CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN : EDUCAR PARA
TRANSFORMAR .
Julián Betancourt Morejón.
Este trabajo nos va a permitir
reflexionar acerca de una educación creativa tomando como punto de partida el
diplomado de Creatividad en la Educación1. El trabajo está estructurado
en tres temas principales que se entrelazan alrededor de una idea central: educar
en la creatividad. Así, podrá leerse una primera parte dedicada a
reflexionar acerca de las características de una educación creativa. En la
segunda se hará referencia a la experiencia formativa del diplomado de Creatividad
en la Educación. Se mencionan aquí las necesidades por las cuales surge,
sus objetivos e intenciones formativas. Una última parte enfatiza una serie de
recomendaciones teórico-metodológicas para educar en la creatividad.
Deseamos
que la lectura de estas páginas ofrezca una serie de cuestionamientos,
conocimientos y sugerencias para todos los que se dedican a educar en, por y
para la creatividad.
Educar
en la creatividad
Educar
en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en
originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los
riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van
presentado en su vida escolar y cotidiana, además de ofrecerles herramientas
para la innovación.
La
creatividad puede ser desarrollada a través del proceso educativo, favoreciendo
potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos
individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Siguiendo
con estas ideas no podríamos hablar de una educación creativa sin mencionar la
importancia de una atmósfera creativa que propicie el pensar reflexivo y
creativo en el salón de clase.
La
concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la
creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana y es el
producto de un devenir histórico social determinado.
Siguiendo
con esta manera de pensar tendríamos un concepto de creatividad acorde
con los planteamientos anteriores, que bien puede ser el siguiente2.
Creatividad
es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos,
intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de
manifiesto, para generar productos novedosos y de gran valor social y
comunicarlos transcendiendo en determinados momentos el contexto histórico
social en el que se vive.
Este
concepto, integracionista o conjuncionista, plantea una interrelación
dialéctica de las dimensiones básicas con que frecuentemente se ha definido la
creatividad de manera unilateral: persona, proceso, producto, medio.
Por
otro lado, este educar en la creatividad implica el amor por el cambio. Es
necesario propiciar a través de una atmósfera de libertad psicológica y
profundo humanismo que se manifieste la creatividad de los alumnos, al
menos en el sentido de ser capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle
respuesta. Además, enseñarles a no temer el cambio, sino más bien a poder
sentirse a gusto y disfrutar con éste.
Podemos
afirmar, sin miedo a equivocarnos, que una educación creativa es una educación desarrolladora
y autorrealizadora, en la cual no solamente resulta valioso el
aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje
de una serie de actitudes que en determinados momentos nos llenan de candados
psicológicos para ser creativos o para permitir que otros lo sean.
Diplomado
de Creatividad en la Educación
El Diplomado
de Creatividad en la Educación surge en 1995, como parte de un trabajo de
la Dirección de Educación Especial del Subsistema Integrado, encaminado a
responder a un modelo de escuela comprensiva, creativa y diversificada.
En ese momento se estaba consciente de que el éxito futuro del proyecto de integración
educativa no sólo dependía de cambios organizativos y curriculares, de
apoyos técnicos y económicos, sino también del cambio de actitudes de
los protagonistas de dicha labor y de una nueva cultura de la integración
dirigida hacia una escuela inclusiva3, o sea, una escuela para responder
a las necesidades educativas de todos los alumnos.
Esta
escuela inclusiva tiene que enfrentarse con una serie de problemáticas, a las
cuales no debe ser ajeno este diplomado, tales como:
·
Existen dificultades de aprendizaje que tienen su base en una carencia o falta
de empleo adecuado de las habilidades de pensamiento creativo y reflexivo.
· En
nuestros salones de clase, en ciertos momentos, predomina un clima poco
participativo, activo y centrado en los alumnos.
·
Algunos maestros no tienen conciencia de que poseen creatividad y que la pueden
poner al servicio de sus alumnos.
·
Existe, en ocasiones, una actitud poco creativa en los maestros, que se
caracteriza por mostrarle al alumno que no es exitoso y competente.
A
partir de las necesidades anteriormente mencionadas, el diplomado se planteó
como objetivo preparar profesionales competentes y con recursos para generar
cambios innovadores y creativos en el ámbito educativo; así como lograr en
éstos el rompimiento de barreras psicológicas que estaban alojados, en
ocasiones, en sus cabezas y corazones.
