El grafismo en un diario regional
(5.145 palabras - 11 páginas)
Lic. Óscar Goñi Alfaro ©
Grafista
de "El Diario Vasco" (San Sebastián, Guipúzcoa)
En
ocasiones, un tópico sigue siendo la mejor forma de empezar. En consecuencia,
podríamos iniciar el artículo diciendo que cualquier parecido entre lo que
ocurre en un periódico nacional y otro regional es pura coincidencia. Y si
estamos hablando de gráficos, es un puro milagro (1). Como es obvio, muchas de
las observaciones que voy a plasmar en estas páginas surgen de la experiencia
adquirida a lo largo de los años en "El Diario Vasco" de San
Sebastián. Tras confrontar muchas opiniones de colegas grafistas, he llegado a
la conclusión de que el tratamiento que los grafistas de prensa regional
recibimos en nuestros periódicos es similar al menos en un aspecto; aún hoy,
resultarnos ser unos curiosos individuos. (*)
Así
pues, es imprescindible que dejemos claro un aspecto: para el resto de los
periodistas que trabajan con nosotros no somos como ellos, no hacemos lo que
hacen ellos, es decir, lo que hacen los periodistas de toda la vida. No estoy
diciendo que no se respete nuestra labor -cosa que ocurre en demasiados
periódicos- sino que, simplemente, somos raros. Nuestras herramientas de
trabajo son diferentes, nuestros requerimientos son distintos y nuestro ritmo
de trabajo está radicalmente alejado de sus parámetros. El resto de los
periodistas no sabe -ni tiene por qué- cómo hacemos los gráficos, lo que nos
cuesta cada uno de ellos y la tremenda soledad en la que nos desenvolvemos. Un
redactor, si en un momento dado precisa de un compañero para que le termine una
información o le ajuste una noticia, sólo tiene que mirar a su alrededor. En un
diario hay muchos redactores. Pero si un grafista se siente asfixiado y siente
que no llega, o bien se encuentra inmerso en la estructura de un
departamento gráfico, o puede que tenga que rechazar encargos, dado que no va a
poder abordarlos todos. Y en este punto es preciso dejar constancia de algunos
hechos:
1.-
En algunos periódicos regionales NO se entiende que un grafista no pueda hacer
un millón de gráficos al día.
2.-
En algunos periódicos regionales NO existe un departamento gráfico en el que
distribuir, organizar, planificar el trabajo.
3.-
En algunos periódicos regionales, la sección de gráficos se concreta en una
persona (2).
4.-
Es de todo punto lamentable y aberrante que supuestos teóricos del grafismo en
prensa de este país no reparen en estas circunstancias a la hora de valorar el
trabajo que se está desarrollando en periódicos regionales.
Queda
enunciada de esta forma la tesis que me propongo llevar a buen puerto: el
grafismo de prensa regional, a diferencia de lo que ocurre en los Estados
Unidos, no está en modo alguno valorado en España.
Se
desconoce hasta extremos brutales la labor que día a día cumplimos en nuestros
medios los grafistas y, salvo honrosísimas excepciones, ello acarrea que
periódicos de ámbito nacional acaparen el prestigio del grafismo en España,
cuando en más oportunidades de las que por su infraestructura sería admisible,
la prensa pequeña demuestra que no lo es tanto.
Pondré
un ejemplo (2): "El Diario Vasco" comenzó su andadura incluyendo
gráficos en sus páginas con periodicidad diaria hace casi cinco años [1986],
fecha en la que aún no habían irrumpido en el panorama periodístico español
algunos diarios de difusión nacional, y en la que todavía otros periódicos de
solera no habían aceptado dicha apuesta. He de puntualizar, sin embargo, que
otros medios, tanto nacionales como regionales, precedieron a mi periódico en
esta aventura (3).
En
estos cuatro años transcurridos desde entonces, no he podido recoger el más
minino interés por parte de quienes estudian el fenómeno de los gráficos en
prensa hacia la prensa regional en su conjunto (4).
