La
diversidad lingüística como riqueza, recurso y reto[1]
Virginia Unamuno Kaschapava
Resumen
En este artículo invita a considerar la
diversidad lingüística global y local como una riqueza en peligro que puede ser
empleada en tanto que recurso práctico para trabajar en el área de lengua.
Para ello,
se propone incorporar a las actividades de clase la heterogeneidad de los
recursos lingüísticos, y el trabajo de reflexión lingüística, de contraste
entre lenguas, así como de formación inicial en el oficio de lingüista.
La
incorporación del capital lingüístico y de las competencias en lenguas de las
personas inmigradas ofrece a las clases elementos que contextualizan la
propuesta y la dotan del sentido social necesario para una educación
lingüística integral y crítica.
Palabras clave
Educación lingüística crítica.
Diversidad lingüística. Inmigración y enseñanza de lenguas.
0.
Introducción
En el
documento que inaugura la página web de la UNESCO[2]
dedicada a las lenguas del mundo en riesgo de desaparición, esta organización
internacional nos introduce en la problemática mundial que implica la amenaza
de parte del patrimonio inmaterial de la humanidad: sus lenguas.
La
conciencia de esta amenaza es relativamente nueva en nuestras sociedades y
coincide con el hecho de tener cada día un mayor número de hablantes de
diferentes lenguas en las aulas. Ambos elementos nos retan a pensar en una
propuesta innovadora que busque, al formar usuarios reflexivos y competentes de
las lenguas, contribuir a la
salvaguarda de dicho patrimonio inmaterial y valorar e integrar el capital
lingüístico de quienes participan en nuestras clases.
Los datos
sobre la reducción de la diversidad lingüística mundial muestran, por un lado,
que se trata de un proceso diario que afecta a más del 50% de las aproximadamente 6.000 lenguas del mundo, y,
por otro lado, que esta reducción se refleja en una alta concentración de
hablantes alrededor en unas pocas lenguas (según la UNESCO, el 96% de las
lenguas son habladas tan solo por 4% de la población mundial).
La amenaza
sobre las lenguas del mundo parece un proceso imparable que responde a muchas
causas naturales y sociales, entre las cuales están las que pueden asociarse a
los procesos migratorios (la concentración de lenguas no es ajena a la concentración
de población alrededor de las zonas centrales locales y globales), y las
relacionadas con los prejuicios lingüísticos y las actitudes negativas hacia el
multilingüismo.
El informe
de la UNESCO sobre la vitalidad y amenaza de las lenguas resume correctamente
las consecuencias de la desaparición de las lenguas:
“The extinction of each
language results in the irrecoverable loss of unique cultural, historical and
ecological knowledge. Each language is a unique expression of them human
experience of the world. Thus, the knowledge of any single language may be the
key to answering fundamental questions of the future. Every time a language
dies, we have less evidence for understanding patterns in the structure and
function of human language, human prehistory and the maintenance of the world’s
diverse ecosystems. Above all, speakers of these languages may experience the
loss of their language as a loss of their original ethnic and cultural identity
(Bernard, 1992; Hale, 1998)” (Extraído de: Language Vitality and
Endangerment: By Way of Introduction, UNESCO Ad Hoc Expert Group on
Endangered Languages)
En tanto que personas involucradas en
la educación lingüística, esta problemática global y local nos atañe de manera
especial, ya que nuestras clases son espacios privilegiados para el trabajo de
valoración de la diversidad lingüística. Esto implica, según defenderé en este
artículo, dejar entrar en las aulas más de una lengua para aprender sobre
ellas, para crear curiosidad hacia su diversidad y para fomentar, en
definitiva, una competencia multilingüe.
Como bien explica Crystal (2000),
tenemos diferentes motivos para sumarnos, en tanto que personas involucradas en
la educación lingüística, a la campaña contra la reducción de la diversidad
lingüística del mundo. Por mi parte, expondré sólo algunos:
1. Motivos culturales: porque la pérdida de la diversidad
lingüística es la pérdida de la cultura de la humanidad, de la manera en que
históricamente hemos forjado las diversas formas de representar y de organizar
lo que nos rodea, de expresar sentimientos y belleza.
2. Motivos éticos: porque en la reducción de la diversidad
lingüística está involucrada la reducción de los derechos lingüísticos de los
ciudadanos del mundo; en definitiva, de los derechos humanos.
3. Motivos científicos: porque con la pérdida de las lenguas
del mundo perdemos una incalculable fuente de sabiduría que se ha ido
acumulando a lo largo de la historia y que se ha plasmado en las lenguas.
