Experiencia de evaluación externa de un

proyecto regional de desarrollo basado en

la escuela

 

Pablo Joel Santana Bonilla

 

Introducción

 

      Este informe es producto de la visita realizada a un centro de secundaria por un equipo de evaluadores (') y la participación en unas Jornadas de evaluación del P.E.G.S. (Programme of Evaluation in Grampian Schools), un proyecto de desarrollo basado en la escuela en el que participan 16 centros (11 de secundaria y 5 de primaria) de la región de los montes Grampianos (Escocia) ‑entre ellos la escuela visitada.

Dentro de las limitaciones con que nos encontramos (el inglés como segunda lengua; el contexto escolar escocés desconocido por nosotros; el poco tiempo que dispusimos para visitar la escuela y discutir los datos en equipo, y la novedad de la experiencia), hemos tratado de presentar de la manera más objetiva posible el desarrollo del proyecto en el centro que visitamos, así como una visión global del mismo. El propósito del análisis no es describirlo exhaustivamente, sino sugerir algunos aspectos a tener en cuenta en el asesoramiento a centros escolares desde la perspectiva del desarrollo basado en la escuela.

En lo relativo al centro visitado, el informe está basado principalmente en información recogida a través de entrevistas con el equipo directivo (formado por cinco personas), con miembros de dos de los grupos de trabajo del centro (tres de un grupo y cuatro de otro) y con los Jefes de los Departamentos de Tecnología, Alemán, Francés e Historia. También tuvimos acceso a algunos documentos relacionados con la organización de la escuela y con el desarrollo del proyecto en ella.

La información recogida durante las Jornadas ‑celebradas después de los dos días de visita a la escuela ‑, así como las conversaciones informales mantenidas con los participantes (tanto profesores de los centros como asesores y evaluadores externos) han servido de base para la elaboración del informe.

Hemos estructurado el informe en cuatro apartados, para facilitar su comprensión. En primer lugar, se realizan algunos comentarios sobre el contexto educativo. A continuación se presenta nuestra visión de la situación del proyecto en el centro visitado. En tercer lugar, se sugieren algunas pautas de acción para el centro y para los responsables del mismo. Y, finalmente, se recogen algunas lecciones aprendidas desde el punto de vista del asesoramiento curricular.

 

Algunos comentarios sobre el contexto

 

Desde hace unos diez años, el sistema de educación secundaria escocés está siendo sometido a cambios importantes. Estos cambios, de ámbito nacional y regional, están afectando claramente a la escuela. Dos de ellos son:

a) un cambio en las titulaciones,

b) y un cambio en las prescripciones curriculares del Gobierno a las escuelas, que reduce el espacio de toma de decisiones de las escuelas en cuanto al curriculum.

La política educativa emprendida por el Gobierno británico dirige las escuelas hacia un estilo gerencia¡ de funcionamiento: tienen que hacer lo que se les ordena, tanto a nivel administrativo como curricular. Es decir, el Gobierno está ejerciendo mayor control sobre las escuelas.

Desde nuestro punto de vista, estos factores contextuales determinan la dirección del cambio al margen de la iniciativa o acuerdos del equipo directivo y de los propios profesores.

Los cambios en las titulaciones son: el Standard Grade para los alumnos de los primero cuatro cursos de secundaria, y el Scottish Vocational Education Certificade para los alumnos de quinto y sexto cursos. Estos cambios afectan a los exámenes, que pasan de un enfoque basado en el contenido a un enfoque orientado a la solución del problemas. Pero también afectan a la escuela en los siguientes ámbitos:

 

‑ El contenido curricular, aunque no de la misma manera para todas las materias.

‑ La metodología, de un estilo expositivo ‑con evaluación final ‑ a un enfoque basado en recursos y centrado en el alumno ‑con evaluación diagnóstica, formativa y final.

‑ Los alumnos, pues se espera que sean más autónomos en su aprendizaje (cosa que no puede esperarse que ocurra de un día para otro).

‑ Los profesores se espera que enseñen de manera diferente, por lo que tienen que aprender nuevas formas de enseñar, que a su vez generan nuevas situaciones de gestión de la clase: hay cambios no sólo en los aspectos curriculares de la vida del aula estructura de tareas académicas ‑, sino también en los psicosociales ‑estructura social de participación (Doyle, 1986).

