EL SIGNIFICADO DE LA MÚSICA Y EL CONTEXTO SOCIAL EN EDUCACIÓN MUSICAL
Patricia Digon Regueiro
El significado de la música es el eje central sobre
el que desarrolla su trabajo la autora. Realiza un breve pero significativo
recorrido histórico por distintas concepciones que sobre la música se han ido
realizando. La ideología y lo social se anteponen a una visión ahistórica del valor de la música. Su respeto a la música
popular y a los nuevos estilos musicales como elemento didácticos, conforman un
nuevo enfoque de la educación musical. Finaliza sus reflexiones analizando el
currículum de Galicia en relación a los significados de la música.
¿Qué es
el significado de la música?
El
primer dilema que el profesor/a de música debe plantearse es el definir que es
el significado de la música. Lo que entendemos por significado de la música
determina como concebimos la educación musical y como decidimos enseñar música
en nuestras clases.
El
concepto de significado de la música es controvertido y no hay acuerdo en su
definición. L. Meyer (1956) habla de dos perspectivas, la absolutista y la referencialista. La primera perspectiva considera que el
significado de la música se encuentra en los propios elementos musicales, como
la estructura de la pieza musical, las características de la melodía y la harmonía, los elementos rítmicos y métricos, etc. El
significado de la música se alcanza a través de la apreciación emocional e,
intelectual de los elementos musicales. La segunda perspectiva considera que el
significado de la música se encuentra en los elementos extra‑musicales
asociados con la música. El significado de la música esta en los conceptos,
acciones, estados emocionales y carácter que la música señala y provoca. Para
Meyer ambas perspectivas son correctas y deben considerarse complementarias en
lugar de opuestas. P. Martín (1995) se refiere a tres perspectivas sobre el
significado de la música, la empirista, la racionalista y la sociológica. La
perspectiva empirista defiende que el significado es inherente a la música y
a través de nuestros sentidos podemos alcanzarlo pues el significado de la
música nos es comunicado a través de la percepción. La perspectiva
racionalista considera que la razón es la que impone el significado a la
música a través de las deducciones a las que llegamos mediante el análisis de
los elementos musicales. En oposición a estas perspectivas que se centran en
el individuo, la perspectiva sociológica sostiene que el significado de la
música surge en el proceso de interacción entre personas en un determinado
contexto social. Crear, mantener y transformar significados son actividades
sociales. Grupos sociales diferentes y en diferentes culturas atribuyen
distintos significados a la música. Martín afirma que el significado de la
música aparece y es establecido por las actividades de un grupo social en un
contexto social determinado, solo podemos entender el significado de la
música si entendemos el contexto social.
Diferentes
autores consideran la existencia de dos significados de la música pero la
terminología que utilizan y sus definiciones de estos significados varía. L.
Meyer (1956) habla de embodied y designative
meanings, L. Green (1988)
los denomina inherent y delineated
meanings, P. Martín (1995) se refiere a estos significados
como intra‑musical y extra‑musical y Middleton
los define como connotative y denotative
meanings. Voy a adoptar los términos que Green (1988) propone. Green describe el ‘significado
inherente’ como los elementos y los materiales de la música, por ejemplo, las
series harmónicas, la octava, la cadencia, etc., y el ‘significado delineado’
como el contexto social de la música, por ejemplo las fuerzas del mercado que
actúan en la producción y distribución de las composiciones musicales, los
elementos que determinan el proceso se recepción de la música, la clase social
y el genero del compositor, la tecnología musical, etc. Green
considera a ambos significados mutuamente dependientes, uno no puede existir
sin el otro, y el estilo musical representa la unión de ellos. El estilo es el
medio por el que experimentamos la música pues toda música es determinada
estilísticamente, solo a través del conocimiento del estilo podemos entender
los significados de la música.
2. El
significado de la música y la educación musical
Como
dije al principio del articulo nuestra concepción del significado de la música
determina las practicas musicales. Green (1988)
considera que la educación musical en los colegios ha estado caracterizada por
un exclusivo énfasis en el significado inherente de la música. Se cree que la
música tiene valor en si misma y su valor natural se encuentra en el
significado inherente, por lo que es este el único que debe enseñarse. La
música se considera autónoma en lugar de determinada socialmente, idea que es
el resultado de la Ideología del arte como autónomo. Este sistema de creencias
es producto de la estructura social y la ideología del siglo XIX.