4. Motivos profesionales: porque somos en parte responsables
de la transmisión de ideologías lingüísticas y porque tenemos un papel
importante en la formación lingüística para el cambio de actitudes, que es una
contribución práctica en la lucha contra el proceso de reducción de la
diversidad.
5. Motivos prácticos: porque las lenguas vistas en conjunto
nos posibilitan otra manera de entender lo que es la educación lingüística,
considerando que en la diversidad tenemos el recurso más potente para formar
mejores usuarios de las lenguas, usuarios más competentes y más concientes
sobre el funcionamiento del lenguaje.
La cita del informe de la UNESCO
propone algunos argumentos importantes para considerar las lenguas como una
riqueza incalculable. Sin embargo, una propuesta de educación lingüística que
valore la diversidad lingüística desde la práctica debe considerar la manera en
que las lenguas entran en el aula, cómo trabajamos para valorarlas en tanto que
bienes culturales inmateriales, y de qué forma ayudamos en el desarrollo del pensamiento
crítico que posibilite la reflexión sobre el proceso de reducción en que se
encuentran.
Quizá haga falta recordar que la
noción de lengua, además de ser discutible como postulan diversos
investigadores (Junyent, 1989; Bernárdez, 1999, entre otros), ha sido
históricamente limitada al sistema formal de la lengua, hecho que nos ha
abocado a una educación lingüística basada en la enseñanza de la gramática y la
ortografía, pero especialmente de la escritura y la normativa (Garcia Gomez,
2005:52).
La marginación en las propuestas
curriculares de los elementos relativos, por ejemplo, a la variación
sociolingüística y a la oralidad no ha hecho más que reducir nuestra labor
educativa y el potencial formativo de la educación lingüística a la transmisión
de los aspectos más conservadores del capital lingüístico de nuestras
comunidades (Unamuno, 2003). Al mismo tiempo, estas propuestas que parcializan
los repertorios lingüísticos de los cuales disponen los hablantes han ayudado a
la reproducción de ideologías lingüísticas que participan en la reducción de la
diversidad lingüística, como pueden ser (i) la idealización del monolingüismo y
de las competencias monolingües, y (ii) la sobrevaloración de determinadas
variedades sociolingüísticas y lenguas respecto a otras.
La riqueza
de la diversidad lingüística radica en el contraste y el cambio. Valoramos la
diversidad lingüística cuando nos enfrentamos a la diferencia y cuando entramos
en contacto con otras formas de decir y de escribir, ampliando nuestro repertorio
y sumando lo que nos aportan otras experiencias culturales.
Un ejemplo
práctico en este sentido es el trabajo con los préstamos lingüísticos.
Con este término agrupo diversos tipos de elementos lingüísticos
que una lengua toma de otra, bien adoptándolo en su forma primitiva,
adaptándolo o transformándolo. Los préstamos lingüísticos nos permiten un
trabajo que abarca diversas lenguas, diversos aspectos de los sistemas
lingüísticos y que nos ayuda, al mismo tiempo, a crear curiosidad hacia otras
lenguas y otros pueblos[3].
Los préstamos, también, hacen posible
proyectos interdisciplinarios, en los cuales las ciencias sociales, por
ejemplo, nos ayudan a entender aspectos propios de la o las lenguas y culturas
que estamos estudiando. Podemos viajar a través de nuestras lenguas, aprender
que lo que consideramos característico de una cultura está hecho con trozos de
otras, en procesos de mestizaje; podemos conocer sobre el carácter del contacto
con los pueblos que han donado las palabras, utilizando los préstamos como
fuentes históricas para entender encuentros más o menos violentos entre
culturas diferentes, procesos de dominación y aculturación. Asimismo, podemos
reconstruir el viaje de las palabras y al hacerlo tener material para un
proyecto literario.
Pero también podemos, al contrastar
las palabras en las lenguas dadoras y receptoras, reflexionar sobre los
procesos de adaptación lingüística que han sufrido estas palabras (semánticas,
morfológicas, fonológicas, ortográficas...), y reflexionar sobre el sistema de
la lengua que estudiamos. Podemos también compararlas con formas equivalentes
en otras lenguas y tomar conciencia sobre las características distintivas de la
o las lenguas que hablamos y/o que estamos aprendiendo.
