Políticas
de I+D en tecnologías de la información y las comunicaciones Aplicaciones en el
sector industrial catalán
Gonzalo Bonhomme Altable
A partir de un balance de
las estructuras catalanas de investigación y desarrollo en tecnología de la
información y de sus tendencias actuales, se pueden calibrar los desafíos y
posibilidades que plantea el futuro próximo.
LAS ESTRUCTURAS DE I+D SOBRE
LAS TIC EN CATALUÑA
Las actividades de Investigación y Desarrollo (I+D) en Cataluña
sobre las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) ‑Informática,
Electrónica y Telecomunicaciones‑ vienen determinadas fundamentalmente
por tres factores:
a)
la propia estructura del sector industrial asentado
en Cataluña;
b)
las infraestructuras públicas, en su doble vertiente
de centros de investigación y centros de formación de los recursos humanos,
c)
las acciones de la Administración tendentes a
promover la I+D en este sector, ya sea incentivando a las empresas y centros
privados mediante el acceso a la financiación y la confección de ventajas
fiscales, o bien desarrollando programas de investigación en los centros
públicos, dotándoles de los presupuestos y recursos necesarios.
Por lo que respecta a
Cataluña, las políticas de I+D en materia de TIC deben contemplarse desde tres
puntos de vista, europeo, estatal y autonómico.
En Cataluña,
los centros públicos de I+D relacionados con el área de las TIC tienen un
potencial humano de alrededor de quinientas personas repartidos en los
siguientes centros y entidades: la Universidad Autónoma de Barcelona, a través
del Departamento de Informática y el Centro Nacional de Microelectrónica; la
Universidad Politécnica de Cataluña, con la Escuela Superior de Ingenieros de
Telecomunicación y la Facultad de Informática; el Laboratorio de Ensayos e
Investigaciones; el Centro Nacional de Estudios Avanzados de Blanes,
dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y, por último,
el Instituto Catalán de Tecnología.
Las fuentes
de financiación de estos organismos provienen de los recursos propios y de
ayudas del Gobierno central, a través de programas como PRONIZC o PETRI. Las
ayudas del Programa Nacional de Tecnologías de la Información y de las
Comunicaciones (PRONIIC) durante 1988 y 1989 se desglosan en dos partidas: por
un lado, ayudas a proyectos de I+D que ascendieron a 845 millones de pesetas
repartidas entre 24 proyectos y, por otro lado, subvenciones para la dotación
de infraestructuras que ascendieron a 166 millones. Las ayudas del Gobierno
autonómico, a través de la Dirección General de Universidades y de la Comisión
Interdepartamental de Investigación e Innovación Tecnológica (CIRIT), se
situaron en el período1987‑89 alrededor de los 100 millones de pesetas,
repartidas deforma similar a las estatales entre investigación e
infraestructuras, e incluyendo una partida para la formación de investigadores.
Por último, están las ayudas provenientes de programas comunitarios en los que
participan las universidades catalanas con dos proyectos en RACE, dos en DRIVE
y uno en DELTA, y de programas europeos como el ESPRIT.
El sector
empresarial de las TIC en Cataluña se caracteriza por su escasa presencia si lo
comparamos con otras regiones del resto del Estado y excluimos, por supuesto,
las empresas correspondientes a la electrónica de consumo con mayoría (68 por
ciento) de presencia en Cataluña. Este sector está compuesto por 47 empresas,
con un total aproximado de 10.000 personas que representan el 16 por ciento del
sector español, estimado en unos 59.000 empleados y 150 empresas. De estas 47
empresas, 14 pertenecen al subsector de consumo, 19 al de componentes, 10 al
profesional, y cuatro al de telemática. Sólo una de ellas tiene una plantilla
superior alas 1.000 personas, cuatro entre 500 y 1.000, trece entre 100 y 500,
y el resto menos de 100 empleados.
Los recursos
destinados a I+D se estiman en torno al 7 por ciento del volumen de producción
y al 4, 5 por ciento del total de recursos humanos.
