Algunas
aplicaciones del portafolio en el ámbito educativo
Depósito Legal:
GR-1740/2000 ISSN 1577-2365
AUTOR:
Esteban García Hernández
PAÍS: México
EMAIL: esteban_garciah@infosel.net.mx
INSTITUCIÓN EDUCATIVA: Secretaría de Educación y Cultura del Estado de
Chihuahua
RESUMEN: En este documento se plantea de manera inicial el concepto y
características del portafolio, instrumento innovador en educación, además se
establecen algunas de sus aplicaciones y posteriormente se mencionan algunos
lineamientos generales para su aplicación.
México
2000
Tabla
de contenidos
A pesar de que el portafolio no
surge en ámbitos educativos, al introducirse de manera sistemática en la
escuela, ha cobrado auge y se vislumbran aplicaciones que hasta hace poco no se
hubieran pensado.
En este documento se plantea de manera inicial un concepto de portafolio,
estableciendo las características que desde una definición de portafolio
reflexivo surgen, con la intención de evitar que el lector perciba a este
instrumento que en educación ha resultado innovador, desde una postura tradicional
en la que se conceptualiza como acumulación de trabajos producidos por los
alumnos y resguardados por el maestro.
En un segundo apartado se
establecen algunas de las aplicaciones del portafolio que se han llevado a cabo
básicamente en instituciones educativas de Estados Unidos, país en donde se han
registrado múltiples experiencias de aplicación del portafolio en una variedad
de aplicaciones que van desde el trabajo realizado por unos cuantos docentes de
una pequeña escuela, hasta universidades(*)
en donde este instrumento se utiliza para la toma de decisiones.
De las aplicaciones del
portafolio sobresale el uso que se le ha dado en evaluación, que es donde cobra
auge, además se presentan aspectos referidos a la aplicación del portafolio en
procesos de formación docente, en donde resulta novedoso, también se
percibe la pertinencia que el portafolio puede tener en la vinculación de padres
de familia a los procesos de aprendizaje de sus hijos y como instrumento de
investigación. No se considera que estos cuatro aspectos agoten las
posibilidades del uso del portafolio, pues se encuentra en una etapa
exploratoria que puede constituirlo en una herramienta que de respuesta a
aspectos educativos en los que el interés básico sea conocer procesos de
aprendizaje o de enseñanza.
En un tercer apartado se
mencionan lineamientos muy generales que más que plantear al lector formas
estandarizadas para la implementación del portafolio, presentan algunos
aspectos a considerar al aplicar esta estrategia que deberán adaptarse al
objetivo que con la aplicación del portafolio se quiera lograr y a las
condiciones particulares del contexto en el que se quiera implementar y de los
sujetos que se quieran involucrar.
En el siguiente apartado se
esbozan algunas posibilidades de introducción del portafolio en educación
básica. Esto se presenta con el propósito de generar opiniones en torno a la
pertinencia del portafolio, sus posibilidades reales de aplicación y los apoyos
que puede constituir para coadyuvar en la resolución de problemas presentes en
este nivel educativo.
Finalmente se incluyen dos
anexos, en el primero se presentan aspectos de los libros para el maestro (de
español) del primer ciclo de educación primaria en donde se hace referencia a
la conformación de carpetas de trabajo y en el segundo, información de un
proyecto de implementación del portafolio en una institución de educación media
superior del estado de Chihuahua.
El concepto de portafolio ha
existido desde hace muchos años y se ha manejado por profesionales de ámbitos
tales como literatura, artes, arquitectura, fotografía, periodismo y
publicidad, en los cuales se hace necesaria la presentación de evidencias que
permitan valorar los conocimientos y habilidades básicas y posibilidades de
logro que presentan por medio de una colección de trabajos que los representan.
