Ligia
María Fadul, Fátima Fernández Christlieb
América
Latina se ha ido incorporando al mundo de los satélites con la misma desigualdad
con la que se incorporó al mundo de la televisión.
Cada país latinoamericano ha ido adquiriendo tecnología informativa según su
particular grado de desarrollo y proyecto político interno.
Los primeros países que contaron con televisión fueron México, Brasil
y Argentina; los últimos ‑diecinueve años después‑ fueron Paraguay
y Bolivia. Los primeros países que ingresaron al Sistema Intelsat
para comunicaciones internacionales vía satélite fueron México, Brasil,
Argentina, Chile, Panamá y Perú, todos ellos entre 1968 y 1969; en 1980 se incorporaron Bolivia, Uruguay y Guatemala. Los primeros
países que cuentan con sistemas de satélites nacionales son México y Brasil, ambos
instalados en 1985. Probablemente estos dos países serán los primeros en
instalar satélites de difusión directa.
Una vez recordadas estas diferencias, pasemos a dar un sintético
panorama de los satélites en América Latina, partiendo de la inserción de
algunos países en el Sistema Intelsat, para
mencionar después tres proyectos nacionales (México, Brasil y Colombia), dos
proyectos regionales (Cóndor y Panamsat) y terminar
estas líneas con una breve reseña prospectiva de lo que serán los satélites
de difusión directa.
INTELSAT
Puede decirse que la historia de los satélites de comunicación en
América Latina se inicia en 1968 con la entrada en
servicio de las estaciones terrenas que captaron las señales del Intelsat III y IV. Mencionamos a continuación algunos
datos' de los países de mayor participación en el Sistema Intelsat.
Brasil: puso en operación la estación Tanguá
1 en 1969, la Empresa Brasileña de Telecomunicaciones tiene una inversión de
3.04% en el sistema. Argentina: con una participación de 1.27% cuenta con dos
estaciones terrenas, colocadas en 1969 y 1972. México: colocó la estación de
Tulancingo I en 1968 para la transmisión de los juegos olímpicos, la de
Tulancingo II en 1980 y su participación en Intelsat
es de 0.62%. Colombia: la empresa TELECOM aporta el
0.73% de las acciones de Intelsat y el país cuenta
con dos estaciones Chocontá I y II instaladas en 1970
y 1981 respectivamente. Venezuela: la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos
participa con el 1.30% en Intelsat y recibe las
señales a través de las estaciones de Camatagua I y
II.
LOS PROYECTOS NACIONALES DE SATÉLITES EN AMÉRICA
LATINA
A comienzos de la década de los ochenta varios países
latinoamericanos, entre los que se cuentan Argentina, Brasil, Colombia, Chile,
México, Perú y Venezuela, ingresaron al conjunto de países que utilizan el
servicio de arrendamiento de canales o transpondedores
a la organización Intelsat para sus comunicaciones
nacionales.
Los contratos correspondientes a Brasil y México concluyen en 1985 y
no serán renovados, ya que cada uno ha adquirido un sistema propio de
satélites de comunicación que entrará en funcionamiento durante el presente
año. En los dos casos al igual que en el resto de países, la infraestructura
terrena que han venido utilizando para el mencionado servicio, forma parte
fundamental de los nuevos y de los futuros proyectos de satélites nacionales o
regionales de comunicación en América Latina.
EL SISTEMA BRASILEÑO DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE
En Brasil, la operación del sistema de comunicaciones por satélite, Brasilsat, está a cargo de la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones, EMBRATEL. Correspondió a dicha empresa la contratación
para la adquisición de un sistema de satélites con el consorcio canadiense Spar Aerospace y con la empresa
norteamericana Hughes Aircraft
Co., en
el mes de junio de 1982.
El sistema está compuesto por dos satélites tipo Hughes
HS 376 cilíndricos, el primero de los cuales fue puesto en órbita geoestacionaria
el 8 de febrero de 1985 mediante el cohete fancés Ariane. El segundo artefacto será lanzado entre los meses
de junio y julio próximos desde la base espacial de Kourou,
en la Guayana Francesa. Las posiciones orbitales asignadas al Brasilsat son la 65° y 70° Oeste.