‑ La organización escolar, pues la introducción del Standard Grade supone la división de los alumnos en tres niveles de habilidad diferentes que requieren, necesariamente, un curriculum articulado mediante una buena coordinación intra e interdepartamental.

‑ Y, finalmente, el equipo directivo, porque si sus miembros quieren asegurar la eficacia de la escuela tienen que cuidar la implantación adecuada de los nuevos cursos (SG y SCOTVEC).

Esta breve panorámica de la situación de cambio en que se encuentra el sistema escocés de educación secundaria puede ofrecer algunas pistas sobre los factores contextuales en los que se ha desarrollado el proyecto P.E.G.S. En resumen, el Programa de Evaluación de las Escuelas de la Región Grampiana es un proyecto de desarrollo basado en la escuela al que se adscriben los centros voluntariamente, a la vez que participan obligatoriamente en la reforma educativa estatal. Sin embargo, queremos señalar tres factores más que, en nuestra opinión, condicionan su desarrollo en la escuela que visitamos:

1) Como ya indicamos, la política de cambio educativo en el Gobierno británico se caracteriza por un enfoque "arriba‑abajo", esto genera entre el profesorado un clima de resistencia al cambio.

2) Por otra parte, el sistema educativo escocés se caracteriza por una larga tradición del estilo de liderazgo autoritario/burocrático (OCRE, 1983). Esta tradición también está presente en la escuela que visitamos y supone un firmo para la implicación de los profesores

3) Por último, el tamaño de la escuela incide en el desarrollo del proyecto, debido a los problemas de comunicación que genera (OCDE, 1983). En la entrevista con uno de los grupos de trabajo, una de las profesoras se refirió al equipo directivo señalando al edificio donde están ubicados sus despachos y destacó las dificultades que han encontrado para recabar información de los Departamentos. La escuela la componen 75 profesores y 1070 alumnos. Comprende un edificio principal con varios adyacentes, además de zona verde y deportiva.

 

 

 

Situación del proyecto en el centro

 

A partir de la información recogida y teniendo en cuenta algunos resultados de la investigación sobre innovación educativa, hemos organizado la exposición de este apartado según tres fases: antecedentes del proyecto, iniciación y situación actual del mismo en la escuela visitada.

 

Antecedentes

 

Un hecho importante es que la mayoría de los grupos de trabajo ahora más activos existían antes de que la escuela se uniese al programa. Esto significa que el proyecto se construyó sobre lo que ya se estaba haciendo. Por ello, una de las conclusiones del informe negociado con los representantes de la escuela fue que el programa ha sido "un instrumento útil para intensificar y mejorar las iniciativas ya existentes en la escuela". Esta es una característica positiva siempre que la escuela sea capaz de utilizar el proyecto para avanzar en su desarrollo institucional. Sin embargo, puede llegar a ser negativa si los grupos de trabajo funcionan de manera rutinaria, no persiguen metas claras, ni desarrollan planes específicos.

 

Iniciación

 

Dos cuestiones importantes que se plantean en la fase inicial de cualquier proyecto de desarrollo basado en la escuela son: (a) quién inicia el proyecto o quién decide que la escuela se una al proyecto, y (b) qué propósitos motivan la implicación en el proyecto o por qué la escuela se quiere unir al proyecto (Holly & Southworth, 1989).

Para la primera pregunta tenemos una respuesta explícita del Jefe de Estudios: la decisión de participar en el P.E.G.S .fue tomada por el equipo directivo. Desde nuestro punto de vista, este hecho ha determinado la aceptación que ha tenido el proyecto en el profesorado y su desarrollo en la escuela. Probablemente, el equipo directivo no tuvo otra alternativa, pero, como sugiere el informe de evaluación inicial (Nisbet, 1989), la manera en que se inició el proyecto no ha ayudado a eliminar las sospechas por parte del profesorado de que el programa de autoevaluación es una forma encubierta de evaluación de su eficacia profesional. De hecho, nosotros encontramos que algunos de los profesores no implicados en los grupos de trabajo tenían una actitud de resistencia hacia el proyecto porque lo veían como "el proyecto del equipo directivo". Una actitud más abierta y comunicativa del equipo directivo hacia los profesores con respecto al proyecto seria útil para vencer sus resistencias y propiciar su implicación.

