LOS 5 PRINCIPALES

o cómo alimentar la seguridad de nuestros alumnos desde los primeros días

 

J. Felipe Bermejo

 

Pongamos que hablo de un alumno ideal. Ideal no en el sentido de brillante, de una asombrosa esponja que absorbe todos los saberes que nosotros, diligentes profesores, proporcionamos. No, me estoy refiriendo a un alumno del montón, bastante motivado el primer día pero que si no se cuida como si de un pez de pecera se tratase, termina por autoconvencerse de que el aprender idiomas no es lo suyo y de que la labor emprendida hace meses resulta más ardua de lo que pensaba. El asimilar y dominar una lengua extranjera fuera de los lugares en donde se habla es un hecho contra natura. Es como pretender adquirir un cuerpo musculoso y bien cincelado llevando una excitante vida sedentaria. Aprender una lengua, esto es aprehenderla, sería como ir al gimnasio. Se requiere una práctica continua, sin prisa pero sin pausa, una motivación sincera, autoestima y unas ganas locas de comunicarse,

Los profesores tenemos que aprovechar esos primeros momentos de ilusión que toda novedad nos brinda para consolidar y mantener esta motivación. El fin justifica todos los medios.

Curiosamente las fuerzas de nuestros alumnos empiezan a resentirse con la llegada en tromba de la gramática. Muchos de los aspirantes se ahogan en sus procelosos mares. Investigaciones en el terreno de la adquisición de lenguas extranjeras (1) nos muestran que la reflexión gramatical de una enseñanza enfocada en el significado (focus on form) es mucho más eficaz que cuando el objetivo son las propias formas lingüísticas (focus on forms). El aprendizaje significativo se basa en eso mismo, en la asimilación de conceptos a través de un contexto de significado y no en el estudio de formas o categorías desligadas de la comunicación. De ahí el afán de las gramáticas comunicativas, con Matte Bon a la cabeza (2), en presentar de manera inductiva el material didáctico gramatical.

En los últimos tiempos se ha forjado una nueva corriente: la gramática pedagógica. Gómez del Estal (3) nos ofrece seis criterios que toda regla gramatical pedagógica debería respetar. El modelo de descripción de la lengua debe tener un marco más amplio que el de la frase, unidad de análisis característica del enfoque tradicional. Este tipo de gramática se adhiere ciegamente al enfoque comunicativo y presupone la verdad absoluta de las reglas, es decir, la simplificación no es aconsejable desde el punto de vista didáctico y las explicaciones gramaticales deben concordar fielmente con los datos lingüísticos. Como expondré más tarde no estoy totalmente de acuerdo con este principio por el que se debe huir de la simplificación. Según el mismo autor la sencillez conceptual es otro de los criterios, pues la terminología tiene que resultar familiar para no confundir a los discentes. Gómez del Estal llega a la conclusión de que una gramática se considera operativa pedagógicamente si la presentación de la misma es coherente con la función comunicativa planteada. En definitiva, la persona que está aprendiendo una nueva lengua no tiene por qué estudiar y aprender esa gramática –como lo hacen los estudiantes nativos en la enseñanza reglada oficial-, sino que lo que tiene que hacer es usarla.

 

Un caso práctico.

 

El 6 de febrero de 2005 apareció en el Foro Didáctico del Centro Virtual Cervantes (4) una desesperada petición de ayuda por parte de Mónica Miller:

 

“¿Cuáles son los primeros verbos que debemos enseñar a un alumno de nivel inicial?”

 

 

« Está claro, mujer,-se apresuraron a contestar otros profes colegas a tan inocente pregunta- : primero hay que mostrar los verbos que sirven para presentarse, como ser, llamarse, vivir, etc. para luego pasar a ver las tres conjugaciones de nuestro sistema verbal : cantar, beber(o comer) y vivir (de nuevo, para que no se les olvide) ». De una tacada les damos el paradigma del presente de indicativo de los verbos regulares y así estamos tranquilos hasta los irregulares.

Para mí la duda no es tan obvia, es más, posee una enjundia descomunal y decisiva para el aprendizaje futuro de nuestros voluntariosos alumnos. Propongo que antes de presentarles directamente los verbos importantes, reflexionemos sobre éstos y, sobre todo, hagamos reflexionar a los interesados en el asunto. Lo que sigue es fruto de mis promeras clases con alumnos italianos y franceses adultos, incluido adolescentes.

Durante un minuto deben pensar en los cinco verbos que consideren más importantes en su lengua, pero no sólo desde el punto de vista del significado, sino también desde la perspectiva de su valor gramatical. Hay que avisar de que enseguida se confrontarán sus hipótesis con los cinco verbos principales de la lengua española. Estos 5 principales son la base de la gramática que van a usar y les van a servir para dar los primeros pasos en el nuevo idioma. Hay que sabérselos como el padrenuestro, ya que la ventaja es casi mágica : les dará un poder absoluto para moverse en la nueva lengua. No es accesorio el hecho de hacerles partícipes de este proceso de aprendizaje con el fin de  buscar y encontrar así puntos de referencia en común.