Sin
embargo, intentaré que estas líneas sirvan para ubicar en su debido contexto
las conclusiones con las que cerraré el artículo.
Para
ello, estructuraré mi análisis partiendo de los tres puntos capitulares que son
los que a mi entender enmarcan el trabajo de un grafista en prensa: Tiempo,
espacio y tema.
El
tema -datos, hechos y/o situaciones que se nos dan-, marca más que ningún otro
aspecto el sentido o carencia del mismo ¡qué tiene el gráfico. El espacio
material que se nos adjudique para plasmar en la página esa terna significará
poder contarlo a los lectores sin excesos ni defectos. Eso, si se dispone del
tiempo necesario.
El tema
En
un diario regional, los temas que los grafistas abordamos se pueden clasificar
en dos grandes bloques:
-Gráficos basados en lo local.
-Gráficos basados en lo general.
Con
toda certeza, explicar ambos epígrafes significaría rozar lo elemental. No
obstante, una disquisición tan simple es, para los grafistas de prensa
regional, el centro de su singular problemática.
Los gráficos elaborados para una
información local son aquellos que, aun
teniendo importancia, no rebasan el ámbito de influencia de la región, por lo
que dichos temas no son tenidos en cuenta por los periódicos nacionales ni por
aquellos periódicos regionales de otras provincias ajenas a aquella en la que
se ha dado lo noticiable.
Conclusión:
la labor del grafista en esa tesitura (diaria, en nueve de cada diez casos), es
gris y efímera, con la de que si, al mismo tiempo, tiene encargados cuatro o
cinco gráficos, no podrá jamás acudir a la ayuda que supuestamente brindan las
agencias de gráficos que poco a poco han ido proliferando en España, ya que,
por los mismos motivos expuestos, ninguna habrá realizado dicho trabajo.
Evidentemente,
trabajar para uno o dos medios no es rentable (5).
Segunda
cuestión: los datos con los que se han de elaborar los gráficos de tema local
llegan al grafista sólo por un conducto: los propios redactores de su
periódico. Asumir que estos redactores tienen la mentalidad gráfica requerida
es una falsedad sin paliativos. Y ésta es la segunda ocasión en la que debo
hacer un alto para decir que ello no es una crítica hacia mis compañeros
periodistas. No son grafistas ni tienen por qué serlo. Por contra, la pregunta
es, ¿No sería obligado que el grafista pudiera exigir los datos que él estima
imprescindibles para realizar su trabajo con la misma dignidad y precisión que
la esgrimida por el redactor?
Se
da por cierto que los grafistas somos diferentes. Se da por cierto que nuestro
trabajo es importante y de gran penetración en el lector. Pero no se da por
cierto que, para rendir al cien por cien, necesitemos instrumentos que sólo
nosotros podemos concretar.
Los gráficos elaborados para una
información de carácter general son
aquellos cuyo peso específico los convierte en universales, ya que se refieren
a noticias de impacto. No importa el lugar en el que hayan nacido dichas
noticias, sino la trascendencia de las mismas. Aunque una noticia de este
género surja en una región liderada por un periódico local, será recogida por
todos los medios estatales y, a la sazón, ya no podrá ser tenida como parte del
grupo anterior (6).
Y
es aquí donde, más que en ningún otro plano, se evidencian las profundas
distancias que existen entre el grafismo de prensa regional y el de prensa
nacional.
En
teoría, todos los grafistas estaríamos aquí en abierta competición. Salvo
problemas coyunturales, todos los periódicos publicarán en la edición del día
siguiente la noticia con un gráfico del tema.
En
la práctica, NO existirá NUNCA, posibilidad de competir. Después de más de
cuatro años de sufrir esta realidad, puedo asegurar que, para competir, hay que
estar en igualdad de condiciones. ¿Y en qué nos diferenciamos de los grafistas
de prensa nacional? Trabajamos solos, no tenemos fuentes propias y por cada
gráfico que un grafista afronta en un periódico nacional, nosotros afrontamos
cuatro. Y no son cifras descritas al azar.