Respecto a la segunda pregunta, tenemos una respuesta personal, basada más en nuestra percepción de la situación que en una afirmación explícita de algún profesor, por lo tanto debe ser tomada con cautela. La preocupación del equipo directivo no era tanto el proyecto en sí mismo (i.e., el desarrollo institucional de la escuela), sino, más bien, la implantación efectiva de los nuevos cursos (SG y SCOTVEC). Como señalamos al principio, las nuevas titulaciones afectan a la escuela en todos su ámbitos. Esto explica la preocupación del equipo directivo. De hecho, el primer propósito del proyecto en la escuela es ‑tal como señaló el Director ‑ "la evaluación de la estructura organizativa  que apoya la introducción de los nuevos cursos Standard Grade y SCOTVEC". Al hablar de ` “estructura organizativa” el Director se refería a la distribución de roles, a la coordinación entre los miembros del equipo directivo y a su relación con los Jefes de Departamento. No obstante, las percepciones acerca del proyecto y los propósitos atribuidos al mismo por cada miembro del equipo directivo parecen ser diferentes, como ejemplificó la entrevista con uno de los Subdirectores.

 

Situación actual

 

Respecto a la situación actual en las escuelas, hemos llegado a tres conclusiones principales:

En primer lugar, el proyecto (P.E.G.S.) no es muy conocido entre los profesores debido a que el equipo directivo no lo ha dado a conocer en profundidad.

En segundo lugar, el proyecto tiene sentido sólo para las personas implicadas en los grupos de trabajo; para las que no lo están, el proyecto no significa nada. Algunas personas del último grupo realizan un trabajo concienzudo en sus Departamentos, otras simplemente sobreviven ('). Al igual que en último comentario respecto a los propósitos de la implicación de la escuela en el proyecto, encontramos que cada profesor entrevistado tenía una visión particular tanto del proyecto como de la escuela.

Finalmente, el proyecto se encuentra, en cierto sentido, en el mismo estado que en diciembre de 1988. Comparando el informe de Nisbet, y la situación actual no encontramos gran progreso. En realidad, algunas de las conclusiones de Nisbet, aunque originalmente aplicadas a todas las escuelas, pueden ser aceptadas como reflejo de la situación actual del proyecto en la escuela que visitamos:

‑ Se necesita mayor comunicación con las escuelas (y dentro de ellas) para eliminar incertidumbres y falta de información acerca del proyecto.

‑ La estructura del "amigo crítico" aún no se ha desarrollado.

‑ Los principales obstáculos para el desarrollo del proyecto son: la dificultad para encontrar tiempo, las grandes demandas que se hacen a los profesores y cierto escepticismo entre ellos (Nisbet, 1989).

En otro sentido, el proyecto en la escuela se encuentra en un momento crucial, incluso en peligro, entre otras razones porque los miembros del equipo directivo no comparten su visión del mismo. Algunos de ellos se sienten defraudados debido al escaso apoyo externo que han recibido para desarrollar el proyecto. También están descontentos con la manera en que se ha desarrollado. Otros, parecen no darse cuenta de ello. Esto significa que, a menos que construyan una visión compartida del proyecto, este funcionará de manera azarosa en la escuela.

Otra razón que hace pensar que el proyecto se encuentra en un momento decisivo es la situación del apoyo externo. Tres conclusiones claras de las Jornadas de evaluación del P.E.G.S. fueron las siguientes:

a)las escuelas necesitan un apoyo externo continuo,

b) el apoyo externo parece haber fallado en su funcionamiento, y

c) si el proyecto continúa serán necesarias:

‑ una clarificación del papel de los agentes externos,

‑ la construcción de una infraestructura de apoyo coordinada, y

‑ una mejor comunicación entre las escuelas y los agentes de apoyo externo.

Si estas necesidades no son cubiertas, el proyecto se encontrará en una situación precaria.