La introducción del portafolio
en educación es muy reciente, aunque algunos docentes sostienen que los
portafolios no representan una novedad en al ámbito educativo al constituir
parte de su trabajo, pues refieren que con frecuencia rescatan trabajos de los
alumnos en carpetas. Si bien responden con esto a un concepto de portafolio,
este resulta tradicional por ser estático, “acumulación simple de trabajos”,
sin propósitos referidos al mejoramiento de la práctica docente y sin una
realización sistemática que haya permitido su documentación.
Al revisar experiencias
referidas al trabajo con portafolio en España, se encontraron algunas con
cierta relación a este, documentadas por los propios docentes, en las que se
plantean instrumentos de trabajo en el aula que presentan relación con el
propósito de que maestros, padres de familia y/o alumnos reflexionen sobre la
práctica tales como el diario escolar(1),
el cuaderno de seguimiento(2)
y la maleta viajera(3),
el primero es un cuaderno en el que el docente expresa de manera secuenciada
los contenidos abordados, y principales actividades que se realizan en torno a
ellos, dando importancia a la participación que los alumnos tienen y a la
documentación de los fundamentos que guían la labor educativa, el segundo es un
instrumento de atención individualizada que favorece la autoconciencia del
alumno acerca de sus avances académicos y un mayor involucramiento de los
padres de familia en el desarrollo de sus hijos y el tercero que es una carpeta
en la cual los alumnos incorporan trabajos y materiales que realizan, para
someterlos a crítica y evaluación de maestros y alumnos de otras escuelas.
Lyons (1999) establece que en
Estados Unidos de Norteamérica el uso del portafolio se originó debido a un
clima de insatisfacción con respecto a las escuelas norteamericanas que se
presentó a partir de la década de 1970 y continuó en la de 1980. El portafolio
respondía a la necesidad de implementar innovaciones focalizando la atención en
docentes y alumnos, inicialmente en relación con evaluación y de manera más
reciente vinculada a la formación de docentes. French (1992) centra la atención
en el portafolio utilizado para atender a estudiantes de grupos minoritarios
que aprenden el inglés como segunda lengua, que no son evaluados de manera
correcta por pruebas estandarizadas que no responden a sus características
específicas.
Es Estados Unidos uno de los
países en donde se han documentado un mayor número y variedad de experiencias
que permiten observar las formas de aplicación del portafolio, sin embargo aún
no se ha explotado toda la gama de posibilidades que como se verá más
delante puede brindar en el ámbito educativo.
En México aumenta la factibilidad
de la aplicación del portafolio en educación básica a partir de la
implementación del Programa de Educación Preescolar en 1992 (PEP ’92) y del
plan de estudios 1993 para educación primaria y secundaria debido al cambio de
enfoque que los programas presentan, ya que en este se plantea la importancia
de atender a los procesos de construcción del conocimiento de los alumnos. Sin
embargo no se plantea como una estrategia a seguir de manera explícita en lo
que a acciones tendientes a evaluar se presentan. La forma más directa de
presentación del portafolio se incluye en los libros para el maestro de español
correspondientes al primer ciclo de educación primaria (editados en 1997 y 1998
respectivamente) en donde recibe la denominación de Carpeta de Evaluación,
que tiene como finalidad rescatar producciones de los alumnos con el propósito
de observar diferentes habilidades que presentan al manejar la lengua escrita y
analizar su evolución. (Ver Anexo 1)
Otro instrumento que resulta
coincidente en algunos aspectos con el portafolio es el Diario de Campo,
instrumento que en el libro de Cecilia Fierro (1991) Ser maestro rural ¿una
labor imposible?(*)
se presenta como una alternativa para que el maestro investigue acerca de su
trabajo docente de tal forma que sea capaz de generar experiencias evaluadas y
sistematizadas que puedan impactar en el diseño de políticas educativas,
posteriormente el diario de campo se presenta también como una alternativa de
autoanálisis de la práctica docente en las Licenciaturas en Educación
Preescolar y Primaria 1994 de la Universidad Pedagógica Nacional. (**)
Existen diversos conceptos de
portafolio, que varían en el énfasis que otorgan a aspectos que los
constituyen; el papel que asumen los actores que participan en su elaboración y
la relación que presentan con la evaluación, la formación docente o con
procesos de certificación.
