Jueves 15 de Julio de 2004 - (Nuevos alfabetismos)

La calidad en la Educación a Distancia continúa siendo un tema muy complejo

 

Por Beatriz Fainholc

http://weblog.educ.ar/educacion-tics/archives/002109.php

PALABRAS CLAVE
Calidad - Credibilidad – Crítica- Programas Educación a distancia- Tecnología.

Se puede argumentar en general que si se pretenden lograr en los programas de educación a distancia, aprendizajes significativos en los estudiantes, habrá preocupación en su diseño, implementaron y evaluación de que sean de mayor calidad.

Hoy existe una extensa proliferación y producción de programas de Educación a Distancia, incluyendo TICs o en propuestas híbridas. Pero decimos que es extensa y no intensa, lo que supone ser reflexiva o de análisis evaluativo profundo de sus intentos. Ello nos remite a conocerlas más de cerca, más aun cuando nos preguntan acerca de las mismas o deseamos interactuar con ellas. Por lo tanto es necesario establecer criterios – que operarán a modo de filtros- si se trata de arribar a propuestas educativas confiables y de calidad.
Lo primero es identificar a las entidades ofertantes como siendo competentes y como organizaciones socialmente reconocidas o de trayectoria en el área si es que se persigue evaluar la calidad de su esfuerzo para dar mayor seguridad en su operatividad formativa a los usuarios. La pena es que hoy aún no existen muchos medios que lo posibiliten para superar el primitivo estadio de administración de instrumentos cuantitativos o descripciones de opiniones – a veces viciadas- de los usuarios para arribar muchas veces a la elaboración de un ranking aplicado a tales programas o universidades a distancia.

Se está lejos aun que los criterios frente a los cuales se contrastarán los programas y se emitirán los juicios de valor, no se hagan a priori, para analizar los procesos en marcha y sus resultados reales como también para validar indicadores de calidad y comunicarlos.
Muchas veces se “mejora la calidad” por competitividad comparando empresas rivales y no por la lógica capacidad del desarrollo educativo en sí mismo que provoca cada organización con los recursos humanos y materiales específicos que posee en los usuarios a los que atiende. Habrá que estar alerta respecto de tales particularidades a la hora de evaluar los programas como para otorgarles su justo valor en el contexto de un programa educativo a distancia.

Por lo tanto se manifiesta la necesidad de superar errores respecto de los criterios y contrastes acerca de la calidad educativa a distancia aunque también en la educación presencial.

Algunas consideraciones:

1. En general aun rige la copia de modelos de calidad empresaria aplicada a la educación como Total Quality, EFQM- modelos basados en la gestión más que en los procesos de enseñanza y aprendizaje, que se aplican en programas de Educación a Distancia.
2. Se basan en la “satisfacción del usuario”, o estudiante de un programa educativo a distancia. Sabemos que la tarea de evaluar es muy compleja y por ello, creemos que no puede quedar sólo en la opinión de los estudiantes que expresan satisfacción o insatisfacción respecto de un programa. Los estudios de opinión realizados de este modo, sin conocer a fondo la organización y su propuesta de formación tecnológico-educativa, pueden llevar a equívocos.
3. En general se piensa que el costo de un programa de Educación a Distancia es menor que la educación convencional presencial, lo que podría llegar a darse pero ello no necesariamente dependerá del tipo de combinación tecnológica que se seleccione y ponga en marcha. Siempre ha resultado difícil determinar el costo de un estudiante a distancia ya que existen costos diversos y/o asociados si se trata de una enseñanza transmisora respecto de otra que proponga protagonismos interactivos por parte del estudiante, el grupo, con trabajos grupales y de mayor comunicación con el personal tutorial de desarrollo y apoyo del programa, etc..
4. Otro error común es cuantificar la calidad de los materiales prefiriendo que éstos sean de sistemas multimedia, valorando sólo la bondad de recursos por la atracción que producen o en base al número de diferentes trayectorias que se pueden producir cuando el usuario interactúa. Como se percibe se trata de un enfoque cuantitativo que no considera como estuvo diseñado y producido el material ni la mediación que genera y así, si es de utilidad y valor educativos.


Es decir, es bastante difícil referirse a la calidad de los programas y la Educación a Distancia que se brindan porque aún están en prueba, expansión, etc. lo que remite a una reflexión más profunda : la necesidad de discernir lo que es en realidad la calidad, cuales son sus rasgos .Para nosotros, es un atributo añadido, no integrado a un programa de Educación a distancia: cuando está se nota, cuando no está, también.

Algunos se refieren a calidad educativa en Educación a Distancia como:
· satisfacción de usuarios
· excelencia del sistema
· efectividad del proceso
· resultados académicos positivos
· buen impacto social.

Pero es lo mismo?

Asimismo se deben tener en cuenta los contextos hoy cada vez más virtuales, en que se desarrolla esta modalidad, sobretodo por su posibilidad de estabilidad y posible flexibilidad para su justa valoración: una clase presencial puede comenzar de diferentes modos; una clase virtual es menos versátil, su planeamiento es más fuerte y será de calidad si ello estará en relación con los objetivos propuestos en el programa.