Durante el
año 1991 la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CIM, a través del
Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), destinó a ayudas de
proyectos de I+D un importe superior a los 19.000 millones de pesetas
correspondientes a 339 proyectos. El área de TIC representó alrededor del 30
por ciento del total, tanto en número de proyectos aprobados como en inversión
generada y ayudas concedidas. Las ayudas destinadas por el CDTI a empresas que
desarrollaron programas de I+D en el área de las TIC (PRONTIC) ascendieron a
6.300 millones de pesetas para un total de 96 proyectos.
Por lo que
respecta a Cataluña se han aprobado 106 proyectos, lo que supone más del 31 por
ciento del total del Estado, con una inversión asociada de unos 16.000
millones. Las ayudas en forma de créditos sin interés o a intereses bajos del 5
por ciento al 9 por ciento (según sean proyectos de I+D concertados entre una
empresa y un centro público de investigación o proyectos de desarrollo
tecnológico, en los que no es necesario la participación de un centro
público),ascendieron a unos 6.000 millones de pesetas, aproximadamente un 40
por ciento de la inversión total. De estos 106 proyectos, 22 corresponden al
área de las TIC, con una inversión de 3.600 millones y unas ayudas de 1.500
millones (41 por ciento sobre la inversión total).
Las
subvenciones a fondo perdido concedidas por el Gobierno autonómico, a través de
la CIRIT, a empresas en el campo de la innovación tecnológica durante 1990
ascendieron a 30 millones de pesetas y las otorgadas para llevar a cabo
proyectos de I+D por empresas en colaboración con centros públicos de investigación,
a 20 millones. El 30 por ciento del total de estas subvenciones fue destinado a
proyectos del área de las TIC, entre los que cabe destacar la informatización y
automatización de procesos industriales. Durante 1991 las subvenciones fueron
de 81 millones, un 60 por ciento más que el año anterior, de los que 60
millones fueron otorgados a empresas como subvención a la innovación
tecnológica y 21 a proyectos de I+D en colaboración con centros públicos. Cerca
del 50 por ciento de estos fondos fueron otorgados a proyectos de las TIC
principalmente para el desarrollo de componentes y la automatización de
procesos industriales. Entre estos proyectos merece especial mención, por su
cuantía y trascendencia cultural, el correspondiente al macrodiccionario de
la lengua catalana en disco compacto realizado por Enciclopedia Catalana, SA.
En casos
aislados, las empresas catalanas participan en proyectos europeos o
comunitarios, junto con las universidades. El sector industrial participa en
cuatro proyectos del programa RACE. La participación catalana en el programa
ESPRIT fue de un 20 por ciento sobre la participación total española en 1988 y
del 7 por ciento en 1990. La importancia relativa de esta participación con
respecto al marco europeo queda patente si tenemos en cuenta que la
participación española en su conjunto es de un 5 por ciento para el programa
ESPRIT y de un 4,5 por ciento para el RACE.
FORMACIÓN PROFESIONAL
Sin duda,
una de las titulaciones más relevantes en el área de las TIC es la de la
ingeniería de telecomunicación. En la ETSI de Telecomunicación de la
Universidad Politécnica de Cataluña se han formado hasta la fecha 1.041
ingenieros. Si nos atenemos a la encuesta realizada durante 1991 a este
colectivo por la propia Escuela junto a la Asociación de Ingenieros de Telecomunicación
de Cataluña (AETC), el 21 por ciento de estos profesionales se dedica a tareas
de I+D, siendo ésta la segunda área de actividad tras la de diseño y proyectos,
que ocupa el primer lugar con un 28 por ciento, seguidas por las áreas de
ventas, con el 13 por ciento, y gestión y administración, con el 10,5 por
ciento, respectivamente.
El 55 por
ciento de los ingenieros trabaja en empresas con más de 250 empleados; el resto
trabaja en empresas que por su dimensión no son las más adecuadas para realizar
tareas de I+D relevantes. La distribución porcentual de las áreas tecnológicas
en las que desarrollan su actividad está bastante equilibrada, destacando en
los primeros lugares la ingeniería del software,
con un 24 por ciento de los ingenieros; la ingeniería telemática, con un 18
por ciento; las radiocomunicaciones, con un 17 por ciento, y la automatización
de procesos industriales, con un 14 por ciento. Llama la atención la evolución
que han tenido los porcentajes de ocupación en los sectores industrial y de
servicios, ya que en una encuesta realizada en 1989 el 36 por ciento de los
ingenieros trabajaba en una empresa industrial, frente a un 50 por ciento que
lo hacía en una de servicios. En la encuesta de 1991 los términos se han
invertido y encontramos un 55 por ciento en la industria, frente a un 39 por
ciento en servicios.