La riqueza de la diversidad lingüística
entra al aula de la mano de las lenguas que, sin saberlo, están cerca. Los
préstamos nos permiten ir más allá y pensar una secuencia de trabajo que
clasifique palabras en función de la familia lingüística de la cual provienen.
El castellano tiene palabras de todas las familias lingüísticas del mundo y a
través de ellas podemos conocer más sobre la forma en que se clasifican las
lenguas, la dificultad que tiene el hacerlo y reflexionar sobre la distribución
de hablantes por familias lingüísticas, hecho que nos lleva al terreno de las
causas de la amenaza sobre la diversidad lingüística. Con estas acciones
aprendemos, también, sobre el oficio de lingüista, que puede ser parte de
nuestra actividad educadora en el área de lengua.
En definitiva, la diversidad
lingüística aporta a las clases de lengua la riqueza de lo heterogéneo. Al
enfrentarnos al hecho de que la gente al hablar utiliza repertorios
lingüísticos variados, conformados por variedades o lenguas diferentes, y por
prácticas que se escapan a la noción de variedad y a la noción de lengua,
dejamos entrar al aula la posibilidad de:
relativizar los prejuicios lingüísticos;
·
acercarnos a las
variedades estándares como a cualquier otra variedad lingüística;
·
desarrollar las
habilidades de reflexión lingüística;
·
valorar la igualdad de
todas las lenguas;
·
tener una visión relativista de las
lenguas (abiertas, en permanente transformación);
·
desarrollar una actitud crítica hacia
el valor social o de mercado los usos lingüísticos;
·
favorecer las actitudes positivas
hacia la diversidad lingüística y hacia su aprendizaje;
·
y, finalmente, desarrollar aspectos
de la competencia multilingüe.
2. La
diversidad lingüística como recurso
El trabajo con préstamos lingüísticos
es un ejemplo de la explotación de la diversidad lingüística como recurso para
hacer lengua y para hacer cosas con las lenguas. En el caso de contar con
personas que hablen diferentes lenguas, este recurso obtiene mayor importancia.
Los hablantes de lenguas diferentes a las que enseñamos nos aportan su propia
experiencia y conocimientos, y nos facilitan la tarea de reflexión lingüística
y de contraste entre lenguas.
Es justamente el contraste entre
lenguas una de las actividades más interesantes para el desarrollo de la
reflexión y de la conciencia lingüísticas (Arnó, 2002). Las personas
inmigradas, por poner un caso, realizan esta tarea permanentemente, y esta
experiencia práctica puede ser recuperada en la clase para aprender más sobre
las lenguas y ser mejores usuarios.
Parte de los materiales realizados en
el marco del proyecto “Carpeta de la Diversidad Lingüística” [4]
del GELA (Grup d’Estudi de Llengües Amenaçades) y en el marco de los proyectos
europeos EVLANG y JALING (Masats, et al. 2002 )se basan justamente en la
comparación y el contraste entre lenguas. Si bien parten de objetivos
diferentes –la valoración de la diversidad lingüística del mundo, en el primer
caso, y el desarrollo de la conciencia lingüística, en el segundo y tercero -,
coinciden en sostener que la abertura de la clase de lengua al multilingüismo,
favorece las actitudes positivas hacia el aprendizaje de lenguas y ayuda en el
proceso de desarrollo integral de competencias en lengua (op. cit. pág.140).
Quizá sirva un ejemplo práctico, por
ejemplo el trabajo con los numerales
que propone la Carpeta de la Diversidad Lingüística. La actividad
consiste en hacer una lista de los diez primeros numerales en las diferentes
lenguas que conocen nuestros alumnos. Con esta lista, podemos comenzar un
trabajo de comparación que nos permitirá encontrar recurrencias y establecer
relaciones de parentesco lingüístico. Al mismo tiempo, podemos introducir
información pertinente sobre nuestro sistema numérico, como por ejemplo su
historia, y valorar el aporte de los pueblos árabes a nuestra manera de
entender las matemáticas.
Los numerales nos dejan entran en el
mundo de lo transcultural, por ejemplo, en el trabajo de deducción del origen
indoeuropeo de nuestras lenguas (Barrieras et al, 2000; 2003). Los niños
pakistaníes pueden aportarnos datos sobre las lenguas urdú y punjabi, por
ejemplo, y en el contraste comprendemos la historia que compartimos con este
pueblo. Podemos aportar datos sobre la lengua romaní y aprender más sobre el
viaje de los gitanos (Unamuno, 2001) y sobre parte de la historia que tenemos
en común con ellos.