Se hace preciso establecer que
en este documento se considera al portafolio como una colección de trabajos
elaborados por el alumno o el maestro, que se relacionan de manera directa o
indirecta con actividades referidas a contenidos curriculares. Sin embargo es
necesario definir algunas de sus características para diferenciarlo de un
concepto extendido de manera amplia acerca del portafolio que lo establece de
forma llana como una simple colección de documentos.
Es una selección deliberada del alumno o del docente (es decir no responde al
azar) que busca dar a conocer los esfuerzos, progresos y estrategias que sigue
para lograr determinados objetivos.
La selección de trabajos que constituyen el portafolio se realiza de manera
sistemática al constituir una secuencia cronológica que permite observar la
evolución de conocimientos, habilidades y actitudes del alumno o del docente en
una o más asignaturas.
Los trabajos contenidos en el portafolio están acompañados de una narrativa
reflexiva elaborada por quien lo elabora, misma que posibilita la comprensión
del proceso de aprendizaje de éste en la construcción de conceptos,
habilidades y actitudes. Dicha comprensión se propicia en el alumno, pero también
en el propio docente.
Son entonces las tres
características mencionadas las que permiten diferenciar al portafolio
colección en el que los alumnos producen trabajos que los docentes acumulan y
en el mejor de los casos son utilizados para constatar trabajos
realizados y constituir una calificación, del portafolio reflexión,
concepto dinámico que se acompaña por la posibilidad de realizar algunas de las
acciones que se presentan a continuación:
Reflexión. Derivada de la construcción del portafolio con documentos
significativos para su aprendizaje y la descripción que de estos realizan y/o
el análisis de las observaciones que adjuntan las personas que tienen acceso a
él.
Autoevaluación. Este aspecto permite efectuar un análisis de las propias
habilidades y competencias en lo individual y en relación con el resto del
grupo y realizar esto de forma dinámica pues tiene la posibilidad de observar
sus producciones en diferentes momentos.
Evaluación auténtica. Quién elabora un portafolio tiene la posibilidad de
mostrar sus problemas y progresos en aspectos específicos referidos al logro de
objetivos establecidos por medio de la presentación de resultados derivados de
la ejecución de tareas típicas efectuadas en un medio concreto y referidos a
aspectos cotidianos.
Aprendizajes del aprendizaje. French (1992) establece que maestros y otras
personas involucradas en el análisis de portafolios de estudiantes mencionan
que al realizar dicha tarea logran entender aspectos básicos acerca del
aprendizaje de los estudiantes; qué aprendieron y cómo lo aprendieron.
Compromiso de atención a problemas específicos. Al identificar errores en las
producciones contenidas en el portafolio, se asume el compromiso de llevar a
cabo estrategias específicas que tiendan a su solución, por quien elabora el
portafolio y quien lo revisa, de ahí que se posibilite un trabajo cooperativo.
A pesar de que el portafolio
reflexión cuenta con las características mencionadas, este ha sido clasificado
por diversos autores de acuerdo a sus características y usos específicos. A
continuación se presentan dos ejemplos de esas clasificaciones con el propósito
de observar la versatilidad de sus aplicaciones.