Este propósito,
para ser llevado a la práctica, se acompaña de una serie de focos de
intenciones formativas. Los que guían el diplomado y su fundamento se plasman
en las siguientes acciones:
· Sensibilizar
a los participantes sobre el valor educativo y social de la creatividad; así
como su valor estratégico para adaptarse a los cambios que exige la integración
educativa .
· Capacitar
a los participantes proporcionando conocimientos y desarrollando habilidades
sobre la creatividad y su proyección en la educación; considerando al docente
como profesional de la educación creativo e innovador.
· Transferir
la creatividad a contextos educativos del aula y del centro escolar. El grado
de transferencia irá desde los meros aprendizajes de técnicas e instrumentos a
la elaboración de proyectos innovadores para mejorar la práctica educativa de
forma colaborativa e institucional. La aplicación de los conocimientos y
habilidades o estrategias asumidas a contextos diferentes de aquellos en los
que se adquirieron son la mejor garantía de la eficiencia de un aprendizaje.
Los
ejes en torno a los cuales se distribuyen los contenidos curriculares son:
1. La
creatividad y su incidencia en los agentes educativos.
2. La
creática y su concreción en los programas y estrategias de estimulación
creativa.
3.
Creatividad aplicada al currículum, con especial incidencia en los aspectos
diferenciales y de las áreas de expresión.
En el primer
eje se abordan las cuestiones conceptuales y de fundamentación de la
creatividad, al tiempo que se transfieren a los componentes educativos
correspondientes. También perseguirá, como objetivo fundamental, la
construcción de climas creativos, sin que se descuiden la asimilación de
contenidos y su aplicación.
En el segundo
eje se dará capacitación respecto a la utilización de técnicas,
estrategias, métodos y programas de estimulación del pensamiento creativo y
crítico, sin dejar de lado la sensibilización y la transferencia de
conocimientos ni la elaboración de propuestas concretas de intervención, con
prioridad en el desarrollo de competencias a fin de que los participantes
adquieran conocimientos y habilidades en la utilización de técnicas,
estrategias, métodos y programas.
En el tercer
eje se transferirán los conocimientos y habilidades logradas al ámbito curricular,
de modo que se elaboren programas de acción para sujetos con necesidades
educativas especiales, así como a áreas curriculares como la expresión
plástica, musical, motriz, escénica, de lenguaje y de ciencias.
Ya por
último, deseamos señalar en esta parte del trabajo que durante estos cuatro
años se ha tenido el diplomado en diferentes municipios del estado de Jalisco.
También
han participado en la experiencia maestros4, especialistas en las diferentes
áreas de la educación y otros interesados que laboran en los diferentes niveles
educativos, tal como se aprecia en la tabla 1.
El
total de los alumnos que han participado hasta el momento de escribir este
trabajo es de 938; éstos tienen, en su mayoría, el nivel de licenciatura como
último grado de estudios.
También
hemos conformado una red de profesores para el diplomado en los diferentes
temas de Creatividad en la Educación que éste aborda. Además de
rescatar de los grupos del diplomado a los mejores alumnos para que formen
parte de la planta docente de éste5.
Recomendaciones
teórico-metodológicas para educar en la creatividad
Educar
en la creatividad implica partir de la idea de que ésta no se enseña de manera
directa, sino que se propicia y que para esto es necesario tomar en cuenta las
siguientes sugerencias:
1.
Aprender a tolerar la ambigüedad e incertidumbre. El maestro
pudiera favorecer en los estudiantes el desarrollar una tolerancia a la
ambigüedad, dándoles más espacio en sus clases para pensar sobre una situación
problemática que se les presenta y estimulándolos a reflexionar desde el
principio de la clase. También logrando que formen parte de las reglas del
grupo, un periodo de ambigüedad ante los trabajos y conocimientos que deben edificar.
No debe temer a este periodo de germinación de los conocimientos. Este último
estará asociado a una incubación de las posibles soluciones.
Siguiendo
con esta idea, la incertidumbre es otro alimento de la clase creativa. Es
decir, se debe crear un clima dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje donde
el conocimiento que se está trabajando no se dé como inmutable y estático. La
escuela necesita la incertidumbre para que el alumno se lance a explorar el
conocimiento que no logró construir totalmente en el salón de clases o fuera de
éste.
