Los efectos de la educación
formal en la cultura totonaca . Sus implicaciones para
las intervenciones comunitarias
Alma Vallejo Casarín
y Francisco Xavier López Uriarte
En el otoño de 1952 aparecieron
en las tiendas de antigüedades de la ciudad de México una gran cantidad de
"caras sonrientes" de la región de Tierra Blanca, Veracruz; los
campesinos las descubrieron al estar trabajando sus tierras. En el terremoto de
1985, entre el horror y los movimientos de la tierra emergieron una serie de
ídolos prehispánicos. La historia cultural del México contemporáneo ha sido
testigo de una relación circular con el pasado indígena al cual se le puede
denominar "efecto de resurrección".
¿Cuál es ese efecto?: la dinámica
entre un origen prehispánico casi olvidado y un ciclo de reapariciones —casi
siempre traumáticas— de indicios de algo que considerábamos superado y que
retorna para rearticular nuestras expectativas del presente y del futuro.
González, 1998:2.
A
pesar de que en la actualidad existe un mayor reconocimiento de la diversidad
étnica que conforma nuestro país, dentro de la psicología mexicana ha habido un
enorme desinterés por abordar aspectos relacionados con las formas de vida y
organizaciones particulares de las familias indígenas. La mayoría de los
psicólogos hemos partido del supuesto acerca de que la estructura y dinámica de
las familias del primer mundo serán las mismas que se presentarán en otras
sociedades y, por ello, cuando se aborda el estudio de grupos distintos a las
sociedades industriales, simplemente se utilizan las teorías y datos existentes
en la investigación para extrapolarlos sin mayor reserva.
El
presente trabajo se plantea como objetivo investigar aspectos del ciclo de vida
y las formas que asumen las prácticas de crianza en tres generaciones de la
etnia totonaca. El grupo estudiado se ubica geográficamente en el norte del
estado de Veracruz, en la zona del municipio de Papantla,
lugar famoso por conservar la tradición del cultivo de la vainilla y las danzas
de origen prehispánico del volador y del hua-hua. De acuerdo con Castro de la Rosa (1994), "al
Volador se le conoce como Kos’ niin,
o ‘Vuelo de los muertos’, mientras que al hua-hua se le denomina Lakkaa o
‘Guacamaya’ (...) Estas dos danzas culminan en el uso de un aparato giratorio
de madera; el del Volador gira en un plano horizontal, mientras que el del hua-hua en un plano vertical...
(...ambas danzas surgieron y se desarrollaron en conjunto; las dos estuvieron
íntimamente asociadas con el culto a deidades de la fertilidad, como lo fueron Xipe Totec y Tlazolteotl,
las cuales aún hoy día muestran trazas de esta asociación."
La
cultura totonaca, aun cuando en la actualidad comparte con otras etnias
mesoamericanas el riesgo de ser absorbida por la homogenización cultural de las
instituciones mestizas con base occidental (religiosa judeocristiana y seglar
mexicana), mantiene creencias, ritos y prácticas que en mayor o menor medida la
distinguen como etnia y delimita frecuentemente sus diferencias con ellas.
Característica
de pervivencia de las culturas mesoamericanas es el sincretismo y su capacidad
de interactuar aun a veces conflictivamente con su entorno sociocultural.
El
estudio de las prácticas, creencias y valores para la formación y aculturación
de los nuevos miembros de comunidades particulares puede tener valor heurístico
para apoyar la interacción e intervención de los agentes de las instituciones e
individuos interesados en el mejoramiento de las condiciones generales de
existencia de estas comunidades, evitando en lo posible interferir en algún
sentido en la construcción y desarrollo de sus opciones culturales, y para
favorecer la comprensión de los procesos de pérdida o reforzamiento de las
identidades sociopersonales de los miembros de la
etnia y de la comunidad particular.
