ASPECTOS IMPORTANTES DE LA CREATIVIDAD PARA
TRABAJAR EN EL AULA.
Miguel Ángel Casillas
A menudo la gente
habla de la creatividad
como si fuera una posesión preciada de
sólo unos pocos.
Robert Sternberg
Durante mucho
tiempo se consideró a la creatividad como un don que sólo había sido depositado
en algunas personalidades del arte. En estos momentos, gracias a la
preocupación de muchos científicos sobre ese fenómeno, que ha permitido el
avance de todas las disciplinas del que hacer humano, podemos decir que la
creatividad es una herramienta a la que todos tenemos acceso y que podrá ser
mejor si la trabajamos diariamente para alcanzar niveles más elevados en cada
uno de nuestros alumnos.
La naturaleza de
la creatividad es una cuestión complicada, los estudios que se han realizado de
ella nos muestran varias aristas de este fenómeno, que incluso pueden resultar
complementarios en una visión holística al realizar un análisis más profundo.
Para plantear el desarrollo de la creatividad es fundamental conocer cuál es su
naturaleza, cuáles son los elementos que la constituyen, identificar las
características que hacen que un producto o un proceso pueda categorizarse como
creativo, qué funciones cognoscitivas se presentan o se requieren para llegar a
la creatividad, qué tipo de contextos escolares favorecen el que la creatividad
se enriquezca, cuáles son los pasos o las etapas que recorre el proceso de la
producción creativa, entre otros planteamientos igualmente importantes.
En estos momentos
es relativamente fácil encontrar información de cómo desarrollar la creatividad
en el salón de clases; aunque la mayor parte de estas propuestas hace una
simplificación de esa tarea tan trascendente y necesaria. Existen
planteamientos que nos hablan de que la creatividad es una característica del
pensamiento, que tiene que trabajarse en todas las personas, independientemente
de cuánta "dotación" de creatividad tenga en ese preciso momento;
existen también algunos planteamientos que hablan de que la creatividad tiene
que trabajarse de manera paralela a los espacios curriculares, sin conexión
entre ambos, como si estuviera aislada del perfil intelectual que necesitamos
como sociedad y que en la escuela se forma.
En este artículo
quiero analizar algunos aspectos que creo son importantes para plantear el reto
de desarrollar la creatividad en el salón de clases, aprovechando los tiempos y
los espacios privilegiados que tiene la escuela en la formación de los
individuos, para hacerlo simultáneamente al cumplimiento de las exigencias de
los programas escolares. No he intentado agotar la información existente acerca
de este tema, simplemente he querido estructurar algunas ideas sencillas que
pueden ayudar a todos los docentes a incorporar a la creatividad a sus
actividades psicopedagógicas.
Es necesario ver a
la creatividad como un elemento cotidiano en el salón de clases, que interactúa
enriqueciendo las experiencias de aprendizaje que se presentan en el aula, como
lo considera Marzano (1997) en sus dimensiones del aprendizaje: un hábito
mental productivo.
¿Qué es la
creatividad?
Hay concepciones
de la creatividad que hablan de un proceso, otras de las características de un
producto, algunas de determinado tipo de personalidad y también hay otras que
hablan de la forma que tienen algunas personas de operar su pensamiento; las
posturas más sociales hablan de las condiciones socioculturales requeridas para
alcanzar desempeños creativos avanzados; pero creo que lo importante de definir
a un fenómeno educativo es tener todos los elementos para incidir de manera
deliberada en su enriquecimiento y consiguiente desarrollo.
La creatividad
está relacionada con la generación de ideas que sean relativamente nuevas,
apropiadas y de alta calidad (Sternberg y Lubart 1997). Arnold Toynbee (citado
en Taylor 1996) afirma que "El talento creativo es aquel que, cuando
funciona efectivamente, puede hacer historia en cualquier área del esfuerzo
humano". Todas las definiciones coinciden en lo novedoso, lo que es
original, lo que resuelve un problema o el replanteamiento que permite una
nueva visión de los ya identificados.