Pero también podemos comparar los números y aprender más sobre sus formas, desautomatizando procesos de formación de palabras. Así podemos entender que dieciocho, divuit, eighteen, hemezortzi y Achtzehn comparten un rasgo morfológico fundamental.
En este caso, serviría también
introducir una lengua con una importante distancia lingüística, como es el caso
del guaraní, única lengua oficial en la América Latina diferente al castellano.
La manera de formar los numerales en guaraní nos permite entender la forma en
que lo hacen otras lenguas, creamos curiosidad por las lenguas, y valoramos por
igual a todas las lenguas del mundo.
La propuesta del GELA (Unamuno y
Junyent, 2003) incluye una actividad en este sentido, en la cual se propone a
los alumnos aprender a contar en guaraní. La actividad incluye una serie de
pistas que permiten, a partir de la observación sistemática de las formas
lingüísticas, deducir el funcionamiento de los numerales de esta lengua.
La gracia de esta actividad es que
los participantes entienden rápidamente algo que no explicamos pero que hacemos
continuamente: que contar tiene que ver con los dedos de la mano.
2.1. Las nuevas lenguas a la escuela:
el capital lingüístico de la inmigración.
Dejar entrar la diversidad
lingüística a las aulas comporta también, como decíamos, trabajar con las
lenguas que conocen nuestros alumnos y que conocemos nosotros, haciéndolas
dialogar, explorando diferencias y similitudes.
Los nuevos perfiles de alumnos que
tenemos pueden ser un problema, si se quiere, porque no nos sirven los viejos
planteamientos, pero también pueden darnos la oportunidad que necesitamos para
replantearnos qué enseñamos en clase de lengua, por qué y para qué.
El capital lingüístico de la inmigración
está muchas veces ausente o desvalorizado en los centros educativos (Martín
Rojo, 2003). Diferentes investigaciones en el terreno educativo dejan entrever
que frente al nuevo alumnado habitualmente se producen generalizaciones que son
perjudiciales para ellos y para nuestra práctica educativa: por un lado, la que
asigna a la inmigración (solamente) la lengua del estado en que proceden; por
otro, la que los considera incompetentes en todas las áreas educativas,
simplemente porque no conocen la lengua de la escuela.
La incorporación de la diversidad
lingüística a las aulas de lengua depende, en parte, de que tengamos
información sobre los saberes lingüísticos de los alumnos y las alumnas. Los
datos recientes sobre inmigración ponen en evidencia que la correspondencia
entre una lengua por un estado no es correcta, ya que la mayoría de los alumnos
provienen de contextos multilingües y han adquirido en su trayectoria
migratoria otras lenguas (Diaz, 2004). En Catalunya, por ejemplo, un proyecto
de investigación reciente dirigido a realizar un inventario de las lenguas que
se hablan en el territorio catalán, contabiliza inicialmente cerca de 300
lenguas. Si contrastamos estos datos con los relativos a los estados de origen
de la población inmigrada en Catalunya (aproximadamente 50), tenemos una
evidencia de que el multilingüismo en los contextos de inmigración es la
constante y no la excepción[5].
En el marco
del proyecto “Desarrollo de competencias lingüísticas,
discursivas y socioculturales en lenguas autóctonas (castellano y catalán) y
extranjeras por parte de inmigrantes de reciente escolarización”, realizado por el GREIP (Grup de recerca sobre ensenyament
i interacció plurilingües) del Departamento de Didáctica de la Lengua de la
Universitat Autònoma de Barcelona se realizaron un conjunto de entrevistas para
explorar las competencias en lengua castellana, catalana e inglesa de
estudiantes nacidos en el seno de familias inmigradas (Unamuno y Nussbaum, en
prensa). Las 15 personas entrevistadas y seleccionadas de manera aleatoria
relataron en la entrevista hablar más de una lengua en sus familias y hacerlo
también fuera de casa en el barrio y en la escuela. Un fragmento de una de
estas entrevistas ejemplificaría claramente lo expuesto:
Fragment
1
67.
CEC: està bé\ i -| quina llengua parles a casa?|
68.
JON: la meva llengua [el pagansiman] \|
de_ a vegades anglès i a vegades
el tagàlog\|
69.
CEC: ah-| a vegades parles anglès a casa/|
70.
JON: sí \| a vegades/|
71.
CEC: per què?|
72.
JON: perquè també tenim idiomes al meu pais
d’inglés\|
73.
CEC: ah sí/|
74.
JON: sí\| una miqueta\|
75.
