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Gráficos generados por ordenador
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La comunicación con otros usuarios
Los
ordenadores son herramientas. Profesores y alumnos pueden pensar en el
ordenador como un facilitador en muchas de sus actividades corrientes. Y su
presencia se incrementará en los próximos años.
Los
ordenadores se utilizan como herramientas que facilitan la expresión escrita;
para ello se utilizan los procesadores de textos, programas que posibilitan la
escritura en un ordenador.
Los
programas de gráficos están permitiendo incrementar el número de mensajes
icónicos en nuestras comunicaciones. El entorno Macintosh ofrece grandes posibilidades
en este sentido. Los usuarios de este entorno presentan frecuentemente sus
documentos enriquecidos mediante esquemas, diagramas, cuadros, imágenes,
símbolos, etc.
El
tratamiento de la información se facilita a través de hojas electrónicas o de
Bases de Datos, y al tiempo se abren nuevos campos: es posible almacenar más
información, y acceder más rápidamente a ella.
El
ordenador facilita la comunicación con usuarios lejanos. Por ejemplo, si los
alumnos de varios centros recogen información meterológica a lo largo de un
mes, pueden intercambiarsela mutuamente con gran facilidad. Correo electrónico,
tablón de anuncios, etc. son algunos recursos. Por otro lado nos permite
acceder a Bancos de datos que proporcionan información actualizada sobre los
aspectos más diversos.
El
ordenador también se está convirtiendo en una herramienta eficaz en la
expresión musical y en la creación de imágen animada.
En
una encuesta recogida por Greenfield el uso de aplicaciones como tratamiento de
textos, etc. en Enseñanza Secundaria representaba en Estados Unidos un promedio
de 30 minutos por semana, frente a 17 minutos/semana dedicados a hacer
ejercicios, lenguaje, y 11 minutos/semana para juegos didácticos. Unicamente el
tema de la alfabetización informática ocupaba más tiempo: 55 minutos/semana.
El
ordenador, esa caja, contiene muchas más herramientas. Algunas facilitan la
gestión de centros, como programas contables y en general diferentes recursos
que facilitan el trabajo administrativo. Otras herramientas están específicamente
pensadas para la actividad docente: programas que permiten elaborar pruebas
tipo tests, validandolos y fiabilizandolos. Hace ya casi 20 años que se están
utilizando en España programas que facilitan la gestión de los informes de
evaluación. Algunas bases de datos se diseñan específicamente para resolver
problemas docentes, por ejemplo, bases bibliográficas o ficheros de alumnos. La
elaboración de apuntes o materiales escritos se ha convertido en una tarea
relativamente fácil con unos resultados excelentes gracias a programas de
composición de textos, como el PageMaker, etc. La elaboración de otros
materiales didácticos, como transparencias, originales para diapositiva, etc.
también se ha visto beneficiada de los programas de creación de gráficos.
La
actividad investigadora educativa también encuentra en el ordenador una eficaz
ayuda. Las técnicas cuantitativas disponen de paquetes estadísticos de fácil
uso. La observación en el aula puede recurrir a programas que facilitan la
codificación de observaciones registradas en vídeo. Las técnicas cualitativas
pueden recurrir para su análisis a poderosos programas de gráficos que
representan sin problemas las series de datos observados. Los estudios de campo
y las entrevistas se potencian si la información es introducida, tratada y
recuperada mediante bases de datos.
Esta
relación no es exhaustiva. Tampoco se explicarán todas las posibilidades
presentadas. Pero sí puede facilitar al profesor la comprensión de una idea
básica: las posibilidades del ordenador en la escuela no terminan con el Basic,
el Logo, la EAO o la Inteligencia Artificial. En realidad, apenas empiezan. En
este capítulo únicamente veremos algunas posibilidades didácticas de este tipo
de programas, obviando las referencias a la Gestión.
Un
programa de tratamiento de textos convierte al ordenador en algo parecido a una
máquina de escribir, pero provista de unos poderosos recursos y una gran
flexibilidad. La pantalla sustituye a la hoja de papel en blanco, y cada vez
más, la imita. Algunas marcas suministran pantallas del tamaño de una hoja DIN
A-4 real.