2.
Favorecer la voluntad para superar obstáculos y perseverar. Cuando
empezamos con un proyecto innovador para la educación, debemos partir siempre
de dos metas: la primera, ser fieles a los objetivos que deseamos alcanzar; y
la segunda, estar conscientes de que para llegar a lograrla se van a presentar
toda una serie de barreras a derribar. Se elimina una y aparece otra y así
sucesivamente hasta alcanzar nuestro objetivo. Los obstáculos se convierten en
oportunidades y no en amenazas.
3.
Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus convicciones. En la escuela se
debe cultivar la confianza en sí mismo a través de indicadores que no siempre
sean las buenas notas y el pasar de grado. Otros indicadores que se debieran
tomar pueden ser: la apertura mental, la originalidad, asumir riesgos y
plantearse preguntas que en determinados momentos pongan en duda el
conocimiento que se está trabajando, entre otros.
4.
Propiciar una cultura de trabajo para el desarrollo de un pensamiento creativo
y reflexivo. El maestro que desea lograr un clima donde los alumnos
aprendan a pensar y crear mejor debe trabajar duro. A veces los resultados
alcanzados no son los esperados o no son tan gratificantes en un periodo corto
de tiempo, pero hay que seguirle poniendo todo el empeño, ya que las huellas
formadoras que se dejan en los alumnos trascienden el presente y se recogen en
el futuro.
5.
Invitar al alumno a transcender el presente con un proyecto futuro. El maestro
creativo constantemente se anticipa a cómo va a ser la clase siguiente. Todavía
no ha finalizado la clase y él ya está viendo qué recursos pedagógicos va a
emplear para que la siguiente sea de mejor calidad. Además se acompaña de una
forma optimista de ver la vida. Esta anticipación se relaciona mucho con el
disfrute por el proceso de enseñar más que por los resultados que pueda
obtener. También él invita a sus alumnos a creer que toda idea soñada puede
ser una idea posible.
6.
Aprender a confiar en lo potencial y no sólo en lo real. El profesor debe
confiar en las capacidades potenciales de sus alumnos y no solamente en las
reales. Debe favorecer una enseñanza desarrolladora y colaborativa en
donde lo que el alumno puede realizar con su apoyo pueda hacerlo
solo el día de mañana.
7.
Vencer el temor al ridículo y a cometer errores. Debemos enseñar a
nuestros alumnos a vencer el temor al ridículo y a cometer errores, ya que esto
representa romper con reglas establecidas. En el caso del temor a cometer
errores es importante aprender a reciclar los mismos como fuente de
aprendizaje. Además, evitar que el alumno tenga miedo a equivocarse ante el
maestro por razones como las siguientes: perder su cariño, romper con la imagen
de buen estudiante, contradecir el método de aprendizaje que sigue el educador.
8.
Desarrollar tanto en nuestros maestros como en los alumnos, una actitud
diferente ante la responsabilidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los
alumnos deben tomar poco a poco la responsabilidad de su propio aprendizaje en
la medida en que desarrollen una motivación intrínseca en torno a esto.
El maestro debe facilitar y mediar las oportunidades para que los estudiantes
decidan lo que necesitan saber y con qué herramientas construirlo y favorecer
la ejercitación de estrategias para lograr lo anterior.
9. En
los salones de clase debería estar bien visible la siguiente frase: "Vivan
los riesgos que nos permiten ver las nuevas aristas del conocimiento". Se
debe incitar al alumno, por ejemplo, a dar una respuesta no convencional en una
prueba, diferente a la ofrecida por el profesor como modelo en la clase o, en
vez de dar la respuesta, dar él la pregunta.
Siguiendo
este pensamiento, es necesario incorporar el cambio como algo cotidiano
en la actitud para la vida de nuestros estudiantes. Desarrollar una actitud
favorable al cambio les va a permitir ver más al aprendizaje como un
proceso dialógico y dialéctico en el cual los educadores pueden solamente
proceder indirectamente a la verdad, zigzagueando a lo largo del camino, a
veces enfrentándose a contradicciones, retrocesos, avances y una carga de
satisfacciones llenas de una lucha tenaz contra los obstáculos y las
frustraciones.
