PATRICE FLICHY
Teledistribución, televideoteca, imágenes interactivas,
teleconferencia, videoteléfono, televigilancia y telesalud..., las
telecomunicaciones y sus nuevos soportes abren las puertas a una amplia serie
de nuevos servicios. Imágenes y telecomunicaciones se enlazan cada vez más de
forma indisoluble.
La imagen, ¿futuro de las telecomunicaciones?" Era la pregunta
que planteaba en 1980 un grupo de prospectiva dirigido por Albert Glowinski en
una obra titulada Telecomunicaciones Objetivo 2000 (1). Para elaborar la
respuesta imaginaba varios escenarios, jugando con dos parámetros: la
importancia de la imagen y de la interactividad. Seis años después, ¿qué ha
ocurrido con la compleja alquimia nacida de las interacciones entre la imagen y
las telecomunicaciones?
Hoy, el marco técnico de los nuevos servicios de imagen se ha
concretado: funciona ya el satélite Télécom 1, están a punto de arrancar las
primeras redes de videocomunicación, se comercializa la red digital de integración
de servicios RNIS), ofecida con la gama "Trans" (Transcom, Transdyn).
Por otro lado empiezan a aparecer los primeros mercados de la imagen. De esta
forma es más fácil ajustar las previsiones, por ejemplo procediendo de manera
cualitativa sector por sector.
Todavía es muy pronto, en la mayoría de estos mercados, para formular
previsiones cuantitativas relativamente fiables. En cambio, es interesante
tratar de interpretar desde este mismo momento ‑con toda la modestia que
impone este tipo de ejercicios‑ el conjunto de signos tangibles propios
de cada mercado. Las lecciones del pasado muestran que en estos campos es
difícil la previsión: por ejemplo, ¿quién preveía a finales de los años setenta
que el futuro de la telemática estaba más en los sistemas comunicativos que en
la consulta de bases de datos abiertas al público?
Los nuevos servicios de imagen pueden agruparse en cuatro categorías:
transporte y distribución de canales de televisión o de imagénes de tipo
profesional; televisión individual (pago por sesión, televideoteca); imagen
interactiva; y por último, la imagen en la comunicación interpersonal
(videoconferencia, videófono).
Se puede observar cómo la implicación de la Dirección General de
Telecomunicaciones francesa aumenta de servicio en servicio. En el primer caso
se limita a distribuir la imagen, en el segundo utiliza sus propios recursos
para facilitar un acceso más individualizado a la imagen. En el tercer caso
(imagen interactiva) se trata de un servicio conmutado con suministro de un contenido,
situación próxima a la telemática; y en cuanto al videófono, se trata de un
servicio conmutado sin producción de contenido, lo mismo que el teléfono.
TELEVISIONES EUROPEAS: LAS BARRERAS LINGÜÍSTICAS
El transporte y distribución de canales de radio y televisión
constituye el primer mercado que ha adquirido volumen.
En el marco actual de liberalización de la radio y la televisión, las
empresas aspiran a ofrecer al público nuevos programas radiotelevisivos, pero
los costes de producción en estos campos son de tal envergadura que los
programas sólo pueden amortizarse a escala nacional, si no internacional. La
Dirección General de Telecomunicaciones, que dispone de importantes capacidades
de transporte terrestre y del Télécom 1, ha ofrecido sus servicios a las radios
locales que deseen constituirse en red. Después se hizo cargo del transporte de
los dos canales de televisión privados, el "cinco" y el
"seis". La DGT suministrará igualmente a las empresas locales de
explotación del cable (SLEC) el transporte de las cadenas de televisión
europeas a partir de varios puntos de recepción en el territorio nacional.
La demanda de capacidad de transporte de canales de televisión debería
proseguir. No obstante, se podría llegar fácilmente a la saturación, pues la audiencia
de las televisiones europeas fuera de sus respectivas zonas lingüísticas de
origen se mantiene a la baja. Es significativa al respecto la experiencia
belga. En la región valona, donde la población recibe unos quince canales de
televisión, el 95% de la audiencia se inclina por los canales francófonos
belgas, franceses y luxemburgueses (2).
