Revista Candidus Año 2 -
No.13 - Enero/ Febrero 2001
¿ PUEDE LA TRADICION CAMBIAR Y CONTINUAR
IGUAL?
Enrique Alí González Ordosgoitti
Uno de los
temas recurrentes e insoslayable entre quienes deciden reflexionar en
profundidad sobre los destinos culturales de cualquier sociedad actual, es la
relación entre cambio y conservación, expresada en el par de opuestos:
propensión al cambio vs. resistencia al cambio, que se utiliza como indicador
de las posibilidades o no de modernización.
Algunas de las
preguntas que se formulan a partir de esos opuestos, tales como: ¿cuánto puedo
cambiar sin generar fuertes resistencias? y ¿cuánto no puedo cambiar por que
generaría resistencias invencibles para los agentes de cambio?, provocan
respuestas que inevitablemente llevarán al análisis del peso de la Tradición en
la conformación de esa sociedad, o si el alcance es sectorial, a indagar el
papel de la Tradición en ese segmento específico de lo social.
Resulta así ser
la Tradición uno de los interrogantes a dilucidar al hablar de cambio social,
muy a pesar de que algunas orientaciones superficiales comiéncen afirmando que
la modernidad sustituyó la vigencia de la tradición en nuestras sociedades
contemporáneas, o que lo tradicional fue arrinconado para ser vivenciado sólo
por minúsculos grupos sociales situados al margen de las grandes ciudades y por
lo tanto con escasa capacidad de resistencia contra lo nuevo. De más está decir
el fracaso de tales visiones, impulsadas con gran alharaca y apoyo internacional
desde la década de los cincuenta en América Latina, asunto que nos lleva
nuevamente a pensar con cautela el papel de lo tradicional en nuestro
desenvolvimiento societal.
En esta dirección podría ayudar el que no
enfrentemos como realidades excluyentes lo Tradicional y el Cambio, sino que
podamos aceptar la hipótesis -sobre la cual insistiré más adelante- de que lo
Tradicional puede cambiar y efectivamente en los países de América Latina
cambia con frecuencia, especialmente desde principios del siglo XX, y sin
embargo continúa siendo Tradicional, es decir cambia pero se mantiene igual,
¿es una paradoja? o mejor sería decir que es como un Mandala budista: un
círculo dentro de un cuadrado, la cuadratura del círculo.
Esta aparente
paradoja de cambiar y permanecer tradicional fue una obsesión en mi trabajo
teórico durante bastante tiempo, asunto que resolvimos de la siguiente manera.
Todo Hecho Social (sea económico, político, cultural), está conformado por dos
grandes cualidades genéricas, las cuales hemos llamado Núcleo Central de
Sentido y Periferia de Sentido. Definimos Núcleo Central de Sentido (NCS) como:
"(...) conjunto de partes de gran permanencia y persistencia, capaz de
actuar y conducir al hecho cultural total en y hacia una determinada manera en la
realización social de una sociedad históricamente dada" (González
Ordosgoitti, 1997: 148). Y Periferia de Sentido (PS) como: "(...) conjunto
de partes de escasa permanencia y persistencia, incapaz de actuar y conducir al
hecho cultural total en y hacia una determinada manera en la realización social
de una sociedad históricamente dada" (González Ordosgoitti, 1997: 148).
Los hechos
sociales latinoamericanos, de acuerdo al tiempo incorporado pueden ser
clasificados como antiguos, tradicionales y modernos. Antiguos: aquellos que
poseen un tiempo histórico incorporado -no actualizado en su núcleo central de
sentido. Tradicional: "(...) aquel que posee un tiempo histórico
incorporado-actualizado en su núcleo central de sentido. Tiempo Histórico Incorporado-Actualizado
entendido como: el producto de la acción social de una determinada comunidad en
un lapso prolongado" (González Ordosgoitti, 1997: 147). Y Moderno:
"(...) aquel que posee un tiempo reciente incorporado-actualizado en su
núcleo central de sentido. Tiempo Reciente Incorporado-Actualizado entendido
como: el producto de la acción social de una determinada comunidad en un lapso
corto" (González Ordosgoitti, 1997: 147).
Desde el punto
de vista teórico podríamos afirmar que un Hecho Cultural puede ser Tradicional
siempre que su Núcleo Central de Sentido (NCS) lo sea, aunque su Periferia de
Sentido (PS) pueda ser moderna y cambiar con frecuencia. Es decir, los Hechos
Tradicionales se enfrentan a los efectos de los Hechos Modernos conservando su
NCS y cambiando su Periferia de Sentido, lo que resuelve la paradoja de como lo
tradicional puede cambiar y mantenerse siendo tradicional.