El primer verbo que suelen disparar es SER. Está claro que este es el verbo central de todas las lenguas, ya que determina le esencia de cosas, situaciones, acciones, procesos o personas. Es suficiente presentarlo con ejemplos en las que aparezcan las formas del presente de indicativo sin necesidad de los pronombres personales de sujeto ( Soy de Teruel ). En estos ejemplos demostraremos que lo usamos para hablar de características ( Eres muy alta ) o para definir ( El tango es un baile argentino ). Considero que la simplificación en el alcance de las reglas de uso de estos verbos es necesaria en esta primera presentación. Sería contraproducente enseñarles que ser es además el auxiliar para la voz pasiva. Mejor enseñar poco y a su debido tiempo.

El segundo verbo por orden de aparición es HABER. Sí, se les corrobora su intuición, pero se les debe hacer notar que, a diferencia de ser,no significa nada.Por sí solo no tiene valor, es decir, frases como “Hemos hambre y sueño” son imposibles por resultar agramaticales. En pocas palabras, en español haber no expresa la posesión. Es un verbo fundamental, porque junto al participio pasado se usa para hablar en pasado. Haber es el único auxiliar de los tiempos verbales del pasado. No es necesario descubrir que este tiempo se llama pretérito perfecto, ni que existen otros pretéritos. Es solo el momento de dar la confianza de que sabiendo utilizar este verbo combinado con otros podemos hablar y escribir en pasado de forma básica.

Seguramente ya nos habrán preguntado antes que cuál es el verbo usado para expresar la posesión. Es la oportunidad de presentarles TENER, que como en napolitano y otras lenguas del Sur de Italia sirve para indicar la posesión material o abstracta de cosas, personas o conceptos ( No tengo dinero ). Con el objeto de conectar siempre el uso con la forma, se debe señalar que con tener podemos expresar la obligación: tener que + infinitivo ( tienen que hablar con ella).

A partir de ahora empezarán a decir verbos como hacer, hablar, poder o deber. Son verbos importantes, pero tienen que entender que lo son semánticamente como muchos otros. Lo que hace a un verbo convertirse en uno de primera división es el hecho de que además de la relevancia significativa, tienen que aportar un plus de valor gramatical justificado en la posibilidad de expresar necesidades comunicativas básicas como pueden ser la obligación o las tres dimensiones temporales: presente, pasado y futuro.

Siempre hay algún alumno que acierta fijándose en el verbo ESTAR. Forma parte de los cinco principales, porque se usa para indicar la situación o posición de cosas o personas con respecto a determinados lugares físicos o no. Además es el verbo de los estados –físicos o anímicos- ( Estoy un poco triste ). Y aquí es donde entra en conflicto con ser, aspecto que será el caballo de batalla para venideras lecciones. Por otra parte, si con haber nos podemos comunicar en pasado, con estar lo podemos hacer en presente, esto es, estar + gerundio : “¿Qué estais haciendo?”. En realidad, Éste ee el verdadero presente actual, ya que con el presente de indicativo solemos referirnos a acciones o situaciones habituales ( Me levanto todos las mañanas a las 7 ).

El quinto verbo es IR, porque además de ayudarnos a manifestar la idea de movimiento por antonomasia, ir a + infinitivo nos permite expresar el futuro que yo denomino básico (Vamos a ver a Juana esta tarde ) en contraposición al tiempo futuro simple de indicativo, que como sabemos remite a un uso más estricto y  es complicado para un nivel inicial.

Con esta breve reflexión extraida de mi experiencia didáctica solo pretendía compartir una serie de razones pedagógicas – sean objetivas o subjetivas – con las cuales afianzar la motivación de nuestros alumnos. Ellos buscan la seguridad, los puntos de apoyo donde agarrarse en ese duro y gimnástico proceso que supone la adquisición lingüística. Los profesores tenemos que salir al encuentro.

 

 

Referencias bibliográficas.

 

(1) Long, M. Y Robinson, P. (1998): “Focus on form: theory, research and practice”, en Doughty, C. Y Williams, J.(Eds.): Focus on form in classroom second lannguage acquisition. Cambridge University Press. New York, páginas 15-41.

 

Ellis, R. (2001) : “Form-Focused Instruction and Second Language”, Language Learning, nº 51, Supplement 1, páginas 1-46.

 

(2) Matte Bon, F. (1992): Gramática comunicativa del español. Difusión. Barcelona.

 

(3) Gómez del Estal, M. (2004) : “Seis criterios para reglas de gramática pedagógica (I)”, Didactired  ( 5 de julio). www.cvc.cervantes.es

 

(4) www.cvc.cervantes.es