Shores y Grace (1998), realizan
una clasificación de los portafolios de la siguiente manera:
Privado |
De aprendizaje |
Continuo |
Es
confidencial. Su
elaboración requiere de lineamientos que establezcan de manera clara los
aspectos que debe contener, quiénes serán sus usuarios y cómo se utilizará. Incorpora
reportes escritos (anécdotas, listas de cotejo, entrevistas) elaborados
principalmente por el docente, que no resulta conveniente o necesario incluir
en los trabajos de los alumnos, pero que permiten entender aspectos
importantes de los trabajos incluidos en el portafolio de aprendizaje. |
Es
público (amplio). Es
el más frecuentemente utilizado, los alumnos en acuerdo con su maestro
definen los trabajos a incluir. Presenta
diversas producciones de los alumnos, que permiten tener constancia de sus
conocimientos, habilidades y actitudes, lo que posibilita realizar
actividades de evaluación y apoyo en aspectos específicos. |
Es
público (restringido). Es
una versión condensada de los portafolios privado y de aprendizaje, ya que
juntos pueden constituir un auxiliar en la comprensión del desarrollo del
aprendizaje. Es
una selección de trabajos clave que documentan los mayores avances de los
alumnos en un periodo de tiempo específico y/o la persistencia de problemas
de tipo conceptual o referidos a ciertas habilidades o actitudes. |
Si bien los tres tipos de
portafolio se presentan de manera aislada, su diseño tiene como aspecto común
la importancia que se otorga a las producciones de los alumnos, de las cuales
se derivan observaciones del docente y constituyen el portafolio privado,
algunas de estas observaciones conjuntadas con trabajos clave de los alumnos
constituyen el portafolio continuo y permiten evidenciar progresos y problemas
que resultan de interés para los maestros que atenderán al alumno en próximos
ciclos escolares.
Desde otra perspectiva Danielson
y Abrutyn (1999) clasifican los portafolios como se presenta a continuación:
De trabajo |
De exhibición |
De evaluación diagnóstica |
Es
una colección general y deliberada de producciones, de acuerdo a objetivos
específicos. Es
la constatación de acciones realizadas por el alumno. |
Es
llamado también de presentación, debido a que contiene los mejores trabajos,
en un intento de demostrar altos niveles de realización alcanzados. |
Es
la documentación de aprendizajes del alumno, se define de acuerdo a
contenidos determinados, lo que permite realizar observaciones y tomar
decisiones en base al nivel de logro de objetivos curriculares. |
Aquí también es posible observar
una clara interrelación entre los tres tipos de portafolio. Del portafolio de
trabajo surgen el portafolio de exhibición y de evaluación diagnóstica y un
portafolio de exhibición ser evaluado para conocer necesidades de los alumnos y
realizar una planeación de estrategias de aprendizaje que responda a ellas.
También el portafolio de exhibición puede enriquecer al portafolio de trabajo
al proporcionarle evaluaciones, fotografías u otra documentación de una
exhibición.
En el ámbito educativo el
portafolio se presenta asociado a evaluación educativa en la década de los
ochentas. La definición y caracterización del portafolio sugiere de
manera inmediata una relación directa entre el portafolio y la evaluación
entendida como “... la valoración continua del aprendizaje del alumnado y de la
enseñanza del profesor mediante la obtención sistemática de datos, análisis de
los mismos y toma de decisiones oportuna mientras tiene lugar el propio
proceso”. (1)
Sin embargo desde este momento se hace preciso indicar que si bien el
portafolio se introduce en un primer momento como estrategia para evaluar el
aprendizaje de los alumnos, su uso no ha quedado restringido a este aspecto.
Si bien el portafolio se utilizó
para documentar el aprendizaje en áreas curriculares en las que no se facilita
la utilización de evaluaciones tradicionales y cuya aplicación era la forma más
lógica para evaluar, posteriormente el portafolio se observó en relación con la
evaluación de otras asignaturas o como una alternativa a las estrategias de
evaluación tradicionales que no permiten la identificación cabal de lo que el
estudiante sabe o puede realizar. Siendo el portafolio en cambio un instrumento
que se relaciona con los procesos de aprendizaje de los alumnos y que permite
identificar conocimientos previos de los alumnos, el conocimiento y valoración
de la evolución que estos presentan de manera individual y en relación con los
alumnos de un grupo, así como detectar problemas de aprendizaje específicos e
incluso fallas en las estrategias de enseñanza, aspectos que posibilitan una
definición de alternativas que permitan mejorar la práctica docente y que
conlleven a mejores aprendizajes.