LAS TENDENCIAS FUTURAS Y
EL SECTOR INDUSTRIAL CATALÁN
Las líneas
futuras de investigación en el terreno de las TIC vienen marcadas por el
intento de hacer evolucionar a las redes de telecomunicación de tal forma que
sean capaces de absorber las necesidades futuras de transporte de información.
Estas necesidades de transporte de información vienen acotadas por dos aspectos
básicos de la demanda de consumo de información: el tipo de información
demandado y el modo de acceso a ella. La característica más relevante de la
información demandada es que ésta sea lo más inteligible para el demandante con
el mínimo esfuerzo ‑la información audiovisual compite frente al texto‑
y la característica relevante del acceso a ella es la de la movilidad del
demandante. Así pues, las futuras redes de telecomunicación deben tener la
capacidad de transportar y conmutar imágenes, lo que supone manejar unos
volúmenes de información muy grandes, que deben ser capaces de permitir el
acceso a la información desde cualquier punto donde se halle el demandante.
Estos
requisitos se han traducido en diferentes conceptos que son el paradigma tanto
de la investigación básica como de la investigación aplicada en estas materias;
la capacidad de transporte y la velocidad de conmutación (optoelectrónica,
fibra óptica, redes de banda ancha, terminales multimedios), la capacidad de
proceso (ingeniería del software, redes
inteligentes), reconocimiento y síntesis de voz (inteligencia artificial,
procesado de señal), la identificación por parte de la red de la persona y no
del terminal (comunicaciones personales) y la ubicuidad del demandante (radiocomunicaciones
móviles, satélites).
La industria
que suministra los equipos necesarios para construir las redes de telecomunicación
está más o menos especializada y segmentada en función de los distintos tipos
de elementos de la red. Repasemos rápidamente cuál es la situación de esta
industria en Cataluña.
a)
Equipos de conmutación. Es la parte
de la red donde se efectúala interconexión de los circuitos que unen la fuente
y el destino de la información. Tradicionalmente son los puntos donde se concentra
la capacidad de proceso de la red, ya que deben gestionar el tráfico de las
informaciones que circulan a través de ella y realizar funciones administrativas
como la tarificación. La tendencia es a especializar estos elementos de la red:
unos en conmutadores, que deberán ser ópticos ‑actualmente se están
desarrollando tecnologías ATM (conmutación por transferencia en modo
asíncrono)‑, y otros en los que reside la mayor parte de la inteligencia
de la red.
La
sofisticación de estos equipos hace que los costes de investigación y
desarrollo sean extraordinariamente altos, los costes del hardware son progresivamente decrecientes, mientras que los de
desarrollo de software, elemento
fundamental en estos equipos, representan una porción creciente del coste. Esta
estructura de costes ha conducido a una gran concentración del mercado mundial,
reduciéndose a siete empresas: cuatro europeas (Ericsson, Siemens, Alcatel y
GPT), tres americanas: (ATT, Northem Telecom y DSC), y cuatro japonesas
orientadas a su mercado doméstico (NEC, Fujitsu, Hitachi y Oki). Este segmento
se ha convertido, en los últimos años, en uno de los más competitivos,
produciéndose muchas fusiones. En el mercado español operan tres empresas:
Alcatel, que cuenta con un importante centro de desarrollo de software en
Cataluña; Intelsa, filial de Ericsson, y ATT Network System Internacional.
Excluido el caso de Alcatel, el resto del segmento cuenta con una escasa
presencia en Cataluña.
b)
Transmisión por cable. La tendencia
en este segmento de las redes de telecomunicación es a sustituir todos los
cables metálicos por cables de fibra óptica. Actualmente se están sustituyendo
los cables de la red de transporte (interurbanos e internacionales) y se están
desarrollando las tecnologías apropiadas para sustituir los cables de la red
de acceso, es decir, aquellos que unen el terminal de comunicaciones con la
central de conmutación y que son los que suponen una mayor inversión por su
elevado volumen.