Investigaciones
antropológicas contemporáneas (Velasco y Francisco, 1986) basadas en
entrevistas nos dan cuenta de gran número de creencias, ritos y prácticas
referentes a las concepciones culturales del ciclo de vida totonaco, desde la
preparación de la pareja antes del nacimiento del(a) hijo(a), el nacimiento, el
levantamiento de la cama (o presentación del niño a su comunidad inmediata),
los cuidados para proteger al niño de influencias sobrenaturales que le
pudiesen perjudicar, los onomásticos del menor, y aun la interpretación de los
sueños. La ceremonia de Todos los Santos (el 2 de noviembre) es en las culturas
mesoamericanas de gran importancia. Es en este sentido que, como comprobaremos
más adelante, la cultura totonaca actual mantiene a través de estas prácticas
una identidad cultural aún viva y actuante.
Aspectos
geográficos e históricos de la cultura totonaca
Piña
Chan apunta que "en la franja costera del centro
de Veracruz floreció la cultura totonaca, principalmente en sitios como El Tajín, Yohualichan, Cempoala, Isla de Sacrificios, Quahtochco
y Quiahuiztlan, que fueron grandes centros
cívico-religiosos en diferentes periodos, y allí sobresalieron los edificios
decorados con nichos, los juegos de pelota con paneles decorados en
bajorrelieves, el complejo yugos-hachas-palmas y figurillas sonrientes, lo
mismo que en una alfarería policroma, figuras de animales con ruedas y vasijas
talladas en alabastro; rasgos que después fueron modificados por las conquistas
mexicanas" (Piña Chan, 1976:72).
En
la zona geográfica del norte de Veracruz, donde hoy se asientan los grupos
totonacos objeto de nuestro estudio, se ubica el municipio de Papantla, es aquí donde floreció y decayó la antigua ciudad
de El Tajín, localizada a 20º 28’ 35’’ latitud norte
y 97º 22’ 39’’ longitud oeste.
...sin
lugar a dudas, el máximo exponente del mundo clásico tardío fue El Tajín, que fungió como centro rector de gran parte del
actual territorio veracruzano, principalmente del centro y norte. Esta enorme
ciudad se extendió sobre una superficie mayor a 500 hectáreas, pues tan sólo el
área nuclear abarca 100 hectáreas. Se desarrolló entre los años 300 y 900 d.
C., pero según algunos arqueólogos su mayor florecimiento lo lograron entre los
años 900 y 1100 d. C.
Tradicionalmente
se ha aceptado que fue construida por los totonacos, pero recientes
investigaciones señalan la posibilidad de que hayan sido huastecos.
Su importancia, además, radica en el estilo propio de su arquitectura, única en
Mesoamérica, así como en lo barroco y sofisticado de
sus relieves esculpidos en columnas y en los tableros y frisos que engalanan
juegos de pelota, templos y palacios dedicados al honor y culto del dios viento
Huracán. Un estudio temprano y comprehensivo de esta cultura en tiempos
prehispánicos puede encontrarse en Krickeberg (1956).
Existe
una controversia aún no resuelta acerca del significado del vocablo
"totonaca". Para Sahagún significaba
"poca capacidad" o "poca habilidad" (Chenaut,
1995:17). Para Krickeberg (1933) el término alude a
las personas que viven en tierra caliente. Otro significado del término
señalado por Melgarejo Vivanco (1987) y Garma y Masferrer (1994), es que totonaco significa toto= tres y naco= corazón,
haciendo referencia a los tres centros representativos de esta cultura. Este
último término es el aceptado actualmente por los miembros de la etnia.
En
la actualidad, en esta región, llamada también Totonacapan,
viven personas de este grupo étnico y de otros grupos ligados a ellos que
luchan por mantener viva su herencia cultural, empezando por su lengua. El
reconocido investigador indigenista León-Portilla cita al poeta totonaco Xamanichna, "El soñador", que hace así la defensa
de su propia lengua:
Muchos
indígenas se niegan a aprender a leer. ¿Por qué? Porque saben que les enseñarán
en un lenguaje que no es el suyo y, en consecuencia, saben que no aprenderán y
prefieren ser como son. Todos y cada uno de nosotros tiene el pleno derecho de
aprender en su lengua materna, porque para el indígena aprender primero en
español es como si en las escuelas oficiales enseñaran primero en inglés.