CEC: no sabia \| i qui_ i qui parla anglès?| |
tothom/|
76.
JON: sí tothom\|
77.
CEC: mm\| i havies estudiat allà/|
78.
JON: com?|
79.
CEC: havies anat a l’escola allà a Filipines/|
80.
JON: sí \|
81.
CEC: i quina llengua s’ensenya allà?|
82.
JON: am_ ah_ inglés\| er també hi ha castellà\|
{(AC) bueno una mica castellà\}|
Jony es un alumno nacido en
Filipinas que está siendo escolarizado en Catalunya. Según nos explica en la
entrevista, en casa habla su lengua, el pagansiman o pagansino, una de las
aproximadamente 60 lenguas de Filipinas, hablada por más de un millón de
personas en la isla de Luzon. Su escolarización previa en este país le ha
permitido a Jony aprender también el tagalo y
el inglés, lenguas oficiales de Filipinas y el castellano, lengua de la
antigua colonización española. Ahora está aprendiendo también catalán, y
ampliando sus competencias en castellano e inglés.
La exploración de saberes
lingüísticos de quienes aprenden lenguas es fundamental para poder realizar una
programación adecuada que permita ayudar en el desarrollo de competencias
multilingües.
Una actividad útil en este sentido es
la propuesta por el grupo de trabajo EVLAG-JALING (Noguerol, 2000; Masats et
al. 2002) cuyo objetivo es la construcción de la biografía lingüística de los
infantes. A partir del relato de una niña boliviana que narra las lenguas que
es capaz de hablar, entender o leer, y de las que ha escuchado y ha visto
escritas, se propone a los niños y niñas de reconstruir sus biografía lingüística,
sus saberes y competencias en lenguas, y formar con ellos una flor de
diferentes colores. La belleza de la diversidad de lenguas se refleja
metafóricamente en la diversidad de colores de los pétalos de la flor.
En el marco de una propuesta que
valore la diversidad lingüística global y local, el capital lingüístico de la
inmigración nos ofrece recursos muy valiosos para educar lingüísticamente. En
contrapartida, la desvalorización este capital significa desvalorizar a sus
hablantes, pero también recursos posibles para un trabajo formativo integral,
que incluye el conocimiento sobre el lenguaje, la potencialización de su
uso, así como el reconocimiento de la
igualdad de las lenguas y de las comunidades que las emplean.
Ahora bien, el trabajo a partir
y por la diversidad lingüística también nos plantea retos diversos, entre los
cuales:
1. el
trabajo por un cambio de actitudes hacia la diversidad lingüística y hacia el
multilingüismo, de manera tal de contribuir a frenar la reducción de dicha
diversidad y la homogeneización simbólica de la humanidad;
2. el
valorar la diversidad en la práctica cotidiana y en la práctica educativa
específicamente.
Enfrentarnos al primer reto nos
aboca a la tarea de formar en una lingüística crítica (Hodge y Kress, 1979;
Raiter et al. 2002), que no reproduce ideologías empobrecedoras sino que
participa activamente en el cambio de actitudes, en la obertura mental que
necesitamos para cambiar el curso de las cosas.
Esto, en el terreno práctico, conlleva
dejar entrar el multilingüismo a clase, y ayudar a tomar conciencia que las
reglas del mercado lingüístico (Bourdieu, 1982) -- que otorgan valores
diferentes a los conocimientos y usos lingüísticos -- se deben revisar
críticamente, porque estas reglas son indicadores de relaciones de dominación
social y cultural, y porque reproducen desigualdades sociales.
Hacer frente a este reto implica
cierto compromiso social, pero también un compromiso profesional: buscar nuevos
recursos, revisar lo que enseñamos y por qué lo hacemos, crear y difundir
nuevos materiales, y contestar desde la práctica a quienes preferirían un mundo
homogéneo y monolingüe (o multilingüe en lenguas dominantes, Heller, 1999),
porque así es más fácil producir a bajos costos y hacer circular de manera más
económica sus productos en el mercado global .
El segundo reto --valorar la
diversidad en la práctica cotidiana y en la práctica educativa
específicamente-- nos aboca a la tarea de buscar conceptos que nos sirvan para
explorar las nuevas prácticas que conllevan los nuevos contextos educativos, y
utilizar estos conceptos para valorar socialmente las prácticas que describen.
