[Enero
de 2000]
La
opinión fotográfica (y III)
(2.774
palabras – páginas)
Profesor de la Escuela de Comunicación Social
de la Universidad Central de Venezuela. Doctor en Ciencias de la Información
por la Universidad de La Laguna
De acuerdo con el criterio de los
especialistas toda imagen es, en principio polisémica. En otras palabras,
conlleva un conjunto de significados y su lectura puede prestarse a diversas
interpretaciones. En lo que respecta a la fotografía periodística, el título y
la leyenda que acompañan a la imagen son los que, en definitiva, “anclan” su
significado. En esta tercera y última entrega acerca del tema de la opinión en
la fotografía el doctor Carlos Abreu nos ilustra acerca del asunto con una gama
variada de ejemplos.
Palabras clave: Fotografía, título, leyenda,
entorno periodístico, icónico-verbal, foto informativa, foto de opinión
La importancia del entorno
periodístico
Tal y como se ha dicho, y de acuerdo con el criterio de autores como
Domenec Font (1) toda imagen es, en principio, polisémica, es decir, implica
una gama de significados y su lectura puede ser múltiple.
En
diciembre de 1956, bajo el título “¿Información o propaganda?”, el semanario
L’Express publicó una doble serie de fotos tomadas en el transcurso del
alzamiento húngaro. Los documentos eran inéditos, pero la Redacción se había
limitado a cambiar el orden de las fotos y a modificar los comentarios que las
acompañaban.
La
idea era demostrar cómo las diversas televisoras gubernamentales habrían podido
emplear las mismas imágenes para dar versiones totalmente contradictorias de
los acontecimientos, aunque aparentemente veraces, con el propósito de poner en
guardia al público contra posibles manipulaciones.
Por
ejemplo, bajo una foto que mostraba a un tanque soviético la leyenda de la
primera serie indicaba: “Despreciando el derecho de los pueblos a disponer de
sí mismos, el Gobierno soviético ha enviado varias divisiones blindadas a
Budapest para reprimir el alzamiento”.
En
cambio, el pie de grabado de esa misma imagen en la segunda serie rezaba: “El
pueblo húngaro ha solicitado la ayuda del pueblo soviético. Han llegado varios
tanques soviéticos para proteger a los trabajadores y restablecer el orden”
(5).
En
1973, durante la campaña para las elecciones legislativas de Francia, dos
diputados de la derecha utilizaron la fotografía de un grupo de mujeres que,
con los brazos alzados y la boca abierta, parecían en actitud de aclamación.
La
leyenda decía: “La V República ha liberado a las mujeres de Francia”. En
realidad, las mujeres en cuestión eran obreras en huelga. La fotografía había
sido cortada justo entre la punta de sus manos y las pancartas que sostenían
sobre sus cabezas (6).
De
modo, pues, que bien indica Raúl Beceyro cuando señala: “Toda fotografía se
encuentra en la misma situación de una
novela, a la cual, por ejemplo, se le cambia el título, se le elimina un
capítulo y se publica con un comentario que no coincide necesariamente con las
intenciones del autor..” (7)
De
más está decir que los ejemplos vistos en los párrafos están reñidos con la
ética profesional. Si los hemos nombrado, es para enfatizar cómo el título y el
texto que rodean a una imagen son de suma importancia al momento de determinar
la intención del emisor así como desde el punto de vista de la finalidad del
género a utilizar.
Por
lo demás, en cualquier mensaje fotoperiodístico el entorno lingüístico debe
tener relación con la imagen gráfica. Como indica José Manuel de Pablos (8),
“Toda foto de prensa ha de ser coherente con el texto que acompaña y debe estar
siempre en su `lugar informativo’”.
Tal
y como indicamos en una entrega anterior, información y opinión están
indisolublemente unidas en la imagen fotográfica. No obstante, como también
señalamos, en ocasiones el emisor busca informar antes que opinar o viceversa.