 

 
 
Sugerencias para el desarrollo futuro

 

Como resultado de la visita a la escuela, el informe negociado con los representantes de ésta y la discusión sobre la situación del proyecto con los representantes de las escuelas de la zona y con los agentes de apoyo externo, nos encontramos en disposición de presentan algunas sugerencias cara a la mejora del desarrollo del proyecto.

Las cinco primeras recomendaciones tienen que ver con la escuela visitada, el resto se refiere al proyecto en su conjunto.

 

Sugerencias a la escuela

 

1. Una revisión y puesta en común ‑entre los miembros del equipo directivo ‑ de las expectativas y visiones, personales y  grupales, acerca del proyecto podría facilitar la construcción de una visión compartida de lo que desean conseguir a través del mismo. Esa visión común debería expresarse en objetivos claros y alcanzables y en planes de acción para el próximo curso.

2. Una actitud más abierta y comunicativa del equipo directivo hacia el resto del profesorado podría vencer resistencias y permitir que los profesores hicieran suyo el proyecto. Algunos profesores consideran que hay demasiados papeles que leer acerca de los grupos de trabajo. El equipo directivo debería averiguar si ésta es una percepción generalizada entre el profesorado, en cuyo caso sería conveniente buscar canales de comunicación más eficaces que propicien la implicación de los profesores.

3. En la medida en que se encuentren formas para mejorar la participación de los profesores en las decisiones relacionadas con el proyecto (i.e., establecer objetivos y elaborar un plan de acción para el próximo curso) y en su desarrollo, se vencerán resistencias y se favorecerá la apropiación del proyecto por parte del profesorado.

4. El desarrollo del proyecto se verá mejorado si se acompaña de un plan de formación permanente adecuado.

5. Además de todo lo anterior, la colaboración de un agente de apoyo externo con experiencia será de gran valor para asegurar que el desarrollo del proyecto en la escuela tenga continuidad y sea más enriquecedor. La escuela debería considerar la posibilidad de contactar con un agente de apoyo externo a través del Grampian Regional Council y negociar cómo va a ser su relación.

 

Sugerencias en cuanto al proyecto

 

Según las sugerencias para la acción propuestas por los participantes en las Jornadas, las áreas que necesitan mayor atención son las siguientes:

1. Comunicación. De los cuatro grupos que se formaron, según las zonas, tres de ellos reflejaron en sus sugerencias el problema de la comunicación. Dicho problema tiene dos vertientes: falta de información suficiente y de coordinación en el intercambio de la información existente.

Cuatro son, al menos, los niveles de comunicación que necesitan mejora:

‑ la comunicación dentro de las escuelas, especialmente entre el equipo directivo y el resto del profesorado;

‑ la comunicación entre escuelas;

‑ la comunicación entre las escuelas y los agentes de apoyo externo, y

‑ la comunicación entre el proyecto (las escuelas y los agentes de apoyo externo) y el entorno.

2 Formación permanente. En segundo lugar, como también reflejaron las sugerencias de tres de los grupos, parece existir una sentida necesidad de formación permanente a dos niveles:

‑ para las escuelas, especialmente para aquellos profesores que realizan funciones de apoyo interno, pero también para los que forman los grupos de trabajo, y

‑ para los agentes de apoyo externo.

3. Apoyo externo. Iniciar un proyecto regional de desarrollo basado en la escuela requiere la existencia de una estructura adecuada de apoyo externo. El Programa cuenta con diversos agentes y agencias de apoyo externo; sin embargo, se observaron las siguientes necesidades:

‑ Clarificación del papel de los agentes de apoyo externo: éstos necesitan saber qué se espera de ellos y las escuelas necesitan saber qué tipo de ayuda pueden esperar y recibir de los mismos.

‑ Construcción de una infraestructura de apoyo coordinada: a corto plazo, el objetivo podría ser, por ejemplo, la elaboración de una lista de los recursos de apoyo externo disponibles; a medio plazo, el objetivo podría ser que cada escuela implicada en el proyecto contara con la visita regular y el asesoramiento de un agente de apoyo externo.

‑ Seguimiento del proyecto en su conjunto: a este respecto, sería necesaria la creación de un equipo que se estuviera al tanto del desarrollo del proyecto en cada escuela y que tuviera, además, una perspectiva del desarrollo del proyecto en su conjunto.

