PRESENTACIÓN

 

Cuando amor y creatividad trabajan juntos...

 

Hablar de creatividad hoy, en las puertas del tercer milenio, es hablar de futuro, de cambio, de progreso, pero sobre todo de actitudes con carácter transformador y social. Hace ya un siglo que Th. Ribot publicó el Ensayo de la imaginación creadora (1900 en francés, 1901 en español). Era la primera reflexión sistemática sobre lo que cincuenta años más tarde J. P. Guilford bautizaría con el nombre de creatividad. La semilla estaba sembrada. Era el primer acercamiento filosófico-psicológico a un fenómeno que comenzaba a tener aires de popularidad. Un siglo se adelantó Ribot al escribir: "Todas las formas de imaginación creadora implican elementos afectivos". Tras varios siglos de racionalidad cartesiana advertimos que el ser humano cuando piensa, actúa y crea, lo hace como un todo, integrando pensamiento y sentimiento en la acción.

La creatividad es, debería ser, algo más que una palabra de moda. No se trata de un nuevo concepto psicológico, ni de una imagen para el marketing, sino de un rico potencial humano que es preciso identificar, estimular y utilizar en la vida. La creatividad será un indicador clave de las instituciones y pueblos con mayor influencia en el siglo XXI. Es por ello que, al igual que la educación, la naturaleza y la salud son hoy valores con alta consideración social, la creatividad es un valor educativo y bien social. Ello significa que ha de incluirse en el sistema educativo, ser considerada en la vida sociocultural y ser reconocida tanto en el desarrollo de las personas como en las organizaciones, ya sean productivas o de servicios. Hemos de acostumbrarnos a considerar la creatividad como cualidad humana transformadora de grupos, culturas, comunidades.

Esta propuesta, que pudiera parecer utópica a algunos, de hecho está ya operando en algunos países iberoamericanos. Aparece en las reformas educativas ya sea fomentando su impulso abiertamente, como en Bolivia, o de forma indirecta, como en España, Argentina y otros países en los que la educación se integra vertebralmente en torno al desarrollo de habilidades. Se pone de manifiesto en el creciente interés por la investigación y la formación de la creatividad tanto en las instituciones universitarias, como en otros ámbitos organizativos, de empresa y de desarrollo personal. Los términos creatividad, innovación, calidad, desarrollo, autoempresa, etcétera, se multiplican en cursos y bibliografías. Estamos avanzando hacia una nueva cultura de la noosfera en la que la persona humana es el principal potencial de una empresa u organización creativa.

Hablar de creatividad en el siglo XXI nos va a obligar ensanchar el restringido campo de significado psicológico. Conceptos como clima, recursos humanos, desarrollo social, iniciativa, cultura emprendedora, calidad, colaboración, competencia, contexto, etcétera, irán asociados a esa cualidad humana que hemos dado en llamar creatividad y que irá adquiriendo cada vez mayor significado social. Un potencial capaz de dejar huella personal, institucional y social. Pero para que esto ocurra hemos de valorar al tiempo los componentes afectivos, ambientales, motivaciones. La creatividad que no se vive no crece.

Las cálidas relaciones humanas de los pueblos iberoamericanos son el mejor terreno, el mejor clima para que arraigue la creatividad. La dimensión afectiva y relacional es una gran riqueza en periodos en los que la tecnología parece desplazar a los sentimientos. Por eso, educar en la creatividad es mucho más que adiestrar en competencias, que estimular ideas o que resolver problemas. Educar en creatividad es despertar la sensibilidad humana para dejar algo de nosotros en los demás. Si bien podemos encontrarnos con personas de un alto nivel de inteligencia lógica, espacial o abstracta, la creatividad siempre tiene un toque emocional.