En el primer caso, en teoría, la imagen debe ser lo más documental posible y,
en consecuencia, la opinión presente en ella habrá de ser implícita (9).
Tal
vez el mejor ejemplo de este tipo de foto lo constituyen las “instantáneas”. En
ellas, es cierto, están presentes los inevitables ingredientes subjetivos
–encuadre, iluminación, angulación, etc.-, pero no han sido empleados con el
fin deliberado de producir una connotación determinada. De hecho, la premura
con la cual es hecho este tipo de fotografía muchas veces impide el uso a
conciencia de estos recursos.
Lo
que importa es la primicia, el impacto de la imagen, su importancia
informativa. Este tipo de fotografía suele ir acompañada de un título y una
leyenda que se limitan a responder, en conjunto, a varios o todos los elementos
de la noticia, vale decir, “quién”, “qué”, “cuándo”, “dónde” “cómo”, etc.
En
el caso de la fotografía de opinión se necesita, por el contrario, de una
imagen polisémica, rica en simbolismo, que ofrezca un material visual
susceptible de ser potenciado a través de una leyenda y/o un título.
“La
ofensiva contra la píldora”, portada de un número de Le Nouvel Observador, es
un buen ejemplo de ello. Este título apareció ilustrado de forma abstracta con
una esfera de círculos concéntricos de diferentes colores, con una gama de
tonos calientes y un pequeño núcleo blanco en el centro.
Esta
imagen, al contrario de las fotos informativas, no “representa”, en principio,
nada. Como mucho, evoca un corte histológico. No obstante, en opinión de un
grupo de lectores, dicha imagen remite a arquetipos tales como la matriz
(esfera), el fuego (colores), la violencia y la “ruptura” (formas más colores).
Todos
dichos lectores sintieron una “obsesión”, una “amenaza” del orden de la
ciencia-ficción y que el título no añadía nada que fuera susceptible de aclarar
esta impresión. La imagen sensibilizó e incitó a la lectura del artículo sin
constituir, ella misma, una toma de posesión clara sobre la anticoncepción,
pero ayudó, por sus características evocativas, a que el titular cumpliera esa
función (10).
En
muchas ocasiones en las fotos de opinión el reportero gráfico maneja objetos,
personas, y hasta llega a crear situaciones, de cara a emitir sus puntos de
vista en torno a algún tema de actualidad.
En
una ocasión un fotógrafo de prensa de Paris Match tenía que hacer una nota
sobre una aldea suiza que estaba en peligro de ser aplastada por una de las
laderas de la montaña, a punto de desmontarse. El pueblo había sido evacuado y
dicha ladera no podía ser fotografiada toda vez que estaba bajo la nieve y no
se veía nada.
Entonces,
el fotorreportero se dirigió a unos niños que estaban en el pueblo vecino y les
dijo que construyeran con cubos, sobre un montón de arena, una reproducción
aproximada del pueblo. Luego les pidió que arrojaran piedras desde lo alto de
la montaña de arena sobre las casas construidas por ellos.
El
título que se le puso a la foto fue “Los niños juegan al derrumbre del pueblo”,
en un evidente juego de connotaciones entre lo que aparecía den la imagen y lo
que decía el texto escrito (11).
A
pesar de lo dicho, en no pocas ocasiones no se respetan los preceptos antes
mencionados y se puede observar cómo una imagen ideal o más adecuada para un
mensaje informativo es empleada como vehículo de opinión.
Verbigracia,
hace algunos años en Venezuela aparecieron dos fotos sobre el mismo hecho en el
diario El Nacional. La primera salió en la primera plana del día con el título:
“Hoy, paro nacional de educadores”.
En
el antetítulo el texto indicaba: “Violencia en la discusión del Contrato”.
Mientras, la leyenda hablaba de las discrepancias surgidas entre dirigentes
gremiales del magisterio por la discusión del segundo contrato colectivo, y
hacía referencia detallada a la trifulca que se generó así como a sus
consecuencias.
