó el IFE referente a la fecha en que fue
levantado el sondeo sólo fue cumplido en su totalidad por 15 de las empresas;
50 lo hicieron de manera parcial y 42 incumplieron esta obligación.
El
reporte de los organismos que acreditaron todos los requisitos señala que éstos
fueron: Pearson/Asesoría de Grenberg Research; Grupo de Asesores Unidos,
Marketing 2000, Alducin Asociados y Grupo de Investigación Reforma.
¿Podemos
y debemos creer en las encuestas?
Al
respecto se han presentado discusiones entre quienes defienden la posición de
que los resultados de las encuestas son verosímiles y quienes lo niegan, hay
quienes dicen que sí lo son, pero modifican significativamente las preferencias
del electorado; los últimos argumentan que los resultados de las encuestas
causan un efecto tal en la población que pueden influir en sus decisiones
electorales.
Ante
esto resulta oportuno subrayar que la función de los estudios de opinión
electorales (independientemente del uso que se ha pretendido darles como medio
para atraer votos) es servir como instrumento de investigación política
orientado a conocer las preferencias de la población objeto de muestreo.
Las
encuestas han sido objeto de análisis por periodistas políticos y académicos,
algunos de los cuales desearían restringir su difusión e incluso prohibirlas
completamente, debido en muchos casos al desconocimiento de sus usos, ventajas
y limitaciones.
La
ciencia y la creencia en las encuestas
Por
parte de la ciencia, el doctor Ignacio Méndez Ramírez, quien cuenta con amplia
experiencia en el área de estadística y entre otros cargos, ha sido director
del Instituto de Investigación en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS)
de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), durante una charla
televisiva se refirió a la confiabilidad de las estadísticas mostradas en
periódicos y medios de difusión respecto a las elecciones, ya que las cifras
reportadas pueden tener los llamados errores de muestreo y los errores no de
muestreo. Estos últimos pueden echar a perder un buen diseño estadístico,
acotó.
Para
este caso mencionó que el método de muestreo varía dependiendo del fenómeno a
medir y en el caso de una encuesta electoral, existen parámetros considerados
inviolables para el diseño de la muestra.
Para
este caso mencionó que el método de muestreo varía dependiendo del fenómeno a
medir y en el caso de una encuesta electoral, existen parámetros considerados
inviolables para el diseño de la muestra.
Los
conocimientos básicos para realizar un muestreo se basan en el conocimiento del
teorema central del límite, donde se deben conocer las probabilidades básicas y
la idea de distribuciones deterioradas.
Para
definir el tamaño de la muestra, el doctor Méndez Ramírez mencionó que no
existe una fórmula ni una cifra fija, hay que considerar el marco de muestreo
que también cubre a la población, además los costos y los objetivos que se
miden y cómo se miden.
La
mejor manera de encontrar el tamaño de la muestra es la que dado el diseño de
muestreo produce un error de estimación acotado entre 2 y 3 por ciento. Por
ejemplo, en encuestas electorales debe usarse un muestreo probabilístico para
no sesgar la muestra; se pueden tener etapas como las consideradas en la AGEB
(término del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática que
refiere al Área Geoestadística Básica), o municipios o secciones electorales,
luego manzanas, y después ciudadanos, y para finalizar, se pueden usar cuotas
demográficas. Al ser cuestionado sobre el enfoque científico de este tipo de
encuestas, el especialista en estadística mencionó que éste se caracteriza por
los métodos y no por el resultado. A una encuesta se le cree más si dice su
metodología, afirmó. Para realizar una encuesta es necesario tener información
por estratos. Los criterios de estratificación deben buscar que los estratos
sean homogéneos en lo que se quiere medir o en otras relaciones entre
variables, se requiere que en el marco de muestreo se tenga información del
sexo, edad, nivel económico, entre otros.
Cuestionado
sobre la confiabilidad de los resultados de las encuestas de los candidatos
para las próximas elecciones, el doctor Méndez Ramírez mencionó que éstos no
son definitivos, dependen del diseño de muestra, del tamaño de la misma y, lo
más importante, cómo se capta la opinión y en qué lugar.
"En
las encuestas no se pueden inferir los resultados, puede haber errores de
muestreo, pero si muchas encuestas con diferentes metodología coinciden en los
resultados básicos, entonces sí se puede tener mucho más confianza en el
resultado", señaló el doctor Méndez.
La
variabilidad con la que se calculan los tamaños de muestra provienen de
estudios previos parecidos o de las llamadas muestras piloto, una pequeña
muestra para estimar variantes y quizá probar cuestionarios.
Para
concluir el campo de la ciencia, el doctor en estadística e investigador del
Instituto de Investigación en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM,
informó de que los interesados podrán encontrar bibliografía básica para la
evaluación de encuestas y sobre metodología para medir sesgos, pero, recomendó
empezar con textos básicos de muestreo como los de Raj, Cochran, Kish y otros.