El experimento de Biarritz confirma los resultados belgas. Aunque no
es la primera experiencia francesa de teledistribución, es la primera vez que
en Francia se ofrece a 1.500 abonados siete canales europeos que no se reciben
en la zona. El desglose en la audiencia es el que indica el siguiente cuadro 1
(3).
Se comprueba igualmente que las cadena: comerciales europeas (Sky
Channel, Music Box encuentran graves dificultades financieras y difícilmente
consiguen hacerse una audiencia fuera de la Europa del Norte (4).
Otra cuestión: el desarrollo del transporte de radio y televisión ¿no
es contradictorio con la demanda de medios locales (radio, televisión, cable)?
Pero los costes de producción son de tal envergadura que en la radio, y a
fortiori en la televisión, suele ser muy difícil rentabilizar una programación
de calidad a escala local. Por eso han empezado a crearse redes o cadenas de
radio. En cuanto a la televisión local, herziana o por cable, la situación será
sin duda idéntica.
Aunque el Télécom 1 puede recibirse con instalaciones individuales a
base de antenas de diámetro inferior a un metro, los habitantes de las ciudades
van a preferir en muchos casos abonarse a una red de cable. (Obsérvese, en
efecto, que el transporte por satélite es complementario del transporte por red
de cable.) La red se encargará de la recepción de los distintos sistemas de
televisión hermana, transmitiendo a los espectadores imágenes y sonido de
excelente calidad. Así pues, la teledistribución se confirma como una buena
solución para la distribución de imágenes en el medio urbano, en una situación
de diversificación de la oferta televisiva.
LA DISTRIBUCIÓN DE IMÁGENES
Las redes de telecomunicaciones, junto con la distribución de
imágenes, pueden permitir igualmente el establecimiento de conexiones punto a
punto o punto ‑multipunto. La videotransmisión entra en este segundo
apartado. Este mecanismo recupera una antigua idea experimentada en los años
cuarenta por la Paramount para intentar competir con la televisión naciente: se
trataba de unir el espectáculo en local cerrado y la recepción en directo que
ofrecía la imagen electrónica. Obviamente, la videotransmisión actual es de
calidad muy superior. Se ha experimentado en el Macizo Central para dar nuevo
dinamismo a los locales que funcionan en las zonas rurales. Los costes (sobre
todo los de equipamiento de los locales) resultan aún demasiado altos para
poder reorganizar en este sentido ese tipo de locales. La videotransmisión se
utiliza igualmente en empresas, para reunir al personal. Este tipo de
comunicación parece ser más eficaz cuando se organiza en forma de espectáculo.
Las conexiones de imagen punto a punto a nivel local podrán desarrollarse
gracias a las redes de videocomunicación que ofrecen a algunos usuarios la
posibilidad de contar con una vía de retorno en pantalla de vídeo. La demanda
inicial procede del sector audiovisual. Algunos estudios de rodaje y de
postproducción desean conectar para poder transmitirse las imágenes que están
procesando. Estas conexiones, que exigen una calidad muy alta, corresponden a
un mercado muy restringido. Las vías de retorno en pantalla de vídeo pueden
interesar también a instituciones que quieran emitir en directo y de forma más
o menos regular a través de la red. La vía de retorno asciende hasta la cabeza
de la red y seguidamente la señal se distribuye a los abonados. Centros
comerciales o hipermercados que desean hacer promoción directa pueden
interesarse por este sistema. Si se le incorpora la telemática, la emisión de
promoción puede transformarse en un sistema de venta por correspondencia.
"PAGO POR SESIÓN"; LA TELEVISIÓN INDIVIDUALIZADA
¡Y ahora la televisión de pago! El profesor Peacok entregó en junio de
1986 a la Primera Ministra británica un uniforme sobre la radiotelevisión que
incluye una importante sección de prospectiva. El informe prevé que a medio
plazo asistiremos a una revolución de los modos de financiación de la
televisión. El televidente pagará una a una las emisiones que elija. Para la
comisión Peacock, el futuro de la televisión no está tanto por el lado de la
publicidad (por lo demás, e1 informe plantea que la BBC se mantenga ajena a la
publicidad) como en una financiación por el consumo.