Además facilita que el alumno se
involucre en ese proceso de evaluación al permitirle la identificación de los
objetivos establecidos y la ubicación de su nivel de logro, aspecto que
conlleva una responsabilidad compartida entre docentes y alumnos en la medida
en que se detecten deficiencias en su logro.
Si bien el portafolio tiene auge
en educación al introducir su aplicación con alumnos y de manera básica en
tareas relativas a evaluación en la década de los ochentas, Nona Lyons (1999)
plantea que recientemente en Estados Unidos el portafolio ha adquirido importancia
en dos ámbitos distintos: la formación y la evaluación del desempeño
profesional del docente.
Un aspecto nodal en el
mejoramiento de la calidad educativa ha sido el referente a capacitación y
actualización de docentes. Las estrategias básicas para llevar a cabo estas
tareas se han centrado en las siguientes actividades: ampliar los referentes
del docente en torno a los objetos de estudio que constituyen la curricula;
presentar de manera general las principales teorías del aprendizaje; definir
alternativas metodológicas específicas que llegan a constituirse en un conjunto
de técnicas a aplicar; o como una estrategia más global realizar una
combinación de las tres estrategias anteriores.
Al analizar el impacto de
procesos de actualización y capacitación a docentes a partir de las estrategias
mencionadas se puede establecer que no generan necesariamente cambios en la
práctica docente.
Una estrategia diferente de
actualización docente y de reciente introducción en México pretende que el
docente reconceptualice conceptos curriculares a partir del análisis teórico
del aprendizaje y la enseñanza, la recuperación de experiencias del docente, el
análisis de condiciones didácticas adecuadas y la experimentación de
actividades prácticas en el aula,(*)
sin embargo se desconoce el impacto que estos talleres han tenido.
En contraparte se ha encontrado
(Porter y Cleland 1995) que existen experiencias que muestran que el trabajo
con portafolios elaborados por los propios docentes constituye una actividad
reflexiva en la práctica que posibilita el proceso de reflexión del quehacer
docente (auxiliar para reflexionar acerca de actividades que lleva a cabo y el
sustento que las amparen) la medida en que se entienda que la elaboración del
portafolio requiere trabajo de equipo, es decir la constitución de colectivos
reflexivos en torno a sus actividades y que dicha reflexión tiene impactos en
la práctica.
Es importante explorar esta
alternativa que se sustenta en la necesidad de que el docente sea sujeto de su
propio desarrollo profesional y que de respuesta a aspectos básicos de la
enseñanza y el aprendizaje desde lo concreto que puede resultar el trabajo de
los alumnos y no cambiar las estrategias hasta ahora planteadas.
Derivado de lo anterior es
posible entender que los contenidos de los portafolios puede llegar a
constituir elementos básicos para la discusión profesional de los procesos de
construcción de conceptos básicos del alumno, la identificación de
problemas que surgen y el diseño de estrategias para darles respuesta, los
elaboración de los materiales másidóneos, que lleven a realizar acciones
específicas tales como las que se enuncian a continuación:
Efectuar una organización de
actividades de clase basada en datos que muestren el avance de los niños y que
posibilite la atención a los diferentes ritmos de trabajo y necesidades que
presenten, generando así posibilidades de diseñar estrategias de
retroalimentación efectiva.
Posibilitar al alumno en el
examen de sus procesos de aprendizaje, progresos en su propio ritmo de trabajo
y en comparación con sus compañeros en actividades que hayan realizado de
manera homogénea conlleva a un diálogo más horizontal con el docente e incluso
con los padres de familia, que tienda a mejorar sus producciones.
Derivado de lo anterior existe
la posibilidad de aplicación del portafolio en aspectos administrativos, al
facilitar un seguimiento de la actuación docente que permita establecer avances
o retrocesos en su práctica, para que el personal directivo organice trabajo
dentro del colectivo escolar o gestione apoyos académicos en las instancias
correspondientes.