De los 24 transpondedores de cada satélite Brasilsat, 5 se destinarán a la retransmisión de televisión
nacional y 1 se adjudicará a la televisión educativa exclusivamente. Otro canal
se empleará para las comunicaciones entre unidades militares en todo el país.
Además se ha previsto la utilización del sistema para obtener información
meteorológica y para servicios de protección aueronáutica.
La capacidad restante se destinará a los servicios de telefonía, télex, transmisión de datos y facsímil, entre otros. (2)
INFRAESTRUCTURA TERRENA Y COSTOS DEL BRASILSAT
La integración de la industria electrónica brasileña con el sistema de
comunicaciones por satélites se ha concentrado mediante la instalación de la
infraestructura terrena para los servicios nacionales. Tres empresas brasileñas
recibieron los contratos para la fabricación de antenas de diferentes
características y diámetro. El objetivo para 1985 es instalar 84 estaciones
terrenas en condiciones de recibir las señales de los satélites 1 y 2 del
sistema, y ampliar esa cantidad a 200 estaciones conectadas a la red
telefónica nacional para fines de la década. A éstas se sumarán miles de
antenas para recepción de televisión, con el objeto de cubrir el territorio
nacional con programas de televisión, tanto comercial como educativa.(3)
El costo total del sistema Brasilsat es de US$209.833 millones de dólares, sin contar con el de la
infraestructura terrena de estaciones y antenas parabólicas. De tal cantidad,
86.3 millones de dólares corresponden a los dos satélites; 58 millones de
dólares a los dos lanzamientos; 14.136 al seguro de lanzamiento y el resto a
la estación de telemetría y comando, a los servicios adicionales de funcionamiento
y otros equipos adicionales. (4) El financiamiento del contrato con Spar Hugliés está a cargo de
entidades internacionales de Canadá, Francia y Estados Unidos y de consorcios
bancarios.
EL
SISTEMA DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE EN MÉXICO
El gobierno de México, a través de la Secretaria de Comunicaciones y
Transportes, es el encargado de la administración y funcionamiento del sistema
mexicano de satélites que entrará en operación en el segundo semestre de 1985.
Dicho sistema, denominado «Morelos», está proporcionado por la empresa
norteamericana Hughes Communications
International, filial de la Hughes
Aircraft Co., cuyo contrato fue adjudicado en
el mes de octubre de 1982.
El sistema Morelos está compuesto por dos satélites de la serie HS 376
de la Hughes, cilíndricos del tipo híbrido, con
capacidad para funcionar en dos bandas, la C y la Ku.
Cada satélite cuenta en la banda C con 18 canales y en la banda Ku con 4, para un total de 22 transpondedores
por artefacto. Los satélites 1 y 2 tendrán una vida útil de 9 años, a partir de
su puesta en operación que ocurre 3 meses después de su lanzamiento.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes contrató con la NASA el lanzamiento de los satélites
del sistema Morelos, el primero de los cuales se efectuará en mayo de 1985 y
el segundo en noviembre del mismo año mediante el transbordador
espacial Discovery. Los satélites mexicanos serán
colocados en los grados orbitales 113.5 y 116.5 Oeste.
El costo total del sistema Morelos se estima
en US$150 millones de dólares, sin contar con el
monto de la infraestructura terrena. Esta cifra incluye, además de los dos
satélites, estación de control y entrenamiento de personal que suman 92
millones de dólares, el lanzamiento de los dos satélites ‑24 millones de
dólares‑, el seguro de lanzamiento, el equipo de lanzamiento contratado
con la empresa norteamericana Mc. Donnell Douglas y la supervisión de la fabricación del sistema, a
cargo de la Comsat General Corporation.
INFRAESTRUCTURA
TERRENA Y SERVICIOS DEL SISTEMA MORELOS
Cuando México comenzó a arrendar a Intelsat
tres transpondedores para sus comunicaciones
nacionales, en 1981, se inició la primera etapa de lo que se denomina red
nacional de estaciones terrenas. Esta se encuentra dividida en 13 zonas
geográficas que incluyen todos los estados de la República mexicana. Para
fines de 1984, la mencionada red estaba compuesta por 197 estaciones con igual
número de antenas parabólicas, a través de las cuales se efectúa la
transmisión de televisión de los canales 13 y TRM propiedad del Estado y Canal
2, de la empresa privada Televisa. (5)
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha informado que cuando
entre en operación el primer satélite del sistema Morelos ‑en agosto del
presente año‑, estarán instaladas 277 estaciones terrenas que cubrirán
el territorio nacional con servicios de televisión, telefonía, télex, transmisión de datos y facsímil.