Los
textos en pantalla pueden ser fácilmente corregidos, modificados, trasladados,
copiados. Pueden, mediante ordenes sencillas, modificar su aspecto: letra
negrilla, cursiva o itálica, subrayados, diferentes tamaños, etc. Los
caracteres latinos pueden completarse con los griegos y con símbolos especiales
como ©, ,,
A
partir de un texto pueden elaborarse otros con modificaciones. A partir de una
carta pueden enviarse 100 cartas personalizadas (mail merge), esto es, en cada
una se nombre al destinatario y se incluyen párrafos especialmente indicados
para cada uno, y diferentes o comunes a un grupo.
Los
textos pueden ser impresos con distintos niveles de calidad, incluso con una
calidad similar a la de los textos impresos.
Se
pueden incluir gráficos, cuadros, esquemas, dibujos e incluso fotografías
previamente digitalizadas. Mediante una orden podemos cambiar la presentación
de la página, dividiendo el texto en dos o más columnas. Los márgenes pueden modificarse
rápidamente sin tener que reescribir el texto; de hecho no hay que preocuparse
de ellos pues el ordenador automáticamente cambia de línea al llegar al final
de cada una; en ese momento es posible elegir de modo que el margen derecho
quede como en una máquina de escribir, irregular, o como en un texto impreso,
alineado.
Las
páginas son numeradas automáticamente, comenzando en el número que deseemos. Un
encabezamiento o un pié escrito una sóla vez pueden aparecer a voluntad en
todas o algunas páginas. La amplitud de los márgenes izquierdo y derecho pueden
alternarse en las páginas pares o impares si así se indica al ordenador.
Títulos
centrados y de gran tamaño, utilización de números romanos en la numeración de
algunas páginas, creación de citas a pié de página que son numeradas
automáticamente y que se sitúan, y sitúan el resto del texto, en el sitio
correcto también de modo automático.
Una
orden nos permite encontrar rápidamente todos los lugares en el texto en el que
aparece determinada palabra, la cual puede ser sustituída por otra. Otra orden
contrasta la ortografía de todas las palabras con la señalada por un
Diccionario, permitiendo detectar errores. Incluso es posible recurrir a
correctores de estilo que señalan posibles incorrecciones sintácticas.
Esta
enumeración no abarca todo el abanico de posibilidades que ofrecen los
programas de tratamiento de textos. Naturalmente, en ordenadores domésticos y
con programas sencillos muchas de estas funciones no aparecen. Pero en
cualquier ordenador personal es posible acceder a todo lo expuesto contando con
el programa adecuado. En el caso de los compatibles-IBM es necesario dotarlos
de tarjetas de gráficos para ciertos usos. En general el tratamiento de textos
es, como casi todo, más cómodo y flexible en el entorno Macintosh.
Evidentemente,
estos programas son útiles al profesor para preparar sus documentos escritos,
cartas, informes, etc. Pero, ¿y para el alumno?
Existe
en este momento más acuerdo en los efectos positivos del ordenador cuando se
utilizan tratamientos de textos que en las demás áreas de utilización. Algunas
dificultades como el que algunos alumnos no sepan utilizar los diez dedos en el
teclado son relativizadas por ejemplo por Kurland que señala que escribir a dos
dedos no es un obstáculo.
También
se señala que estos programas poseen un marcado carácter individual. Sin
embargo, el trabajo por parejas se ha mostrado beneficioso y la utilización de
estos programas para la elaboración de documentos en grupo ha potenciado
significativamente la cooperación en el mismo. Se señala que quizás la causa
esté en que la pantalla del ordenador hace público lo que el papel mantiene más
privado.
Pero
¿cómo y cuándo utilizar estos programas? Existen algunos programas educativos
de ordenador que recurren a un tratamiento de textos y mediante preguntas
estimulan al alumno a escribir una redacción. Aquí se van a señalar algunas
aplicaciones de los programas de tratamiento de textos más convencionales.
El
primer uso es, evidentemente, en relación a la redacción creativa. A ello
contribuye la facilidad para experimentar con el texto, creando, modificando,
moviendo, suprimiendo, incorporando, etc. Los alumnos pueden "jugar"
con un texto, buscar combinaciones nuevas y sugerentes.