Desde nuestro punto de vista, los agentes de apoyo externo también estarían en disposición de atenderlos problemas de comunicación y las necesidades de formación permanente.

 

Algunas lecciones aprendidas desde la perspectiva del asesor curricular

 

En nuestra visita a la escuela y el contacto con el proyecto ¿qué hemos aprendido como asesores curriculares? En el espacio que resta presentaremos algunos de nuestros aprendizajes.

 

Fase inicial

 

Ya sabíamos que el comienzo de un proyecto de desarrollo basado en la escuela es una fase crucial (Área Moreira y Yanes González, 1990). El contacto con P.E.G.S. confirma esa idea. Dos cuestiones a resolver en esta fase son:

‑ ¿Quién inicia el proyecto? o, en otras palabras, ¿quién decide que la escuela se una al proyecto? Si el proyecto surge o es puesto en marcha por una agencia externa a la escuela, el asesor tendrá que invertir tiempo y energía para asegurar la implicación de los profesores. Si el proyecto comienza a iniciativa de una o varias escuelas, el tiempo y la energía del asesor pueden invertirse en otras tareas.

‑ ¿Qué propósitos motivan la implicación de la escuela en el proyecto? El desarrollo institucional no suele ser el propósito principal, por lo tanto una de las tareas del asesor consistirá en ayudar a que la escuela no olvide ese objetivo. Esto no significa que el foco de atención del desarrollo no sean las necesidades especificas de la escuela, sino que el desarrollo institucional ha de ser un objetivo siempre presente.

Un último comentario: la negociación del contenido del proyecto no es suficiente, el nombre del proyecto también es importante si se pretende que todos los profesores se impliquen. Sospechamos que el nombre del proyecto (Programme of Evaluation in Grampian Schools), especialmente la palabra "evaluación", no es aceptado por las escuelas. Esta sospecha se apoya en el hecho, reconocido por el equipo directivo de la escuela que visitamos, de que no suelen hablar con los profesores acerca del P.E.G.S. También, durante las Jornadas de evaluación, en la discusión en grupos según zonas, el director de uno de los centros expresó abiertamente que la palabra evaluación ‑en el nombre del proyecto‑ no es adecuada porque provoca reticencias entre el profesorado.

 

Apoyo externo

 

Cualquier proyecto de desarrollo basado en la escuela requiere apoyo externo (Escudero, 1986),por lo tanto, una cuestión previa al comienzo de un proyecto debería ser:

‑ ¿Con qué apoyo externo se puede contar? ¿Hay suficientes agentes de apoyo externo para hacer frente a las demandas que previsiblemente generará el proyecto? ¿Tienen una formación adecuada para las tareas que van a desempeñar? Comenzar un proyecto de desarrollo basado en la escuela sin considerar qué tipos de apoyo externo demandarán las escuelas y con qué recursos humanos se cuenta para hacer frente a dicha demanda es encaminar el proyecto hacia su fracaso. Esto no significa que tengamos que esperar hasta tener un equipo de apoyo externo perfecto, pero hay que asegurar que exista una mínima infraestructura de apoyo que pueda hacer frente a las necesidades que genera un proyecto de este tipo. Ello nos lleva a otra pregunta importante:

‑ ¿Cómo pueden coordinarse los agentes de apoyo externo para lograr un mejor uso de sus habilidades y el enriquecimiento del proyecto? Los proyectos de desarrollo institucional necesitan no sólo apoyo externo, sino un apoyo coordinado. Este tipo de proyectos suponen una nueva experiencia para las escuelas, pero también para los agentes de apoyo externo. La configuración de una infraestructura de apoyo externo coordinado suele ocurrir a medida que se desarrolla el proyecto. No obstante, desde el principio, el coordinador del proyecto o quienes estén a cargo de él deberían tener presente esta necesidad, si desean que el proyecto tenga éxito.