10. La
autoridad para validar el conocimiento debe partir de un proceso social, dialógico
y cooperativo. Para esto es necesario romper con aquellas creencias en las
cuales el maestro tiene la verdad acerca del conocimiento a construir y el
alumno debe encontrarla bajo el control de este experto; donde el maestro
constantemente habla y el alumno escucha y les hace sentir en las clases que
está plenamente seguro de lo que enseña, que hay poco que descubrir e indagar
en relación con esto.
Este
tipo de maestro genera actitudes en los alumnos ante el aprendizaje que se
caracterizan por la inseguridad, la pasividad, la sumisión, la dependencia, la
repetitividad, la reproducción de conocimientos más que la construcción activa
del mismo.
11.
Cuando se propicia un clima creativo la motivación intrínseca y la de logro
deben estar presentes. La primera en el sentido de que debe nacer,
desarrollarse y realizarse en el propio proceso de enseñanza-aprendizaje, sin
requerir de recursos externos. En el caso de la segunda, implica desarrollar
una actitud en los alumnos ante los logros que van teniendo en la escuela, que
propicie el pensar no sólo en ser competentes, sino también ser excelentes; así
como disfrutar de los trabajos que realizan pero nunca estar completamente
satisfechos con los mismos, para de esta manera seguirlos mejorando.
12. Es
necesaria la contextualización del conocimiento y las habilidades de
pensamiento crítico y creativo. Contextualizar implica no concurrir en
situaciones como las siguientes: se imparte tal y como se había leído en el
texto básico de la asignatura, el cual generalmente es una selección de lecturas
realizada hace más de tres años, y en la que en ocasiones faltan las
referencias de donde se tomó o no se cita de forma correcta; se pide que se
observen determinados conocimientos tal como los mencionaba un reconocido
estudioso del tema; se exigen tareas a los alumnos como si fuera esta la única
asignatura que recibiera, olvidando el resto de ellas; se quiere reproducir un
experimento tal como se había realizado en un país desarrollado; se trabaja en
la clase tal tema o autor porque está de moda y todos lo citan; se extrapolan
técnicas creadas para una actividad docente a otra completamente diferente.
13. Las
necesidades fundamentales del alumno están relacionadas con enseñarle a pensar
creativa y reflexivamente, o sea, a pensar de manera excelente. Lo que
se requiere es un alumno imaginativo y cuestionador de las verdades que
aparecen a través de la voz del maestro o de los libros de textos y un
constructor de puentes imaginarios para que transiten las ideas invisibles para
la mayoría y en un momento determinado se hagan visibles; que analice las
experiencias y conocimientos de la realidad y los sistematice a través de su
pensamiento crítico y creativo, con la cooperación de un educador con profundos
conocimientos de grupo y de mediación.
14.
Quitar los lentes empañados que en determinadas ocasiones no permiten ver la
ignorancia. Se vive con lentes empañados cuando: año tras año se
repiten las clases tal como se planificaron la primera vez; se termina una
licenciatura, maestría o doctorado y nunca más se vuelve abrir un libro de
texto o se asiste a un curso de posgrado para el enriquecimiento de la práctica
educativa; cuando no se tiene la valentía de decir al alumno qué es lo que se
sabe y qué es lo que no. Si se desea limpiar los lentes se debe emplear el conocimiento
de manera flexible. Además, es necesario favorecer que el alumno busque fuentes
alternativas de lectura a las oficialmente sugeridas y dejar un espacio de
conocimiento a aportar por éste durante la clase. También tomar conciencia de
que aprender implica reconocer nuestras ignorancias y realizar un análisis en
cuanto a lo que sabemos genuinamente y lo que simplemente memorizamos.
15. Es
más valioso cubrir una pequeña proporción de conocimientos a fondo que una gran
cantidad. Es más útil que el alumno obtenga una pequeña parcela del
conocimiento que una gran cantidad pero de manera superficial, y que discuta el
significado de los mismos y descubra los sentidos que pueden tener de acuerdo a
su historia y cultura.
16.
Pensar de forma creativa y reflexiva por parte del alumno puede darse rara vez
de forma verbal del maestro hacia los alumnos. Es decir, una
persona no puede dar de forma inmediata a otra lo aprendido, ya que el reflejo
de la realidad en el ser humano es mediado; pero sí, en cambio, puede crear una
atmósfera creativa que favorezca las condiciones óptimas para que el alumno
aprenda por sí mismo a pensar de estas maneras.