Un texto introductorio es el de Traugott y Levrakas: "Encuestas: Guía para
electores", de Editorial siglo XXI.
Las
creencias
Muy
distintas al campo científico, las creencias son las que más han impactado en
la opinión pública mexicana.
Las
creencias acerca de las encuestas –a favor o en contra- han generado una
batalla de mitos y verdades a medias que hace desconfiar a las masas al grado
de que no encuentran "a quien creerle".
Se
difundió que Stanley Greenberg, el asesor de Bill Clinton, dejó de apoyar a
Francisco Labastida debido a una diferencia con la encuesta de la empresa
Pearson que fue dada a conocer tras el primer debate televisivo. Se afirmó que
"Greenberg planteaba que, a lo mucho, la supuesta ventaja de Labastida en
esa primer encuesta sólo podía proyectarse a cuatro puntos porcentuales".
Manuel Barberena de Pearson, hijo de Miguel Angel Barberena, gobernador de Aguascalientes
de 1986 a 1992, insistió en registrar una ventaja de seis puntos.
El
resultado de la encuesta de Pearson, la firma que ha venido realizando los
sondeos de opinión para el gobernante PRI, se dio a conocer intempestivamente
el 11 de mayo en una conferencia de prensa. La razón del aparente
apresuramiento fue el hecho de que, unas horas antes, la agencia británica de
noticias Reuters había dado a conocer el resultado de otra encuesta, esta
preparada por la firma estadounidense Zogby, que mostraba a Vicente Fox delante
de Labastida por cuatro puntos porcentuales.
Aparentemente
se adelantó la publicación de la encuesta de Pearson para impedir que se
generara la idea entre la gente de que Fox, efectivamente, había aventajado ya
a Labastida. El estudio de Pearson, por lo menos, ayudaría a generar confusión.
Pearson,
que trabajaba directamente con Greenberg, puede reclamar para su crédito el
hecho de que fue la única empresa que pudo aproximarse al margen de victoria
con el que Labastida ganó la elección primaria del PRI el 7 de noviembre de
1999. La separación de Greenberg, sin embargo, constituye un golpe para la
credibilidad de la empresa.
Desde
la trinchera de Alianza por el Cambio (PAN y PVEM) de Vicente Fox, las cosas se
aprecian bien distintas, para ellos no hay encuesta válida, simple y
sencillamente si no les otorga una ventaja creciente, hacia la cercanía de los
comicios de julio.
Y
para tal fin, sólo aceptan encuestas que, por cierto, son tomadas a través de
llamadas telefónicas, adoleciendo del sesgo de estrato social, antes
mencionado.
Al
rescate de las encuestas
No
obstante, las encuestas de mayor prestigio, por los valores que han acumulado o
por la precisión de sus resultados han sido dos: las realizadas por el Centro
de Estudios de Opinión (CEO) de la Universidad de Guadalajara y por el grupo
periodístico Reforma, uno de los más críticos del gobierno actual y que goza de
credibilidad, tanto entre partidarios del PRI, como de los partidos de
oposición.
Estas
dos instituciones han sido calificadas como serias, su tecnología ha avanzado y
los resultados de ambas las avalan, además de su cautela; y en ambas siempre se
lee la advertencia: "Si las elecciones fueran hoy..."
En la
última información dada por ambas instituciones (la segunda quincena de mayo),
los resultados coincidieron en dar una ventaja nacional del PRI sobre Alianza
por el Cambio que ronda el 4 por ciento con un margen de error de 2.5%
(Reforma) y 4% (CEO):
CEO
DE LA U. de G.
http://www.ceo.udg.mx/encpub/2000/P-055-00/G%E1ficasNac.pdf
REFORMA
http://www.reforma.com/encuestas/articulo/008836/
Estos
resultados tan cerrados, imposibilitaron a cualquier declarante a asegurar el
triunfo de uno u otro candidato a 40 días de los comicios. Pero sí abrieron la
puerta para que decenas de nuevas encuestas enturbiaran la infósfera con un
cúmulo de resultados contradictorios.
A ese
nivel, los medios de información nacionales sólo se reservan el privilegio de
publicarlos y esperar que la opinión pública dé su veredicto el 2 de julio.
A río
revuelto... bonanza de pescadores
Pero
no podían las empresas yanquis quedarse a la expectativa, así que decidieron
irrumpir en forma intempestiva en el mercado mexicano con el anuncio de que un
grupo de ellas realizaría varias de las famosas "encuestas de salida"
o exit polls
Cabe
precisar que este tipo de encuestas al hacerse el día de la elección en la
salida de la casilla electoral podría generar un ambiente de intromisión, así
que los candidatos -menos uno- se opusieron a tal medida, para no enrarecer más
el ya de por sí confuso ambiente electoral.