La
ideología de la música define lo que cuenta como conocimiento musical,
legitimando el valor superior de algunos estilos musicales frente a otros y
manteniendo la estratificación musical, reflejo de la estratificación social.
La música ‘clásica’ es legitimada como la música de prestigio cuyo valor es
intrínseco a la propia música, mientras que la música popular es relegada por
su poco valor.
En las
clases de música los significados inherentes de la música ‘clásica’ son el
centro de atención, pues esta música es considerada natural, universal y
autónoma, transcendiendo el contexto social. La ideología de la música presenta
la música ‘clásica’ como ahistórica y los criterios
utilizados para determinar el valor de la música se refieren a su supuesta
eternidad y universalidad. En las clases de música se estudian preferentemente
los elementos y materiales de la música ‘clásica’ pues en ellos reside la
esencia natural de esta música y su valor inherente. Por lo contrario las
delineaciones de la música ‘clásica’ son
ignoradas y ocultadas defendiendo la independencia de esta música y la
sociedad. Solo algunos elementos extra‑musicales son enseñados como, por
ejemplo, las biografías de famosos compositores, pero el tema es tratado no
para analizar la determinación social de la música sino para afirmar la idea
del compositor como genio, como explica Bourdieu (1988) el arte es considerado
imitación libre de la creación natural mediante la cual el artista afirma su
trascendencia creando una obra sometida únicamente a las leyes de construcción
del genio creador (p. 502). El concepto del artista como genio representa, como
veremos mas tarde, otro aspecto de la Ideología del arte como autónomo.
Por otra
parte, cuando se enseña la música popular en las clases de música solo se
presta atención a los significados delineados de esta música ignorando los
significados inherentes por su supuesta simplicidad y falta de valor. La
presencia generalizada de la música popular en la sociedad y su accesibilidad
se utilizan para justificar su innecesario estudio en los colegios. La música
popular es vista como totalmente determinada por la sociedad y sin las
características de universalidad y eternidad que definen el valor de la música
‘clásica’, por tanto, esta música no es legitimada como música de prestigio y
su valor es considerado inferior.
La
Sociología de la Educación musical se interesa por descubrir las formas en que
la ideología define y legitima lo que cuenta como conocimiento musical en las
clases. M.Young y sus colaboradores (M.Young, ed. 1971) enfatizan la
importancia de considerar lo que cuenta como conocimiento como problemático y
como foco de la investigación en Sociología de la Educación. El proceso de
seleccionar el currículum de música no es neutral, científico o racional sino
que es un proceso ideológico. J. Torres Santomé
(1991) señala: “Los proyectos curriculares, los contenidos de la enseñanza,
los materiales didácticos, los modelos de organización de los colegios e
institutos, las conductas del alumnado y del profesorado, etc., no son algo que
podamos contemplar como cuestiones técnicas y neutrales, al margen de las
ideologías y de lo que sucede en otras dimensiones de la sociedad tales como la
económica, cultural y política.” (p.14). Lo que cuenta como conocimiento es
construido socialmente, pues tal como afirma J. Gimeno Sacristán (1988): “El
currículum, en su contenido y en las formas a través de las que se nos
presenta y se les presenta a los profesores y a los alumnos, es una opción
históricamente configurada, que se ha sedimentado dentro de un determinado
entramado cultural, político, social y escolar; esta cargado, por lo tanto, de
valores y supuestos que es preciso descifrar... No cabe la asepsia científica
en este tema, puesto que si algo en el mundo educativo no es neutro es,
precisamente, el proyecto cultural y de socialización que tiene la escuela para
sus alumnos.”
(p.18).
El conocimiento seleccionado como relevante para la educación de los alumnos es
uno de los principales mecanismos de control que utiliza el sistema educativo
para reproducir la sociedad. M. Fernández Enguita (1995)
explica el papel protagonista que desempeña la institución escolar en la
socialización de los miembros de una determinada sociedad y como legitima su
autoridad como agente socializador por el poder que le concede la propia
sociedad y por la supuesta lógica del saber que transmite. El currículum
contribuye a legitimar los discursos de los grupos sociales dominantes, quienes
imponen sus definiciones de la realidad para mantener su posición social. El
conocimiento que se presenta en las escuelas es el conocimiento de un
determinado grupo social, lo que explica que muchos alumnos no encuentren
referencias de su realidad en la escuela (J. Torres Santomé,
1993).