En este caso, parecen
relevantes, por ejemplo, algunas de las aportaciones que se están haciendo en
el terreno de la educación lingüística (Bryran et al. 1997; Bryran y Fleming
1998; Coste et al. 1997) y que proponen abrir el concepto de competencias
comunicativas a prácticas diversas, como pueden ser las interculturales y de
mediación.
Generalmente estas nociones se
aplican al campo de las lenguas dominantes, y específicamente al de las lenguas
europeas con un alto valor en el mercado europeo. Es el caso, por ejemplo, Marco
común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza,
evaluación (Consejo de Europa, 2001). En su definición de
competencias en lenguas, este documento propone incluir, además de las
competencias lingüísticas, sociolingüísticas y pragmáticas, aspectos del “saber hacer” con las lenguas
que incluyen actividades y habilidades diversas, entre las cuales están las de
medicación lingüística y las interculturales.
Según el Consejo de Europa, la
mediación comprende actividades en las cuales se actúa de intermediario entre
interlocutores que no pueden entenderse mutuamente. La mediación reúne, por
ejemplo, la traducción y la interpretación, así como la realización de
paráfrasis de lo dicho o lo leído para un interlocutor que no comprende la
lengua de un texto o una determinada situación de comunicación[6].
Por su parte, las habilidades
interculturales parten del contraste entre experiencias culturales, e incluyen
la capacidad de relacionar entre sí diferentes culturas, de cumplir el papel de
intermediario y de abordar con eficacia los malentendidos interculturales y las
situaciones conflictivas, y aptitud para superar las relaciones basadas en
estereotipos .
Estas habilidades pueden ser
conceptos útiles para una educación lingüística que promueva y ayude al
desarrollo de las competencias multilingües en el alumnado. Además, parecen ser
destrezas fundamentales en la construcción de una sociedad plural. Sin embargo,
parecen aún más interesantes si las observamos como prácticas que podemos
aprender de quienes han vivido experiencias migratorias, y, con ellas,
situaciones de cambio y de adaptaciones culturales y lingüísticas.
Pensemos, por ejemplo, en los
niños que acompañan lingüísticamente a sus madres o padres al hacer trámites y
en los niños que hacen de tutores de sus compatriotas cuando acaban de llegar a
la escuela, traduciendo sus percepciones sobre cómo funciona la escuela y
comparándolas con sus experiencias en otros lugares. Podemos considerar,
también, las habilidades que estos niños y estas niñas han adquirido al
interpretar a sus madres o padres cuando van a hacer compras, o en la visita al
médico. En el proceso de migrar están desarrollando estas habilidades, al mismo
tiempo que están permanentemente contrastando las lenguas que conocen con las
nuevas que aprenden, lo que ya saben con lo que tienen que aprender.
Un ejemplo puede ilustrar este punto.
Se trata, en este caso, de tres niños de 6 curso de primaria que están llevando
a cabo una tarea conjunta en lengua castellana. Carlos y Mario son
ecuatorianos, y Irving viene de Pakistán. Carlos ha llegado a Barcelona hace
poco, en cambio Mario e Irving llevan en la escuela más tiempo. En siguiente
fragmento, especialmente en las líneas 94 y 100, Marco actúa de mediador entre
Carlos y Irving, traduciendo variedades del castellano (peninsular y americana)
e interpretando a Carlos durante el relato que está haciendo.
85.
Car- {(lee)
casi me compra-| la \| la remera\}| casi me compra la camiseta\|
86.
Irv- {(DC)
de Maradona\}| qué es?|
87.
Car- no
sabes quien es el Maradona\|
88.
Irv- alguien
será\ no/|
89.
Car- el
mejor de todos\|
90.
Irv- de
qué?|
91.
Car- de
futbol\| marcó_ marcó siete goles en un partido\| y el primer gol que_
de
su historia se llevó a ocho jugadores y al arquero \| y hizo un gol de _ y _
y
se fue corriendo con todo al arco\|
92.
Irv- arco/|
93.
Car- al
arco por eso\| a hacer el =gol=
94.
Mar- =
portería=
95.
Car- a
la portería\| entró con todo\|
96.
Dan- XXX
97.
Car- sí\|
98.
Mar- por
el de _
99.
Car- futbol\|
100.
Mar- arco
porteria\| arquero portero\|
101.
Car- aquí
estamos señores \| en un partido decisivo\|
vamos
perdiendo tres a cero\|
102.
Dan- esto
lo escucha la Bea\|
103.
Car- ah\|
104.
Dan- esto
lo escucha la Bea\|
105.
Car- oh oh\|
106.