En este campo las Telecomunicaciones cuentan con importantes recursos.
La forma de cobro propuesta por el profesor Peacock es la del teléfono o la del
"sistema quiosco" en telemática, En Estados Unidos se denomina
"pay per view" y está teniendo un importante crecimiento (ver cuadro
2).
En Francia, la demanda potencial parece igualmente muy fuerte. Una
encuesta de SOFRES, realizada para el Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales sobre Telecomunicaciones (Institut de recherches économiques et
sociales sur les Télécommunications, IREST), señala que el 41% de las personas
encuestadas prefiere el pago por sesión, contra un 14% que prefiere pagar un
canon general (5).
De la misma forma que los usuarios de la telemática prefieren pagar los
servicios de videotex por consumo y no mediante un canon general, los
teleespectadores desearían pagar los programas que realmente contemplan.
Este sistema coincide también con una de las aspiraciones de los
propietarios de derechos. ser remunerados en proporción a la audiencia, y no
con una cantidad fija, como ocurre con la venta de películas cinematográficas a
la televisión.
El "pago por sesión" equivale, pues, a una especie de cine a
domicilio. el televidente paga por "ver" una película y los propietarios
de ésta cobran un porcentaje de la recaudación. Y la programación, como ocurre
en los Estados Unidos, puede ser también similar a la de los cines: las
películas se emiten permanentemente por el canal durante varios días seguidos.
En una primera fase, la reserva se hace por teléfono, y el usuario
recibe de este modo el código para la descodificación de la emisión. Pero este
sistema tiene un grave inconveniente: parte del público potencial renuncia
debido a la sobrecarga de la central telefónica (6). Según los estudios de
World Video Library, uno de los más antiguos sistemas americanos de "pay
per view'', más del 75% de sus clientes decide durante la última hora, y el 40%
en los últimos quince minutos. Las redes francesas de cable ofrecerán mejor calidad
de servicio, pues permitirán a los espectadores conectar cuando lo deseen y
entregarán a los propietarios de los derechos una medición exacta de la
audiencia. Sobre esta base, en 1987 se creará un servicio de pago por sesión en
las redes de Montpellier y Rennes.
LA TELEVIDEOTECA: PIDA USTED SU PROGRAMA
En el sistema de pago por sesión, la programación la decide el
concesionario del canal: el usuario decide ver o no ver, pagando en el primer
caso la totalidad de la pelicula. La televideoteca, por medio del Minitel,
ofrece al televidente la posibilidad de hacerse su propia programación. Existen
dos posibilidades distintas.
En el primer caso, el usuario, una vez elegido el programa, selecciona
alguno de los horarios disponibles. El programa se emitirá a esa hora y todos
los abonados podrán contemplarlo.
En el segundo caso, y en una franja horaria concreta, el espectador
vota por un programa de los que figuran en la lista que le propone el
programador.
El servicio de televideoteca responde a una de las características más
importantes de la actual demanda de imágenes, sobre todo tras el éxito del
aparato de vídeo. El espectador desea librarse de las imposiciones de la
programación televisiva para elegir por sí mismo.
Las encuestas sobre las expectativas del público muestran sin lugar a
dudas que la idea de poder elegir programa es un tema muy atractivo. Entre una
lista de posibilidades ofrecidas por la televisión del futuro, la televideoteca
está en segundo lugar, detrás de la "televisión de alta definición" y
por delante del "videoteléfono". Y muy por delante de la recepción de
cadenas periféricas (7).