3. La
determinación social de la música
Como
dije antes, la idea del arte como autónomo tiene sus orígenes en un momento
histórico especifico, principalmente en el siglo XIX. En este periodo de la
historia ocurrieron importantes cambios en las sociedades occidentales que
afectaron al concepto de arte y de artista.
J. Wolff (1981) señala dos procesos que tuvieron lugar en el siglo XIX, la
deshumanización del trabajo y la separación entre productor y consumidor de
las artes. El primer proceso se refiere a la división del trabajo en la
sociedad capitalista. La principal división es entre el trabajo manual y no
manual y su relación con la producción y la creación. Se establece la diferenciación
entre arte y trabajo, el arte es considerado como una actividad creativa
mientras que el trabajo es considerado alienado. El trabajo de arte es visto
como una creación libre, no afectada por las relaciones de producción y los
mecanismos del mercado en el sistema capitalista.
Asociado
con el proceso de separación entre arte y trabajo esta el proceso de
separación entre productor y consumidor. El artista es considerado aislado de
otros grupos sociales y de la sociedad en general. El patrocinio directo en las
artes desaparece y el nuevo artista empieza a verse como independiente de los
requerimientos o comisión de individuos, grupos o instituciones. El arte es
ahora una actividad individual en lugar de un trabajo colectivo. El arte se
separa de la artesanía y se independiza de los gremios. Esto contribuye a la
idea de que artista no esta limitado por el contexto social. Por tanto el arte
es conceptualizado como la creación de un genio, el
artista libre de toda determinación social usa su personalidad creativa y su
inspiración para crear la obra de arte.
P.
Martín (1995), analizando el origen de la idea de arte como autónomo, expone
el proceso de diferenciación que explica la música como actividad autónoma e
independiente de otras ocupaciones sociales en las sociedades occidentales. Los
grupos sociales dominantes dirigen el proceso de diferenciación e imponen a
otros grupos el concepto de música como autónoma en oposición a otras
concepciones alternativas. Este concepto es establecido como hegemónico y
aceptado como no problemático, natural y de sentido común.
Martín
explica que la idea de la música como actividad colectiva y parte del día a día
de la experiencia social existente antes del siglo XIX cambia con el principio
y con el desarrollo del nuevo sistema social. La música se convierte en una
actividad con valor en si misma y comienza a liberarse de las demandas externas
de la iglesia, el estado, los patronos y el publico. La nueva profesión de
artista es creada y estos profesionales son vistos como libres de las reglas
sociales, siguiendo únicamente las reglas de su propia tradición musical.
Además los roles de compositor, músico y oyente se diferencian y especializan
como otros roles que aparecen en el nuevo sistema social.
Asociado
con el proceso de diferenciación esta el proceso de fragmentación musical. Se
establecen nuevos estilos musicales, la diversidad musical incrementa y la
estratificación musical, reflejo de la estratificación social, es mas fuerte.
Bourdieu (1988) afirma: “...no existe nada que permita tanto a uno afirmar su
“clase” como los gustos en música...” (p.16). La tradición musical ‘clásica’
de la burguesía del siglo XIX se institucionaliza como la música seria y de
prestigio para los grupos sociales de elite. Es interesante la explicación que
ofrece Bourdieu (1988) sobre la distinción que se establece entre la llamada
música ‘clásica’ por el diferente prestigio que se le concede a las obras según
el grupo social al que representan. Así, por ejemplo, el ‘Clave bien
temperado’ de J.S. Bach es considerado como una obra
de gran prestigio pues representa las preferencias de grupos sociales
dominantes de gran capital cultural. Por lo contrario ‘El Danubio
azul’ de J. Strauss es considerado como una obra de
‘cultura burguesa de segunda fila’ que representa los gustos de grupos
sociales de poco capital cultural y mayor capital económico y que desvalorizada
por su divulgación incluso representa los gustos de las ‘clases populares’.
Desde
otro punto de vista, J. Shepherd (1977) relaciona el
comienzo de la concepción de la música como autónoma con las sociedades
‘literarias’. Shepherd explica las diferencias entre
las sociedades ‘literarias’ y ‘pre‑literarias’ y su correlación con la
música. Las principales diferencias que señala son las siguientes:
El mundo
es considerado como revelatorio, relativamente impredictible y dinámico en las sociedades pre‑literarias mientras que en las sociedades literarias
se considera fundamental el control racional sobre los sucesos.