Existen muy
pocas empresas en el mundo propietarias de la tecnología capaz de producir
fibra óptica, y se reducen prácticamente a cinco: Optical Fibers (Reino Unido),
Coming Glass (EUA), Sumimoto Qapón), Siecor (Alemania) y Fibre Optiche Sud
(Italia). En España el mercado de cables de fibra óptica está dominado por dos
compañías: Cables de Comunicaciones, con fábrica en Zaragoza, y Alcatel, con
factoria en Santander. Entre ambas se reparten el 90 por ciento del mercado; el
10 por ciento restante se reparte entre tres empresas: Pirelli, Fibroco y
Rolocar. Las dos primeras tienen fábricas en Cataluña: en Vilanova i la Geltrú
y en Santa Perpetua de la Mogoda, respectivamente.
c) Transmisión por radio.
Dentro del segmento de la transmisión por radio son, sin duda, los
satélites los sistemas de mayor trascendencia. Destaca en esta materia el
proyecto Hispasat, que constituirá el primer lanzamiento de un satélite
español de telecomunicaciones en 1992. La sociedad Hispasat ‑formada por
Telefónica, Retevisión, el INTA, la Caja Postal y el CDTI‑ adjudicó la
construcción de los tres satélites de los que consta el proyecto al consorcio
Satcom, liderado por la compañía francesa Matra, la British Aerospace y la
holandesa Fokker. Del total del contrato adjudicado al consorcio Satcom,
aproximadamente una tercera parte supone compras y encargos directos a empresas
españolas, entre las que cabe destacar Ceselsa, Inisel, Tecnológica, Crisa,
Inta y Sener. Mier Comunicaciones es la única empresa catalana implicada en
este tipo de tecnología. Posee contratos para el segmento de vuelo de algunos
satélites europeos en construcción y desarrolla una amplia actividad en el
terreno de la I+D en colaboración con los centros universitarios catalanes.
Esta empresa también desarrolla una intensa actividad en el sector de las
radiocomunicaciones terrestres, especialmente en las redes de transporte y
distribución de señales de televisión, en las que cuenta con más de la mitad
del mercado de transmisores y reemisores de pequeña potencia, junto con la
empresa PESA Electrónica, con sede en Madrid, que controla el mercado de
transmisores de alta potencia. Otros competidores en este segmento son Marconi
y Siemens.
El segmento de equipos
para la radiodifusión es mucho más reducido que los citados anteriormente,
debido a que está estrechamente ligado a la aparición de nuevas emisoras de
radio y a la reposición de equipos por obsolescencia. Sin duda, el futuro de
las empresas españolas que se dedican a este segmento está en la exportación.
Entre éstas destacan Itame, Centys y Link Comunicaciones, siendo esta última la
única empresa catalana que está presente en el mercado de emisoras, con una
participación reducida, pero es líder en radioenlaces y equipamiento móvil.
Otro de los grandes
segmentos de mayor futuro, junto al de los satélites, es la radiotelefonía
móvil gracias al desarrollo de técnicas como la celurización, las nuevas
modulaciones digitales, la codificación y el acceso a canal, que permiten la
utilización mucho más eficiente del siempre escaso espectro radioeléctrico. Las
inversiones de todos los proveedores de red en sistemas móviles como el TMA o
el Telepunto, y la decisión de la Comunidad Europea de desarrollar un sistema
móvil digital paneuropeo de radiotelefonía con correspondencia pública GSM, y
un sistema paneuropeo de radiomensajería ERMES juntamente con una excelente
respuesta de la demanda‑ representan unos factores decisivos para el
crecimiento de la telefonía móvil. Respecto de la radiotelefonía móvil privada,
existen dos líneas de desarrollo con sistemas trunking para grandes extensiones y los sistemas de corto alcance
constituidos por los teléfonos digitales sin hilos, las centralitas digitales
con extensiones sin hilos y las redes de área local vía radio. Todos estos
avances convergen en el desarrollo de un nuevo concepto: las comunicaciones o
telefonía personal. Los principales competidores a nivel internacional son
Ericsson (Suecia), Motorola (EUA), Phillips (Holanda), Novatel (Canadá),
MitsubishiyNEC Qapón), Nokoia (Finlandia) y Siemens (Alemania). La mayoría de
estos fabricantes de estaciones base y elementos de red están también presentes
en el mercado de terminales. En España, los suministradores de estos equipos
son Intelsa (Ericsson), Indelec (Phillips) y Motorola.
