Editorial
ASI QUE PASEN CINCO
AÑOS. Parace que fue ayer y sin embargo hace ya un lustro que estas
páginas están entre nosostros. Cinco años de signos en los que, sin
demasiado viento a favor y con alguna que otra tempestad, transitamos por los
rumbos de la educación con la terca voluntad de crear en estas páginas un
escenario abierto, innovador y cooperativo de reflexión e intercambio de ideas
donde fueran posibles otras maneras de pensar ( y de hacer) la educación en
nuestro país.Cinco años después , signos sigue fiel al afán que
justificó a finales de 1990, su nacimiento: construir una revista de teoría y
práctica de la educación comprometida con el cambio escolar, con los enfoques
críticos sobre la enseñanza y con el pensamiento educativo de orientación
progresista. "El signo de los tiempos es el tiempo de los signos. Educar
para una lectura atenta y crítica de los signos que nos invaden: he ahí el reto
educativo a las puertas del siglo venidero". Con estas líneas iniciábamos
con la década el número uno de signos. Fieles a estas intenciones, en
estas páginas hemos intentado mostrar no sólo cómo las teorías influyen sobre
las prácticas de las personas sino también cómo estas prácticas se contradicen
a menudo con sus teorías. de ahí que hayamos intentado tender puentes entre la
reflexión y el trabajo de aula huyendo tanto de la especulacion erudita o del
estereotipo académico como de la descripción de experiencia guiadas por la
intuición o por las rutinas. El ejercicio del pensamiento critico exige una
tensión continua y dialéctica entre la actitud teórica y la acción práctica.
En este afán de
indagación crítica no sólo sobre la vida de las aulas sino también sobre las
formas de vida en nuestras sociedades os ofrecemos en este numero de signos
una monografia sobre coeducación ("Iguales o diferentes?") . Sin otro
comentario , las palabras de Luce Irigaray resumen con precisión nuestra
perspectiva:"Reclamar la igualdd implica un término de comparación. ¿A qué
o a quién desean igualarse las mujeres? ¿A los hombres? ¿Por que no así mismas?
(...) La igualdad entre hombres y mujeres no puede hacerse realidad sin un
pensamiento del género en tanto que sexuado, sin una nueva inclusión de los
derechos y deberes de cada sexo, considerado como diferente, en los derechos y
deberes sociales" ("yo, tu , nosotras", pp. 9 y 10).