En las
sociedades pre‑literarias las comunicaciones
son cara a cara mientras que en las sociedades literarias la información se
almacena y las comunicaciones son directas e indirectas.
El
sonido, como dinámico y unido al tiempo y al espacio, es esencial en las
sociedades pre‑literarias mientras que la parte
visual, como relacionada con signos y separada del contexto, es mas importante
en las sociedades literarias.
Las personas
en las sociedades preliterarias viven en el tiempo y
sucesos del presente mientras que en las sociedades literarias las personas
viven fuera del tiempo, el concepto de tiempo se objetiviza
y se establece el sentido del pasado.
El
espacio es el resultado de la inmediata configuración de objetos en las
sociedades pre‑literarias mientras que es el
resultado de un marco preconcebido y abstracto en las sociedades literarias.
La
mitología controla las sociedades pre‑literarias
mientras que en las sociedades literarias mito e historia se separan.
En las
sociedades literarias se desarrolla una perspectiva histórica y analítica,
los individuos se separan del mundo exterior para ser conscientes de si mismos,
de los demás y de los sucesos.
Finalmente,
una diferencia esencial entre estas sociedades es que en las sociedades pre‑literarias las palabras y sus referentes están
unidos mientras que en las sociedades literarias significado y símbolo se
separan, contenido y forma se vuelven independientes.
En relación
con estas diferencias la música en las sociedades pre‑literarias
es considerada inmediata, vital y unida a la vida de cada día, por lo contrario
en las sociedades literarias la música es vista como una entidad separada,
divorciada de la situación social. La música es vista como un sistema
simbólico para redefinir el mundo. En las sociedades literarias la música
parece tener significado en si misma sin referencia a la realidad, las notas
musicales son a la vez los signos y los significados.
Por otra
parte S. McClary (1987) considera que la idea de
música como autónoma es el producto de la filosofía de Pitágoras aunque la
clara confirmación de esta ideología puede ser situada en el siglo XIX
principalmente. En este periodo histórico la música empieza a ser producida
para la audiencia burguesa. La burguesía estaba adquiriendo importantes
posiciones de control social y para mantener e incrementar su poder necesitaba
legitimar los artefactos de sus discursos. Un ejemplo de estos artefactos es la
música, la clase burguesa legitima su música defendiendo esta como natural,
universal y eterna, relacionada con algo transcendente
y absoluto en lugar de con sus propios gustos y valores.
Pero
para McClary, como dije antes, la defensa de la
música como autónoma en las sociedades occidentales tiene sus orígenes en
Pitágoras y el descubrimiento de una correspondencia entre los tonos
harmónicos y las proporciones numéricas. Esta perspectiva filosófica explica
la idea de la música como algo metafísico en lugar de social. Las clases
dominantes usaron esta idea para perpetuar sus discursos.
McClary considera, al igual que Wolff, que la música se presenta como arte no representacional por su aparente abstracción, mientras que
otras artes como la pintura o la literatura se ven como representacionales.
La música parece generada por sus propios principios abstractos y estructurada
siguiendo un sistema perfecto de reglas musicales, lo que la hace resistente
a un análisis sociológico. Bourdieu (1988) señala: “...la música representa
la forma mas radical, mas absoluta de la negación del mundo, y en especial, del
mundo social...” (p.16). Pero la música es un producto social como cualquier
otro tipo de arte y para entender su significado es necesario un estudio
sociológico.
Todos
estos autores analizan la concepción de arte como autónomo como una
construcción social, producto de un periodo histórico especifico y de unas
determinadas condiciones sociales, pero sus explicaciones se diferencian en
función de los factores sociales que enfatizan como causas de esta concepción.
La principal idea que defienden es que la música como arte es un producto
social, por tanto es necesario un análisis de los aspectos socio‑económicos,
políticos e históricos que informan el significado de la música y que están
implicados en la producción, distribución y consumición de esta.
Me
gustaría exponer brevemente los factores sociales que Wolff
(1981) señalar como determinantes de la idea del arte como producto social.
Estos son la tecnología, las instituciones sociales y los factores económicos.