Veamos un ejemplo: la Quema de Judas. La Quema
de Judas es una actividad festiva que se celebra el Domingo de Resurrección de
la Semana Santa en numerosas poblaciones de Venezuela. Su Núcleo Central de
Sentido está conformado por los siguientes elementos:
1.- El nombre que se le impondrá
al Judas será el de alguien a quien la comunidad considere como su enemigo,
alguien que les haya hecho algún daño, por ejemplo este año, en varios lugares
de Caracas los Judas llevaban el nombre o del Presidente Chávez o el de su
opositor Arias Cárdenas.
2.- El Judas se construye con
materiales de desecho donados por la comunidad.
3.- La comunidad escribe un
Testamento el cual refleja los anhelos, logros y decepciones recibidos en el
último año, que incluso se convierte en un testimonio documental de su micro
historia.
4.- Y por último, el Judas es
destruido, mediante el fuego, el ahogo (en zonas costeras) o el enterramiento.
Para que
observemos la importancia de ese NCS, imaginemos que se intente desvirtuar de
la siguiente manera:
1.- Se escoja como nombre del
Judas alguien que hubiese sido benefactor de la comunidad.
2.- Que se compre el Judas ya
elaborado por agentes distintos a la comunidad.
3.- Que se vuelva a leer el
Testamento del año anterior.
4.- Que como el Judas "quedó
bonito", en vez de destruirlo decida guardarlo para el próximo año.
Por supuesto
que tales ideas recibirían el rechazo elocuente de la comunidad, ya que aceptar
cualquiera de esas innovaciones sería desvirtuar el hecho, es decir no tendrían
sentido, van contra el Núcleo Central de Sentido. Retornando a los cuatro
elementos del NCS, cuya conservación es lo que caracteriza a la Quema de Judas
como una festividad tradicional, veremos que pueden, no obstante, cambiar y
seguir siendo un hecho tradicional, veamos:
1.- El nombre del Judas todos los
años es distinto.
2.- Los materiales que dona la
comunidad para su factura varían cada vez.
3.- Los Testamentos son originales
de cada año.
4.- Se puede destruir en lugares
distintos, con métodos diferentes y hasta por personas distintas cada año.
Todos estos cambios pertenecen a la Periferia
de Sentido, por eso, se puede mantener sin cambio el NCS y con cambios la PS, y
el hecho de la Quema de Judas seguirá siendo Tradicional, lo que ejemplifica
como la Tradición puede cambiar y seguir siendo igual.
La fuerza de lo
Tradicional en Venezuela
Con lo anterior
creemos haber ilustrado suficientemente la idea de la pervivencia de lo
Tradicional y la necesidad de observar su presencia activa en los numerosos
hechos sociales que nos circundan. Para continuar con los ejemplos relacionados
con las Culturas Residenciales Populares, traeremos a colación el de los
Calendarios de Fiestas.
Las Fiestas son
las principales maneras como se expresa el uso del tiempo social extraordinario
previsible de una sociedad, por lo tanto, su estudio nos revela parte
importante de la organización antropológica de los circuitos culturales de una
entidad societal. Existe en ciertos circuitos intelectuales, la idea de la
disminución de las Fiestas Tradicionales por efecto de los procesos de
modernización y racionalización del mundo que apuntan en la dirección de un
"desencantamiento" del mismo. Quisiéramos aportar algunas cifras
brutas que desmantelan la idea de la disminución del hecho festivo en nuestras
sociedades.
Para tal
cometido nos valdremos del ejemplo de los Calendarios Festivos de México,
Caracas y Venezuela. En 1977, bajo la dirección del Investigador Alberto
Beltrán G., se publicó el "Calendario de Fiestas Tradicionales de
México", contentivo de 2.500 (dos mil quinientas) fichas de fiestas
tradicionales. Años antes en 1973, en Venezuela CONAHOTU había realizado un
esfuerzo similar y logrado identificar 309 (trescientas nueve) fiestas en todo
el país.
En 1991
realizamos una investigación financiada por FUNDARTE e identificamos 2201 (dos
mil doscientas una) Fiestas solamente en el Àrea Metropolitana de Caracas (ver
nuestro Calendario de Manifestaciones Culturales Caraqueñas. FUNDARTE. 1992).