El monográfico de este número, Creatividad, una perspectiva iberoamericana, tiene el interés de abrir el nuevo siglo con un tema que sin duda lo va a caracterizar. Queremos establecer redes de acercamiento y unión entre pueblos que comparten cultura y valores humanos y la creatividad no es el menor de todos ellos. Necesitamos aprender de las experiencias de las reformas educativas, de las investigaciones y de la formación que se está realizando en cada uno de los países. Tenemos la fortuna de poder contar, en este número monográfico, con grandes especialistas del tema en cada uno de los países. Es nuestro deseo que este trabajo inicial pueda verse coronado pronto como publicación más completa y de mayor impacto.

Los artículos giran en torno a dos focos de atención: la creatividad en las reformas educativas que están implantando algunos de los países y las investigaciones en curso. Respecto al primer foco de atención destacan los trabajos de España, Argentina y Bolivia. En las reformas de España y Argentina se presenta la creatividad bajo un enfoque constructivista, en una línea piagetiana en la que la creatividad no es sino el conjunto de habilidades superiores del hombre. Su aplicación, sin embargo, como ocurre casi siempre, queda en manos de los docentes. El futuro de la creatividad está en la formación de los docentes, ya que de maestros creativos resulta más fácil conseguir alumnos creativos.

En el caso de la reforma boliviana, se ha creado la nueva área de conocimientos de Expresión y creatividad. Representa un salto cualitativo en cuanto a que materias que aparecen desligadas en la mayor parte de sistemas educativos, aquí adquieren un sentido globalizador al integrar en una misma área las expresiones plástica, musical, escénica y motriz. Una propuesta realmente renovadora y progresista, digna de ser conocida e imitada.

La principal aportación de las reformas educativas es su apertura a nuevos valores y formas de concebir la educación. La realidad del aula, sin embargo, dista mucho a veces de la teoría. Como dice M. Fiedotin, fomentar el potencial creativo no ha constituido una meta a lograr, sino tan sólo un deseo expresado de diferentes modos. Todo un reto de futuro para convertir la teoría en realidad.

El estudio de la creatividad en México, Colombia, Chile, Cuba, Venezuela y Brasil, pone de manifiesto un doble efecto: el creciente interés universitario hacia el tema y la contrastación de sus efectos positivos en la enseñanza. La mayor parte de investigaciones se han realizado en el marco de la universidad. Sin embargo, la estimulación de la creatividad se ha abierto a otras instituciones y organizaciones, ya sean de carácter empresarial o de desarrollo humano.

En Colombia se aborda el estudio y formación creativa en diferentes sedes universitarias, destacando actualmente la de Manizales por sus líneas de trabajo y organización de cursos. A nivel educativo, el aula integral tal vez sea la temática más novedosa y de mayor impacto. Una de sus líneas vincula la creatividad al medio y a la vida.

También en Chile, Brasil, Venezuela y el resto de países, el estudio de la creatividad está vinculado a proyectos de investigación universitaria, unas veces en facultades de humanidades y en otras artes, ingenierías y arquitectura. En Chile se ha estudiado la metodología creativa en la enseñanza primaria y secundaria, pero aunque está presente en los debates sobre los cambios educativos, aún no es una realidad en la inserción curricular. En el artículo referido a Brasil se hace una llamada a la revisión de la escuela tradicional, dado que aún prevalece la información sobre el desarrollo de habilidades. Se destaca la relevancia del docente creativo como vía para promover la creatividad del alumnado así como el ambiente escolar.

Sólo resta decir que la creatividad opera y se desarrolla mejor en ambientes de relaciones humanas cálidas, con abundantes estímulos culturales, entornos propicios, reconocimiento del esfuerzo personal, etcétera. Las técnicas favorecen la habilidad y la ideación, pero la actitud creativa se genera en climas humanos emotivos. Esta convicción me lleva a afirmar:

 

 

Cuando creatividad y amor trabajan juntos

es fácil esperar un impacto esencial,

una huella indeleble,

una obra maestra

 

Artículo publicado en la revista Educar

Número 10 Creatividad y Educación

http://www.jalisco.gob.mx/srias/educacion/consulta/educar/dirrseed.html