Ciertamente,
este argumento es rebatible desde el momento en que he partido de la base de
estar en una competición. Con no competir, basta. Pero ESTAMOS OBLIGADOS a
competir con los grandes. Nuestros periódicos nos obligan a hacerlo. Con
todo el derecho, en verdad. Sin los medios imprescindibles, en verdad.
En
los últimos años, el abismo se ha ido haciendo cada vez mayor. Para un grafista
que trabaja en solitario, es imposible trasladarse al lugar de los hechos para
cubrir desde su óptica una información, porque en su sección no queda nadie
para hacerse cargo del resto de los encargos del día (7).
De
igual forma, el tema en sí puede que exija una documentación adicional a la
suministrada por las agencias de noticias. En la prensa regional, la
documentación se limita a los teletipos y las enciclopedias disponibles. En la
prensa nacional, se puede llegar a destinar efectivos humanos que recolecten
los datos pertinentes (8).
No
quisiera ignorar aquí la irrupción de las agencias de gráficos, cuyo exponente
español es Grafía (9).
No
negaré que una agencia gráfica es valiosa, y menos aún discutiré su sentido.
Ahora bien; es muy peligroso crearse una dependencia de sus servicios por dos
razones:
-
El mérito principal que se puede derivar de un gráfico es la creación del
mismo. En el instante en que un periódico edita sus propios gráficos, creados
por su gente, nos hallamos ante un sello, una firma distintiva de ese medio,
como son sus fotografías o sus redactores. Publicar gráficos de agencia por
sistema dinamita esa personalidad e identifica el producto de un periódico con
otro de la competencia (10) (Utilizar algún elemento de agencia es otra cosa,
aun cuando yo no sea partidario de hacerlo).
-
En determinadas circunstancias, un gráfico de agencia puede estar disponible a
unas horas en las que ajustarlo al estilo de nuestro periódico (tipos de letra,
tramas, formato) puede significar un retraso en el tiempo de entrega del mismo
superior al que se hubiéramos sufrido elaborándolo personalmente.
Aquí
se hace preciso matizar que, si bien las agencias de gráficos remiten a sus
abonados un avance de los temas que van a estar a disposición de los usuarios
durante la jornada con una previsión horaria, ésta no se respeta con el
exigible rigor en algunos casos.
Por
fin, cabría distinguir entre los gráficos provocados por el hecho puntual de
aquellos que, ora responden a la puesta en marcha de un reportaje intemporal
(citar dentro de esta categoría los gráficos que sobre temas de salud publica
periódicamente "La Vanguardia" (11), ora a un hecho predecible
en cuanto a su impacto. El ejemplo más reciente por su penetración en la
sociedad lo han constituído, las Olimpiadas de Barcelona.
Tanto
en los unos como en los otros, la prensa regional se encuentra aún en un
círculo vicioso. Son estos probablemente los gráficos más golosos de realizar
para cualquier grafista. Tiene documentación o el tiempo de conseguirla, y
temas más agradecidos que las frías estadísticas que le inundan día a día su
mesa de trabajo para ser reconvertidas en barras, tartas o sierras.
Sin
embargo, ello nos lleva al siguiente aspecto.
El tiempo
El
tiempo es un lujo para un grafista de un medio regional. Téngase en cuenta que
si en un departamento gráfico de un diario de difusión nacional pueden llegar a
trabajar cinco grafistas, esa media pasa a ser de uno en la prensa regional.
El
cálculo es bien sencillo; lo que en un medio es en un día de trabajo un gráfico
para cada periodista, en el otro son cinco gráficos para uno.
0
bien: Se precisa un gráfico. El grafista del periódico regional lo hace entero.
Los grafistas del medio nacional se distribuyen el trabajo. No es extraño ver
gráficos firmados por tres, cuatro e incluso cinco personas.
Y
el tiempo ES CALIDAD.
El
tiempo es, como anteriormente apuntaba, posibilidad de conseguir documentación,
detalle y reflexión que redundarán sin duda en el gráfico final.