Mar- y
la Anna\|
107.
Dan- el
profe que está escuchando eso-| somos los mejores\| por dónde vamos?|
108.
Car- volver
a empezar-|
El
desarrollo de la competencia multilingüe parece ser uno de los ejes
programáticos de la educación lingüística europea. Nos enfrentamos como
educadores lingüísticos a un nuevo paradigma que postula la necesidad de
integrar los conocimientos en diferentes lenguas y hacerlo a través de una
propuesta que coloca a la lengua como un contenido transversal en el currículum
escolar.
Actualmente
la noción de competencia multilingüe está siendo problematizada para poder
concretarla en propuestas programáticas que permitan a los profesionales de la
educación pensar y diseñar un nuevo acercamiento a la enseñanza de lenguas. Sin
duda, esto comportará la revisión de algunas de las bases de nuestra tradición
educativa, como por ejemplo, la función de la clase de lengua, la pertinencia
de los contenidos propiamente lingüísticos en los programas de formación y la
separación de las lenguas en el medio escolar.
En este
contexto, la propuesta del presente trabajo es considerar que el área de lengua
puede tener un proyecto propio basado en la formación de personas que, por un
lado, conozcan y valoren la diversidad lingüística del mundo y, por otro,
desarrollen el pensamiento crítico necesario para resistirse a su reducción. En
el marco concreto de las aulas, este proyecto implica abrir las puertas del
aula a diferentes lenguas, para aprender de ellas en diversos grados y
desarrollar competencias disímiles e integradas, entre las cuales están las que
atañen al oficio del lingüista. La reflexión lingüística y la conciencia
crítica sobre el funcionamiento lingüístico y social de las lenguas serían
elementos claves de dicho proyecto.
Como
sostiene este trabajo, el potencial multilingüe que aportan a las clases las
nuevas migraciones podría ser un punto de partida concreto y contextualizado
para un trabajo con y para la diversidad lingüística. Esto comporta valorizar
el capital lingüístico y las habilidades de los colectivos inmigrados, e
integrándolos en una propuesta que promueva la curiosidad lingüística, las
actitudes favorables hacia su diversidad y, en definitiva, una comunidad más
abierta hacia nuevas definiciones sociales y culturales.
6. Bibliografia[7]
Arnó, Elizabet (2002). El
desarrollo de las actividades metalingüíticas a través del trabajo en grupo.
Lleida: Milenio.
Bernárdez, E. (1999). ¿Qué són
las lenguas?. Madrid: Alianza Editorial.
Barrieras, M., S. Vilaró y C.
Junyent (2000). La diversitat lingüística. Quadern E.S.O. Barcelona: Octaedro.
Barrieras, M. S. Vilaró, V.
Unamuno y C. Junyent (2003). La diversidad lingüística. Cuaderno E.S.O. Barcelona:
Octaedro.
Bourdieu, P. (1982). Ce que
parler veu dire: l’économie des échanges linguistiques. Paris: Fayard.
Byram, M., G. Zarate y G. Neuner (1997).
Sociocultural competences in foreign language teaching and learning. Strasbourg:
Council of Europe.
Byram, M.
y M. Fleming (eds.) (1998). Language Learning in Intercultural Perspective. Cambridge:
Cambridge University Press.
Cantero, F.J. y C. De Arriba
(2004). “Actividades de mediación lingüística para la clase de ELE”, en redELE,
2, Octubre.
Consejo de Europa (2001). Marco
común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza,
evaluación. Estrasburgo: Consejo de Europa.
Coste, D., Moore, D. y Zarate, G. (1997). Plurilingual
and pluricultural competence. Strasbourg: Council of Europe.
Cots, J.M. y L. Nussbaum
(2002). Pensar lo dicho. La reflexión sobre la lengua y la comunicación en el
aprendizaje de lenguas. Leida: Editorial Milenio.
Crystal, D. (2000). La muerte
de las lenguas. Madid: Cambridge University
Press, 2001.
Diaz B. (2004). Y así nos
entendemos. Lenguas y comuncación en la emigración. Bilbao: Likiniano Elkartea
y Traficantes de sueños, editores.
Junyent, C.(1989). Les
llengües del món. Barcelona: Empúries.
Garcia Gomez, M. (2005). Norma
y diversidad en la enseñanza de lenguas, en Textos, 39, 50-58.
Freixinet, M. y Barrieras, M.
(2003). La Carpeta de la diversidad lingüística. Tercer ciclo de primaria.
Barcelona: Octaedro.