¿Cuántos aprenderían y cuántos no aprenderían y se cansarían?, ¿se podría
llamar a esto ser tontos...? Debemos aprender primero en la lengua que
conocemos muy bien y después en otra. Es un error pensar que sólo los idiomas
oficiales tienen gramática... Lo que se dice en totonaco se puede decir en
inglés, otomí, yaqui, mixteco, francés o ruso.
(León-Portilla, 1992:23)
Algunos
datos adicionales para ubicar las condiciones actuales de este grupo indígena
son los proporcionados por el censo de 1995 realizado en el municipio de Papantla. Es en esta región del estado de Veracruz donde
vive el mayor porcentaje de personas del grupo totonaco. El 46.2 por ciento de
la población de esta región vive en comunidades rurales, consideradas como
tales las localidades con menos de 2,500 habitantes. Solamente el cuatro por
ciento de la población vive en localidades que van de 20,000 a 30,000
habitantes.
El
48.4 por ciento de la población de esta región se dedica a actividades
agropecuarias, 13.9 por ciento a la artesanía o trabajan como obreros y 6.9 por
ciento son comerciantes o trabajan como dependientes. El 91.3 por ciento de los
ejidos o comunidades agrarias se dedica a la agricultura y el 8.9 por ciento a
la ganadería. Los cultivos principales de la región son maíz, chile, frijol, naranja, plátano, limón, toronja, vainilla y
pimienta. El 97.9 por ciento de la población recibe como máximo de uno a dos
salarios mínimos, únicamente el 3.1 por ciento de la población recibe más de
cinco salarios mínimos.
En
cuanto a las condiciones de vivienda, el censo nos reporta que solamente el
16.2 por ciento de las viviendas tiene techo de tabique o ladrillo, el 56.8 por
ciento de las viviendas tiene piso de tierra. Las viviendas están ocupadas por
6.2 hasta 6.8 habitantes. Lo que se incrementa en las zonas rurales y nos lleva
a afirmar que la familia numerosa aún prevalece en estas zonas. En 1990 sólo
seis localidades tenían servicio de agua potable, una
alcantarillado y cincuenta y cinco contaban con servicio de energía eléctrica.
La mayoría de la población recibe servicios de atención médica por parte del imss Solidaridad cuyas dependencias, en la mayor parte de
los casos, no cuentan con todos los servicios de un hospital.
En
relación con las religiones que se profesan en esta región, encontramos que el
81.5 por ciento asisten a la iglesia católica y el 8.4 por ciento lo hace a las
iglesias protestantes. Aunque en el estado se hablan diferentes lenguas
indígenas, en la región de Papantla se habla
fundamentalmente el totonaco.
En
relación con los niveles educativos de la región, tenemos que el nivel más alto
de educación se presenta entre la población de quince a diecinueve años, de
allí en adelante decrece considerablemente el porcentaje de personas que
continúan estudiando. Con primaria incompleta se encuentra el 31.6 por ciento
de la población de la región, sin instrucción 16.1 por ciento y solamente el
29.6 por ciento con instrucción posprimaria. Los datos obtenidos en la jefatura
de Educación Indígena de la zona de Papantla, indican
que el índice máximo de escolaridad entre la población totonaca es de seis años
de educación primaria en jóvenes de catorce a veinte años y de tres años en
adultos de veintiún años en adelante. En cincuenta y siete comunidades de siete
municipios donde se ofrece educación indígena, se cuenta con veintisiete telesecundarias y cuatro telebachilleratos.
De
tal suerte que este grupo étnico puede ubicarse en un estrato socioeconómico de
pobreza a pobreza extrema, que en algunas localidades ha llevado a la
organización política, como lo han documentado Wahrhfatig
y Lane (1998) en su descripción de la Organización
Totonaco Independiente (oti) en Huehuetla,
Puebla, que además de pretender el poder político para este grupo indígena, ha
buscado la revitalización de su cultura.
