Formando estudiantes[1]
Myriam
Nemirovsky
Es responsabilidad de la escuela
lograr el avance de los niños en el dominio de la lectura y producción de todo
tipo de textos e, indudablemente, el texto expositivo es de su exclusiva
competencia, es decir, dicha tarea no la comparte con otros grupos o
instituciones sociales. Por lo tanto, es un tipo de texto que exige un
relevante grado de compromiso por parte de la escuela para que los niños vayan
siendo usuarios competentes del mismo, al leerlos y producirlos.
Es
frecuente que en la escuela se usen, casi exclusivamente, los textos
expositivos que aparecen en los llamados libros de textos. Pero las
diferencias que existen entre éstos y los de uso social son tan abismales que
tiene consecuencias muy distintas abordar unos u otros, de manera que, aunque
sea esquemáticamente, señalaremos algunas diferencias entre ellos.[2]
|
Textos
expositivos de uso social
|
Textos expositivos de los libros de textos |
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 |
Soportes
diversos Múltiples
consultas Proceso
inacabado de conocimiento Desarrollo
del tema Extensión
diversa Léxico
pertinente Búsqueda
bibliográfica Referencias
de autores Citación
de fuentes Concluye
al finalizar la exposición |
Único
soporte Texto
único Tema
cerrado e inmutable Listado
y enumeración de datos Menor
extensión posible Léxico
simplificado Obtención
resuelta Ocultamiento de autores Ausencia
de fuentes Continúa
con una tarea |
1) En
cuanto al soporte, es evidente que los textos expositivos de uso social los
encontramos en libros, revistas, Internet, folletos especializados, etc.
Mientras que los de los libros de texto están en un único tipo de
soporte.
2) El
lector de textos expositivos de uso social sabe que cuenta con una amplia gama
de informaciones posibles acerca de la temática que aborda y que dichas
informaciones se multiplican indefinidamente. Para los usuarios de los libros
de texto esta realidad permanece desconocida.
3) Al
estudiar cualquier tema mediante textos expositivos de uso social resulta
evidente que progresivamente se avanza, que el conocimiento tiene un carácter
provisorio y que dichos avances, a su vez, provocan nuevas dudas e
incertidumbres. En los libros de texto se obtiene la apariencia de que
los temas están cerrados, que sobre ellos existen sólo afirmaciones definitivas,
como si el conocimiento fuera estático e inmutable (se supo, sabe y sabrá lo
mismo).
4) En
los textos expositivos de uso social cada cuestión se expone a través de un
desarrollo, fundamentación, explicación de puntos de vista, etc. En los libros
de texto la información que se presenta es tan escueta que, con frecuencia,
termina siendo un listado de datos, lo cual impide estudiarlo y, por el
contrario, propicia básicamente memorizarlo.
5) La
extensión de cada asunto en los diferentes textos expositivos de uso social es
sumamente variada, según los aspectos en los que el autor se centre y la
importancia que dé a cada uno. En los libros de texto pareciera que se
busca la máxima brevedad como si ésta fuera una virtud (lo cual a su vez
conduce a lo que se mencionó en el punto anterior).
6) El
léxico de cada tema es una característica esencial de la misma y, por lo tanto,
es imprescindible apropiarse de él como vía de avance hacia el conocimiento; y
los textos expositivos de uso social favorecen dicha apropiación dado que
emplean la terminología pertinente. En los libros de texto se modifica
frecuentemente el léxico, bajo el supuesto de intentar simplificarlo, pero simplificarlo
es generalmente transgredirlo.
7)
Parte esencial de la actuación de un lector de textos expositivos de uso social
es buscar, localizar, conseguir la información necesaria para resolver las
dudas o necesidades correspondientes a lo que indaga, de ahí que conocer los
circuitos sociales en los cuales se obtiene dicha información es parte de la
formación de un lector. Por el contrario, los modos de obtención de los libros
de textos evitan al estudiante movilizarse en ese sentido.
8)
Una de las características de los textos expositivos de uso social es que en la
portada figure el nombre del autor, e incluso en solapas o contraportada
algunos datos de sus antecedentes profesionales y, además, esos son datos
que el lector requiere de manera
imprescindible para seleccionar los textos a estudiar y decidir desde qué
ángulo encarar la consulta de cada uno. En los libros de texto es un
dato casi oculto, parece que es intrascendente quién o quienes los han escrito,
tanto es así que a esos libros se los identifica por editorial y no por su
autor (esto nunca ocurre entre lectores de textos sociales).