La creatividad es
"algo" que todos tenemos en diferente medida, no es un calificativo
fijo, se puede desarrollar en grados variables. Se puede encontrar a la
creatividad en todas las tareas de la humanidad, no sólo en las artes; esto es
identificable cuando la gente intenta hacer las cosas de una manera diferente,
cuando aceptan los retos para solucionar problemas que afectan directamente su
vida. Es interesante estudiar la creatividad en las personas altamente
creativas; pero realmente nuestra atención debe estar en el estudio y propuesta
de desarrollo de todos nuestros alumnos, ya que son la realidad que tendrá la
responsabilidad de manejar este país en un futuro próximo.
Todos los maestros
queremos que nuestros alumnos al finalizar el curso puedan ser capaces de
generar ideas creativas, el doctor Treffinger (1993) dice que necesitamos que
todos nuestros alumnos sean creativos, por qué pensar que sólo algunos de ellos
puedan enriquecer su nivel de creatividad cuando los tiempos actuales requieren
de personas capaces de tranformar las condiciones existentes actualmente.
¿Cuáles son las
características esenciales del pensamiento creativo?
Una situación
importante es considerar que desarrollar la creatividad no es sólo emplear
técnicas atractivas o ingeniosas por sí mismas; desarrollar la creatividad
implica incidir sobre varios aspectos del pensamiento; las cuatro
características más importantes del pensamiento creativo son:
La primera
característica se refiere a la capacidad de generar una cantidad considerable
de ideas o respuestas a planteamientos establecidos; en este caso se busca que
el alumno pueda utilizar el pensamiento divergente, con la intención de que
tenga más de una opción a su problema, no siempre la primera respuesta es la
mejor y nosotros estamos acostumbrados a quedarnos con la primera idea que se
nos ocurre, sin ponernos a pensar si realmente será la mejor, por ejemplo:
pensar en todas las formas posibles de hacer el festejo a Benito Juárez, no
sólo las formas tradicionales de eventos que siempre hemos practicado.
La segunda
considera manejar nuestras alternativas en diferentes campos o categorías de
respuesta, es voltear la cabeza para otro lado buscando una visión más amplia,
o diferente a la que siempre se ha visto, por ejemplo: pensar en cinco
diferentes formas de combatir la contaminación sin requerir dinero, es posible
que todas las anteriores respuestas sean soluciones que tengan como eje compra
de equipo o insumos para combatir la contaminación y cuando se les hace esta
pregunta los invitamos a ir a otra categoría de respuesta que nos da
alternativas diferentes para seleccionar la más atractiva.
En tercer lugar
encontramos a la originalidad, que es el aspecto más característico de la
creatividad y que implica pensar en ideas que nunca a nadie se le han ocurrido
o visualizar los problemas de manera diferente; lo que trae como consecuencia
poder encontrar respuestas innovadoras a los problemas, por ejemplo: encontrar
la forma de resolver el problema de matemáticas como a nadie se le ha ocurrido.
Una característica
importante en el pensamiento creativo es la elaboración, ya que a partir de su
utilización es como ha avanzado más la industria, la ciencia y las artes.
Consiste en añadir elementos o detalles a ideas que ya existen, modificando
alguno de sus atributos. Por ejemplo: el concepto inicial de silla data de
muchos siglos, pero las sillas que se elaboran actualmente distan mucho del
concepto original, aunque mantienen características esenciales que les permiten
ser sillas.
Existen otras
características del pensamiento creativo, pero creo que estas cuatro son las
que más lo identifican, una producción creativa tiene en su historia de
existencia momentos en los que se pueden identificar las características antes
descritas, aunque físicamente en el producto sólo podamos identificar algunas
de ellas. Esto significa que la creatividad no es por generación espontánea,
existe un camino en la producción creativa que podemos analizar a partir de
revisar las etapas del proceso creativo.
Las etapas del
proceso creativo
El proceso
creativo ha sido revisado por varios autores, encontramos que los nombres y el
número de las etapas pueden variar entre ellos, pero hacen referencia a la
misma categorización del fenómeno. En este apartado tomaremos las etapas más
comunes, aquellas que en nuestro trabajo con niños hemos identificado
plenamente:
Preparación. Se
identifica como el momento en que se están revisando y explorando las
características de los problemas existentes en su entorno, se emplea la
atención para pensar sobre lo que quiere intervenir. Algunos autores llaman a
esta etapa de cognición, en la cual los pensadores creativos sondean los
problemas.