La televideoteca ofrece un servicio parecido al alquiler de
videocassettes. Su principal ventaja reside en la riqueza y variedad de su
catálogo. Éste está dirigido a un público más numeroso que el de cualquier
videoclub, es más amplio, comprende títulos cuyo ritmo de rotación es más
lento. Al contrario que los videoclubes. los catálogos de las televideotecas no
deberían limitarse a las películas. Deberían ofrecer programas de tipo
enciclopédico. Los temas muy especializados responden a intereses demasiado
restringidos, a públicos muy minoritarios, y por tanto no pueden
comercializarse en un videoclub o emitirse por una cadena de televisión no
especializada.
Otras bazas de la televideoteca son la facilidad de utilización del
catálogo gracias al terminal telemático, el servicio a domicilio y la calidad
garantizada de la señal.
La televideoteca se está experimentando en Biarritz, y se prevé una
experimentación a mayor escala en Montpellier durante el segundo semestre de
1987. Ambas experiencias permitirán evaluar más concretamente la demanda. Y
entonces se podrá redefinir al concesionario, con objeto de llegar a una
configuración óptima desde el punto de vista económico.
En el campo del sonido se podría ofrecer un servicio equivalente, la
teleaudioteca. Si la audición es breve se podría imaginar un sistema
que no exigiera reserva previa. Es entonces cuando sería un auténtico
servicio instantáneo.
Ejemplo típico de esta alternativa es un servicio de extractos de
novedades discográficas que actualmente se encuentra en estudio. En las casas
de discos cada vez es más difícil escuchar un disco antes de comprarlo. Un
mecanismo de teleaudioteca podría dar ese servicio a los clientes en mejores
condiciones: la audición tendría lugar en el domicilio del usuario, o
eventualmente en tiendas provistas de cabinas de audición.
LA IMAGEN INTERACTIVA, UNA IMAGEN EN CUATRO DIMENSIONES
Al contrario de la televideoteca, en la que la opción del usuario se
limita a seleccionar un programa en un banco de emisiones, en la imagen
interactiva la implicación del usuario es mucho mayor. Puede elegir las
imágenes que desea contemplar y además controlar el tiempo (puede contemplar la
imagen el tiempo que quiera, volver atrás... ). Si estas imágenes no están
simplemente yuxtapuestas en un banco, sino que constituyen un programa
organizado, el usuario deja de ser pasivo en el paso de las imágenes: puede, en
cada nudo, reorientar el programa.
La imagen puede ser una imagen "natural", de tipo
fotográfico, o una imagen gráfica. La imagen "natural" se almacena en
un videodisco y se puede consultar a través de dos tipos de redes de
telecomunicación. una red de banda ancha conmutada como la de Biarritz, o las
redes de 64 kbits/s.
La primera solución sólo se puede utilizar a título experimental. Con
las tecnologías actuales es imposible generalizar el experimento de Biarritz, y
las nuevas redes con tales posibilidades no se instalarán probablemente hasta
finales de siglo.
La segunda solución recurre al videotex alfafotográfico, que permite
transmitir imágenes fijas en videotex. Se están desarrollando ya los
terminales. Es un servicio que se podrá ofrecer en los años noventa a través de
la red digital de integración de servicios.
La imagen gráfica se digitaliza, y se distribuye por videotex
utilizando la norma alfageométrica. Ésta, más avanzada que la norma alfamosaico
utilizada para el Télétel, permite transmitir dibujos a mano alzada con una
calidad similar a la del cómic.
Para que las páginas de videotex alfageométrico puedan aparecer en
pantalla con la misma rapidez que una página de teletel se necesita una
velocidad de transmisión cuatro veces superior (4.800 baudios en vez de 1.200).
Es la velocidad que ofrece la vía de datos de las redes de videocomunicación:
totalmente digital, no necesita modems para permitir el acceso al terminal.
También se puede utilizar el videotex alfageométrico en la red telefónica
conmutada, pero a condición de disponer de modems 4.800. El conjunto de equipos
de la cadena de producción y distribución (fuente de composición, editor,
transportista, terminal) están ya disponibles.