Con
excepción de Vicente Fox -quien por un lado asegura que ya ganó y por otro que
las elecciones serán fraudulentas- los candidatos a la Presidencia expresaron
su desconfianza en la participación de las empresas estadounidenses Penn Shoen
& Berland y Allyn & Company, para efectuar estudios de opinión el
próximo 2 de julio. Tres de los candidatos demandaron que el Instituto Federal
Electoral (IFE) tome cartas en el asunto para evitar confusión en la población
e inducción del voto.
El
priísta Francisco Labastida pidió al IFE intervenir e impedir que empresas
extranjeras confundan a la población con encuestas de salida y solicitó
exigirles mostrar su metodología y sujetarse a la ley electoral.
Cuauhtémoc
Cárdenas, de Alianza por México, advirtió de que ésta "puede ser una
actitud injerencista de intereses ajenos a los del país, que posiblemente estén
detrás de alguno de los candidatos del régimen".
Vicente
Fox consideró positivo que las compañías foráneas realicen encuestas en México,
porque "todo lo que sea supervisar y vigilar el fraude electoral es muy
bienvenido".
Manuel
Camacho opinó que las dos empresas deben ser vigiladas y advirtió de que las
encuestas de salida que realicen pueden ser peligrosas si a media jornada
electoral se filtra información.
Para
Gilberto Rincón Gallardo, "pueden venir a hacer encuestas de otros países,
pero no ejercer influencia". Deberán callarse hasta que el IFE dé
resultados, enfatizó.
Mientras
la dirigencia nacional del PRD consideró que podría tratarse de un
"albazo" para favorecer a Vicente Fox, el dirigente nacional del PAN
Luis Felipe Bravo afirmó que se trata de un fenómeno mundial propio de la
globalización.
Asimismo,
estudiosos de la política e integrantes de diversos organismos políticos
coincidieron en no publicar más encuestas, "por salud electoral".
Ante
las críticas del sector político mexicano, los despachos estadounidenses Penn,
Schoen & Berland y Allyn & Company ratificaron que realizarán encuestas
de salida el 2 de julio y advirtieron que no cederán a presiones que busquen
obstaculizar o influir en su proyecto independiente para "salvaguardar el
voto".
Aseguraron
que el equipo de expertos internacionales fue seleccionado precisamente porque
son externos y así no tienen vulnerabilidad alguna.
Gobernación
informó de que 99 por ciento de las solicitudes de observadores extranjeros
para los comicios presidenciales fueron atendidas y casi 60 por ciento proviene
de Estados Unidos.
Para
concluir esa controversia, el IFE declaró finalmente que los cientos de
observadores extranjeros que estarán aquí antes, durante y después de las elecciones,
tienen el derecho de realizar estudios de opinión con tal de que se sujeten a
los reglamentos y leyes vigentes.
La
participación de empresas yanquis no fue muy popular entre los candidatos, dada
la experiencia reciente de Perú, pero finalmente la aceptaron, sin embargo,
existen advertencias de que su participación sólo se sujete a la observación
imparcial del proceso.
En
juego la credibilidad de encuestas en lugar de candidatos
Ante
el anuncio de empresas extranjeras, la Cámara de la Industria de la Radio y la
Televisión, CIRT, y el propio Instituto Federal Electoral optaron por realizar
su propia encuesta pero por un método nuevo y mucho más confiable que los exit
polls; el de conteo rápido, no de casillas en orden de llegada a centros de
cómputo, sino de una muestra aleatoria de casillas electorales, con el fin de
pronosticar el ganador evitando los sesgos de las encuestas de salidas, así
como los votos nulos, que en anteriores elecciones han rondado el 2%.
Así,
la CIRT ha anunciado que obtendrá los datos de 2 empresas distintas en 3,022
casillas, alrededor del 10% del total, lo cual podría significar 3,5 o más
millones de votos contabilizados al final de la jornada electoral, para
contribuir a la certeza y credibilidad en los resultados de la elección
presidencial.
José
Woldenberg, presidente del IFE, y Joaquín Vargas, presidente de la Cámara de la
Industria de la Radio y la Televisión, en conferencia de prensa informaron lo
anterior y, en particular, el empresario rechazó la posibilidad de que una
empresa televisora pueda dar un "albazo" para dar cono triunfador a
su candidato y tajante dijo: "De qué sirve un albazo si después se dará a
conocer la información oficial".