Hagège, C. (2000). No a la
muerte de las lenguas. Barcelona/Buenos Aiures: Paidós, 2002.
Heller, M. (1999). Linguistic Minorities and
Modernity : A Sociolinguistic Ethnography. London : Longman.
Hodge, R. y G. Kress (1979).
Language as ideoloy. London: Routledge.
Masats,
D., Noguerol, A. Prats, A. y N. Vilà (2002). “Recursos
para el desarrollo de la conciencia lingüística”, en: Cots, J.M y L. Nussbaum
(2002), 137-151.
Martín Rojo, L. -dir.- (2003). ¿Asimilar
o integrar? Dilema ante el multilingüísmo.
Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.Centro de Investigación y
Documentación Educativa.
Noguerol,
A. (2000). “Aprendre llengua (i altres coses) des de la diversitat”, en
Perspectiva i diversitat, vol.10: suplemento de Perspectiva escolar, noviembre.
Raiter, A., J. Zullo, K.
Sánchez, M. Szretter, M. Basch, V. Belloro, S. Pérez, P. García (2002). Representaciones
sociales. Buenos Aires: Eudeba.
Unamuno, V. (2003). Lenguas,
diversidad sociocultural y escuela. Hacia una educación lingüística crítica.
Barcelona: Graó.
Unamuno, V. y M.C. Junyent
(2003). Carpeta de la diversidad lingüística. Segundo ciclo de primaria.
Barcelona: Octaedro.
Unamuno, V. y L. Nussbaum (en
prensa). Los usos lingüísticos en una escuela del Raval
(Barcelona): entre objetos de discursos y prácticas sociales. Actas del Primer
Encuentro Internacional sobre Etnografía y Educación. Talavera: Universidad
de Castilla La Mancha.
UNESCO (Ad Hoc
Expert Group on Endangered Languages):
Language Vitality and
Endangerment: By Way of Introduction,
http://portal.unesco.org/culture/en/file_download.php/21b5446d3321dc495911144b59200105language_vitality_and_endangerment.pdf
[1]Este trabajo surge de la propuesta realizada durante las
jornadas Getxolinguae realizadas en Getxo, durante los días 18 y 19 de julio
del 2005.
[2]http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-URL_ID=8270&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
[3] Un ejemplo de trabajo con préstamos lingüísticos puede
encontrarse en el material elaborado por el GELA para ciclo superior de
educación primaria, (Freixinet, M. y M. Barrieras, 2003).
[4] La Carpeta de la Diversitat lingüística / Carpeta de la
Diversidad lingüística incluye un conjunto de propuestas de trabajo para los
diversos ciclos de educación primaria y para la educación secundaria
obligatoria, publicados en Barcelona por la editorial Octaedro. Si bien los
materiales se han publicado de forma separada, se trata de una propuesta
conjunta que incluye también un CDRom sobre las lenguas de Europa y la Gimcana
de las Llengües, publicada también por Octedro.
[5]
Exposición “Les llengëus a Catalunya”, organitzada pel grup GELA y el
Departamento de Lingüística de la Universitat de Barcelona. Abril-maig 2005.
[6] Para una presentación completa de las habilidades de
mediación y la competencia mediadora en lenguas, véase, por ejemplo, Cantero y
De Arriba, 2004.
[7]
Las transcripciones de estos fragmentos fueron realizadas por Txema Díaz, Luci
Nussbaum, y Virginia Unamuno. Los códigos
usados son los siguientes:
CEC: entrevistadora
JON; CAR; IRV; MAR: alumnos
Secuencias tonales
descendente \
ascendente: /
pregunta con pronombre ?
mantenimiento -
Pausas corta | media || larga <número de segundos> sin pausa <0>
Alargamiento silábico según duración · ··
···
Solapamientos
=texto hablante 1=
=texto hablante 2=
Interrupciones
texto_
Intensidad
piano {(P)texto} pianissimo {(PP)texto}
forte {(F)texto} fortissimo {(FF)texto}
Tono
alto {(A)texto}
tono bajo {(B)texto}
Tempo
acelerado {(AC)texto}
lento {(DC)texto}
Enunciados pronunciados riendo {(@) texto}
Comentarios de quien transcribe [texto]
Cambio de lengua {(cast) texto} {(cat)texto} o
negritas
Transcripción fonética o aproximada + texto+
Fragmentos incomprensibles (según duración): XXX |
Fragmentos dudosos {(&)) texto}
Reposiciones {“texto”}