17.
Convertir las aulas en espacios para asombrarnos, experimentar e investigar.
Uno de los recursos más importantes y al alcance del educador es la capacidad
de asombrarse ante cada comentario reflexivo o creativo de sus alumnos. Para
lograr lo anterior él propicia un conocimiento lleno de sorpresas y situaciones
inesperadas. Es decir, lleva a los alumnos a disfrutar de lo inesperado y lo
incorpora dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que está ocurriendo.
18. Los
estudiantes necesitan tratarse como personas, es decir, tener una buena
comunicación cuando están creando o pensando. Los alumnos requieren
aprender a escuchar críticamente, tener apertura hacia el juicio del
discrepante o ante los puntos de giro6 de la dinámica de razonamiento
del grupo o para apreciar las dos caras de un asunto tratado. Además, necesitan
aprender a retroalimentarse a sí mismos y a los otros durante un proceso
creativo o crítico. Los maestros deben modelar actitudes comunicativas para lo
anterior.
19. El
cuestionamiento es un excelente indicador de que se está trabajando el
pensamiento creativo y crítico. Se parte de considerar que los alumnos que
formulan preguntas que invitan a pensar e imaginar están aprendiendo. Los
maestros tienen a la pregunta como una de sus estrategias fundamentales.
20.
Construcción de las habilidades de pensamiento creativo y crítico a trabajar en
dos planos. Se parte de que todo lo aprendido y por aprender por el alumno se
le va a presentar siempre en dos planos: uno fuera de él (interpsíquico) y el
otro dentro de él (intrapsíquico). Durante la clase, el lenguaje de los otros
—en cuanto al desarrollo de la habilidad a trabajar— va a ir formando parte del
lenguaje de todos a través del diálogo que se va realizando. Todo esto se va
dando en el plano interpsíquico. Ahora lo anterior se va interiorizando y va
formando parte de las herramientas psíquicas del alumno. Aquí se está hablando
de un plano intrapsíquico.
21.
Matrimonio entre los conceptos cotidianos que trae el alumno acerca de la
habilidad de pensamiento creativo o crítico, a trabajar con los científicos
acerca de la misma. Cada vez que se comience a trabajar una
clase, se debe tratar de que el alumno comente sobre los conceptos cotidianos
que posee acerca de la habilidad o conocimiento a trabajar para vincularlos de
manera orgánica con los científicos. De esta manera los conceptos científicos
se enriquecen de la vida cotidiana de los estudiantes que transcienden las
paredes del aula y a su vez los cotidianos encuentran una lectura más
sistematizada, objetiva y abstracta sobre la realidad por medio de los
científicos. De esta forma tendremos un aprendizaje más rico de sentidos y
significados7.
22.
Unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo en cada sesión de atmósferas creativas.
Cuando se está trabajando el pensamiento creativo y reflexivo se parte
siempre de que la actividad lúdica que se esté realizando va a movilizar los
recursos afectivos e intelectuales de la persona que esté ejercitando en ese
momento la misma. Además, es importante crear un clima donde se dé un
matrimonio entre los afectos y el intelecto, así como también buscar un
equilibrio entre lo afectivo e intelectual, para lograr un espacio dinámico y
motivante para el buen pensar y crear8.
A
manera de conclusión pudiéramos señalar lo siguiente:
Educar
en la creatividad debe orientarse al desarrollo personal y mejora profesional
de la práctica educativa de todos los implicados en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, dentro de un contexto histórico social dirigido a la
integración educativa, partiendo del criterio de que la creatividad nos permite
tener una actitud flexible y transformadora que propone romper las murallas o
barreras para edificar la nueva escuela del futuro, cuyos principales apellidos
sean: integrada, solidaria, respetuosa, reflexiva, divergente, desarrolladora,
abierta y consistente con las necesidades de todos los alumnos.
Todo lo
anteriormente expresado conlleva una educación en la creatividad que propicie
un sistema de actividades y comunicación donde el pensamiento reflexivo y el
creativo se desarrollen a la par de una actitud coherente.
Cada
alumno que egrese de una escuela formado con esta visión deseará que en los
lugares donde llegue se manifieste el pensar, crear, sentir, comunicar y
compartir por respeto a sí mismo y a sus semejantes.