9) La
citación de las fuentes de las que se nutre un autor, además de ser una prueba
de honestidad profesional, proporciona una referencia sustancial que el lector
necesita para orientarse, identificar y ubicar las diferentes líneas o posturas
que existen acerca del tema de estudio, así como el entramado que las vincula,
acerca o contrapone. En los libros de textos no existen citaciones ni
referencias bibliográficas.
10)
Cuando un autor de textos expositivos de uso social considera que ya ha
desarrollado su planteamiento acerca del tema que lo ocupa, concluye su texto o
fragmento del mismo y, por su parte, el lector hace con lo leído lo que
considere pertinente en función de la búsqueda que orienta su estudio. En los libros
de texto cada parte o fragmento se continúa con la presentación de una
tarea que debe realizar el lector, como si la función de leerlo fuera hacer la
tarea correspondiente (obviamente única y la misma para todo usuario de dicho
texto).
Sin
duda, el uso de textos sociales en el aula exige, por parte del docente, mayor
compromiso, planificación, diseño de situaciones didácticas, etc., pero hoy en
día son muchas las experiencias publicadas y difundidas, de modo que su
consulta facilita y orienta el desempeño de la tarea. Por ese motivo haremos referencia
a tres experiencias didácticas donde textos expositivos de uso social son los
ejes del trabajo en el aula. La primera experiencia es reportada por Mirta
Castedo en el capítulo 7 del libro Enseñar y aprender a leer. En este
caso, los niños de 3º de primaria están participando en la elaboración de un
folleto sobre los lugares más destacados de su zona, que han decidido realizar
entre todos los niños de la escuela para enviarlo a otras escuelas con las que
mantienen correspondencia. El grupo de tercero se hizo cargo de escribir sobre
el observatorio astronómico, lugar especialmente interesante para ellos y para
el conjunto de la población de la región. Comienzan por participar en una
visita guiada al observatorio, luego buscan y analizan bibliografía sobre el
tema y, finalmente, visitan nuevamente el observatorio para consultar las dudas
no resueltas. Con el conjunto de la información recogida y organizada elaboran
su texto. Sobre esta experiencia nos interesa destacar las siguientes
características:
-
Realizar la visita antes y
después de consultar información bibliográfica propicia que los niños noten que
en la segunda visita ven aspectos que no habían registrado en la primera
ocasión. Es decir, la lectura contribuye a modificar la forma de ver el observatorio
(y el mundo).
-
En cada caso la maestra
interviene de diferentes formas y esa es la línea que consideramos conveniente
encarar respecto a las intervenciones docentes: utilizar la mayor diversidad de
opciones posibles (orientar el debate, promover la argumentación, dar
información, confirmar a los niños que son capaces, aportar un nuevo punto de
vista, etc.).
-
La finalidad de la producción
de un texto (enviarlo a los compañeros epistolares) es lo que da sentido a
centrar esfuerzos en su elaboración.
La segunda experiencia didáctica está relatada por María Claudia Molinari en el capítulo 1 del libro Letras y números. Consiste en una situación de lectura donde tres niños de educación infantil, con apoyo de la maestra, están indagando acerca de la vida de los animales del desierto utilizando, en ese momento, un texto donde hay una imagen y, abajo, están las referencias acerca de cada animal que figura en dicha imagen, junto al número correspondiente. (Por ejemplo: “(2) Rata canguro (Dipodomys deserti.- Esta especie es propia de los arenales del oeste norteamericano. Sus largas y fuertes patas y el apoyo que le presta la cola (de ahí el nombre de canguro), le permiten dar grandes saltos. Suele defenderse de sus enemigos, sobre todo de las serpientes, arrojándoles arena a los ojos.”). Durante el desarrollo de la situación la maestra favorece en todo momento que los niños realicen anticipaciones, las contrasten y argumenten.
Los
aspectos que nos interesa señalar son los siguientes:
-
Propiciar que los niños manifiesten
sus hipótesis acerca de lo que dice un texto es una vía imprescindible para
favorecer el aprendizaje de la lectura, así como que los niños intenten
justificarlas al contrastarlas con hipótesis diferentes.