El
segundo uso hace referencia a la revisión de textos. Los alumnos tienden a
escribir una vez, en muchas ocasiones sin esquema previo, y casi siempre sin
proceder a una revisión y nueva preparación del original. Esto, en efecto,
lleva un excesivo trabajo cuando se encuentran saturados de otros compromisos.
Sin embargo, cuando han tenido ocasión de revisar con ayuda de un ordenador,
corrigiendo rápidamente los errores o deficiencias, los alumnos se han volcado
en el proceso de depuración del texto. El feed-back sobre los errores
gramaticales u ortográficos potencia la expresión escrita y eleva el nivel de
la misma. El uso de diccionarios ayuda a mejorar la ortografía.
Existen
muchas posibilidades para trabajos concretos. A partir de un texto con varios
párrafos, los alumnos deben sustituir algunos de ellos empleando en cada caso
al menos cinco palabras no presentes en el original y descartan, al menos,
cinco palabras de las que entonces aparecían. En otro ejercicio, el alumno debe
pensar títulos y subtítulos para todos los párrafos de un texto dado. Este
ejercicio es, evidentemente, introductorio para la realización de resúmenes y
esquemas y, por otro lado, desarrolla la comprensión lectora.
Jan
Austin, una profesora de primera enseñanza en California, involucró a sus
alumnos en el proyecto de escribir un libro sobre los nativos americanos. Los
alumnos se entusiasmaron con la idea y durante todo el curso trabajaron en el
libro, recogiendo información, organizandola, elaborando los textos,
corrigiendolos, etc.
El
uso del ordenador no dispensa del esquema previo antes de escribir, de pensar.
Pero ciertamente, permite comenzar a trabajar de un modo más directo, con la
idea de que posteriormente depuraremos el material elaborado.
Podemos
pensar que una Base de datos no es sino un archivo o archivos de tarjetas. La
mayoría de las bases parten de este supuesto. Así cada archivo se compone de
múltiples tarjetas. En todas las tarjetas de un mismo archivo existen unos
huecos a rellenar con información, por ejemplo, "nombre",
"edad", "sexo", etc. Estos huecos se llaman campos.
Las
Bases de datos de acceso secuencial o serie son aquellas que obligan a leer
todo el archivo hasta llegar a la tarjeta o ficha que deseamos leer o
completar. Las Bases de datos de acceso aleatorio son aquellas que permiten
leer directamente la ficha que deseamos sin tener que hacerlo previamente con
las anteriores. Las primeras son más lentas mientras que las segundas son más
extrictas en la construcción de las fichas. Por ejemplo, una Base de acceso
secuencial como el programa Microsoft File para Macintosh no necesita definir
el número de caracteres de cada campo, los cuales pueden ser además imágenes o
dibujos sin restricciones. Sin embargo, si trabajamos con muchas fichas, por
ejemplo con 1000, la búsqueda de un dato puede ser relativamente lenta. Es más
lenta que en las Bases de acceso aleatorio, pero es mucho más rápida de lo que
nunca podría serlo una persona buscando manualmente en fichas de cartón.
Las
Bases de datos relacionales son aquellas que permiten trabajar con varios
ficheros estableciendo lazos de unión entre ellos. Veamos un ejemplo: en un
archivo se conservan los datos y observaciones sobre los alumnos de Sociales o
de Geografía; otro conserva esta información sobre los de Matemáticas; etc.
Pero de todos esos alumnos poseemos la dirección y datos personales en un
tercer archivo. Al "abrir" su ficha en el archivo de Matemáticas o
Geografía automáticamente se abre la ficha correspondiente a su dirección en el
archivo-base.
Los
archivos creados con Bases de Datos poseen muchas características interesantes.
Algunos programas ofrecen diversos niveles de acceso, protegidos en ocasiones
con palabras-clave. Así, la consulta a determinados "campos" está
disponible para todos; la consulta de ciertas informaciones queda reservada a
otro nivel de usuarios; finalmente la modificación de los datos contenidos
queda limitada a unas pocas personas autorizadas.
