En la medida en que la educación se ha vuelto cada
vez más un proceso complejo y multideterminado, los profesores sienten con
mayor urgencia la necesidad de acercarse a sus alumnos, de comprenderlos mejor,
de desarrollar un trabajo docente más integral y personalizado, de apoyar de
una manera decidida y efectiva la incorporación de los estudiantes al mundo del
trabajo y sus realidades cambiantes e inmediatas.
Sin embargo, para enfrentar estos retos, los
profesores y profesoras con frecuencia se encuentran ante condiciones poco
favorables, tales como los grupos demasiado numerosos, los espacios poco
adecuados, los materiales didácticos insuficientes, la influencia
indiscriminada de los medios masivos de comunicación en el proceso educativo, etcétera.
Por otra parte, la diversidad de intereses, motivaciones, capacidades,
conocimientos, ideologías y valores que confluyen en la escuela y en las aulas
se reflejan, en último término, en una exigencia de nuevas competencias
profesionales para los docentes y en la necesidad de innovar y producir nuevas
maneras de enfrentar las tareas educativas.
En este contexto, la orientación psicopedagógica se
ha constituido desde hace tiempo en una de las opciones para enfrentar la
creciente complejidad de los problemas que surgen en los ambientes escolares
originados en las más diversas fuentes. La psicopedagogía se ubica en una
posición interdisciplinaria entre dos entidades, la psicología y la pedagogía,
por lo que cualquier profesional que intervenga en este campo debe tener una
formación que comprenda los conocimientos de estas disciplinas en interacción.
En el presente número, educar
presenta a sus lectores un panorama amplio y rico de la historia, las
producciones recientes y los desafíos de la psicopedagogía en el campo de la
educación en el estado de Jalisco. Esperamos que este número sea un aporte que
permita a los profesores y profesoras profundizar en el conocimiento de los educandos y desarrollar óptimamente sus
capacidades innatas o adquiridas.