El futuro de las telecomunicaciones en Cataluña

 

JOSEP M. CANALS

 

La toma de posición de una zona geográfica frente a las telecomunicacio­nes puede conceptualizarse desde dife­rentes puntos de vista. Fundamental­mente, podemos analizar el sector y su concreción en una zona geográfica en su vertiente de consumo y en su aspecto productivo.

El nivel de uso de las telecomu­nicaciones, tanto en el momento actual como en el futuro, genera unas determinadas oportunidades para la competiti­vidad de las empresas y unos grados diferenciados de calidad de vida de los ciudadanos. Desde este punto de vista, Cataluña posee una demanda fuerte y solvente que genera procesos de rápida puesta al día, similares a los de otras zonas europeas. Sin embargo, los procesos de evolución en las teleco­municaciones son todavía muy gene­rales: los factores que influyen en esos procesos son difícilmente segmentables geográficamente. Más bien, las dife­rencias podemos encontrarlas compa­rando tipos de actividad o segmentos de mercado: por ejemplo, la industria pesada o los servicios a empresas. En este sentido, Cataluña, al apostar por actividades que exigen niveles altos y sofisticados de telecomunicaciones, presenta y exige una oferta por encima de lo común.

Como sector productivo, las teleco­municaciones están ampliando y diver­sificando actualmente sus productos. Hasta hace poco tiempo la producción para este sector se reducía a los componentes de las redes públicas: conmutadores, transmisión y terminales. Unos pocos y grandes fabricantes controlaban el 100 por ciento del merca­do. Su lógica de implantación nada tenía que ver con las características geo­gráficas de las diferentes regiones. En la actualidad, y sobre todo hacia el futuro, aparecen en el sector variadas opor­tunidades de negocio productivo. Como se verá más adelante, Cataluña puede estar especialmente bien situada para aprovechar estas nuevas oportunidades.

 

LOS FACTORES DE CAMBIO

 

Para poder interpretar con corrección las expectativas de Cataluña, debemos insertar su posicionamiento en los procesos de cambio existentes en el sector de las telecomunicaciones, contemplado desde un punto de vista más general. Este sector se mueve en este momento a gran velocidad, pro­duciendo a cada instante un equilibrio inestable entre los diferentes factores que intervienen. Los factores de cambio más importantes son: la legislación, la demanda y su diversificación, la evolu­ción de la tecnología y la industria y, finalmente, la adaptación de la oferta.

Estos procesos o factores de cambio operan, en general, también en Cataluña. Sin embargo, el resultado no depende únicamente de ellos. El Libro Blanco de las Telecomunicaciones es un buen ejemplo, tanto del interés de la sociedad catalana sobre el tema, como de su idiosincrasia.

Las telecomunicaciones en Cataluña, como sector productivo, dependen en los próximos años, del aprovechamiento de oportunidades, especialmente la industria de terminales y la industria de servicios e información. Estas nuevas oportunidades pueden favorecerse, sin duda, desde la Administración. Funda­mentalmente, para dar a conocer la nueva situación. La mentalidad empresarial no está acostumbrada a ver las teleco­municaciones como un sector en el que invertir y hacer negocio. Las modifica­ciones costarán, pero la trama empre­sarial dedicada a servicios es cada vez más potente y ese proceso puede ayu­dar a acelerar el cambio de mentalidad.

Como infraestructura, las telecomu­nicaciones verán en los próximos años un crecimiento importante que ya se inició con las inversiones del año 1988. Las reformas en la normativa también trabajarán en el mismo sentido. El crecimiento de la demanda, especial­mente de telecomunicaciones avanzadas, permitirá un desarrollo acelerado de las redes. En este sentido, los planes de la Administración y de corporaciones son vitales para el desarrollo del conjunto. Está claro que los procesos generales pueden acelerarse en Cataluña. Sin embargo, todo depende de la actuación de todos los agentes, y, hoy por hoy, especialmente de la industria de los servicios y las grandes instituciones.