-
La maestra lee un fragmento del
texto (el arriba citado) donde se hace referencia a uno de los animales que
están en la imagen y propicia que los niños sugieran qué puede decir en otro
fragmento donde se hace referencia a otro de esos animales. Es decir, al
conocer las características de un texto se favorece que los niños hagan
anticipaciones más ajustadas ante casos equivalentes.
-
Las distintas anticipaciones
son legítimas si se argumentan y se toman en cuenta los puntos de vista de los
otros participantes.
La
tercera experiencia está publicada por Liliana Tolchinsky y Rosa Simó en el
capítulo VI de su libro Escribir y leer a través del currículum. En este
capítulo se presenta un detallado registro y análisis del proceso de trabajo de
un grupo de niños de 4º de primaria que está estudiando la vegetación, la fauna
y el suelo del macizo Montañoso del Garraf. En un fragmento se describe cómo el
grupo, con la intervención de su maestra, elabora el índice para un dossier que
están produciendo sobre el tema que los ocupa. Al respecto queremos destacar:
-
Hacer el índice de un texto
puede convertirse en una alternativa para avanzar en el conocimiento del tema
en cuestión si, como sucede en este caso, no se limita a un simple listado de
ciertos asuntos que se abordan en el texto, dejándolo tal como surge en el
primer intento, sino que el índice se transforma en un texto sobre el cual se
realizan múltiples revisiones y ajustes sucesivos.
-
Provocando participaciones,
durante esta fase del trabajo se favorece que los niños avancen en sus
posibilidades de hacer propuestas consistentes, de analizar las diferentes
opciones, de argumentar los cambios propuestos, de comparar puntos de vista y
tomar decisiones consensuadas.
-
El contraste entre el índice
que surge en el primer intento y el que queda finalmente en el dossier
evidencia las reconceptualizaciones realizadas:
Primer
intento |
Índice
definitivo |
1 Vegetación (árboles y arbustos) 2 Rocas (minerales) 3 Fauna 4 Sima 5 Dolina 6 Lapiaz |
INDICE Presentación Parc Natural del Garraf I
Vegetación II
Relieve 1
Rocas 2
Sima, Dolina, Lapiaz III
Fauna. Bibliografía |
-
Con esta tarea se constata que
cada parte o fragmento que conforma un texto que los niños producen es posible
(y deseable) convertirlo en una vía para propiciar la reflexión.
En
los tres casos que hemos presentado se utiliza una amplia gama de textos
expositivos, obtenidos mediante diversas búsquedas y, con independencia de que
no hayan sido escritos pensando en destinatarios infantiles, se asume que los
niños pueden (y deben) abordar su lectura y análisis, a través de lo cual ellos
ponen en evidencia sus posibilidades y alcances. Porque esa es una premisa:
nuestra confianza en sus posibilidades, las potencia.
Castedo, M.
(1999) Saber leer o saber para leer. En: Enseñar y aprender a leer.
Castedo, M. L., Siro, A. y Molinari, M. C. Buenos Aires: Novedades Educativas.
Molinari,
Ma. C. (2000) Leer y escribir en el jardín de infantes.
En: Letras y números. Comp. Ana María Kaufman. Buenos Aires: Santillana
Nemirovsky, M. (2003) Coord. ¿Cómo podemos animar a leer y a escribir a nuestros
niños? Madrid: Fundación Hogar del
Empleado.
Tolchinsky,
L. y Simó, R. (2001) Enseñar a leer y a
escribir a través del currículum. Barcelona: ICE/Horsori.
Weisz,
T. (1985) Relato de
actividades en el grupo de primer año. Documento de trabajo.
[1] El título proviene de un texto de Telma Weisz
quien, al hacer referencia a situaciones de trabajo con un grupo de niños de 1º
de primaria, dice “Los niños de primer año están viviendo un momento especial:
se están descubriendo como estudiantes”.
[2] Esta relación se aborda en “¿Cómo podemos
animar a leer y a escribir a nuestros niños? donde se presenta la
fundamentación del empleo de textos expositivos de uso social en el aula y
el relato de una experiencia didáctica.