La instalación de las antenas y equipo que hasta el presente año opera
en México, ha estado a cargo de empresas extranjeras, como son la Nippon Electric Co. y la Scientific
Atlanta, las cuales tienen además subsidiarias en el país que ensamblan el
equipo que será instalado. Algunas pequeñas empresas de capital mexicano han
comenzado a fabricar pequeñas antenas parabólicas, pero no es un producto que
aún surja totalmente de la electrónica nacional.
EL
PROYECTO COLOMBIANO DE SATÉLITES DE COMUNICACION
Como se mencionó, siete países latinoamericanos utilizan los satélites
Intelsat para uso nacional mediante el arriendo de transpondedores. Las posibilidades planteadas por diversos
estudios de factibilidad para ampliar las comunicaciones por medio de satélites
llevaron a que también Colombia, al igual que Brasil y México, estudiara la
posibilidad de adquirir su propio sistema.
Así, en 1980 comenzaron los estudios del proyecto denominado Satcol y durante los dos años siguientes el gobierno
colombiano le proporcionó el apoyo requerido hasta llegar a la etapa de
selección de fabricante del sistema. Sin embargo, con el cambio de gobierno en
agosto de 1982, el proyecto Satcol se pospuso para un
futuro. Los argumentos para tal decisión fueron básicamente políticos y
presupuestarios. Por una parte, se consideró que por la alta suma que se
pagarla ‑más de 200 millones de dólares‑,los
sátelites colombianos podrían utilizarse para
telecomunicaciones no sólo dentro del territorio nacional sino fuera de él,
lo cual atentaba contra las normas establecidas por Intelsat
en cuanto a comunicaciones internacionales. Y por la otra, dicha suma estaría
a cargo de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, TELECOM,
cuyo presupuesto a esa fecha era deficitario. (6)
Desde 1982, Colombia, como país integrante del Grupo Andino, ha venido
apoyando la reactivación del estudio para el sistema subregional
de satélites, denominado proyecto Cóndor, el cual estará integrado por los países
que forman el Acuerdo Subregional Andino.
EL
PROYECTO CONDOR DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE
Durante el desarrollo de la TV Reunión de la junta Directiva de la
Asociación de Empresas Estatales de Telecomunicaciones del Pacto Andino,
ASETA, celebrada en la ciudad de Caracas en septiembre de 1976, se aprobó el
estudio preliminar para el establecimiento de un sistema de comunicación por
satélite para los países andinos. Desde 1977 hasta 1982, en la XIII Reunión de
la citada junta, el proyecto Cóndor estuvo prácticamente suspendido y cada país
continuó individualmente con sus planes para utilizar la tecnología espacial.
La reactivación del estudio para el sistema subregional
comenzó en la última reunión mencionada, y posteriores reuniones de ASETA han
llegado a elaborar un informe sobre el estudio de viabilidad y avance del
proyecto (7). A finales de 1984, los presidentes de
las empresas estatales de telecomunicación de los cinco países que integran el
Grupo Andino, aprobaron el citado estudio. En él se
indica que tendrá un costo ‑a precios de 1987 de 309 millones de
dólares y que la capacidad del sistema será de 24 transpondedores.
Dicho proyecto comenzaría a operar entre 1990 y 1992, con una alta potencia de
radiación concentrada en la cobertura de los cinco países andinos, con
especial énfasis en las zonas rurales.
EL
PROYECTO DEL SATÉLITE PANAMERICANO DE COMUNICACIONES
En el mes de mayo de 1984, la Pan American Satellite Corporation de Estados
Unidos solicitó el permiso a la Federal Communications
Commission, FCC, para la construcción, lanzamiento y
operación del primer satélite subregional del hemisferio
occidental. El objetivo del llamado Panamsat es
suministrar señales de audio y vídeo entre Nueva York
y Miami en Estados Unidos y todos los países de América Latina. Dicha
corporación planea utilizar un satélite del tipo Hughes
HS 393, híbrido con 36 transpondedores, con el propósito
de arrendar o vender algunos de éstos a estaciones de televisión,
organizaciones internacionales de noticias, gobiernos u otros usuarios en la
región. El sistema será lanzado en 1992, en el grado orbital 57 Oeste.