La implementación del portafolio
potencializa el involucramiento de los padres de familia
El portafolio puede favorecer un
contacto permanente con los padres de familia, debido a que posibilita que
estos entren en diálogo directo con sus hijos acerca de las actividades
específicas que en la escuela se están realizando, les permite entender los
avances que sus hijos tienen al observar directamente las producciones
que el portafolio contiene y facilita la participación en la superación de
problemas que los alumnos expresan en sus trabajos.
La recuperación de las visiones
de los padres de familia documentadas en anexos que se pueden incluir en los
trabajos contenidos en los portafolios, puede permitir que el docente sea más
sensible a las necesidades a las que se enfrenta el alumno en contextos reales
y posibilitan ajustes pertinentes al currículo.
El portafolio es un instrumento
de investigación
El portafolio en sí mismo
constituye un instrumento de investigación, se han realizado aplicaciones
recientes de modalidades del portafolio en estudios/diplomados organizados por
la Dirección General de Evaluación de la Subsecretaría de Planeación y
Coordinación, de la S.E.P.
En un primer estudio se
utilizaron “... pequeñas colecciones de cuadernos de los estudiantes, con el
fin de observar el avance programático, identificar la naturaleza de
retroalimentación que reciben los alumnos de sus ejercicios, en caso de
haberlos, y conocer el nivel de complejidad de las notas de los alumnos” (1) y
en el segundo estudio se implementó el portafolio como una herramienta que
posibilita tener evidencias de los niveles de desempeños de los individuos que
se presentan al manejar determinados conceptos(2),
en este caso específico se diseño un instrumento para identificar niveles de
conceptualización del sistema decimal de numeración, logrando con esto
posibilidad de comparabilidad de las evidencias de desempeño obtenidas por
alumnos de quinto grado.
Danielson y Abrutyn (1999)
establecen que una aplicación de manera sistemática del portafolio posibilita
llevar a cabo investigación educativa longitudinal (establecen como ejemplo la
posibilidad de indagar acerca de avances que presentan los alumnos en áreas
específicas) y transversal (mencionan la posibilidad de investigar
acerca de uso de determinadas metodologías).
III. Estrategias para implementar el portafolio
Es preciso establecer de manera
inicial que no existen formas estandarizadas para la implementación del
portafolio, aunque es posible identificar experiencias de aplicación que han
resultado exitosas. De ahí que planteen algunas de las características comunes
que se han observado.
7. Evaluar la experiencia para
realizar las modificaciones necesarias.
Es necesario reiterar que las
acciones enumeradas no son pautas a seguir, aún pues como se mencionó aún no se
han documentado experiencias suficientes (al menos en México) del trabajo que
se puede efectuar con el portafolio.
En este apartado se plantean
cinco posibles acciones a realizar en educación básica al considerar al
portafolio como herramienta importante que puede impactar en algunos aspectos
de este nivel.
·
Consolidación en educación preescolar
La educación preescolar ha
contado con un plan de estudios que enfatiza un proceso de construcción
permanente por parte del alumno, mismo que la educadora debe atender por medio
de la aplicación de estrategias de una evaluación cualitativa que de cuenta de
los mencionados procesos, sin embargo se presentan casos en los que esta
evaluación se restringe al manejo de un anecdotario o la aplicación de listas
de cotejo y escalas estimativas que si bien permiten focalizar determinados
procesos presentes en las actividades de los alumnos, no resultan suficientes.
En este caso el portafolio reflexivo permitiría visualizar avances de los
alumnos de una manera más concreta no sólo por la educadora, sino también por
los padres de familia con lo que se podría realizar un cambio en la percepción
que los padres de familia tienen de la carpeta de los alumnos, que en la
mayoría de las ocasiones se constituye en una acumulación de trabajos que no
les permite una reflexión en torno a su contenido, secuencia e importancia,
aspecto que no propicia que se involucren de manera real en las actividades que
los alumnos llevan a cabo en la escuela, además de que no permiten a las
educadoras ser sensibles a las expectativas, necesidades y condiciones de las
familias de sus alumnos al no recuperar observaciones de la familia en torno a
los trabajos realizados por los alumnos.