La
imagen, hecha con premura, mostraba el momento de la pelea con evidente
intención documental. Las mismas características del hecho no permitían ni
encuadres, ni composiciones, ni angulaciones, para sólo mencionar algunos de
los recursos que pudieran dejar entrever alguna intención del reportero gráfico
de introducir algún juicio en la imagen sobre lo acontecido.
A
lo sumo, un ligero desenfoque –no intencional, seguramente- reforzaba el clima
de violencia y confusión presentes en el suceso. Pues bien, una fotografía con
características similares se utilizó, para presentar una visión del hecho, a
todas luces cargada de ironía, con el título de “Magister match” (12).
Otro
buen ejemplo de cómo una imagen similar a otra puede ser utilizada con fines
diferentes, son dos fotografías en las que aparecen como figuras centrales
Jaime Lusinchi, para ese momento presidente de la República de Venezuela, y
Gonzalo Barrios, entonces presidente del partido Acción Democrática.
La
primera de esas fotos, publicada en El Universal el 3-2-87, fue difundida con
fines eminentemente informativos. El antetítulo informaba acerca del
cumplimiento de los 40 años del Instituto Municipal de Crédito Popular,
mientras en el título se lee: “Medalla de oro para Barrios”.
La
leyenda, por su parte, indica que el presidente Lusinchi, varios ministros, la
casi totalidad del CEN de AD y representantes de sectores importantes del país,
asistieron al homenaje rendido al doctor Barrios en un hotel de la capital, con
motivo de los 40 años del Instituto Municipal de Crédito Popular.
Luego
cita una breve declaración de Barrios sobre ese organismo y, finalmente,
describe la acción presente en la imagen e identifica al presidente, al
homenajeado y al presidente del IMPC.
La
imagen muestra en primer plano a los tres personajes mencionados. Detrás de
ellos aparecen tres personas más, una vestida de militar, otra de civil, y a la
tercera no se le puede ver el atuendo que lleva puesto, sino apenas parte de su
rostro ya que Lusinchi la tapa casi totalmente.
Por
los gestos de Lusinchi y del presidente del IMPC se infiere que éstos platican
afablemente. A la vez, el primero de los antes mencionados sostiene la medalla
que ha sido colocada en el cuello de Barrios mientras éste, con los ojos
semicerrados, se inclina ligeramente hacia atrás. La distancia que separa a los
personajes responde a lo que en proxémica se denomina “zona personal”.
La
segunda foto, publicada en El Nacional un día después, pese a ser similar a la
de El Universal, ofrece algunas variantes. El encuadre es más cercano, razón
por la cual solamente aparecen cuatro personas: Lusinchi y Barrios adelante, y
el militar y el civil detrás.
La
distancia entre los mandatarios sigue siendo la misma. Empero, en el código
kinésico es donde se encuentran las diferencias más marcadas respecto de la otra
fotografía.
En
efecto, en esta imagen Lusinchi sostiene la medalla con más firmeza mientras
sus ojos la escrutan minuciosamente cual experto en gemas preciosas. Barrios,
entre tanto, sonríe y su rostro mira hacia el lado derecho de la foto
–izquierdo de la imagen-.
El
título de la fotografía rompe con la redacción habitual: no tiene verbo ni
sustantivo. Más bien es enunciativo y su contenido –“De 24 kilates”- parece
inspirarse en la actitud de Lusinchi e induce a la lectura de la leyenda la
cual, si bien posee elementos informativos, está orientada fundamentalmente a
fijar posición respecto del hecho acaecido.
Entre
otras cosas indica que quién sabe cuántas “trácalas” han hecho en las cuatro
décadas del IMPC tanto sus clientes como sus administradores. Pero agrega que
lo cierto es que ha cumplido una función popular. Y finaliza diciendo que por
eso la medalla honra a quien la otorgó y a quien la recibió.
De
modo que una imagen similar a otra fue utilizada para informar en un caso y
para opinar en el otro. No obstante, hay que reconocer que, en este último
caso, la actitud de Lusinchi –por la connotación que tiene- facilitó la
inclusión de un texto escrito de opinión (13).
