IWORLD
Número 40. Jul de 2001
La LSSI abre el
debate sobre la censura web José Manuel Gómez, director de Kriptópolis y Víctor
Domingo, presidente de la Asociación de Internautas
El anteproyecto de Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio
Electrónico, más conocido como LSSI, que ha elaborado el Ministerio de Ciencia
y Tecnología con objetivo de que la ley se apruebe en septiembre, ha abierto un
amplio debate en España sobre el peligro que puede acarrear para la Red y su
libertad de expresión una excesiva y equivocada regulación.
iWorld ha hablado con los protagonistas de esta polémica, cuyo eco ha llegado
incluso a medios de comunicación extranjeros como Wired, la revista-icono del
mundo de la tecnología. José Manuel Gómez, director de Kriptópolis, la
publicación digital que desató el debate sobre la censura en el anteproyecto de
LSSI, alertando sobre determinados artículos que pueden restringir la libertad
de expresión en la Red, y Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas
(AI), que asegura haber conseguido del Gobierno el compromiso de cambiar el
texto, nos han contado su visión. Nos ha faltado la del tercer principal actor
del debate: el Ministerio de Ciencia y Tecnología, que ha preferido esperar
para manifestarse sobre el tema.
José Manuel Gómez
¿Cómo empezó la campaña anti-LSSI y cuál es su objetivo?
- La campaña la empezamos en el mes de mayo aunque fue antes, a finales del año
pasado, cuando, Javier Maestre, uno de nuestros asesores legales, nos comentó
que en el anteproyecto de LSSI había algunos artículos que, en caso de
aprobarse, podían coartar la libertad de expresión en la Red. Sin embargo,
aunque esto fue un primer aviso, no fue hasta hace algo más de un mes cuando
Carlos Sánchez Almeida, otro de nuestros asesores legales, descubrió, al
estudiar el texto para dar una conferencia, lo que se nos venía encima si la
ley salía adelante.
Por eso empezamos una dura campaña con el fin de conseguir la retirada de la
ley, una petición bastante radical, pero con un gran sentido lógico. La excusa
que está utilizando Ciencia y Tecnología para incorporar esta ley es que hay
que adecuar a la legislación española una Directiva europea del comercio
electrónico. Pero nosotros no vemos ninguna necesidad de redactar una nueva
ley. Todas las actividades referentes al comercio electrónico se pueden regular
perfectamente a través de las que regulan el tradicional: las leyes de
comercio, de publicidad, de la competencia, etc. Y el Ministerio no sólo quiere
crear una ley que no es necesaria, sino que está intentando extralimitarse y en
el anteproyecto ha ampliado los aspectos incluidos en la Directiva a cualquier
servicio de la Sociedad de la Información, lo que significa que pretende
regular la información en línea que se publica gratuitamente en la Red, como es
el caso de nuestra revista y el de muchos medios. Esta situación nos parece
intolerable, pues atenta gravemente contra la libertad de expresión, que es
básica en Internet, además de sentar un grave precedente y aunque el Gobierno
actual no tenga intención de controlar los medios amparándose en esta ley,
nunca se sabe qué responsables políticos tendremos en el futuro... Es muy
peligroso abrir la caja de los truenos de la censura.
No estáis de acuerdo con que exista la ley, pero ¿contra qué aspectos del
anteproyecto (la tercera versión) lucháis en particular?
Sin duda, contra el control de los contenidos. El anteproyecto obliga a que
cualquier persona que tenga una web se tenga que registrar y si no lo hace debe
pagar una multa tremenda. Este aspecto no lo contempla la Directiva europea y
es un ejemplo del afán controlador de la ley española. Es un disparate
pretender aplicar a una página personal las mismas multas que se pondrían a una
empresa multinacional. La única intencionalidad que puede subyacer es frenar
cualquier tipo de iniciativa informativa independiente fuera de los grandes
emporios de la comunicación, además del peligro que supone de autocensura, uno
de sus mayores inconvenientes.
Incluso otorga a las autoridades administrativas la potestad de cerrar webs,
algo que en el mundo real, refiriéndonos a los medios de comunicación
tradicionales, sólo pueden hacer las autoridades judiciales, según el artículo
20 de nuestra Constitución. No se puede legislar diferenciando Internet del
mundo real. El Código Penal ya tiene perfectamente tipificadas todas las
conductas delictivas que se puedan dar en la Red. Lo único que falta son medios
para aplicarlo.