En definitiva, tanto la imagen "natural" como la imagen
gráfica poseen ventajas propias. Biarritz permitirá experimentar la primera de
estas soluciones, a la espera de su generalización con 1a RNIS. Por el
contrario, la imagen videográfica, tras las primeras experiencias de 1987,
podrá desarrollarse a escala natural. Más adelante, la red digital de
integración de servicios permitirá mejorar la videografía añadiéndole sonido.
Este sistema, experimentado ya por el Centro Común de Estudios de Teledifusión
y Telecomunicaciones (Centre commun d'études de telediffusión et
télécommunications), se ha denominado audiovideografía.
En términos de contenido, se comprueba que la imagen videográfica
interactiva es de producción más barata que la imagen fotográfica. Se calcula
que la primera es más de tres o cuatro veces más barata. En cuanto a efectos de
demostración, la imagen gráfica es con frecuencia más eficaz que la imagen
fotográfica. En efecto, el grafismo permite insistir (mediante el trazo,
mediante el color) sobre los puntos sobresalientes de la ilustración; en la
pantalla de videotex alfageométrico el gráfico se va formando poco a poco, lo
que crea una dinámica de demostración. Por todos estos motivos, organismos de
formación, publicistas y creadores de juegos están vivamente interesados en el
videotex alfageométrico.
USOS INICIALES
En la actual fase de experimentación, los primeros usos se probarán en
instancias institucionales (centros de formación, locales públicos...); la
utilización por los propios abonados sólo se contempla en una fase ulterior.
Actualmente el desarrollo de la formación permanente se considera como
factor esencial para salir de las dificultades económicas que vivimos. La
enseñanza asistida por ordenador (EAO) responde a una parte de esas
necesidades, al dar paso a sistemas de formación individualizada. Pero para que
estos instrumentos puedan alcanzar plena eficacia les falta la imagen. El
videotex alfageométrico permitirá unir la enseñanza interactiva personalizada y
la utilización de la imagen gráfica.
Con el Ministerio de Educación francés se han realizado ya productos
experimentales para la formación permanente. A finales de 1986 se estaba
haciendo una experiencia piloto con dichos productos en Montpellier. Y se están
definiendo otros experimentos con la Delegación de Formación Profesional.
La imagen gráfica es también muy adecuada para la realización de
catálogos interactivos profesionales (recambios...), o para presentar productos
de gran consumo como electrodomésticos, muebles, artículos de hogar y de
ferretería. Se le puede dar al cliente un dibujo en relieve del objeto que
busca con todos los datos técnicos necesarios (referencia, tamaño, precio,
etc.).
El catálogo podría ser consultado inicialmente en los puntos de venta,
y más adelante en el domicilio del abonado, facilitando la telecompra.
En otros catálogos, como los de ropa, parece sin embargo indispensable
la imagen fotográfica.
El videodisco es también el medio más apropiado para el turismo y el
arte.
Los juegos encuentran en la imagen gráfica una nueva vía de
desarrollo. se benefician de una calidad de imagen superior y se enriquecen con
nuevas posibilidades de contacto entre jugadores. Hay dos alternativas
posibles. los juegos en diálogo con la distribuidor, o los juegos colectivos a
través del distribuidor.
En el primer caso, el jugador se dirige a un banco de datos cargado
con los dibujos del juego. El Centro Nacional de Estudios de Telecomunicaciones
(CNET) ha hecho desarrollar varios programas de este tipo en videografía sonora
(audiovideografía), y en primer lugar un juego de simulación, "Silence on
brûle" ("¡Silencio, se quema!"). Se trata de huir de un piso
incendiado. El fuego avanza inexorablemente, y las decisiones del jugador
pueden detener o acelerar este avance. Si el jugador hace demasiados errores de
apreciación, el resultado será fatal... Otro programa audiovideográfico desarrollado
por el CNET es el '’Shangai‑París". Esta vez se trata de un juego de
aventuras: el jugador es un campeón automovilista famoso que corre el rallye
Shangai‑París, Elige patrocinador, así como el material necesario para
afrontar la prueba. Entonces se le asigna una compañera de equipo. Tiene varios
itinerarios alternativos. El programa ofrece una variedad prácticamente
infinita de juegos. Así, aunque se juegue dos veces con las mismas decisiones,
las secuencias de luego, programadas en forma aleatoria, siempre darán
sorpresas...