En general se aconseja acudir a una combinación de modelos cuanti y cualitativos para complementar y completar la tarea evaluativa .Se debería incluir la consideración que estos métodos se hayan asociados a la distinción entre el enfoque superficial (o memorístico) y el enfoque profundo (o comprensivo) cuando se refiere al aprendizaje. Entender esto es bastante difícil en Educación a Distancia porque el estudiante en general aparece como receptivo y el tipo de seguimiento que se realiza generalmente no considera la construcción reinterpretada de saber realizada por parte del estudiante. También como estos son adultos tienen más elementos o recursos personales para una reflexión diferente o más rica para resignificar y/ o cuestionar lo que van recibiendo, a través de la interacción, la participación, etc..

Si bien se evalúa lo que el sistema de educación a distancia en sus posibilidades propone o brinda, también las características- y las conductas de entrada al programa- del estudiante hacen que se aprovechen o usen todas, pocas o ninguna de las posibilidades que el sistema brinda.

Entonces que hacer?
1. Si bien no se puede hablar de calidad en términos absolutos, es necesario tener algunos márgenes para proceder a su análisis y evaluación. Así es necesario reconocer de qué tipo de Educación a Distancia se trata para valorar los resultados, diseños y propuestas de participación que propone un programa de una institución. Ello se sabrá cuando se pueda identificar su finalidad última y contrastar (detectar) los objetivos manifiestos y los que se llevan realmente adelante en la práctica (de la institución, de los materiales, en las acciones tutoriales, etc.) considerando sus posibilidades reales de comprensión de lo que realiza el estudiante y que lo da a conocer en sus trabajos o en sus intervenciones en foros o chats académicos .
Muchas investigaciones en psicología socio- cognitiva, en el “análisis del discurso electrónico” , diseño instruccional, etc. faltan aquí aun para estudiar la interacción social y la interactividad pedagógica en su relación al desarrollo de las funciones superiores sociocognitivas de un estudiante a distancia.

2. Se reconoce que hay posibilidades de una evaluación absoluta (sistemas de calidad universales y compartidos como las normas ISO) y otra relativa según los criterios adaptados a la función concreta que se desea desempeñar en particular según lo deseado en un programa. Todo depende del para qué se desea evaluar : si se desea que muchos estudiantes se enteren y participen, hasta se pueden usar medios masivos de comunicación y la evaluación estar implementada hasta de modo esporádico; si se desea crear una comunidad de enseñanza y aprendizaje, se recomienda comunicarse más asiduamente y asociarse usando las TIC.

Pero cuando hablamos de calidad hablamos de efectividad?

Para evaluar la calidad de un aprendizaje a distancia (y presencial) se valora la relación entre el efecto esperado (aquello que hay que aprender) y el real (lo que se aprendió)?
Aun existen dudas porque se está evaluando la excelencia de un sistema/ programa educativo a distancia o a algunos estudiantes concretos con logros específicos?

También existen otras consideraciones:

1. Conocer a fondo el material que se presenta en el programa en su diseño y uso para que explote sus potencialidades. Preguntarse si da directrices para un uso adecuado ya que en el contexto virtual el material está repartido en diferentes zonas, soportes y momentos de uso y se puede desprender desde diferentes fuentes.
2. El rol del tutor como de otros estudiantes , es central para aportar información de enlace, por la participación en debates, como usuarios del material existente en Internet, etc. El Tutor posee una insoslayable función y debe demostrar “disponibilidad socio-cognitiva”además de ser el mediador en los procesos de comprensión conceptual, aumento del léxico, práctica de procedimiento, proactividad emocional, etc. que se van generando a través de la lectura, navegación e interacción en los diferentes momentos de un curso: comienzo, desarrollo y evaluación. El Tutor debe conocer los contenidos, los medios tecnológicos y acompañar a cada estudiante según su estilo cognitivo o inteligencias múltiples. Diferentes medios tecnológicos conectan al tutor/ profesor con el estudiante de diferente modo para así reconocer que se provocan y consiguen diferentes calidades de interacciones.
3. Los procesos de comunicación y seguimiento del tutor/ profesor, si bien son los procesos más costoso y difíciles de sostener y orientar, son lo que menos se valoran dentro de los menesteres evaluativos. Lo mismo ocurre con una visualización de los reales (o no) logros de aprendizajes colaborativos aunque las TIC lo propongan y coadyuven a estos fines. Si bien las TIC ayudan a la interacción grupal, su uso inadecuado puede ser nefasto para la calidad de un programa , siendo peor que si no estuvieran. Es decir debemos recordar que el tema de la interacción social y la interactividad pedagógica no está íntimamente ligado a la tecnología que se utilice y menos a su diseño de trabajo .

La relación interacción y calidad en contextos tecnológicos se puede ver dentro de una línea del contínuo: información / comunicación / conocimiento o sea: primero llega la información en cantidades enormes vía Internet, luego en materiales más seleccionados de lectura tradicional, luego en materiales procesados en el lenguaje de Internet para la comunicación virtual y el diálogo interactivo entre participantes para acabar – se espera- en convertirse via interiorización y elaboración personal / grupal en algún aporte útil socio-cultural.
Es decir se llega a construir conocimiento mediado socialmente por materiales, trabajos aplicativos y tutores que orientan; el saber es distribuido tecnológica y semiológicamente hasta de modo personalizado, si se realiza con un uso contextuado de la tecnología y se cuida constantemente la implementación del programa en cuestión....el resto como siempre es..... buena suerte!!!