¿Para
qué sirve que los alumnos utilicen Bases de Datos? Hunter señala tres aspectos:
los alumnos aprenden un concepto fundamental como es el que los ordenadores son
útiles en tareas que requieren grandes cantidades de información. También
aprenden una aplicación concreta, las formas de uso de recuperación de la
información en diferentes campos. Finalmente les acerca al impacto social, las
razones que hacen aconsejable restringir la información, así como las ventajs y
desventajas de sistemas concretos de recuperar información.
Sin
embargo, la razón más fuerte es la siguiente: los programas de Bases de Datos
son unas poderosísimas herramientas pero, al revés de los que pasa con los
Tratamientos de Textos, en muchas ocasiones presentan cierta complejidad de
uso, en especial si de se desea sacarles todo el partido posible. Por otro
lado, su aplicación se extiende a todas las actividades humanas, profesionales
o privadas. Posiblemente una gran parte del tiempo laboral del futuro se
dedique al trabajo con sistemas de archivos informatizados, bien recuperando,
bien introduciendo información.
Las
actividades que los alumnos realizan alrededor de una Base de Datos son:
-
Introducir información
-
Organizar la información
-
Buscar información
-
Manipular la información
-
Presentar la información.
Existen
propuestas para introducir a estas actividades mediante fichas de cartón
dotadas de agujeros y ranuras. Estas propuestas son especialmente adecuadas
para alumnos con niveles inferiores de representación visual.
La
Introducción de la Información puede realizarse desde el teclado, bien datos
reales, bien datos figurados. También es posible acudir a sistemas mecánicos de
recogida de información. Algunos ordenadores más sencillos poseen puertas
(conexiones) que permiten fácilmente crear dispositivos artesanos con esta
función. En los modelos más potentes es necesario recurrir a cables y sistemas
comercializados, desproporcionadamente caros.
La
organización de la información es una tarea que se presta al trabajo en equipo
y al ensayo con acierto-error. Sobre bases con pocos datos puede resultar un
ejercicio enriquecedor a todos los niveles.
La
búsqueda de información es la actividad más frecuente. Los alumnos ya realizan
ésta en base a textos como enciclopedias. En Estados Unidos incluso alumnos de
Secundaria y Primaria utilizan sistemas de acceso a Bases bibliográficas y
otras bases de consulta. En varias Universidades españolas los alumnos que
acuden a la Biblioteca usan terminales para acceder a los fondos bibliográficos
en vez de los tradicionales ficheros. A falta de sistemas de conexión exterior
es posible planear ejercicios elementales, como responder a preguntas
inferenciales de Geografía con la posibilidad de recabar información de una
sencilla base de datos contenida en un disquette y preparada por el mismo
profesor.
Los
profesores y responsables de programas informáticos deberían reflexionar sobre
esto: es más importante para el alumno, tanto en su futuro profesional como en
su realidad estudiantil, entrenarse en el uso de programas de Tratamiento de
textos y Bases de Datos que en el desarrollo de programas en Basic o en Logo;
además los beneficios para su desarrollo cognitivo posiblemente también sean
mayores.
Resulta
ingenuo hablar de Hojas de cálculo cuando muchos profesores son reacios a dejar
manejar la calculadora a sus alumnos. En ambos casos se trata de un error
similar al que cometían hace años algunos maestros que no dejaban usar a sus
alumnos bolígrafos (debían utilizar plumas o plumillas o lápiz).
Una
hoja de cálculo es básicamente una gran hoja llena de casillas en las que
podemos introducir número o funciones. Las funciones pueden relacionar valores
de otras casillas y constantes. Las operaciones a introducir varían, incluyendo
siempre las cuatro reglas básicas y una relación similar a una cálculadora
media. Además se suelen incluir funciones específicas, por ejemplo, la Media
Aritmética, etc.
Trabajar
con una hoja de cálculo obliga al alumno a organizar información, diseñar
relaciones y analizar procesos matemáticos descomponiendolos en sus partes.
Las
hojas de cálculo permiten introducir en el diseño de programas de simulación.
También funcionan como aproximación intuitiva a la resolución de ecuaciones. La
única razón aparente por la que los alumnos de Bachillerato no las utilicen con
más frecuencia es porque sus profesores de Matemáticas deben desconocerlas o
desconocen sus posibilidades.