SATÉLITES
DE DIFUSION DIRECTA
Del 13 de junio al 17 de julio de 1983 se realizó
en Ginebra la Conferencia Administrativa Regional de la UIT para la
planificación del servicio de radiodifusión por satélites en la región 2
(continente americano y Groenlandia), en la que los
países de América Latina obtuvieron sus posiciones orbitales para difusión
directa.
A partir de ese momento se inician los estudios para la utilización
de las posiciones. En la misma Conferencia de la UIT algunos países exteriorizaron
su intención de utilizarlas a corto plazo. México, por ejemplo, afirmó que
tiene «posibilidad de iniciar la operación del servicio de radiodifusión por
satélite hacia 1986, continuando su desarrollo y la ocupación progresiva de
canales hasta 1991 (plazo medio), hasta su ocupación total entre 1993 y 1995». (8) Por lo pronto, este país anunció, en sus programas de
gobierno, que para 1986 pondrá en funcionamiento un satélite de difusión
directa. (9)
Mientras cada país analiza sus posibilidades de utilización de las
posiciones orbitales, las compañías constructoras de satélites se apresuran a
hacer propuestas. La Hughes Aircraft
Company sugiere soluciones técnicas y uso de un mismo
satélite para países vecinos (América Central y el Caribe, por ejemplo), del
mismo modo que analiza coberturas, potencias y número de canales que podrían
ofrecer tres modelos de la llamada «familia Hughes»
para América Latina: el HS 376, el HS 393 y el HS 394. (10) No cabe duda de que
el mayor proyecto de satélites de difusión directa es el PANAMSAT, no sólo porque se propone que
la señal del satélite bañe a todos los países de América Latina y a las zonas
norteamericanas de habla hispana, sino porque en el proyecto se muestra
interesado el gobierno español. Todo parece indicar que hay coincidencia de
intereses entre la empresa mexicana Televisa (la cual a través de su filial Spanish International Network está solicitando la posición orbital) y el
Ministerio español de Industria y Energía, según fue expresado por el presidente
de la comisión española para la commemoración del
quinto centenario del descubrimiento de América. (11) La información disponible
coincide en afirmar que un satélite panamericano será lanzado en octubre de
1992.
NOTAS
1. Datos tomados de Boletines de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
e Informes anuales de Intelsat, en: Fadul, L. M. «Los satélites de comunicación en América
Latina. En: Arriaga P. y J. Baldivia,
coords, La industria cultural en América Latina, Méxido, CEESTEM, 1982. Documento.
2. Fadul, L. M. Las comunicaciones vía
satélite en América Latina: cuáles son las opciones?
México, ILET, 1982. Documento.
3 Revista Nacional de Telecomunicaçoes, April, 1984, pág. 11.
4. Siqueira, E. “Comenpa
a contagem regressiva»,
Revista Nacional de TelecomunicaFoes, julho, 1982, pág. 29.
5 Fadul, L. M., F. Fernández y H. Schmucler, «Satélites de comunicación en México»,
Comunicación y cultura, marzo, 1985.
6 Niño, J. «Satélite y soberanía», Las cinco maravillas de Colombia,
Bogotá, FEDCSO, 1982.
7 TELECOM, Sistema Andino de
telecomunicaciones por satélite, Bogotá, Telecom, 1984, Documento.
8 UIT, Actas finales de la conferencia administrativa regional para la
planificación de servicios de radiodifusión
por satélites en la Región 2, Ginebra, UIT, 1983, Documento, núm. 41‑5,
15 de junio, 1983; pág. 14.
9 Poder Ejecutivo Federal, Programa General
de Comunicaciones y Transportes 1984‑1988, México, 1984; cuadro IV‑I.
10.Sión, E. Direct Broadcast Satellite Options for Latin
America, El Segundo, California, Hughes Aircraft Co. Mayo, 1984.
11
TELCOM HIGHLIGHTS, august, 22, 1984; paf. 11.