Incubación. Se
genera todo un movimiento cognoscitivo en donde se establecen relaciones de
todo tipo entre los problemas seleccionados y las posibles vías y estrategias
de solución, se juega con las ideas desde el momento en que la solución
convencional no cubre con las expectativas del pensador creativo. Existe una
aparente inactividad, pero en realidad es una de las etapas más laboriosas ya
que se visualiza la solución desde puntos alternos a los convencionales. La
dinámica existente en esta etapa nos lleva a alcanzar un porcentaje elevado en
la consecución del producto creativo y a ejercitar el pensamiento creativo, ya
que se utilizan analogías, metáforas, la misma imaginería, el empleo de
imágenes y símbolos para encontrar la idea deseada. Algunos autores denominan a
esta etapa como de combustión de las ideas. Perkins (1981), citado en Gellatly
(1997), sugiere una visión alternativa de la incubación, deja abierta la
posibilidad de considerar un tipo especial de pensamiento inconsciente en esta
etapa de la creatividad, que genera ideas nuevas a partir de procesos
cognoscitivos comunes como el olvido fructífero, el refresco físico y psíquico,
la observación de nuevas pistas en experiencias no relacionadas, el
reconocimiento contrario, entre otros. El objetivo fundamental de la combustión
es aumentar las alternativas de solución que se tiene y las personas creativas
se caracterizan por la habilidad que tienen de generar fácilmente ideas
alternativas.
Iluminación. Es el
momento crucial de la creatividad, es lo que algunos autores denominan la
concepción, es el eureka de Arquímedes, en donde repentinamente se contempla la
solución creativa más clara que el agua, es lo que mucha gente cree que es la
creatividad: ese insight que sorprende incluso al propio pensador al momento de
aparecer en escena, pero que es resultado de las etapas anteriores; es cuando
se "acomodan" las diferentes partes del rompecabezas y resulta una
idea nueva y comprensible.
Verificación. Es
la estructuración final del proceso en donde se pretende poner en acción la
idea para ver si realmente cumple con el objetivo para el cual fue concebida,
es el parámetro para confirmar si realmente la idea creativa es efectiva o sólo
fue un ejercicio mental.
Es importante
mencionar que este proceso ayuda a visualizar las fases de producción de las
ideas creativas, pero también nos permite pensar en las etapas que podemos
trabajar en el aula para identificar si se está gestando alguna idea que pueda
llegar a ser creativa, saber en qué momento del proceso se encuentra cada uno
de nuestros alumnos, reconocer las necesidades de apoyo requerido para
enriquecer el proceso y lograr que el pensamiento creativo en el aula sea cada
vez más cotidiano y efectivo.
Seis recursos para
trabajar la creatividad: la propuesta de Sternberg
Uno de los
planteamientos más interesantes en la actualidad para conceptualizar y
desarrollar la creatividad en las aulas es el hecho por Robert Sternberg y Tood
Lubart quienes consideran que la confluencia de seis recursos hace posible ver
a la creatividad como algo terrenal y no como un estado inalcanzable. Estos
recursos son:
Es obvio que para
este autor la creatividad es una situación compleja en donde interactúan estos
seis recursos; por cuestiones de espacio sólo daremos un repaso a sus
planteamientos que nos servirán de base para las partes posteriores de este
artículo.
La inteligencia
juega un papel importante en la creatividad, ya que permite generar ideas,
redefinir problemas y buscar ideas que funcionen, aquí encontramos relación con
las tres partes de la teoría triárquica del primer autor: la parte sintética,
la analítica y la práctica. La inteligencia es la que aporta elementos
importantes para el análisis de la información, como la codificación selectiva,
la combinación selectiva y la comparación selectiva, requeridas en un pensador
creativo. Además es importante saber cuál idea es buena y cuál no lo es, la
creatividad exige no sólo proponer ideas buenas sino saber en dónde existe un
problema interesante, qué recursos hay que asignar para su solución, cómo
abordarlo, cómo evaluar nuestra intervención, todo esto nos lo proporciona la
parte analítica de la inteligencia y la parte práctica de la misma nos permite
reconocer cuándo las ideas funcionan y cuáles ideas pueden estar destinadas al
fracaso.