La
documentación, nunca insistiré bastante, es VITAL. Lo es todo. Y es patética la
lista interminable de ocasiones en que, careciéndose de datos, los grafistas
publicamos trabajos.
El
grafista no debe inventar porque NO es un artista. Es un periodista. Presenta
los hechos de una forma más accesible, más sencilla para la interpretación,
pero siempre ha de tener bien claro que sus gráficos son periodismo, no
exposiciones de pintura. Y esto no sólo lo deberíamos tener in mente los propios
profesionales, sino nuestros superiores. No hablo de las utopías que a todos
los que hemos pasado por facultades de periodismo nos han enseñado y que, con
posterioridad hemos descubierto que sirven para bien poco.
Hablo
de los medios que provocan respuestas. El tiempo es uno de ellos. Una
infraestructura es otro.
Ciertamente,
un gráfico es la conjunción de hechos bien contados, con claridad y calidad en
la ilustración. Este tercer factor es el más prescindible, aunque sea el más
llamativo.
Narrar
bien y con claridad es el fruto de una reflexión previa a la ejecución del
gráfico. Pero, ¿qué se puede reflexionar si no se ha impreso un original cuando
ya estarnos inmersos en el siguiente?
En
unas jornadas celebradas en 1992 en Pamplona a las que asistimos grafistas de
toda España y destacados teóricos del medio, escuché atónito las explicaciones
que el ponente efectuaba, mostrando los sucesivos bocetos que su departamento
había realizado para enfocar de la mejor manera un gráfico. La lectura que
extraje fue triple: todo aquello era un montaje destinado a impresionar a la
audiencia; en ese departamento tenían cantidades industriales de tiempo o bien
yo era un mal profesional, porque jamás había hecho algo parecido.
Todos
esos bocetos pasan por la cabeza del grafista en segundos, descarta los que a
su juicio son erróneos y, con la idea del más correcto en su interior, se
vuelca a realizarla de inmediato. No hay tiempo para nada más.
Dicen
que todas las historias han de tener una moraleja. La de esta mala historia es
que miré a mi alrededor, escuché y comprobé que todos los espectadores
opinábamos lo mismo.
Resumiré
la realidad. Si un gráfico ha de hacerse por fuerza mayor, se hace. En última
instancia, hay que esperar que quienes toman las decisiones por encima de los
grafistas y nos encomiendan los trabajos, nos concedan también la
responsabilidad de mandar sobre un trabajo que lleva impresa nuestra firma.
El espacio
Cada
gráfico requiere un tamaño. Si hay algo exasperante es tener que rellenar un
cuadro de cuarenta cíceros con una estadística de tres coordenadas, o disponer
de otro espacio de quince cíceros para reconstruir el desembarco de Normandía.
El
soporte de un periódico es rígido y sobre él poco se puede hacer.
Ahora
bien; depende del medio en el que se trabaje será más sencillo 'negociar' un
tamaño adecuado. No depende en este caso de que el periódico en cuestión sea de
difusión nacional o regional, sino de la filosofía que se tenga en los puestos
directivos del mismo.
No
obstante, en los últimos tiempos el reportaje gráfico ha cobrado importancia y,
en un posterior salto cualitativo, los portafolios coleccionables, generalmente
son puestos en circulación como elemento promocional del periódico.
En
España el por desgracia desaparecido "El Sol" fue un precursor no
tanto de esos portafolios, sino de unos gráficos encartados a formato de doble
tabloide con motivo de la guerra del Golfo (12).
Este
desafío al espacio cerrado de las columnas y módulos sólo está al alcance de
periódicos no ya de difusión nacional, sino de aquellos que apuestan
decididamente por los gráficos como manera de promocionarse, asumiendo un coste
económico (13).
¿Qué es un diario regional?
Aquel
que se distribuye en un ámbito geográfico circunscrito a una región. Punto.
Parece una enorme perogrullada, cierto. Pero no lo es.