Investigaciones
en la psicología acerca de los totonacos
Como
se ha señalado con anterioridad, el ámbito de la psicología de nuestro país tiene
escasas referencias de investigaciones realizadas con grupos indígenas, y la
situación en relación con los totonacos no es la excepción. Desde la psicología
es difícil encontrar publicaciones acerca de este grupo. Una excepción son las
investigaciones de Viqueira y Palerm
(1954) y Viqueira (1977). Este último trabajo, que no
comentaremos ampliamente, se abocó a explorar si existían diferencias
significativas en la forma de percibir el ambiente por parte de grupos
totonacos que viven en la selva subtropical y grupos de marroquíes que viven en
zonas desérticas, utilizando para ello la prueba de Rorschach.
En
la investigación de Viqueira y Palerm
(1954), utilizando un método etno-psicológico
analizan las diferencias en cuanto al alcoholismo, la brujería y el homicidio
en dos comunidades totonacas, una que habitaba cerca de la zona arqueológica de
El Tajín y la otra en la sierra de Puebla.
Encontraron que aunque en ambas comunidades se presentaban estos tres eventos,
tenían diferencias importantes determinadas por la organización política de
cada comunidad, su organización familiar, sus formas de producción y las formas
de interacción social de cada una. Este trabajo es uno de los que señalan
diferencias entre los grupos de la costa y los de la sierra, en particular es
importante señalar que para los totonacos de la costa la organización social
con base en la familia numerosa, en la que los viejos tienen un papel
predominante, es un factor distintivo; mientras que para los de la sierra era
más importante la participación en cargos públicos y en menor medida la
familia. Consideramos que el valor de este trabajo es el de combinar de una
manera muy completa dos tipos de análisis: el social y el psicológico, dando
como resultado una interpretación rica y compleja de un grupo cultural distinto
al de las sociedades urbanas occidentalizadas de
nuestro país. Desgraciadamente, esta línea de investigación no se continuó para
seguir documentando las transformaciones que se han presentado en la cultura
totonaca, debido al contacto cada vez mayor con la cultura de occidente.
En
este contexto histórico cultural se presenta la necesidad de caracterizar los
Sistemas de Orientación de Creencias acerca del "ser padres" (parenting) y el "ser hijos" (filiating)
de familias totonacas.
Este
trabajo busca apegarse a la perspectiva co-construccionista que "implica enfocarse en la bidireccionalidad y la transferencia reconstructiva de los
mensajes culturales de las generaciones de adultos a las generaciones
siguientes. Los mensajes culturales son activamente comunicados (por los
padres), y en la misma forma activamente reelaborados por los niños
(destinatarios de estos mensajes), quienes son constructores conjuntos del
nuevo conocimiento cultural mediante sus procesos constructivos de internalización/externalización.
Cada nueva generación va más allá de la generación precedente, de tal manera
que transforma el sistema cultural. En sus respectivos roles, ambos, padres y
niños, son conjuntamente constructores activos de su cultura" (Valsiner, 1989:284).
La
metodología seguida en este trabajo toma las técnicas sugeridas por Valsiner, Branco y Melo
(1997:301), así construye las "Oraciones de Orientación de Creencias
(BO-s: Belief Orientation Sentences) propuestas para actuar como unidades de análisis
en el perfil de los Sistemas de Orientación de Creencias de los individuos
(BOS: Belief Orientation Systems)".
En
este trabajo en particular haremos un reflexión acerca
del papel de la educación formal en las comunidades totonacas utilizando como
base el testimonio de los totonacos sobre la escuela y la influencia de ésta en
sus vidas.
Como
lo señala Valsiner (1987), la educación formal juega
dos funciones principales que están estrechamente relacionadas; por un lado,
provee a los individuos de una serie de conocimientos que no están, o
parcialmente, a su disposición en sus casas o comunidades. La otra función es
la de promover la identificación con y hacia la lealtad a sistemas ideológicos
que rodean a las comunidades y a las familias particulares de los individuos.
La educación formal en cualquier sociedad promueve la estandarización y
homogeneización de los procesos de socialización de los niños y los
conocimientos de base.
Tema
particular de este estudio es la búsqueda de caracterización de Sistemas de
Creencias al interior de un sistema familiar tomado tanto en su primer núcleo
(padres e hijos), así como en la segunda coraza del sistema familiar (al
incluir a los abuelos de alguna línea, paterna o materna).
