[Febrero de 2000]
Ética y estética de los medios
de comunicación televisual
(1.734 palabras –
páginas)
Lic. Evelyn Gutiérrez Soto ©
Costa Rica
“Así como el Sol es causa de la visión y causa no
sólo que las cosas sean vistas en la luz, sino también de que crezcan y vivan,
así el bien posee tal fuerza y belleza que no sólo es causa de la ciencia en el
alma, sino que confiere verdad y ser a todas las cosas que pueden ser objeto de
la ciencia; así como el Sol no es la vista ni las cosas vistas, sino que ésta
sobre éstas, del mismo modo el bien no es la ciencia ni la verdad, sino que
ésta sobre ambas y ambas no son el bien, sino sólo semejantes al bien.”
Platón
I.
Generalidades
Para referirse a la ética como punto vital de la
relación que los seres humanos comparten en diferente ámbitos, es preciso
retomar su significado y analizarlo. Para autores como Alfredo Barquero, ética
es la ciencia de la conducta, que tiene como fin el estudio del problema del
bien y el mal y de la felicidad del hombre, como ser racional que actúa en
libertad.
Los principios filosóficos que comprenden el
concepto ético dejan claro que la convivencia armoniosa entre los individuos
siempre está sujeta al concepto moral y por lo tanto a la naturaleza humana del
hombre. Por tal motivo, la búsqueda de la verdad es el pilar predominante de la
actividad diaria de las personas.
Cada decisión que toma un individuo es producto de
su sistema moral determinado por la sociedad donde se desenvuelve. Por tal
motivo, el hombre como ser social es responsable de su libre albedrío, en la
toma de decisiones y en concreto de sus acciones. El hombre por lo tanto es un
proyecto vital y no es otra cosa que lo que él hace, como lo menciona Jean-Paul
Sartre.
Son varios los elementos que conforman el concepto
ético:
- El conocimiento
- La libertad
- La voluntad
- El deber
- Los valores
El conocimiento hace al hombre libre de escoger lo
que quiera. Pero a su vez la libertad lo priva de hacer lo que quiere por
cuanto hay factores sociales que delimitan lo que se debe y no se debe hacer. A
su vez, la voluntad permite que un individuo le dé un valor a lo que considere
pertinente. Pero cada valor en sí lo conforma el código social humano en donde
se ha nacido, crecido e interactuado.
Al hablar de ética el ser humano involucra sus
principios, su conocimiento, el cual esta ligado al concepto estética que tiene
sobre su entorno. En la estética, por consiguiente, el individuo mezcla no solo
su código moral sino que su conocimiento y apreciación personal y filosófica
del arte.
El arte como expresión creadora contribuye al
desarrollo de ideas, movimientos e inspiraciones que hacen del individuo un ser
único en su género.
La relación de ambos aspectos: ético y estético
están de muchas formas relacionados en el quehacer diario de las personas, en
la toma de decisiones y en la puesta en marcha de sus ideas, inquietudes,
proyectos. La responsabilidad moral de una acertada decisión afectará en muchas
ocasiones a otros individuos. Ejemplo de ello lo observamos en los telediarios
donde ambos conceptos van de la mano en la consecución de espacios innovadores
que impacten y agraden a la teleaudiencia.
II.
Los medios de comunicación televisual
Los medios de comunicación televisiva permiten
informar de manera amplia tanto informaciones nacionales como extranjeras. Cada
reportaje lleva consigo el sello personal de quién investiga, escribe, produce
el guión y narra la historia. La veracidad de cada reportaje y el impacto que
produce en las personas conforma una dualidad en la que sujeto –espectador y
noticiero- crean una afinidad y predilección por el mismo.
La estrategia que utiliza el comunicador y su sello
personal en cada segmento informativo se basa en una dinámica de intercambio
noticioso en donde la recopilación veraz de datos, acontecimientos, da
credibilidad al espacio noticioso. En el caso de la televisión, información y
texto componen un dúo eficaz. Al respecto, el investigador Lorenzo Vílchez
(1989) menciona: “La finalidad de la función informativa es la transmisión de
un conocimiento, la función de la estrategia se halla relacionada con el plano
de la acción saber y hacer, hacer y saber.” Este conocimiento y conjugación de
diversas facetas desencadena la puesta en escena de un programa cuya
composición: reportero, escenario y discurso informativo crean un ambiente que
a los ojos del espectador tiene una ética y estética del espacio vital
noticioso.
III. El
valor de la información
Una noticia es producto de interés cuando ésta crea
un impacto en el individuo. La comunicación tiene factores importantes como
destinador, código, mensaje, contexto, contacto que hacen de un mensaje un
conglomerado versátil de conocimiento. El emisor debe tener seguridad y conocer
los detalles de la comunicación que va transmitir, como lo manifiesta Socorro
Rodríguez (1992). La emisión de la señal nítida, clara y precisa llega al domicilio
del espectador con una cognitiva que hacer que el receptor visualice, critique
o analice el mensaje que recibe.
Cada factor cuenta a la hora de realizar una
noticia y los aspectos: individuo e interiores se conjugan para crear el
espacio vital informativo. Estos factores crean la personalidad del espacio
informativo televisivo familiarizando al espectador cada detalle que
diferencian un diario y otro.
La postura, conocimiento del tema, utilización del
lenguaje y destreza del reportero, así como su presentación personal, son parte
del conjunto complementario que sustenta la exposición de un segmento
noticioso, creando una armonía estética que es particular de cada individuo.