¿Un
diario regional es un diario pequeño? En modo alguno. Y antes de que
alguien, aturdido por las grandes cifras de la prensa nacional, esgrima
una sonrisa compasiva, aclararé algo: pongamos un ejemplo. "El Diario
Vasco" es, desde luego, un diario regional. Se vende en su mayor
proporción sólo en Guipúzcoa, que en 1992 tenía una población de unos 700.000
habitantes. La difusión media del periódico a lo largo de este año fue de
92.441. ejemplares diarios (14).
Aunque
las extrapolaciones sean engañosas, hágase una sencilla regla de tres y se
observará que la penetración de este medio es mayor que la de los grandes diarios.
Todo
esto tiene como único objetivo demostrar que las clasificaciones en un sentido
u otro son cuando menos peligrosas.
Recientemente
se convocaron en España unos premios centrados en el mundo del grafismo con una
serie de categorías en las que concursar (15). Ahora bien; se
establecían dos categorías distintas: la primera incluía a los periódicos con
más de 75.000 ejemplares de difusión y la segunda para los que no llegaban a
esta cifra. En definitiva, los periódicos nacionales entraban en el primer
grupo y los regionales en el segundo. Basta revisar las cifras arriba
mencionadas para comprobar que en la práctica eso es falso. Se supone que la
infraestructura de un diario de difusión nacional es mayor, por lo que no debía
competir con los pequeños.
Quizá
la argumentación era otra bien distinta. Quizá se asume que los medios con una
difusión superior a 75.000 ejemplares se hallan dotados de una infraestructura
humana y material mayor que la de sus homólogos de menor venta,
independientemente de su ámbito de difusión. Si ésta es la razón de fondo,
estamos ante un error dramático; el que surge del desconocimiento más absoluto
de la realidad periodística en España porque, como acabarnos de ver, existen
diarios que, sobrepasando ampliamente esa cifra arbitraria, no disponen de la
misma estructura que sus competidores.
En
consecuencia, la forma de clasificar a los medios no puede tener como
parámetros ni su difusión ni su ámbito (16). Cada caso obliga a un análisis
profundo de su realidad. España no funciona corno los Estados Unidos.
Conclusiones
Es
hora de asumir lo que en otros países es hace años una realidad incontestable.
La prensa regional tiene el mismo peso específico que la nacional y, en algunos
casos, una presencia mucho más cercana en sus lectores.
Dado
que se quiere aspirar a ofrecer a estos lectores la misma calidad informativa
que consigue la prensa de difusión nacional merced a grandes despliegues, es
preciso que la prensa regional dote a sus departamentos de la misma
infraestructura.
La
prensa regional es una sombra de lo que debería representar en el mundo del
grafismo en España. Existen buenos periodistas-grafistas en casi todas las
regiones, muchos de los cuales no pueden desarrollar su talento porque el medio
en el que trabajan les encajona en una cinta de Moebius de la que no tienen
medio de escapar.
Pongamos
las cosas claras. En los periódicos, muchos redactores no saben qué es un
gráfico, qué es una ilustración, qué es un estadillo y, en definitiva, qué es
un grafista. Así, ¿por qué no se confía en los propios grafistas para que sean
ellos quienes aporten las decisiones pertinentes a cada problema en su terreno?
Pero, claro, confiriéndoles los medios que son menester. Es decir, la evidencia
grita que la sección de gráficos es eso, una sección dentro de la estructura
del periódico. Una sección a la que acuden todas las demás de la redacción para
que les resuelva la información en forma de gráfico. De hecho, en las
redacciones sólo existen tres departamentos que no son estancos, sino que
aportan su trabajo a todas las demás:
- El departamento fotográfico.
- El departamento de diseño y confección.
- El departamento gráfico.
Actualmente,
en muchos periódicos regionales los grafistas carecen del necesario filtro que
les garantice trabajar a pleno rendimiento. Atención, un filtro real.
Es
obligado, por contra, reconocer que el panorama no es tan deprimente es todos
los diarios regionales, ya que, como he ido insistiendo a lo largo del
artículo, las diferencias entre los medios son tan sustanciales que cualquier
intento de englobar un horizonte tan dispar en un espectro uniforme redunda en
lo incorrecto.