De manera inicial se podría
llevar a cabo una aplicación explícita del portafolio como instrumento de
evaluación en educación primaria en una red de escuelas que presentaran interés
por esta modalidad de trabajo y que participaran de manera voluntaria, esta
acción permitiría contar con una valoración de este instrumento derivada de su
aplicación concreta en escuelas de la entidad.
Existe la necesidad de que se
continúen planteando estrategias para que los docentes de educación primaria
logren incorporar los aspectos planteados en los enfoques del plan de estudios
1993 y el manejo del portafolio puede constituirse en un apoyo por la
posibilidad que brinda de analizar procesos de construcción en los
alumnos.
En casos donde se han focalizado
problemas, el portafolio puede introducirse como un instrumento que permite
identificar causas de dicha problemática y revisar y diseñar alternativas a
esta. Tal es el caso de la educación secundaria donde se presentan
significativos índices de reprobación y deserción. Datos del Plan Estatal de
Desarrollo reportan que más del 25 % de los alumnos inscritos en este nivel
reprueban al menos una materia (1)
Establecer un análisis
cualitativo por medio del portafolio permitiría tener datos más preciso acerca
de las causas de la reprobación y generar una toma de decisiones más atinada.
El trabajo de los colectivos
para diseñar proyectos escolares de mediano o largo plazo que rompan con las
inercias en las que se encuentran algunas escuelas, se ha constituido en muchos
casos en una necesidad sentida por los docentes, la detección de problemas que
en las escuelas son factores que afectan la calidad de la educación constituyen
un aspecto nodal.
En el documento de apoyo para
elaborar proyectos escolares titulado: ¿Cómo mejorar nuestra escuela? Elementos
para el diagnóstico, se plantea la necesidad de focalizar los problemas más
importantes de la institución por medio de diversas fuentes de información
entre los cuales se mencionan los cuadernos de los niños.
“Los cuadernos de los niños
permiten apreciar con mayor claridad qué es lo que se enseña, algunos rasgos en
la forma de enseñanza, su continuidad de grado a grado, los ejercicios más
frecuentes que se hacen en el aula, lo que saben y aprenden los niños, el
tiempo dedicado a la enseñanza de cada asignatura, los criterios de evaluación,
las dificultades que tiene un alumno para el aprendizaje de los contenidos y el
tipo de apoyo que dan los padres a sus hijos, entre otros.
Corresponde a los maestros
precisar los ejes o temas de análisis de estos cuadernos para identificar los
problemas que enfrentan los niños y determinar las estrategias más adecuadas
para resolverlos. De ahí la importancia de que el análisis se realice
considerando las competencias básicas para la escuela primaria.
Este ejercicio no pretende
calificar los cuadernos como buenos o malos, o comparar los de un grupo con
otro, sino obtener información para definir preguntas que permitan saber cómo
se está trabajando en algunos aspectos de la escuela y qué medidas hay
que asumir para mejorar; por eso es necesario que el equipo de maestros tenga
claro que tipo de información desea obtener de los cuadernos”.(1)
Si bien es importante la
consideración que en el mencionado documento se hace de analizar los cuadernos
de los alumnos para diagnosticar los problemas de la escuela, la inclusión del
portafolio de alumnos e incluso la introducción del portafolio del docente
podrían constituirse en una fuente de información más rica pues además de aportar
información de manera directa acerca de aspectos predeterminados, permiten
entender procesos de enseñanza y aprendizaje de forma más precisa y sobretodo
recuperar la visión de los alumnos acerca de dichos procesos.
El portafolio puede constituir
un apoyo en proyectos que requieren contar con evidencias para entender
procesos de enseñanza y de aprendizaje, derivados de la investigación.