Notas
1 Este
diplomado es el primero que se realiza en la Secretaría de Educación Pública
del Estado de Jalisco sobre la temática de la creatividad en la educación. Ha
sido auspiciado por de la Dirección de Educación Especial del Subsistema
Integrado a través de la Coordinación de Formación y Actualización de Docentes.
2 Este
concepto fue creado en agosto de 1998 por el doctor Saturnino de la Torre, con
algunas sugerencias nuestras.
3 En
este sentido, se puede afirmar que en estos últimos años se advierte una
evolución del concepto de integración al de inclusión, se pasa de
pensar en el ser humano que se integra a reflexionar sobre el contexto que debe
satisfacer las necesidades de todos los que se encuentran en él.
4 De
esta cantidad actualmente están terminado el diplomado 458 maestros.
5 Nos
ha interesado sobre todo que los profesores que organizan y propician las
unidades de aprendizaje, no sólo tengan un alto grado de especialización en los
temas que abordan, sino que sean ejemplo de una actitud creativa ante sus
alumnos. No sólo con palabras sino también en los productos de su vida profesional.
Durante estos años hemos contado con los principales representantes del tema de
creatividad en la educación en Hispanoamérica y en México. Personas que han
dejado huellas emocionales, intelectuales y de conocimiento en sus alumnos por
su implicación motivacional en la actividad pedagógica. Son profesionales que
constantemente se plantean proyectos e iniciativas en los espacios educativos
donde laboran, a través de un trabajo en ocasiones paciente, silencioso y lleno
de vencimientos de obstáculos. A continuación citamos algunos de los profesores
que han trabajado en la experiencia: David del Prado Díez, director del Master
Internacional de Creatividad; Saturnino de la Torre, docente investigador del
Departamento de Didáctica de la Universidad de Barcelona; Fernando González
Rey, profesor titular en la Universidad de Londres y en la Escuela de Altos
estudios de Ciencias Sociales de París; Albertina Mitjáns, decana de la
Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, miembro del Consejo Científico
Superior de la Academia de Ciencias de Cuba; Celedonio Castanedo, catedrático
de la Universidad Complutense de Madrid; Carmen Merino, creadora del Primer
Diplomado a Distancia de Metodología Cualitativa de la Universidad Nacional
Autónoma Metropolitana; María de los Ángeles Tovar, catedrática de Psicología
Social de la Universidad de La Habana y la Iberoamericana en México; Ana María
Zepeda, presidenta de la Sociedad Mexicana de Creatividad; maestro Hilario
Recio Sánchez, profesor del Programa de Educación Virtual del TEC de Monterrey,
Campus Sinaloa; doctora Orquídea Abreu Márquez, miembro de la Asociación
Mexicana de la Creatividad y de la Federación Latinoamericana de Orientadores
para el Desarrollo Humano; doctor Orlando Batista Carrera, miembro de la
Asociación Mexicana de la Creatividad, asesor pedagógico y científico de la
Asociación Calpulli de los niños; doctor Mauro Rodríguez Estrada, creador de la
Asociación Mexicana de Creatividad; doctora María Ana Rodríguez, profesora del
Master de Creatividad de la Universidad de Santiago de Compostela; maestro
Guillermo Tapia García, coordinador de la Maestría en Educación de la
Universidad Iberoamericana de León, Guanajuato; maestro José Luis Díaz Vega,
Premio Nacional "Mexicano Creativo" y Premio Nacional en Juguete
Didáctico otorgado por la Universidad Tecnológica de León; maestra María de los
Dolores Valadez Sierra, creadora del Programa de Atención a Niños Superdotados
y del primer Diplomado en Educación Especial del Departamento de Psicología
Aplicada del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de
Guadalajara; maestra Silvia Valencia Abundis, jefa del Departamento de
Psicología Aplicada del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la
Universidad de Guadalajara; Pedro Solís Cámara Reséndiz, uno de los
investigadores mexicanos más prestigiosos a escala internacional en el campo de
los estilos cognitivos y actitudes de paternidad; maestro Omar Trujillo Grass,
uno de los principales exponentes del tema de Geriatría y Creatividad en el
Centro Iberoamericano de Geriatría en La Habana Cuba; maestra Alma Cervantes,
asesora del Palacio de Bellas Artes, miembro de la Mesa Directiva de la
Sociedad Mexicana de la Creatividad; Ramiro Humberto Albarrán Romero,
coordinador de los programas de Maestría Vía Satélite de la Universidad
Tecnológica de México y director de Desarrollo Académico del Tecnológico de
Monterrey, campus Toluca; Gloria Simcha de Ruben, pionera y fundadora de la
profesión de Terapia de Movimiento en EU e Hispanoamérica; Lilian Dabdoub,
representante en México de la Red Internacional de Creatividad; Marga Iñíguez
Tarragó, asesora del Ministerio de Educación de Colombia; maestra Katia Bisol,
consultora en organizaciones, trabaja actualmente para la empresa Shering Ploug
de Brasil; maestra Lilia Ponce, de la UNITEC de México; Nidia Álvarez,
profesora de la Universidad Pedagógica "José Martí" de Camagüey y del
Centro de Ciencias de la Educación de la Universidad de Camagüey; Miguel C.