¿A qué medios te refieres?
- Controlar las actividades delictivas en Internet es muy fácil, sólo se
necesita voluntad política. La policía española especializada en tecnologías de
la información tiene escasísimos medios humanos y materiales, lo que es
intolerable. Se deberían ampliar los medios con los que cuentan estos cuerpos y
sería conveniente crear una Fiscalía de Delitos Informáticos para coordinar las
acciones de los cuerpos de seguridad del Estado entre ellos y con otras
policías europeas. Además, tendría que haber más jueces y que éstos estuvieran
mejor formados en Internet.
¿Estas medidas sería suficientes para regular la seguridad en la Red?
- Sí, además de adaptar a las leyes ya existentes lo que ordena la Directiva,
es decir, lo relativo a comercio electrónico.
Kriptópolis acepta la Directiva europea. Sin embargo, organizaciones como CPSR
están en contra de ella...
- Esto se debe a que CPSR es una organización de ámbito internacional y combate
la regulación allí donde se produzca. No es que nosotros estemos plenamente de
acuerdo con la Directiva (aunque es menos rigurosa de lo que se nos quiere
hacer creer) pero, si es complicado luchar para que no se apruebe una ley en
España, imagínate lo difícil que sería guerrear contra una Directiva europea.
Lo que pretendemos es que la legislación española se acomode a la Directiva sin
necesidad de elaborar una ley específica para Internet, lo que se puede hacer
con muy poco esfuerzo legislativo.
También está habiendo protestas en Francia e Italia por sus respectivas leyes…
- Sí, todos los Gobiernos que tenían ganas de meter mano a la libertad de
expresión en Internet se han agarrado a la Directiva como un clavo ardiendo y
la han ampliado a los aspectos que han querido. A nivel europeo hay un enorme
afán controlador, poniendo como excusa delitos como la pornografía infantil,
las estafas, etc. Y todo lo que sea controlar la libertad de expresión o
provocar la autocensura es un retroceso. Europa no puede perder ese tren y
España tampoco. Para nuestro Gobierno, esta ley es un borrón dentro de su plan
de llevar la Sociedad de la Información a todos.
¿Como fue vuestra reunión con los responsables ministeriales de la ley y de la
AI?
- Por parte de Kriptópolis estuvo presente nuestro abogado, Sánchez Almeida, y
por lo que me ha contado, conversaron cordialmente pero manteniendo cada uno su
posición. Los responsables del anteproyecto dicen que están abiertos a posibles
modificaciones pero ya veremos qué pasa al final. Yo prefiero creer que sí.
Cualquier rectificación por su parte sería bien acogida por nosotros.
Respecto a la postura que ha mantenido la AI… bueno, creo que su
representatividad está bastante cuestionada ahora mismo. Nadie entiende cómo
esta asociación que se supone que defiende a los internautas había dado el
visto bueno a un anteproyecto como éste e incluso llegó a celebrar por todo lo
alto la prohibición del spam, una actividad sobre la que no se puede regular ni
a favor ni en contra. Hasta la Asociación Española de Comercio Electrónico
(AECE) ha criticado esta regulación que considera que favorece a las grandes
empresas y perjudica a las pymes. La LSSI no satisface ni a los internautas más
conscientes, ni a los medios independientes, ni a los ISP. Incluso hasta
portales como Starmedia y Dooyoo se han mostrado en contra. A los únicos que
gusta es a las grandes corporaciones mediáticas.
¿Crees que saldrá adelante la LSSI?
- En esto hay disparidad de opiniones, yo soy más idealista y pienso que no, y
en el peor de los casos creo que saldrá una versión que no tenga nada que ver
con la actual.
¿Y si se aprueba una versión con la que no estáis de acuerdo?
- La vamos a perseguir por tierra, mar y aire.
¿Cómo has visto la acogida que ha tenido vuestra campaña en los medios
nacionales y extranjeros como Wired?