Se
publicó que el grado de confiabilidad de estos conteos rápidos es del 95 por
ciento, con un margen de error de más o menos 1.5 por ciento. Pero, además,
para evitar cualquier posibilidad de falta de profesionalismo de las dos
empresas contratadas -Bimsa y Nielsen- en caso de que los resultados entregados
por ellas tengan una diferencia considerable con los oficiales, se les impondrá
una multa equivalente al 70 por ciento del precio que deberán pagar por el
servicio, además del descrédito público.
José
Woldenberg indicó que este tipo de conteos rápidos darán certeza y credibilidad
al proceso electoral y agregó que el IFE también dará a conocer los conteos
rápidos que ordenó a tres empresas diferentes, para lo cual solicitó a la
Secretaría de Gobernación que a través de la Comisión de Radio y Televisión se
hagan seis o siete cortes en los medios electrónicos para que en ese momento el
IFE dé a conocer las tendencias electorales.
Y
para evitar confusiones en caso de que haya una diferencia considerable entre
los resultados que difunda el IFE y los de la Cámara de la Industria de la Radio
y la Televisión, se decidió que la base de datos de los dos conteos rápidos que
pagarán los concesionarios, se entregará en resguardo al IFE para que se
aseguren que la metodología utilizada fue la adecuada.
Encuestitis
El
fenómeno de comunicación, nuevo en México, es que ya no importan tanto los
candidatos y sus partidos, como las encuestas. Los resultados que se darán el
mismo 2 de julio son más interesantes que las diferencias ideológicas y de
programas de gobierno, y, además, pocos recuerdan a los candidatos a senadores
y diputados. Los resultados oficiales, que se conocerán dos o tres días
después, pocos los esperarán, pero es ahí donde se confirmará la veracidad o
falsedad de las encuestas como instrumento de la ciencia social.
Referencias:
1.-Alertan
sobre encuestas foráneas, sección Nacional El Universal 16 de julio de 2000. http://www.el-universal.com.mx
2.-
JOSE MARIA ALANIS. / corresponsal Monterrey, NL, Censura Porfirio el uso de
encuestas para promover triunfos adelantados, La Crónica Sección Nacional, 31
de enero. http://www.cronica.com.mx
3.-
IRMA PILAR ORTIZ, Dará la CIRT Conteo rápido a las 10 de la noche del 2 de
julio, jueves 15 de junio de 2000, Excélsior sección Noticias
4.-
Ya basta de encuestas, Editorial del periódico El Universal, julio 15 de 2000. http://www.el-universal.com.mx
5.-
EDGAR AMIGÓN. En la encuesta de CEO Labastida aventaja a Fox por 3.7 puntos,
mayo 23 del 2000. http://www.elfinanciero.com.mx
6.-
LUIS SUAREZ "Encuesta definitiva, los comicios; el ganador, aun por un
voto" , Excélsior jueves 15 de junio de 2000. http://www.excelsior.com.mx
7.- SERGIO SARMIENTO.
Encuestas, Periódico Reforma Abril 30 de 2000, Sección Editoriales. http://reforma.infosel.com
8.- JAVIER ROMERO, De Encuestas
a Plebiscito. Excélsior Lunes 22 de mayo de 2000.
9.- ERNESTO PABLO JUÁREZ La
'encuestocracia' mexicana, El Diario, Sección Editorial. Junio 15 de 2000.
10.-
ISIDRO CHAVEZ, Labastida demanda al IFE controlar a encuestadores. Novedades
México D.F. 16 de Junio de 2000. http://www.novedades.com.mx
11.-
RICARDO M. HERNÁNDEZ / ROBERTO RENDÓN MEDEL Las encuestas electorales y su uso,
un punto de vista académico, El Financiero, Mayo 11 de 2000. http://www.elfinanciero.com.mx
12.-
MAURICIO JUÁREZ GONZÁLEZ, Los observadores extranjeros podrán hacer encuestas y
conteos rápidos, dice Lujambio, consejero del IFE, La Crónica, 16 de junio de
200. http://www.cronica.com.mx
13.-
ALONSO URRUTIA. Sólo 5 de 107 encuestas de tipo electoral cumplen los
requisitos. La Jornada martes 29 de febrero de 2000.http://www.lajornada.unam.mx
14.- No cederemos; habrá
encuestas: firmas de EU, El Universal, Primera Plana, Junio 19 de 2000.
FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO DE
LATINA EN BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre del autor, 2000; título del texto, en
Revista Latina de Comunicación Social, número 33, de septiembre de 2000, La
Laguna (Tenerife), en la siguiente dirección electrónica (URL):
http://www.ull.es/publicaciones/latina/aa2000kjl/x33se/57fierro.htm
Revista Latina de Comunicación Social
La
Laguna (Tenerife) - septiembre de 2000 - número 33
D.L.:
TF - 135 - 98 / ISSN: 1138 – 5820 (año 3º)
http://www.ull.es/publicaciones/latina