Aún
prescindiendo de lo dicho, las hojas de cálculo pueden sustituir a Bases de
Datos numéricas e introducen en conceptos contables. Llevar las
"cuentas" de gastos y entradas mediante una Hoja de Cálculo es una
actividad adecuado para alumnos de 12-13 años y menos.
La
"tortuga" del LOGO permite dibujar. Esto es interesante por diversos
motivos. Pero aquí no nos referimos a esa actividad, sino a la utilización de
programas informáticos específicos para crear gráficos, programas que permiten
dibujar en color o Blanco y Negro, e incluso realizar dibujos animados.
Es
obvio que estos programas no sustituyen la actividad manual con pinturas o
lápices. En cualquier caso no se pretende aquí polemizar sobre el tema. Pero
hay dos hechos que no conviene olvidar. Los alumnos que en su futura vida
profesional dentro de 10 ó 20 años necesiten preparar imágenes gráficas deberán
hacerlo en su gran mayoría mediante equipos informáticos. Los alumnos que a
ciertos niveles se sienten decepcionados de los resultados que obtienen en la
creación de imágenes, también se beneficiarían del uso de estos programas.
Los
programas de gráficos son básicamente de dos tipos: puntuales y objetuales. Los
primeros dibujan puntos. Los segundos, objetos.
Un
programa "puntual" presenta herramientas similares a uno objetual:
brocha, lápiz, selector, cuadrados/rectángulos, circunferencias/elipses, llenar
de trama o color, etc. Pero una vez introducida una forma en un programa
puntual, esta pierde su carácter de objeto y pasa a ser un conjunto de puntos
que pueden ser modificados individualmente. En un programa objetual, la forma
es un objeto que puede alargarse, contraerse, girarse, superponerse,
trasladarse, etc. independientemente de las otras formas con las que se
encuentre.
Una
limitación de estos programas de gráficos es la "salida": las
impresoras capaces de reproducir la paleta de colores que ofrecen los equipos
actuales son caras. Y la grabación de la señal de vídeo en cinta magnetoscópica
presenta problemas de sincronía, definición de pantallas y estabilidad de
colores. Así que al final tenemos un resultado que sólo es visible en la
pantalla de un ordenador. Los programas en Blanco y Negro presentan menos
problemas, a pesar de la mala calidad de las impresoras de matriz de puntos.
Estos
programas pueden ser utilizados desde que los niños poseen suficiente control
de sus manos como para manejar los dispositivos de entrada. Niños de ocho años
han utilizado tanto programas puntuales como objetuales, obteniendo resultados
satisfactorios en menos de una hora de aprendizaje.
No
parece recomendable establecer reglas sobre el uso de estos programas, fuera de
la ya indicada sobre capacidad de control de los terminales, por ejemplo el
lápiz óptico o el ratón. Sí parece adecuado evitar partir de originales o ideas
sobre papel, invitando a los alumnos a plasmar directamente sus ideas mediante
los recursos informáticos del programa.
Como
ya se ha señalado en otro momento, el entorno Macintosh resulta superior en
este campo al entorno IBM. Las posibilidades de este entorno se completa con
programas como el VideoWorks que permiten a niños de menos de 9 años crear
secuencias de dibujos animados con menos de 10 horas de aprendizaje.
Al
igual que pasaba con los gráficos, también es posible crear melodías o ritmos
desde lenguajes de programación, BASIC o LOGO. Sin embargo aquí nos referimos a
programas específicamente de creación e interpretación musical.
Estos
programas funcionan en ocasiones a través del teclado QWERT y en otras a través
de un teclado tipo piano. También es posible controlarlos mediante el
"ratón". Los programas permiten componer interpretando melodías y
trabajando posteriormente sobre su transcripción al pentagrama, o bien
escribiendo directamente sobre el pentagrama y escuchando los resultados.
Otros
programas permiten crear diferentes efectos, combinar "voces", etc.
Sin embargo los ordendores más sencillos presentan límites en la riqueza de
sonidos a reproducir.
Algunos
programas ayudan a comprender la naturaleza del sonido y la realidad física
presente detrás de las armonías. En otros casos se trata de recursos que permiten
al alumno explorar el universo musical sin pasar por los largos períodos de
ejercitación necesarios para dominar un instrumento.