La
tecnología de la música determina la composición, ejecución y audición de la
música. El ejemplo mas claro son los instrumentos que se han ido inventando,
otro ejemplo es la invención de la imprenta y todos los cambios que esto
provocó en el mundo musical. Todas las innovaciones tecnológicas, producto de
un momento histórico determinado influyen en el desarrollo de distintos estilos
musicales.
Las
instituciones sociales desempeñan un rol fundamental en la producción,
distribución y consumición de la música. Los juicios musicales no son puramente
estéticos sino que dependen de las instituciones musicales. Estas determinan el
reclutamiento y entrenamiento de los artistas y actúan de mediadoras de los
trabajos de arte. Es fácilmente demostrable el rol de los conservatorios y
escuelas de música en la selección y educación de los músicos a lo largo de la
historia, o el rol de las autoridades gubernamentales en el control, soporte y
censura de la producción cultural. Además, las publicaciones musicales,
asociaciones musicales, críticos musicales, patrocinadores de conciertos,
televisión y radio, periódicos y revistas, bibliotecas y librerías, etc.
representan la nuevas formas de patrocinio y son inequívocamente agentes de
control del mundo musical.
Finalmente,
Wolff explica la importancia de los factores
económicos. La política económica de la cultura determina la financiación de
la producción y distribución musical. La música como otra industria y como
mercancía trabaja bajo los mismos mecanismos de mercado que otros productos en
la sociedad capitalista. Los mecanismos de la oferta y la demanda definen el
mundo musical al igual que el de otros productos comerciales.
Por
tanto, el significado de la música no es universal sino que se explica por los
distintos factores sociales de un determinado contexto. El compositor no
produce una pieza musical en el vacío sino que como cualquier otro individuo
esta situado y determinado por el contexto social donde vive. El compositor,
como miembro de un grupo social, comparte el sistema de pensamientos,
creencias, normas y valores que su grupo ha creado para explicar y controlar su
contexto, esto constituye la cultura de ese grupo. Además, un grupo social
comparte una ideología como sistema de creencias que define lo que es
verdadero y falso y legitima la supuesta verdad como natural, universal y de
sentido común. El arte es el producto cultural de un determinado grupo social
en un contexto social especifico y está ideológicamente afectado. El arte es
una actividad ideológica y un producto ideológico (Wolff, 1981). La música, como el arte, esta determinada por la ideología y como
dije antes la ideología de la música describe a esta como autónoma.
L. Green (1988) considera que la ideología de la música niega
el desarrollo socio‑histórico de esta. La música de valor es presentada
como separada de la sociedad y dependiendo exclusivamente de sus propias leyes
que son universales y naturales, mientras que la música no valorada se
presenta como unida al contexto social. La ideología de la música mitifica esta
a través de dos procesos:
Presentando
las delineaciones como los únicos aspectos que se pueden comunicar porque los
significados inherentes son esencias imposibles de conocer, a lo que Green llama ‘fetichismo musical’.
Presentando
las delineaciones como aspectos extra‑musicales que son irrelevantes
para entender la música porque solo los significados inherentes son esenciales
para su comprensión, a lo que Green llama ‘autonomía
musical’.
Tras
esta exposición podemos llegar a la conclusión de que la concepción de la
música como autónoma esta situada históricamente. Esta concepción se puede
fácilmente refutar no solo a través del análisis de sus orígenes sino también a
través de la exposición de los factores implicados en el trabajo de música y
del rol de la ideología. El significado de la música depende de factores
sociales y contextuales así como de los propios elementos musicales.
El
significado de la música y el currículum de música de Galicia
La
educación musical es expresamente reconocida y valorada en el Diseño
Curricular Base de Educación Primaria del Estado español y de la Comunidad
autónoma gallega, compartiendo con Educación Plástica y Educación Dramática
el área de Educación Artística. En el Diseño Curricular Gallego de Educación
Artística se subraya la importancia de la música para el desarrollo integral
del niño/a y se considera a la música como otro lenguaje que el niño/a utiliza
para entender su realidad y para expresar y comunicar sus sentimientos y
pensamientos. La educación musical incluye dos aspectos, la expresión musical
y la percepción musical. La expresión musical es promovida a través de la
expresión rítmica, instrumental y vocal. La percepción musical es estudiada a
través de la percepción auditiva.
Mi
intención en este trabajo es analizar como están reflejados los significados
inherentes y delineados de la música en los Objetivos, Contenidos,
Orientaciones didácticas y Orientaciones para la evaluación del Diseño
Curricular Base.