Prosiguiendo nuestros estudios (ver González Ordosgoitti, 1999: Cap.16), nos
atrevimos a proponer la existencia de al menos 5 Fiestas colectivas anuales en
cada Centro Poblado de Venezuela.
Cuando este
número lo multiplicamos por los Centros Poblados señalados por la OCEI en el
Censo de 1990, un poco más de 20.000 (veinte mil), pero utilizaremos este número
redondo, nos arroja la cifra de que en nuestro país se celebran 100.000 (cien
mil) Fiestas Residenciales por año.
Para entender
su significado cotidiano recordemos que un año tiene 365 días, 8760 horas,
525.600 minutos, es decir que aproximadamente cada cinco minutos se celebra una
Fiesta en Venezuela ¡y hay que sacar cuentas de lo que esto significa como
evidencia de la presencia de lo Tradicional!.
Pero para aún insistir más, queremos señalar
los datos que nos ha arrojado el Censo Socioreligioso que estamos efectuando
en tres Barrios de Caracas, conjuntamente con los Tesistas Gustavo Carrillo,
José Sabino y David Rodríguez, quienes están optando al título de
Licenciatura Religiosa en Pastoral en el ITER (Instituto de Teología para
Religiosos), Núcleo en Venezuela de la Universidad Pontificia Salesiana de
Roma y con el apoyo tanto de la Línea de Investigación sobre Religiones
Comparadas que dirigimos en la Escuela de Filosofía de la UCV, como del
Centro de Investigaciones Socioculturales de Venezuela (CISCUVE), Censo en el
cual hemos invertido dos años y que muy pronto estarán listos sus resultados.
Los tres
Barrios están ubicados uno en Catia y dos en el Municipio Baruta, en los tres
el promedio de Fiestas anuales es de 140 (ciento cuarenta) en cada uno. Si
cuando multiplicamos el número de Centros Poblados (20.000), por el promedio
escogido de 5 Fiestas al año, nos dio 100.000 Fiestas, una cada cinco
minutos, calculen el número resultante si tomamos como referencia los
arrojados por el Censo Socioreligioso. Pensamos que
son suficientes los datos suministrados para avalar la existencia de la
Tradición en la conformación de la vida social venezolana actual (y no sólo
de Venezuela, sino a escala de todas las sociedades contemporáneas, asunto
que no podemos demostrar aquí) y por ende la necesidad de su estudio y
comprensión. Estamos
convencidos que lo Tradicional se incorpora en la conducta de toda sociedad
en el largo plazo histórico, que la Escuela de los Anales francesa ubicaba
alrededor de los ciento cincuenta a doscientos años y que están comprendidos
en el concepto de Socialidad planteado por el sociólogo francés Maffesoli. En tiempos en
que se han vuelto a poner de moda los discursos que preconizan el cambio
social, es muy necesario conocer lo Tradicional de la Socialidad venezolana
para mejor negociar con ella, pues la tentación de ser más de lo mismo está
en el aire. Para
finalizar, queremos enfatizar la actualidad de la presencia de lo Tradicional
en Venezuela y nada más oportuno que parafrasear una hermosa frase del Corán:
lo Tradicional está más cerca de nosotros que nuestra yugular. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA CONAHOTU (1973).-Calendario Turístico de
Venezuela. Venezuela. GONZALEZ ORDOSGOITTI Enrique Alí (1992).-Calendario
de Manifestaciones Culturales Caraqueñas. Caracas. FUNDARTE. Asociación
CISCUVE. CONAC. pp. 606. GONZALEZ ORDOSGOITTI Enrique Alí
(1997).-Diez Ensayos de Cultura Venezolana. Caracas. Fondo Editorial
Tropykos. Asociación CISCUVE. CONAC. pp. 176. GONZALEZ ORDOSGOITTI Enrique Alí (1999).-
Los Sistemas de FIESTAS en Venezuela. Hacia una Sociología del uso del tiempo
extraordinario festivo en las Sociedades Estado-Nación contemporáneas. Mimeo.
Caracas. Tesis para optar al Grado de Doctor en Ciencias Sociales. Tutor:
Víctor CORDOBA. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales. Doctorado en Ciencias Sociales. 3 Tomos. REPÚBLICA DE MÉXICO, Secretaría de Educación
Pública, Subsecretaría de Cultura y Difusión Popular, Coordinación de las
Culturas Populares (1977).-Calendario de Fiestas Tradicionales. México.
Mimeo. pp. 620. |
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