En
consecuencia, me limitaré a enumerar cómo deberían integrar la sección gráfica
en sus estructuras los diarios de prensa regional.
1.-
Como ha quedado enunciado en este prólogo, en los diarios de prensa regional
que decidan apostar sin reservas por los gráficos, debe ponerse en marcha una
sección gráfica, siempre y cuando, como es obvio, la coyuntura económica del
medio se lo permita.
2.-
Los medios con que debe dotarse a esa sección han de ser determinados por
quienes trabajen en ella, no por gestores al margen de los grafistas.
3.-
Esos medios incluyen:
* Elección del hardware y software que los
grafistas prefieran.
* Determinación de si es acertada la contratación
por parte del periódico de los servicios de determinadas agencias gráficas.
* Elección de toda la documentación necesaria
(cartografía, enciclopedias... )
4.-
El departamento gráfico ha de estar dirigido incuestionablemente por un
grafista o, en su defecto, por un especialista en diseño. En este caso, dicho
especialista no sólo dirigiría la sección gráfica. Lo óptimo es que también
fuera el responsable de las áreas de confección y fotográfica.
No
obstante, dicha persona contaría con un grafista que, con rango de jefe de
sección, negociaría con aquel.
5.-
Si la sección gráfica no se encuentra inmersa en ese macrodepartamento arriba
citado, el grafista que dirija la sección deberá tener rango de redactor jefe.
Esta es, por definición, la única forma de que los filtros de control
mencionados con anterioridad sean operativos.
6.
- Este redactor jefe, de no existir la macrosección del punto 4, asistirá a las
reuniones del consejo de redacción. Tras haber analizado los temas del día,
será él quien establezca cuáles son los gráficos que en la jornada se
realizarán.
7.-
Salvo noticias de impacto, todos los gráficos del día se encomendarán a través
del responsable de la sección antes de las seis de la tarde. Ello permitirá
organizar el trabajo de la sección cabalmente y evitar el "goteo" al
que están sometidos en ocasiones los grafistas.
8.-
El departamento gráfico tendrá a primera hora una reunión en la que se
repartirá el trabajo del día.
9.-
El departamento gráfico estudiará todos los posibles temas no diarios que,
siendo previsibles, puedan abordarse para dar una información más amplia.
10.-
Igualmente, será de suma importancia que presten atención especial a los temas
de su región ya que, hoy por hoy, y motivado por la falta de medios, se dejan
de lado aspectos de la realidad regional que podrían dar lugar a reportajes
gráficos e incluso a portafolios de enorme penetración en sus lectores.
11.-
El departamento gráfico podrá en los momentos que considere oportuno solicitar
la ayuda de los fotógrafos del periódico. Dado que en muchos casos estas
fotografías no tendrán por objeto el ser publicadas, sino el servir de
documentación extra, el diario tendrá que atender que los fotógrafos embarcados
en estos proyectos no reciban su salarlo en función de las fotografías
publicadas.
12.-
Cuando la noticia lo requiera, el grafista podrá trasladarse al lugar de los
hechos si con ello va a cubrir la información más detalladamente. Esto, que en
la prensa nacional de envergadura se comienza a instituir con relativa fuerza,
es preciso que se aplique también a la regional.
13.-
Si, pese a que un diario regional haya decidido incluir gráficos en sus
páginas, esta decisión no acarrea la creación del departamento y todo el
trabajo se vuelca en una persona, no podrá exigirse bajo ninguna circunstancia
que sus trabajos sean iguales en volumen y desarrollo a los publicados por
periódicos que sí estén dotados de una sección gráfica.
14.-
Aun en el caso de trabajar en solitario, ese grafista debe tener rango de jefe
de sección como mínimo. Una vez más, insistiré en que ésta es la única manera
de filtrar las presiones y peticiones absurdas que muchas veces tiene que
acatar.