El conocimiento.
Para ser creativos es necesario tener conocimiento del área en donde se
está buscando la idea creativa, es fundamental poseer conocimiento formal e
informal de nuestro campo, esto significa que si queremos innovar por lo menos
debemos conocer qué es lo que existe como antecedente para nuestra propuesta,
de otra suerte podemos hacer planteamientos que ya han sido superados. El
conocimiento da la posibilidad de hacer propuestas serias y funcionales que no
sean pura ciencia ficción, permite que una persona centre su atención en
generar ideas innovadoras y no pierda tiempo en cuestiones básicas.
El conocimiento
juega un papel importante en la creatividad porque las ideas originales surgen,
en muchas ocasiones, de establecer nuevas relaciones con ideas existentes,
transformando la información establecida o añadiendo detalles a situaciones
conocidas.
Los estilos de
pensamiento son los modos en que la gente prefiere utilizar las
capacidades intelectuales de que dispone, se pueden identificar tres estilos de
pensamiento: el ejecutivo, el legislativo y el judicial (haciendo similitud con
los poderes del gobierno). Los estilos definen los enfoques como se abordan los
problemas y también hay algunos que fomentan más que otros el desarrollo de la
creatividad; por ejemplo, el estilo legislativo tiene que ver más con el diseño
de situaciones, con la iniciativa y el reto de abordar problemas que no están
acabados, con proponer estrategias audaces o no convencionales, mientras que
los otros estilos del pensamiento están más asociados a cuestiones lineales y
convencionales. Las personas que no son legislativas quieren saber exactamente
qué tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer, no les agradan las
ambigüedades, no toleran las consignas abiertas de trabajo y no les gusta
salirse de las reglas.
Los estilos de
pensamiento son importantes en la medida en que podamos identificar cuál de
ellos es el que más elementos aporta al desarrollo de la creatividad, cuál de
ellos tenemos que incorporar con mayor frecuencia a nuestras aulas; aunque es
una situación de preferencia los estilos pueden enseñarse y pueden aspirar a
mayores y mejores formas de funcionamiento. En el caso de la creatividad el estilo
legislativo es el que se debe practicar más en las aulas, los docentes debemos
conocer y emplear las acciones que caracterizan a este estilo de pensamiento.
Existen otros
estilos de pensamiento analizados por Sternberg y Lubart que tienen que ver con
la forma de organizar las ideas por parte de los individuos; estos son el
estilo monárquico, el jerárquico, el oligárquico y el anárquico. Estas diversas
maneras de organización del pensamiento son las más comunes. En el caso de la
creatividad el estilo monárquico es el que aparece con mayor frecuencia en los
sujetos altamente creativos como Picasso, Freud, Einstein, entre otros; quienes
se caracterizan por ser enérgicos, prefieren terminar una tarea antes de iniciar
otra, les gusta dedicar todo el tiempo a un solo proyecto sin distraerse.
La personalidad
es otro de los recursos que interactúa en la producción creativa y se
refiere a la forma en que un individuo se relaciona con el entorno; aquí
hablamos de la perseverancia ante los obstáculos, la voluntad para asumir
riesgos, la voluntad para crecer, la tolerancia a la ambigüedad, la apertura a
las nuevas experiencias, la confianza en sí mismo, entre otros rasgos de la
personalidad que permiten que el pensamiento creativo se desarrolle. En nuestro
trabajo con alumnos preescolares hemos introducido estos indicadores de
personalidad para fortalecerlos en todos los niños de la clase, esto porque
sabemos que tienen mucha importancia en el pensamiento creativo y que en la
medida en que se toquen permitirán mejores condiciones para desarrollarlo.
La motivación es
importante porque es el motor que genera la energía suficiente para profundizar
en los trabajos, que de otra manera nos causarían cansancio con facilidad. La
motivación elevada provoca entusiasmo y placer no sólo en la tarea, sino
también en las metas. Las personas creativas se manifiestan de esta manera en
campos que son de interés, tienen una motivación intrínseca capaz de llevarlos
a terminar trabajos complejos. Se puede decir que la motivación extrínseca poco
aporta a la creatividad, aunque puede ser relativo, ya que recientes
investigaciones nos dicen que existen motivadores extrínsecos que aparecen en
la lista de motivos que llevan a los sujetos a la producción creativa; están
los motivadores intrínsecos en primer lugar, pero los otros también participan.