Montoya (1998) manifiesta que las interpretaciones que se dan de una imagen dependen
de la comprensión, y de la experiencia del destinatario respecto de esa imagen.
Por lo tanto, conocer la realidad de esa imagen es sensibilizarse con ella, ya
que un presentador es parte de la estructura familiar que está presente cada
día cuando la noticia entre a los hogares, trabajo, oficinas... de un
espectador.
La voz de un presentador de una noticia es
particularmente esencial. Esta adquiere un status propio por cuanto refleja la
personalidad del narrador. Vílchez (1989) agrega: “El sonido y la voz son más
importantes cuantitativamente (y cualitativamente), que la imagen. En las
narraciones televisivas, la voz del narrador está por encima de todo”. Esto ha
contribuido a que paulatinamente haya una metamorfosis en donde la voz adquiere
individualidad e independencia del cuerpo que emite o transforma.
El estudio donde se realice la grabación de un
noticiero debe tener requerimientos estéticos que faculten al mismo a crear una
atmósfera agradable a los ojos del espectador.
La decoración debe cumplir con la primicia de ser
seria, agradable y con una gran versatilidad que permita el movimiento de las
cámaras y el enfoque de personajes desde diferentes ángulos. La iluminación
habilita un mejor ambiente, así como los objetos hacen de un set un lugar diferente
y único en su género.
Las filmaciones que se realicen en exteriores deben
estar provistas de los requerimientos que permitan crear impacto en el
receptor, de tal forma que éstas deben tener características que ratifiquen la
calidad y la seriedad del espacio noticioso.
IV. La
ética del presentador de noticias
El telenoticiario es un medio de comunicación
social en donde se cumple una función educativa, instructora, cuya garantía
favorecerá que el receptor capte un mensaje claro de la noticia, tanto nacional
como internacional.
Es educadora por cuanto instruye en forma amplia a
un grupo social. Los individuos digieren un mensaje y éste a su vez recrea su
realidad particular de ese momento. Es portadora de acontecimientos culturales,
recreativos y de interés para los individuos. Es instructiva por cuanto
garantiza que el mensaje sea captado y forme parte del tejido de las sociedades
en el proceso de retroalimentación diaria de la noticia.
Hay espacios noticiosos que también analizan “la
mala noticia”, aquella noticia que nos trae dolor, por sus imágenes y por el
impacto que éstas brindan al espectador.
V.
Las
libertades noticiosas: ¿ manipulación informativa?
La información alcanza grandes dimensiones por el
solo hecho de transmitir un mensaje que pueda tener repercusiones de alto
impacto en la vida de un grupo determinado en un sector social. Investigadores
como Iván Abreu (1998), afirman: “Las libertades tienen que tener un sentido de
responsabilidad social, ¿Pero, hasta dónde llega la libertad de comunicación?”.
Libertad es sinónimo de trabajo eficaz y veraz de la noticia. Es conocimiento
amplio de éste y se suscribe en el desempeño de un trabajo honrado.
La manipulación puede ser una limitante que afecte
el contenido noticioso, siendo utilizado para querer transmitir el “sentir” de
un grupo específico, como por ejemplo el político. Al respecto, Vílchez (1989)
comenta: “Todo gobierno necesita de la televisión para dar credibilidad a su gestión,
pero es la imagen del Estado la que viene representada en el mensaje
televisivo.” La responsabilidad y ética de un espacio noticioso debe estar por
encima de los intereses de las clases sociales y de las nacionalidades. Su
papel es de mediadora de la realidad nacional e internacional, cuando los
intereses de las clases dirigentes superan las fronteras de cada país.
La conciencia de cada editor, periodista, medio de
información radica en la preservación de los valores morales y ante todo del
reconocimiento de la verdad, la libertad y la democracia de los pueblos. El
aprendizaje y la retroalimentación continua harán de la información una
transmisión de conocimiento que permitirá a cada pueblo saber valorar lo
autóctono, lo suyo.
Salvaguardar los principios es una premisa que todo
comunicador debe defender. Responder por sus acciones y hacer del medio
informativo y en particular de los telenoticieros un instrumento para preservar
la paz de un pueblo, de una nación, es su mayor responsabilidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Abreu, Iván. Estudio del rumor.
Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1998.
Barquero Córdoba, Alfredo.
Etica profesional. 1ª ed. San José, Costa Rica. EUNED. 1993.
Montoya Salas, Luis. La
civilización de la imagen, en el siglo de la comunicación. Universidad para la
Paz. 1998.
Rodríguez Aragonés, Socorro.
Comunicación, lenguaje y trastornos del lenguaje. 2 Reimpresión. San José,
Costa Rica. EUNED. 1992
Sartre, Jean Paul. El
existencialismo es humanismo. Ediciones Quinto Sol. 9 Reimpresión. 1990.
Vílchez, Lorenzo. Teoría de la imagen periodística.
Editorial Paidós. Buenos Aires, Argentina. 1987.
FORMA DE CITAR ESTE
TRABAJO DE LATINA EN BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre
de la autora, 2000; título del texto, en Revista Latina de Comunicación Social,
número 28, de abril de 2000, La Laguna (Tenerife), en la siguiente dirección
electrónica (URL):
http://www.ull.es/publicaciones/latina/aa2000sab/124evelyn.html
Revista
Latina de Comunicación Social
La
Laguna (Tenerife) - abril de 2000 - número 28
D.L.:
TF - 135 - 98 / ISSN: 1138 – 5820 (año 3º)
http://www.ull.es/publicaciones/latina