D)Equipos terminales de usuario. En este
importante segmento de la industria de telecomunicaciones se producen
terminales de usuario especializados en servicios concretos como las
centralitas y sistemas de interconexión, los teléfonos, el fax, los terminales
TMA y el videotex. Sin embargo, existe la tendencia a la integración de
diferentes funciones en un solo terminal. Efectivamente, la estrategia de
integración desarrollada para las redes de telecomunicación, junto con la
convergencia de las comunicaciones, la informática y el audiovisual ‑esta
última impulsada por el desarrollo de los programas de investigación en
comunicaciones de banda ancha CIBA‑ han creado la necesidad y la oportunidad
de desarrollar terminales multimedios que están basados en el entorno de los
ordenadores personales y que incorporan prestaciones como el teléfono, el fax,
la transmisión de datos y la reproducción de imágenes y sonidos con la calidad
de la televisión. Sin duda, ésta es una buena oportunidad para la industria de
electrónica de consumo asentada en Cataluña.
El mercado de terminales
está liberalizado en España y en él operan empresas que se especializan según
el tipo de terminal, aunque es frecuente que las mayores fabriquen diferentes
tipos de terminales. En el mercado de centralitas y sistemas de
intercomunicación están presentes Alcatel, Intelsa (del grupo Ericsson, que
fabrica en Madrid la centralita MD 110 para el servicio Ibercom de Telefónica);
Siemens‑Nixdorf (Nixdorf produce centralitas digitales en Toledo y
Siemens tiene un centro de desarrollo de software en Comellá, Barcelona).
Phillips produce centralitas en Madrid y el Grupo Amper comercializa
centralitas analógicas de Italtel y digitales de Northem Telecom. Telenorma
(del grupo alemán Bosch) produce centralitas analógicas en Las Rozas (Madrid)
e importa las digitales de Alemania. La única empresa catalana que fabrica
centralitas con tecnología propia es DIMAT Telecomunicación, que está
especializada en centralitas de media y pequeña capacidad. En teléfonos operan
Solac, Telyco, Amper‑0livetti, Alcatel‑Citesa y Alcatel‑Ibertel.
En terminales fax se distribuyen unas 38 marcas, las más relevantes de las
cuales son Canon, Ricoh, Xerox, Toshiba, NEC, Mitsubishi, Sanyo, Oki, y
habiéndose incorporado recientemente las europeas Olivetti y Alcatel. En
terminales de TMA compiten Alcatel, Intelsa, Indelec, Amper‑Cosesa (que
comercializa las marcas Motorola y Dancall), TYE, Temsa, Telyco, Bosch y
Philips. En terminales videotex destacan Telecom‑Vallés, Telettra,
Alcatel, Bull y Phillips.
Nota del autor
La
información contenida en este artículo está extraída de los siguientes
capítulos del volumen 2 del Libro Blanco
sobre las Telecomunicaciones en Cataluña, editado conjuntamente por la
Generalitat de Catalunya, Telefónica y la Universidad Politecnica de Cataluña:
Cap.V, "La oferta futura de infraestructuras y servicios de
telecomunicación en Cataluña", de G.Bonhomme (Telefónica); Cap.x, "La
industria de las telecomunicaciones. oportunidades para Cataluña", de
J.Gual y J.ERicart (IESE), y Cap.XIII, "Fomento de la investigación y el
desarrollo", de V.Casares, J.L.Melús, S.Sallent y E.Sanvicente (ETSITB).
La
información contenida se ha actualizado con los datos aportados por la encuesta
QUASETB‑91, realizada sobre el colectivo profesional de ingenieros de
telecomunicación de Cataluña y confeccionada or la ETSITB y la AETC,y los datos
ofrecidos por Olga Alay, de la CIRIT, y Ramón Morera, del CIDEM, a quienes
agradezco su colaboración.