Jarquín Marín, coordinador del Doctorado de Terapia Gestalt del Instituto de
Terapia Gestalt de Occidente. Dentro de los graduados de este diplomado, o que
han apoyado su puesta en marcha, encontramos a los siguientes compañeros:
Antonio Martínez Pérez, Carmen García Estrada, María Carmen Meléndrez, Agustín
Silva Villa, Eduardo Montelongo, Carlo Agassini Garibay, Guillermo Gutiérrez
Padilla, Rosario Leticia González, Martín Castellón, Laura Navarro, Enrique
Rodríguez, Luz Victoria Llamas, Heber Ávalos Gómez, Juan Barajas Godínez, Paula
del Carmen Contreras, Leticia del Carmen Rodríguez Villarreal, María del Pilar
Reguillo Cruz.
6 Estos
consisten en cambios en la dinámica de razonamiento. Pueden ocurrir en una
clase provocados por uno de sus miembros al asumir una actitud problematizadora
durante la misma. En tal caso la dinámica grupal, pudiera decirse en lenguaje
figurado, que iba en el sentido de las manecillas del reloj y a partir de ese punto
de giro comienza a caminar en sentido contrario.
7 Hemos
observado que, en determinados momentos, un alumno provoca un punto de giro
en la dinámica afectiva y cognoscitiva del grupo. Lo logra con una pregunta o
un comentario que invita a la reflexión grupal respecto a lo que hasta ese
momento se había dicho; ello a su vez provoca un crecimiento en el resto del
grupo, que invita a buscar, explorar e investigar nuevas aristas del problema
en cuestión, lo cual enriquece la construcción del conocimiento que se venía
dando hasta ese momento. Pongamos un ejemplo: en un grupo de estudio, durante
un seminario, se estaba analizando el surgimiento del psicoanálisis; de pronto
un estudiante comentó que no le perecía confiable la exposición, pues se habían
omitido algunos autores que iniciaron dicha corriente, tales como Adler y Jung.
Fue interesante captar que hasta ese momento el razonamiento se movía en una
dirección: aceptar como obvio todo lo que se decía. A partir de la inquietud
del estudiante, el pensamiento grupal tomó otro rumbo. A los alumnos que
introducen puntos de giro es necesario abrirles un espacio como una
oportunidad para mejorar el razonamiento y la creatividad del grupo.
8 En el
caso de los sentidos, ellos se manifiestan en la conciencia del ser humano como
aquello que refleja y lleva en sí sus propias relaciones vitales. Estos
expresan la relación del motivo de la actividad que estamos efectuando respecto
al objetivo directo de su acción. Por ejemplo, yo puedo saber mucho sobre
esquizofrenias, pero todavía no tiene un sentido para mí, si no entra en mi
vida familiar a partir de que tenga un tío con dichas características; el
significado inicial de la esquizofrenia se enriquece con una serie de sentidos.
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Vygotski,
L. S., Pensamiento y lenguaje, Pueblo y Educación, La Habana, 1980.
— Obras
escogidas. Tomo II, Visor, Madrid, 1982.
— Obras
escogidas. Tomo V, Pueblo y Educación, La Habana, 1984.
Artículo
publicado en la revista Educar
Número 10 Creatividad y Educación
http://www.jalisco.gob.mx/srias/educacion/consulta/educar/dirrseed.html