Empezando
con la sección de los Objetivos encontramos un claro énfasis en los
significados inherentes de la música en los puntos referidos a conocer,
manipular y entender las posibilidades del sonido, los elementos musicales,
los instrumentos musicales y las técnicas y códigos musicales. Por otra parte,
los significados delineados son representados en los puntos relacionados con
la comprensión del medio y contextos del sonido y en el punto que contempla la
necesidad de un adecuado acercamiento a las manifestaciones artísticas del
contexto del niño/a como parte de su legado cultural.
Los
contenidos de educación musical para la Educación Primaria son los siguientes:
Expresión rítmica y movimiento.
Expresión instrumental.
Expresión vocal y canto.
Lectura y escritura musical.
Educación audio‑perceptiva.
Los
contenidos incluyen, como sabemos, conceptos y principios, procedimientos y
actitudes, normas y valores.
En cada
grupo de contenidos se reflejen los significados inherentes y delineados. En
los contenidos de Expresión rítmica y movimiento el significado inherente de
la música es directamente presentado en los puntos que hacen referencia al
estudio de los elementos constitutivos del sonido y del ritmo y la adaptación
de los movimientos a ellos. En los contenidos de Expresión instrumental se
considera importante manipular objetos e instrumentos con el fin de entender
los elementos del sonido, como la intensidad, duración, altura y timbre, y los
elementos musicales, como el ritmo, la melodía, la harmonía
y la forma. En los contenidos de Expresión vocal y canto el significado inherente
es expresado en los puntos que tratan sobre la comprensión de los elementos
musicales y los aspectos expresivos de intensidad, tiempo, entonación, timbre,
articulación, fraseo, etc. en las canciones. Los contenidos de Lectura y
escritura musical se refieren al estudio de la notación tradicional. Aunque la
notación musical se refiere a cualidades inherentes y delineadas de la música,
considero que en este grupo de contenidos la notación es descrita mas como un
medio de representar los elementos musicales y de expresar ideas musicales que
como un sistema simbólico producto de un grupo social, por esto considero esta
sección asociada con los significados inherentes de la Música. Finalmente, en
los contenidos de Educación audioperceptiva se
enfatiza el estudio de los elementos constitutivos de la música a través de la
audición de piezas musicales.
En la
sección de contenidos el significado inherente de la música es representado
en los puntos que mencionan la relación entre danzas y canciones y su contexto
social. Además se considera importante conocer y apreciar las danzas,
canciones e instrumentos populares de Galicia como parte de nuestro legado
cultural. Finalmente, se indica el necesario acercamiento a las piezas
musicales de distintos estilos, compositores, periodos históricos y culturas.
Se considera relevante situar las piezas musicales en su contexto.
En la sección
de Orientaciones didácticas se sugiere que las experiencias activas y
participativas de bailar, tocar, cantar y escuchar música son el mejor medio
para analizar los elementos del lenguaje musical y entender conceptos
musicales abstractos. También se indica el necesario estudio de la diversidad
musical con especial atención a la música popular gallega.
Por
ultimo en la sección de Orientaciones para la evaluación el significado
inherente es reflejado en la mayoría de los puntos que se refieren a identificar
los elementos sonoros y musicales a través de la audición de piezas musicales
y a través de la manipulación de estos elementos en la expresión rítmica,
instrumental y vocal. El significado delineado solo es considerado en el punto
relacionado con la identificación de las diversas manifestaciones de contexto
del niño/a como parte de su legado cultural.
Después
de esta presentación se puede decir que ambos significados estas reflejados en
cada sección del currículum, pero considero que la atención que se da a cada
uno de ellos es desigual. El principal objetivo a lo largo del currículum es el
dé alcanzar un entendimiento del lenguaje musical, debemos recordar que en la
introducción la música se define como lenguaje cuyo medio es el sonido. Se enfatiza
la importancia de que el niño/a adquiera un conocimiento de los elementos del
lenguaje musical para poder expresarse a través de la música. Todo esto esta
claramente relacionado con el significado inherente de la música.