15.-
"Reivindicación de un rango para los grafistas" no es "barrer
para casa". En la práctica, se produce una curiosa paradoja. Por una
parte, la responsabilidad que se exige a su trabajo es total; su trabajo, una
vez acabado, supone la asunción para el grafista de la responsabilidad de lo
que allí aparece (entre otras cosas, porque en casi todos los medios,
regionales o nacionales, los gráficos llevan la firma del autor). Por otra, no
puede rechazar un encargo que, a su juicio, sea competencia de alguien que no es
él o que no venga acompañado de la imprescindible documentación.
Así,
en infinidad de ocasiones no se le dan los datos que tienen que ser reflejados
en el gráfico, sino que se le supone la responsabilidad de discernir lo valioso
de lo sobrante. Así, se le concede el poder de ejecución sin que no se pueda
discutir su estilo aunque luego, en el día a día, puede que tenga que cambiar
los colores de un gráfico porque al redactor de turno no le gustan.
En
definitiva, se confía en el grafista o no. Si se confía en él, se le deben dar
las herramientas para trabajar. Si no se confía en su labor, se le deben quitar
todas las responsabilidades y, en esa tesitura, ponerle bajo las órdenes de un
superior.
Un
grafista no puede tener como jefe inmediato a toda la redacción.
La
conclusión, una vez más, es alentadora.
Muchos
grafistas en periódicos de región trabajan en malas condiciones Y. pese a ello,
realizan un trabajo encomiable. Su mérito, sin desmerecer a nadie, es mucho
mayor que el que tienen los grafistas en periódicos de difusión nacional.
Trabajan con menos medios, menos tiempo y menos apoyo. Y su trabajo, pese a
todo, es tan bueno como el de los demás.
Entonces,
¿cuáles son, de verdad, los periódicos grandes y cuáles los pequeños?
En el fondo, ¿Se puede hablar todavía de periódicos grandes y pequeños?
NOTAS
(1)
A lo largo del artículo, el lector observará que no empleo los términos
"infografista", "infográfico" ni "infografía".
Realmente, la etimología de estas palabras no sólo me parece dudosa, sino
confusa, y más teniendo presente que responden a la traducción literal que en
su día se diera del vocablo aparecido en los Estados Unidos.
Infografista,
¿es aquel que hace gráficos informativos, con el auxilio de un soporte
informático, o ambas cosas? Por definición, un gráfico ha de ser informativo.
Somos y realizamos funciones de periodista, no de ilustradores, por lo que el
prefijo "info" se convierte en redundante y a la sazón innecesario
(Otra cosa es que en ocasiones dibujemos ilustraciones. Una ilustración por sí
misma no es informativa).
Nadie
puede afirmar que los gráficos deban construirse necesariamente con un programa
de diseño de Macintosh o PC. Los orígenes del grafismo moderno están en los
principios del siglo XIX e incluso antes y, evidentemente, en aquellos años
nadie sabía siquiera lo que era un ordenador. ¿Vamos, por ello, a aseverar que
toda la cartografía estadística y recreación de la prensa anterior a la era de
los microchips no pertenecía a la misma familia de los trabajos que hoy
hacemos?
Así
pues, seguiré empleando la palabra "grafista": Especialista en
grafismo, diseño gráfico (Definición de la última edición del Diccionario de la
Real Academia de la Lengua. En esta misma edición no aparece recogida la
palabra "infografía" ni sus derivados).
*
N. del E.- Este trabajo fue preparado para presentar en el seminario sobre
infografía periodística celebrado en la Universidad Internacional Menéndez
Pelayo en su sede de Cuenca, en noviembre de 1992.
(2),
Por citar un ejemplo que conozco bien, en "El Diario Vasco".
(3).
Sirvan de muestra "Diario 16", "El Correo Español - El Pueblo
Vasco" o "El País", si bien este último era en los primeros años
muy selectivo con los gráficos a publicar. Con posterioridad ha incrementado
notablemente la producción de los mismos.
(4).