El entorno y la
creatividad son dos elementos unidos por una relación estrecha. El entorno debe
presentar problemáticas que motiven al trabajo creativo; esto significa que los
entornos adversos son requeridos para generar ideas creativas, pero requerimos
entornos retadores y alentadores del pensamiento creativo, con condiciones que
permitan florecer y crecer las ideas creativas, que no las aniquilen antes de
madurar.
La escuela tiene
que constituirse en un entorno provocador de la expresión creativa, para ello
se requieren contextos abiertos a la opinión de todos los participantes,
consignas claras y ambiciosas que generen ideas diferentes. Nadie puede negar
la importancia del contexto en el desarrollo de la creatividad y la escuela
tiene que modificarse para lograr incorporar a la creatividad como una de sus
principales metas.
Estos seis
recursos nos muestran algo acerca de la creatividad, el campo es amplio y
requiere de más tinta para hacer análisis profundos que nos permitan
reflexionar y dialogar en esta temática tan interesante.
¿Qué tipos de
pensamientos intervienen en la creatividad?
Existen versiones
que colocan a la creatividad como un tipo de pensamiento versus otro tipo de
pensamiento. Nuestra visión acerca de esta relación es más dialógica. En la
generación de ideas creativas intervienen muchos tipos de pensamientos en algún
momento del proceso, mismos que permiten hacer a la creatividad más efectiva;
por ejemplo, posteriormente a la generación de muchas alternativas de solución
(fluidez) tenemos que hacer una revisión concienzuda de cuál de ellas
representa la mejor opción, aquí requerimos habilidades del pensamiento
crítico.
El pensamiento
divergente es considerado como uno de los pilares de la creatividad, se
asocia cercanamente a esta última porque permite abrir las posibilidades
existentes en una situación determinada, que de otra suerte estaría limitada a
sólo una o pocas ideas encerradas en una lógica convencional. Guilford le dio
un peso enorme al pensamiento divergente dentro de su modelo de la estructura
del intelecto.
El pensamiento
lateral es un aporte de Edward De Bono (1994) que lo define como
"tratar de resolver problemas por medio de métodos no ortodoxos o
aparentemente ilógicos". Consiste en desplazarse hacia los lados para
probar diferentes caminos; los descubrimientos que permiten el avance de la
ciencia se generan por que alguien probó una manera diferente de hacer las cosas
con resultados favorables. La originalidad tiene gran influencia de este tipo
de pensamiento; pensar en las soluciones poco comunes permite visualizar las
situaciones desde perspectivas laterales.
El pensamiento
productivo es la denominación que hace Taylor para hablar de un tipo de
pensamiento que genera muchas ideas diferentes, originales y elaboradas; forma
parte de los talentos que propone para llevarlos a las aulas. La propuesta de
este autor es una de las formas más sencillas y efectivas de propiciar el
desarrollo de la creatividad con este talento que llama del pensamiento
productivo.
El pensamiento
convergente. Aunque parezca contradictorio, existe ayuda de este
pensamiento para el desarrollo serio y efectivo de la creatividad, ya que
aporta elementos necesarios para cerrar, posterior a su apertura, las opciones
generadas. El pensamiento crítico de igual manera ayuda en la toma de
decisiones y en la implementación de las ideas. Es importante decir que estos
dos últimos tipos de pensamiento son útiles después de que se han abierto todas
las alternativas y llega el momento del análisis, ayudan a realizar lo que en
creatividad se llama el juicio diferido.
Considero que
estos tipos de pensamiento son los que más se involucran en la producción
creativa dándole un toque más realista, quitándole ese velo de misterio que
algunas personas han querido darle, haciéndola accesible a todos a partir del
esfuerzo y del trabajo constante.
¿Cómo relacionar
el desarrollo del pensamiento creativo con el currículum básico?