- Ha sido muy importante para nosotros. Lo malo es que al final la acogida en
los medios se acabe enfriando y la ley siga adelante. Además, la mayor parte de
los internautas no saben lo que se avecina si se aprueba: una autocensura si no
una censura explícita, una disminución de los niveles de calidad de los
contenidos que se ofrezcan y una pérdida del tren de las Nuevas Tecnologías
para España. Incluso he hablado con webmasters que están pensando en exiliarse.
No hemos luchado por una democracia y por que haya libertad de expresión para
que a estas alturas tengamos que pensar en irnos a EEUU. La amenaza es muy
grave y nos estamos jugando mucho como nación. A nosotros se nos ha acusado de
haber sido muy agresivos con la campaña, pero es que no todos los días le
amenazan a uno con cerrarle el web.
¿Cómo ves a Internet en un futuro, como un medio controlado por las grandes
empresas y los Gobiernos o como una Red libre?
- Si seguimos por este camino estará dominada por las empresas, llegará a ser
una televisión más, un medio que no aporte nada a la comunicación.
Víctor Domingo
Hasta que Kriptópolis no denunció públicamente el anteproyecto de LSSI,
vosotros sólo os habíais fijado en su problemática sobre el spam. Pero después
habéis hecho una propuesta que incluye ciertas modificaciones que el Ministerio
se ha comprometido a realizar. Explícanos la evolución de vuestra postura a lo
largo de estos acontecimientos.
- Efectivamente, en la AI no nos habíamos dado cuenta de que el anteproyecto
incluía aspectos que se pueden entender como una restricción a la libertad de
expresión. Por eso, tras reunirnos con el Ministerio y con Kriptópolis el 17 de
mayo nos comprometimos a elaborar una propuesta alternativa, pues nosotros sí
consideramos, al contrario que Kriptópolis que no quiere ningún tipo de ley,
que es muy necesario que haya una ley de comercio electrónico, porque hoy en
día, los jueces no tienen ningún tipo de referencia al encontrarse con casos
referidos a Internet y la ley del derecho mercantil no es suficiente. Lo que no
se tiene que regular es Internet en general, especialmente las páginas de
información.
Así, después de hacer una encuesta a nuestros asociados, en la que descubrimos
que aunque muchos querían la retirada total de la ley, la mayoría exigía una
modificación, nos decidimos a elaborar nuestra propuesta con las aportaciones
de Irislex.org, la oficina del Defensor del Internauta y la que los propios
usuarios de Internet nos han enviado. Días después presentamos ese texto al
Secretario General y al Director General para la Sociedad de la Información,
quienes, tras un amplio debate sobre cuatro puntos que llevábamos preparados,
se comprometieron a incluirlos en la nueva versión del anteproyecto.
¿De qué cuatro puntos se trata y cuál es el compromiso que ha realizado el
Ministerio?
- El día que nos reunimos con los responsables del anteproyecto de LSSI, éstos
se comprometieron oralmente a retirar a la autoridad administrativa la
competencia que le otorga el anteproyecto para imponer sanciones y cerrar los
webs, pues esto lo debe poder hacer sólo la autoridad judicial (es como en el
mundo real, no es el Ministerio del Interior el que cierra el diario Gara sino
un juez) y es un tema que afecta fundamentalmente a los derechos fundamentales
y a la libertad de expresión; a que la futura ley no regule Internet en general
sino sólo lo que se refiere a la actividad comercial; a que se quede igual el
apartado del anteproyecto que regula la prohibición del spam, que es una
aportación que nosotros hicimos con anterioridad a la polémica de la LSSI,
porque estamos convencidos de no hay que hacer envío masivo de correo no
solicitado, que sólo es una forma de saturar la Red; y, finalmente, a que las
sanciones no sean tan excesivas y que respondan a una justicia distributiva, en
función de la facturación de las empresas.
Claro que, a pesar de habernos dado su palabra sobre estos cuatro puntos, los
responsables del Ministerio aún tienen que estudiar nuestra propuesta
íntegramente y recibir a otros colectivos que les entregarán sus aportaciones.