Por lo
contrario considero que no se le da suficiente importancia a los factores
sociales que afectan a la música. Aunque se menciona la relación de la música
con el contexto social pienso que no se le da tanta importancia al análisis de
la música como producto social como se la da a los elementos de la música como
lenguaje. Situar una pieza musical en su contexto no implica necesariamente que
se realice un análisis de los factores sociales, de hecho, el estudio del
contexto social de una obra musical puede basarse en hechos anecdóticos o
datos históricos irrelevantes en lugar de basarse en los aspectos socio‑económicos
históricos y políticos de la construcción del arte.
Considero
que en todo currículum de música es necesaria una indicación explícita de los
diferentes estilos musicales que deben estar presentes en las clases de música
como la música popular, el pop, rock, música étnica, música ‘clásica’, jazz, avant‑garde, etc. En el
currículum no encontramos, por ejemplo, ninguna referencia a la música pop y
rock aunque esta música representa las preferencias de muchos niños/as. La
diversidad musical debería estar presente en las clases de música para que los
niños/as se familiaricen con todos los estilos musicales y sean conscientes de
la profunda conexión existente entre música y sociedad. La importancia dada a
la música popular gallega como parte de nuestro legado cultural es adecuada
pero la presencia de nuestra música en las clases debe ser compartida con la
presencia de otras músicas. No debemos remplazar la presencia única de la
música ‘clásica’, que ha sido la única música valorada durante mucho tiempo,
por la única presencia de la música popular de Galicia. Esta situación solo
podría mantener la ideología de la música como autónoma como hemos explicado en
los primeros apartados.
Por
tanto, todos los estilos musicales deben ser considerados como objeto de la
educación musical. Pero la mera introducción de diferentes tipos de músicas en
el currículum y en las clases no implica necesariamente que se les de el mismo
valor y por tanto se puede seguir manteniendo la estratificación musical (L.Green, 1988). Debemos ser conscientes de la existencia de
la estratificación musical y tomar las medidas necesarias para eliminarla
evitando errores como los siguientes:
Presentar
los diferentes estilos musicales pero evaluar el conocimiento de los alumnos/as
de la música ‘clásica’. En relación con esto observamos que en las
Orientaciones para la evaluación del currículum solo un punto se refiere al
significado delineado considerando la necesaria evaluación del conocimiento de
los alumnos/as de las manifestaciones artísticas de su entorno como parte de
su legado cultural. Se puede inferir que solo se consideran de valor para la
educación la música popular gallega y la música ‘clásica’ pues solo el conocimiento
de estas músicas deba ser evaluado.
Poner
solo ejemplos de la música ‘clásica’ para explicar cuestiones importantes
sobre el significado inherente que serán evaluadas. En relación con esto
observamos que en las Orientaciones didácticas del currículum el único ejemplo
que se ofrece se refiere a las posibilidades de utilizar la composición de
Saint Saens, ‘El carnaval de los animales’, para
explicar los diferentes instrumentos de la orquesta sinfónica, analizar la
forma musical, etc.
Usar una
terminología incorrecta para denominar distintos estilos musicales. Es extraño
que en el currículum utilicen el termino música ‘culta’ para referirse a la
música ‘clásica’. ¿Significa esto que las otras músicas no son cultas?. Además
el termino música ‘clásica’ debería ser explicado como un termino adoptado para
describir la música occidental del siglo XIX principalmente.
Sabemos
que el currículum como plan no determina las practicas en las clases porque hay
otros muchos factores que afectan y definen lo que ocurre, como las políticas
educativas, la formación del profesorado, los materiales curriculares, el
contexto de los centros educativos, la organización de los centros, los
alumnos/as, etc. Pero el currículum como plan es un elemento fundamental en
el proceso educativo y debe elaborarse cuidadosamente.
En el
currículum de música debe estar explícita una correcta concepción de la
educación musical y debe darse él mismo nivel de atención al significado
inherente y al significado delineado de la música pues ambos, como hemos visto
antes, son mutuamente dependientes y se requiere un acercamiento a ellos para
alcanzar una adecuada comprensión de la música.
En
relación con el significado delineado de la música considero que desde la
Educación primaria, al igual que en Secundaria, se debe introducir un análisis
de los aspectos socioeconómicos, políticos e históricos involucrados en la
construcción de todo tipo de conocimiento y de la música como forma de
conocimiento. El conocimiento musical no debe ser enseñado como verdades
absolutas sino como socialmente construido. Solo así será posible educar personas
con capacidad de análisis y critica para transformar la sociedad.
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