A excepción del mostrado por el profesor José Manuel de Pablos, de la
Universidad de La Laguna, de Santa Cruz de Tenerife.
En
cuanto a esta protesta, entiendo que pueda provocar la queja encendida de
quienes pudieran sentirse aludidos. En consecuencia, matizaré que una cosa es
mantener un correo protocolario con los medios regionales y otra muy distinta
conocer a ciencia cierta qué es lo que en ellos se hace.
(5)
Lo cual no ha de interpretarse como una crítica bajo ningún concepto. Me parece
que una agencia de gráficos no estará en disposición de realizar estas tareas
jamás. Una infraestructura que precisaría sería tan enorme que alcanzar la
rentabilidad en semejantes condiciones sería una quimera
Así,
el 22 de enero de 1993, cuando se produjo el atentado en el que perdió la vida
en San Sebastián el funcionario de prisiones José Ramón Domínguez, recibí una
llamada de Grafía solicitándome información del lugar en el que se habían
producido los hechos. La cartografía habitual de San Sebastián no incluye la
periferia de la ciudad, por lo que no habían podido localizar el barrio de
Martutene.
(6). Por ejemplo, el
caso citado en la nota número 5.
(7).
El primer caso en el que un grafista en España se trasladó al lugar de la
noticia ocurrió el 20 de noviembre de 1989, cuando el diputado de Herri
Batasuna Josu Muguruza fue asesinado en el restaurante madrileño
"Basque". Jordi Clapers realizó un gráfico para "El Mundo» en el
que se mostraba el interior del local.
Con
posterioridad ha sido cuestionada la validez de esta fecha.
(8).
Me estoy refiriendo en todo momento a gráficos que deben ser resueltos de
principio a fin en unas horas. Más adelante me referiré a los reportajes
gráficos (que no fotográficos), apartado en el que también persisten las
diferenciaciones.
(9).
No es mi cometido en este artículo valorar la calidad de la información
suministrada por Grafía. Sin embargo, su insistencia en trabajar con el
programa de diseño "Illustrator" cuando la mayoría de los grafistas
españoles lo hacen con "FreeHand" es cuando menos chocante.
Esta
tendencia no se circunscribe a España. La agencia estadounidense KRTN (quizá la
mejor del mundo), pasó en 1992 de vender sus trabajos producidos hasta la fecha
en "McDraw" e "Illustrator" a hacerlo con "FreeHand'.
(10).
Por supuesto, tal argumento asume que en dichos periódicos trabaja al menos un
grafista. En España viven todavía diarios que no creen en los gráficos. Más que
nunca, es su problema.
(1l).
"La Vanguardia" es, hoy por hoy, el diario español que, a mi juicio,
más calidad tiene en su sección gráfica. El magnífico esfuerzo que realizó
Carlos Pérez de Rozas en el rediseño del periódico, junto con el estilo
absolutamente personal y característico que poseen los gráficos de su
departamento, es un ejemplo a seguir.
(12).
Durante las Olimpiadas, "Ya" primero y "El País" después
publicaron con periodicidad diaria los primeros y semanal los segundos trabajos
encartados centrados en la presentación de todas las pruebas de los
campeonatos. En mi opinión, los trabajos de "El País" vieron la luz
con más fortuna que los realizados por Grafía para "Ya".
13).
En los casos citados en el punto 12 las láminas incluían los logotipos de las
firmas comerciales que aprovechaban tal soporte para anunciarse. Como es obvio,
ello redundaba en un beneficio económico para los rotativos.
(14).
Según datos de la OJD.
(15).
Los Premios Malofiej 1993.
(16).
Téngase presente que mis argumentaciones siempre se refieren al mundo del
grafismo en prensa.
[Transcripción de Raquel Díaz]
FORMA DE
CITAR ESTE TRABAJO DE LATINA EN BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre del
autor, 1998; título del texto, en Revista Latina de Comunicación Social, número
10, de octubre de 1998, La Laguna, en la siguiente dirección electrónica (URL):
http://www.lazarillo.com/latina/a/28goni.htm