Los planes y
programas en México no sólo tienen como finalidad que los niños obtengan y
almacenen datos; una de las líneas más importantes es desarrollar en ellos
habilidades y capacidades cognoscitivas y afectivas, es ahí en donde la
creatividad encuentra justificación; además, la formación de los perfiles que
se necesitan para enfrentar el futuro no puede dejar de lado este aspecto tan
importante del individuo.
Tanto las
características de la creatividad, los recursos que en ella interactúan, así
como las etapas del proceso creativo nos dan elementos para el diseño de
estrategias de trabajo en el salón de clases. Todos los docentes debemos
incorporar a nuestras prácticas técnicas que desarrollen la creatividad contextualizándolas
con lo establecido, buscando el desarrollo del pensamiento creativo y tomando
como materia prima lo contemplado en el currículum básico, esto es: la
estructura organizativa de los contenidos temáticos no es un obstáculo para
trabajar creatividad, se pueden llegar a los mismos objetivos y metas de una
manera diferente, logrando experiencias más significativas y más
enriquecedoras.
¿En qué ayuda la
creatividad a la educación?
El maestro,
preocupado por integrar en sus metas curriculares el desarrollo de la
creatividad, debe tener claro que para hacerlo es necesario modificar el
contexto educativo preocupándose por:
La creatividad es
necesaria en todas las actividades educativas, porque permite el desarrollo de
aspectos cognoscitivos y afectivos importantes para el desempeño productivo.
Ante este panorama su incorporación a las aulas representa la posibilidad de
tener en el recurso humano el agente de cambio capaz de enfrentar los retos de
una manera diferente y audaz; esta meta es un reclamo de la sociedad a la
escuela como institución formadora de individuos. Ante este importante
cuestionamiento de qué aporta la creatividad a la educación el doctor Taylor ha
dicho desde hace tres décadas:
Queremos
estudiantes que sean pensadores, investigadores e innovadores; no sólo
aprendices, memorizadores e imitadores; no repetidores del pasado, sino
productores de nuevos conocimientos; no sólo versados en lo que se ha escrito,
sino alertas a encontrar lo que aún no se ha escrito; que no sean capaces
únicamente de ajustarse al medio, que lo ajusten a ellos; no sólo productores
de escritos de imitación, sino de artículos creativos; no sólo ejecutantes de
alta calidad, también compositores y creadores de nuevos patrones.
El pensamiento
creativo tiene que trabajarse desde la edad temprana hasta los niveles
superiores, tiene que estar presente en todas las estrategias metodológicas que
diseñe y ejecute el docente, tiene que estar directamente relacionado con las
metas y objetivos de la educación, es importante que se considere como un
hábito de la forma en que operamos nuestro pensamiento; sólo de esa manera
comprenderemos que es importante que la creatividad ocupe un mejor lugar en
nuestra práctica profesional.
Bibliografía
Casillas, M. A.,
"El fenómeno sobresaliente", Revista UdeG, Dossier La atención a los
niños sobresalientes, núm. 5, junio-julio, Guadalajara, México, 1996.
De Bono, E., El
pensamiento creativo: el poder del pensamiento lateral para la creación de
nuevas ideas, Paidós, México, 1994.
Marzano, R.,
Dimensiones del aprendizaje, ITESO, Tlaquepaque, México, 1997
Perkins, citado en
Gellatly, A., La inteligencia hábil: el desarrollo de las capacidades
cognitivas, Aique, Argentina, 1997.
Sternberg, R. y T.
Lubart, "Creando mentes creativas", Revista UdeG, Dossier La atención
a los niños sobresalientes, núm. 5, junio-julio, Guadalajara, México,1996.
—La creatividad en
una cultura conformista, un desafío a las masas, Paidós, Barcelona, 1997.
Toynbee, A.,
citado en Taylor, C., Revista UdeG, Dossier la atención a los niños
sobresalientes, núm. 5, junio-julio, Guadalajara, México, 1996.
Treffinger, D., New directions for gifted education, Center for creative
learning,
Artículo
publicado en la revista Educar
Número 10 Creatividad y Educación
http://www.jalisco.gob.mx/srias/educacion/consulta/educar/dirrseed.html