La imagen gráfica enriquece igualmente el juego colectivo a través del
distribuidor. Un prototipo de este luego. "Dédale‑Cité", ha
sido creado por encargo del CNET. Cada jugador se pasea en el espacio (una
ciudad imaginaria) y en el tiempo (la ciudad en el pasado, el presente y el
futuro). Durante el paseo se encuentra con los demás jugadores, con los cuales
puede dialogar (a través de un teclado de ordenador ) para superar los
obstáculos que le impiden avanzar.
Estos diferentes usos de la videografía serán experimentados por el
CNET en Montpellier.
LA IMAGEN EN LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
A finales de los años setenta, en plena crisis del petróleo, algunos
imaginaron que la teleconferencia iba a sustituir en parte a los viajes
profesionales. ¡En absoluto! Nuestros futurólogos habían olvidado las
condiciones concretas de funcionamiento de una reunión. Estudios antropológicos
(8) han demostrado que la distribución de la palabra en una reunión se realiza
básicamente de forma no verbal. El luego de actitudes, expresiones y gestos
hace que en todo momento cada cual sepa si puede tomar la palabra o no Esta
autorregulación de la reunión, evidentemente, no puede darse en una
audioconferencia. La imagen de la videoconferencia sí que puede ofrecer una
importante ayuda, pero siempre que el sistema no se contente con mostrar la
imagen del que habla (como ocurre en los estudios actuales), sino que ofrezca
un panorama de los participantes en el otro estudio (la videoconferencia de la
segunda generación se ha concebido en esta línea).
En el caso de la teleconferencia, la imagen aporta, pues, una
importante información. Pero ¿qué ocurrirá si se añade la imagen a una
conversación telefónica? Los primeros resultados del experimento de Biarritz parece
mostrar que el público se interesa de verdad por este nuevo medio. A lo largo
de un año, se ha comprobado, en el conjunto de las comunicaciones
interpersonales, un paso creciente del teléfono al videoteléfono. Una encuesta
de 1986 indica que el 64% de las personas interrogadas utilizaba siempre la
imagen para comunicarse con otro abonado al videoteléfono (contra un 43% en
septiembre de 1985) (9).
Sin embargo, el coste de las redes conmutadas de banda ancha,
demasiado elevado por el momento, hace muy problemático el desarrollo de la
videofonía en los próximos años. Esta alternativa, que exige una fuerte
comprensión de la imagen para adaptar la velocidad de transmisión de la imagen
digitalizada alas posibilidades de la RNIS, sólo puede dar buenos resultados en
pantalla de pequeñas dimensiones. Habrá que afinar en los próxirrios años esta
solución técnica y averiguar la reacción del público ante el sistema.
Los mercados de la imagen existen. Las Telecomunicaciones ofrecen una
amplia gama de soportes técnicos (satélites, redes conmutadas, redes de
videotex, RNIS, redes de videocornunicación), sobre los que se puede edificar
gran cantidad de servicios. Por tanto es probable que veamos surgir nuevos
servicios audiovisuales en el campo del entretenimiento, pero también en
teleformación, en telesalud, en televigilancia. En paralelo con la clientela
tradicional de los medios audiovisuales ‑el público en general‑
estas redes pueden hallar un importante mercado entre los usuarios
profesionales.
¿En qué líneas? Es muy difícil de decir. Hasta los grandes inventores
se equivocan espectacularmente cuando hablan del futuro de sus inventos. Para
los pioneros del cine, como Edison, la imagen animada debía servir
fundamentalmente para la formación y para usos comerciales e industriales. La
historia no les ha dado la razón. En efecto, el mercado del cine sólo ha tenido
un desarrollo claro en el campo del entretenimiento. Pero noventa años después,
la imagen va a encontrar una variedad de usos mucho más amplia, confirmando así
las intuiciones de Edison.