Por
otra parte, relevancia especial asume el estudio de los Sistemas de Orientación
de Creencias de los niños, así como la descripción de las interacciones
particulares que resultan en el proceso del "ser padres" (parenting) y los aspectos del "ser hijos" (filiating), donde son mayormente activas las oposiciones y
estrategias para evadir las prescripciones de los padres. Se explora también
este aspecto (del "ser hijos") extendido a las instituciones sociales
que "educan y disciplinan al menor", como la escuela. En particular
es de interés de los investigadores el rol que ha jugado intergeneracionalmente
la escuela, así como el desarrollo y cambios de orientación en las prácticas
educativas y disciplinares, relacionándolas con las creencias acerca de su
función por parte de los entrevistados.
Metodología
Se
realizaron entrevistas semiestructuradas con cinco
familias; se entrevistó a los abuelos (hombre y mujer), a uno de sus hijos o
hijas casados y a los niños y niñas de éstos que ya asistieran a la escuela.
Las entrevistas versaron sobre los siguientes temas: disciplina, roles
sexuales, lenguaje y vestimenta totonaco, la escuela y expectativas para el
futuro.
Las
entrevistas se transcribían y de ellas se extrajeron las oraciones de
orientación de creencias y a partir de ellas sistemas generales de creencias;
se intenta establecer esto por individuo, por familia y por cultura. Es de
interés particular establecer aquellos aspectos de la cultura que permanecen de
generación en generación, aquellos que desaparecen y lo nuevo que va surgiendo.
Como
ejemplo presentamos el testimonio, oraciones de orientación de creencias y
sistema de orientación de creencias de uno de los entrevistados.
Testimonio
"Sí,
la escuela ha ayudado a los chamacos, ahora este chamaco (Marcelo, dieciséis
años) tomó clases de adultos y se gana unos centavos y me da un poquito para
comprar lo que hace falta, jabón o lo que se necesita en la cocina, aceite. Por
eso pienso que sí ayuda, porque si nomás van a estudiar y sólo para ellos y no
ganan nada, nada más gasta uno, sólo gasta uno.
Los
maestros mandan a llamar a los padres, a las madres no, a mí no me gusta ir,
ellos nos platican si los hijos se portan mal, si no quieren estudiar.
¡Quién
sabe si les enseñan totonaco! porque ese Marcelo casi no entiende totonaco muy
bien. Yo le digo: ‘¡Tú tienes que enseñarte en totonaco!, porque a veces
regañan, cuando les hablo en totonaco’. Ellos me dicen: ¿Por qué me hablas en
totonaco? ¡Háblame en castilla! ¡Yo en totonaco no entiendo! ¡Tienes que
entender, tienes que hablar totonaco porque el día de mañana te va a servir!
Pero no entienden. Un nieto mío no entiende, yo le hablo en totonaco."
Entrevistada:
Dominga, 48 años, 12 hijos.
Dominio
de contenido: Escuela.
A
partir de este testimonio se elaboran Oraciones de Orientación de Creencias y
posteriormente Sistemas de Orientación de Creencias que ejemplificamos a
continuación:
Oraciones
de Orientación de Creencias
•
La escuela ayuda a los chamacos cuando les permite ganar dinero y así ayudar a
su familia.
•
La escuela es costosa para la familia.
•
El papá debe asistir a las juntas escolares para saber cómo va su hijo.
•
En la escuela no enseñan totonaco, los niños y jóvenes no entienden totonaco y
quieren hablar solamente en castilla.
•
Los mayores enseñan el totonaco a los hijos y nietos.
•
El totonaco les será útil en el futuro.
Sistemas
de Orientación de Creencias
La
escuela es benéfica cuando mejora las condiciones económicas de las familias,
si no es muy onerosa. El papá es el contacto entre las familias y la escuela.
La escuela no enseña el totonaco, que es útil para la vida. Las nuevas
generaciones ya no lo hablan.
En
el cuadro 1 se resumen los análisis de las entrevistas realizadas.
Conclusiones
Artículo publicado en la revista Educar
Número 16 Educación y Gestión
http://www.jalisco.gob.mx/srias/educacion/consulta/educar/dirrseed.html