Muchos
ordenadores tipo PC, tanto compatibles-IBM como otros entornos, pueden ser
conectados a sistemas MIDI. Es un buen camino para introducir a alumnos de
Secundaria en el campo de la música electrónica o digitalizada.
Un
modem es un sencillo aparato que permite conectar el ordenador a la línea
telefónica. Algunos modems conectan directamente medianta un cable, en tanto
que otros poseen un soporte sobre el que colocar el auricular del aparato; en
ese caso la conexión se realiza mediante la conversión de las señales del
ordenador en sonidos. Los ordenadores portátiles pueden incluir modems de este
segundo tipo que permite conectarse desde cualquier teléfono, por ejemplo desde
una cabina, con un ordenador central u otro ordenador personal.
La
función del modem es convertir las señales del ordenador en impulsos
electrónicos susceptibles de ser transmitidos por las líneas telefónicas. Así,
dos ordenadores cualesquiera pueden comunicarse sin más que acoplarlos mediante
modems. Los ordenadores que se acoplen pueden ser de diferentes tipos.
Unicamente es necesario ponerse de acuerdo previamente en el protocolo de
comunicación que incluye, entre otras cosas, acuerdos sobre la velocidad a la
que se transmiten los datos, la presencia de ciertos bits de control, etc.
El
funcionamiento es sencillo. Algunos programas de comunicación facilitan las
operaciones hasta el punto que ni siquiera es necesario marcar el número de
destino, pues el ordenador lo hace por uno.
Varios
centros unidos mediante Modems pueden comunicarse programas, documentos, etc.
Naturalmente, si queremos leer un documento escrito en WordPerfect en el
entorno IBM y que nos llega via modem debemos disponer de un ordenador de ese
mismo entorno o de un programa de traducción. Un programa de traducción
convierte los documentos escritos con un programa determinado de Tratamiento de
textos (o Base de datos, etc.) en documentos escritos por otro programa
distinto. Así, el Maclink permite traducir del WordPerfect al MacWrite y
viceversa.
Los
alumnos pueden utilizan los modems para comunicarse con Bases de documentación
exteriores, como Bibliotecas, servicios de documentación especializada, etc. Y
esos mismos equipos les permiten comunicarse entre ellos. Entre varios centros
pueden recoger diariamente datos de carácter metereológico y comunicarselos
mutuamente; a partir de esos datos los alumnos de cada centro pueden explorar
sus propias predicciones, así como comparar microclimas.
Varios
centros pueden editar una publicación común con páginas especiales específicas
en cada uno de ellos. Basta transmitirse periódicamente los diferentes
materiales elaborados e imprimir el original en cada uno. Centro situados a
varios cientos de kilómetros de distancia pueden editar simultáneamente estos
materiales. También se pueden transmitir imágenes con la ayuda de un
digitalizador que convierte una imagen en datos informáticos.
No
siempre se recurre a la comunicación directa entre usuarios. Las Redes de
Comunicación y los Servicios de Correo Electrónico facilitan la comunicación, a
veces entre usuarios que no se conocían anteriormente. El Correo Electrónico
permite enviar documentos sin necesidad de que el destinatario tenga en ese
mismo momento su aparato conectado. Para ello se utiliza un centro intermedio
de almacenamiento de la información.
Los
modems, programas de comunicación y cables de conexión son relativamente
económicos para un centro que dispone de un aula con 10 ó 20 ordenadores. Sin
embargo, existe una prevención contra la introducción de modems en centros
educativos por el costo del servicio telefónico que llevaría parejo,
especialmente si no se arbitran medidas de control. Por ello algunos programas
de comunicación incluyen palabras clave ("passwords") que limitan el
acceso a determinadas personas.
La
comunicación con otros usuarios no sólo permite ampliar perspectivas a los
alumnos y extender su campo de relaciones sociales; son también una interesante
fuente de novedades y programas con los que actualizar los recursos existentes.
Podemos
pensar que las Bases de Datos son programas adecuados a Sociales, las Hojas
Electrónicas a Matemáticas, los programas de Tratamiento de textos a Lenguaje,
los programas de gráficos y música a Expresión Plástica y a Dinámica. Los
programas de comunicación son adecuados a todas las áreas.