Sólo
faltaría saber si lo colocado en este último fue obra de la intención del reportero
gráfico o una ingeniosa ocurrencia del editor. En todo caso, por su carácter
“referencial” la imagen ha podido ser utilizada en un mensaje informativo, como
de hecho lo hizo El Universal.
Lo
cierto es que, como indican Manuel Alonso y Luis Matilla:
“El
fotoperiodismo (...) nos brinda una amplia gama de ejemplos en que la
codificación, vinculada o no a la técnica, influye decisivamente en el sentido
del mensaje. Espacialidad, gestualidad, escenografía, simbología, luz y color,
mediación instrumental y relaciones entre los elementos representados
determinan el resultado último de la comunicación, matizados, más que nunca,
por el contexto informativo próximo o menos próximo”. (14)
(1)
El poder de la imagen. Salvat Editores. Barcelona, 1981. P. 15
(2)
Teoría de la imagen. Salvat Editores. Barcelona, 1973. Pp. 39-41
(3)
Bourdieu, Pierre. La fotografía, un arte intermedio. Editorial Nueva Imagen.
México, 1979. P. 194
(4)
Freund, Gisele. La fotografía como documento social. Editorial Gustavo Gili.
Barcelona, 1976. P. 142
(5)
Freund, Gisele. Ob. Cit. Pp. 142-143
(6)
DURANDIN, Guy. La mentira en la propaganda política y en la publicidad.
Ediciones Paidós. Barcelona-Buenos Aires-México, 1982. P. 74
(7)
BECEYRO, Raúl. Sobre la fotografía. Editorial Equinoccio. Universidad Simón
Bolívar. Caracas, 1979. P.69
(8)
DE PABLOS, José Manuel. Fotoperiodismo actual. Servicio de Publicaciones de la
Universidad de La Laguna/Ediciones Xerach. La Laguna. Tenerife, 1993.
(9)
Luis Angulo explica que la opinión implícita corresponde a todo lo que se
conoce tradicionalmente como “periodismo informativo” y “periodismo objetivo”.
Esta forma de opinión, añade, se hace muy eficaz como recurso persuasivo, ya
que oculta sus propósitos conativos. De manera que el público recibe el efecto
de modo inconsciente y acepta la óptica que le ofrece el medio de comunicación,
sin oponer resistencia. Angulo, Luis. Dos estrategias retóricas en el
periodismo de opinión. Trabajo de Ascenso. Facultad de Humanidades y Educación.
Escuela de Comunicación Social. Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1990. P.10
(10) THIBAULT, Anne-Marie. La
imagen en la sociedad contemporánea. Editorial Fundamentos. Madrid, 1976. P. 48
(11)
BOURDIEU, Pierre. La fotografía, un arte intermedio. Editorial Nueva Imagen.
México, 1979. Pp. 193-194
(12)
ABREU, Carlos. Los géneros periodísticos fotográficos. Editorial Cims 97.
Barcelona, 1997. P. 32
(13)
ABREU, Carlos. La fotografía periodística: una aproximación teórico-práctica.
Tesis doctoral. Universidad de La Laguna. Tenerife, 1993. Pp. 225-227
(14)
ALONSO, Manuel y Luis Matilla. Imágenes en acción. Ediciones AKAL. Madrid,
1990. P. 99.
FORMA DE CITAR ESTE
TRABAJO DE LATINA EN BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre del autor, 2000;
título del texto, en Revista Latina de Comunicación Social, número 26, de
febrero de 2000, La Laguna (Tenerife), en la siguiente dirección electrónica
(URL):
http://www.ull.es/publicaciones/latina/aa2000vfeb/132abreu3.html
Revista
Latina de Comunicación Social
La Laguna
(Tenerife) - febrero de 2000 - número 26
D.L.: TF -
135 - 98 / ISSN: 1138 – 5820 (año 3º)
http://www.ull.es/publicaciones/latina