Existe la necesidad de realizar
investigación en instancias que tiene como tarea el diseño de materiales e
instrumentos de evaluación que resulten innovadores y respondan a las
características de los contextos en los que se desarrolla el alumno y sus
estrategias de aprender. Además el trabajo con portafolio aunado con otros
instrumentos permitiría que se tuviera la posibilidad de hacer una valoración
de los materiales que se producen para realizar las modificaciones necesarias
para hacerlos más pertinentes a prácticas docentes concretas
En centros de capacitación y
actualización en donde ya no resulta válido que se implanten estrategias
estandarizadas, se tiene que partir del rescate del saber que los docentes
construyen y recrean en la implementación de propuestas pedagógicas que en
muchos casos se pierden debido a que no tienen un seguimiento, ni una
sistematización y que en la mayoría de los casos al no tener la posibilidad de
registrarse, se restringen a procesos de comunicación oral, misma que no da
cuenta cabal de sus verdaderos alcances, es necesario el uso de instrumentos
que como el portafolio dan cuenta de parte del saber docente, materializado en
actividades realizadas por los alumnos.
CASANOVA, María Antonia, (1998)
La evaluación educativa Escuela básica, SEP-Cooperación Española, México.
DANIELSON, Charlotte, ABRUTYN,
Leslie, (1999) Una introducción al uso de portafolios en el aula, Fondo de
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DIAZ BARRIGA, Frida, HERNÁNDEZ
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Issues:Focus Evaluation and Measurement. OBELMA, United States.
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(*) Peter Doolittle (1994), plantea la utilización del
portafolio en instituciones de educación superior como la University of
Colorado at Boulder, Marquette University y Murray State University. Teacher Portfolio Assessmnet. Practical Assessment,
Research and Evaluation, disponible en:
http://ericae.net/pare/getvn.asp?v=4&n=1
(1) DOMINGUEZ CHILLÓN, Gloria, Apología del diario escolar,
Cuadernos de Pedagogía, España.
(2) GARCÍA GUERRERO, José, Cuaderno de seguimiento,
Cuadernos de Pedagogía, España.
(3) CODINA VIDAL, Rosa Elena, La maleta viajera, Cuadernos
de Pedagogía, España.
(*) Este libro corresponde a la colección Libros del Rincón
editada por la S.E.P., y se derivó de un Programa de Especialidad en
Investigación Educativa y Docencia (1989-1991) que planteaba la posibilidad de
probar estrategias de atención al rezago escolar en escuelas primarias ubicadas
del estrato rural del Estado de Guanajuato.
(**)Es en los cursos del eje metodológico de estas
licenciaturas donde a partir del segundo nivel se establece la pertinencia que
tiene el manejo del diario de campo para comprender, problematizar y llegar a
plantear alternativas ante problemas específicos de la propia práctica del
maestro.
(1) CASANOVA, Ma. Antonia, La evaluación educativa. Escuela
básica, Biblioteca del normalista, SEP, México, 1998, p. 92
(*) El Programa Nacional de Actualización Permanente
(ProNAP) de la S.E.P., ofrece una serie de talleres para maestros de educación
básica que se diseñaron considerando las estrategias mencionadas.
(1) LOERA Armando y RANGEL Nora, (2000) Las escuelas
primarias rurales y los apoyos de los programas compensatorios: reporte final
del primer estudio/diplomado sobre bases metodológicas de investigación
cualitativa, S.E.P., México, p. 13
(2)
LOERA Armando, GARCÍA Esteban y CÁZARES Oscar (1999) Protocolo del segundo
estudio diplomado de la vertiente de seguimiento del programa de evaluación de
la calidad educativa, SEP, México.
(1) Plan Estatal de Desarrollo 1999-2004 Chihuahua, Gobierno
del Estado, Secretaría de Educación y Cultura, p.4.
(1)
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA (1999), ¿Cómo conocer mejor nuestra escuela?
Elementos para el diagnóstico, en cuadernos para transformar nuestra escuela,
México, p. 44.