Además, el anteproyecto pasará por más filtros antes de su aprobación en las
Cortes, como el Consejo de Estado y el Consejo General de Poder Judicial
(CGPJ). Nosotros no somos legisladores y no hemos acordado nada definitivo sino
que hemos expuesto nuestra opinión. El texto está sujeto a lo que digan los que
se dedican a hacer leyes, aunque estamos satisfechos porque hasta ahora el
Ministerio ha recogido todo lo que le hemos dicho. Desde ahora estaremos
vigilantes para no perder la garantía de estos compromisos.
¿Cómo veis desde la AI la Directiva europea?
- Bueno, lo que es necesario es que se regule el comercio electrónico y en este
sentido la Directiva pone una serie de recomendaciones que cada Gobierno lo ha
adaptado a su manera. De hecho, a pesar de la polémica, la ley española es
mucho mejor que la de Italia y Francia. En este último país también hay un
grupo de ciberderechos, llamado Iris, que está haciendo lo que nosotros,
realizar aportaciones al texto oficial. Es estupendo que la sociedad civil
pueda tener acceso a este tipo de proyectos legislativos y expresar lo que le
gustaría.
¿Qué opinas de la postura que ha mantenido Kriptópolis durante la campaña?
- En un principio me pareció correcta la denuncia, pues es algo que se nos
había escapado a todos y en cuanto analizaron el tema nuestros abogados nos
dijeron que sí, que los de Kriptópolis tenían razón. Sin embargo, esto no es
motivo para organizar la tercera guerra mundial, como ellos han hecho. En la AI
la organizaríamos por otros problemas como por ejemplo, por lo mal que va el
proceso de liberalización del bucle local (un asunto en el que la actitud del
Ministerio es muy distinta a la que está manteniendo con esta ley) o por
nuestra querida tarifa plana 24 horas. Sobre eso podemos organizar muchas
guerrillas y en ello estamos, pero sobre la LSSI el Ministerio siempre nos ha
hecho caso y ha recogido nuestras aportaciones.
Además, las críticas que nos han hecho por sentarnos a dialogar con los
representantes ministeriales son intolerables, pues nos ha costado mucho llegar
a que nos hagan caso los representantes políticos. Por eso, hemos lanzado un
comunicado respondiendo a todo lo que han dicho sobre nosotros y criticándoles
por haber abandonado la lista que crearon contra la futura ley y que ellos
administraban. Algo frustrante para los internautas que estaban en esa lista y
que han seguido la campaña anti-LSSI desde el principio.
¿Hacia dónde va Internet con tantos intentos de legislación por parte de los
Gobiernos? ¿Será un medio menos libre y más controlado por Gobiernos y
empresas?
- ¡Pero si apenas hay legislación en la Red!. Ahora mismo, lo único legislado
en España es el servicio ADSL y no ha sido hasta entonces cuando ha empezado a
funcionar. Por eso creo que debería haber más regulación, sobre todo sobre la
calidad de los servicios de telecomunicaciones, pues no hay ninguna referencia
legal para protestar cuando hay problemas, como sucede con la tarifa plana.
Tema aparte es el debate metafísico sobre si Internet es libre o no… y es que
Internet no es libre porque, en primer lugar, para utilizarla hay que pagar a
una operadora, lo que ya condiciona al usuario económicamente y lo más probable
es que si me compro un ordenador el mercado me imponga un software y unas
normas concretas, y en este sentido, conviene que haya una regulación.
Además, los grupos de ciberderechos están abandonando la ideología de la
autorregulación porque no funciona y sólo sirve para que los más fuertes hagan
lo que les dé la gana. A mí me encantaría tener una Internet libre y anárquica
pero no es así. Sólo es libre en el aspecto de poder emitir y recibir la
información que queramos.
A partir de ahora ¿cuáles serán vuestras acciones?
- En la AI seguiremos en nuestra línea de actuación. Una preocupación
importante es cómo piensa asegurar el Gobierno el servicio universal, porque
estamos hablando de libertades cuando es posible que en octubre tengamos
problemas para que muchos ciudadanos accedan a Internet e incluso para que
hagan una llamada local, debido a cómo va el proceso de liberalización. ¡Eso sí
que es un problema grave! Luchar por la libertad de algo a lo que no todos
pueden acceder por razones económicas geográficas. (Para más información ver
sección de actualidad).
Esther
Macías. [01/07/2001 ]