 

Formación permanente

 

La implementación de un proyecto de desarrollo institucional requiere la provisión de un programa de formación permanente para la escuela y la conexión de la escuela con alguna agencia de apoyo externo (Hárnáláinen, 1988). Esto nos remite a dos cuestiones más:

            ‑ ¿Qué formación puede proveerse?, y

‑ ¿con qué agencias de apoyo externo puede conectarse a la escuela y de qué manera se puede hacer? Como la provisión de formación permanente es parte de las tareas de los agentes de apoyo externo, todo lo dicho acerca del apoyo externo se relaciona con las cuestiones que acabamos de enunciar. Sin embargo, nos gustarla subrayar de nuevo la necesidad de anticipar el modo en que las escuelas se relacionarán con agencias y agentes de apoyo externo y los asuntos para los que se relacionarán.

 

 

 

 

 

El contexto sociopolítieo

 

La importancia del contexto sociopolítico en el desarrollo de innovaciones ya ha sido subrayado por algunos investigadores (Fullan y Pomfret, 1977). Pero la implementación de proyectos de desarrollo institucional añaden nuevas cuestiones.

Considerando que el P.E.G.S. se ha desarrollado en un contexto de reforma nacional ‑similar, en ese sentido, a los cambios previstos en el sistema educativo español para la década de los 90‑ y las contradicciones que se han generado, nos preguntamos si en el contexto de una reforma externa y de carácter nacional es posible que pueda implementarse un proyecto de desarrollo basado en la escuela sin que se desvirtúe su objetivo primordial: el desarrollo institucional de los centros educativos. Las reformas nacionales a gran escala, debido a su carácter multidimensional ‑esto es, al gran número de objetivos que pretenden alcanzar simultáneamente y de manera coherente (Berg y Vandenberghe, 1986)‑ generan fuertes contradicciones en centros que estén también implicados en procesos de desarrollo institucional. Los cambios externos imponen a los centros y a los profesores ritmos e innovaciones que tienden a suplantar o, al menos, a desplazar a un segundo plano los objetivos y procesos de cambio interno. La gestión del cambio en tales situaciones es muy compleja, pudiendo llegar a ser frustrante.

 

El contexto organizativo de la escuela

 

Para terminar, mencionaremos simplemente algunas variables organizativas que, en nuestra opinión, conviene tener en cuenta a la hora de poner en marcha un proyecto de desarrollo institucional. Dichas variables son: el tamaño de la escuela, su historia, la etapa educativa que atiende y la diversidad de percepciones del profesorado en cuanto a la escuela y a lo que en ella sucede.

Algunos investigadores han destacado la influencia que tiene el tamaño de la escuela en la organización, escolar (Staton, 1978; Eisner, 1979). Estamos de acuerdo con Eisner cuando afirma que "el tamaño, especialmente cuando las escuelas sobrepasan los setecientos u ochocientos alumnos, frecuentemente se convierte en un obstáculo para la flexibilidad" (1979:61), y, como ya señalábamos más arriba, también para la comunicación (OCDE, 1983).

De la misma manera que la historia, los eventos pasados, determina de alguna manera los sucesos futuros, la historia de la escuela determina la implementación de proyectos de desarrollo institucional, especialmente la historia de los esfuerzos innovadores de la escuela

La etapa a la que atiende la escuela (primaria o secundaria) parece ser un factor determinante en la implementación de proyectos de desarrollo institucional, debido, entre otras razones, al modelo organizativo que conllevan: las escuelas primarias suelen estar organizadas en clases bajo la responsabilidad de un profesor, mientras que las escuelas secundarias lo suelen estar en Departamentos según asignaturas (Abbot, 1986).

Finalmente, como asesores debemos tener siempre presente que una escuela, aunque tenga características generales comunes, está compuesta por diferentes personas, con percepciones diferentes de la escuela y de lo que en ella ocurre. No se puede esperar que todos los miembros de la escuela tengan la misma percepción sobre el proyecto de desarrollo institucional, pero podemos intentar crear las condiciones para que los profesores lleguen atener una visión compartida de la clase de escuela que quieren conseguir trabajando juntos. Una escuela con una cultura organizativa que promueva el desarrollo personal y social de sus miembros (profesores y alumnos) y tenga un impacto positivo en la comunidad en la que está situada

 

* Pablo Joel Santana Bonilla , es profesor de Innovación Educativa en la Universidad de la Laguna.

 

Notas

 

(1)   El equipo estaba formado por tres profesores universitarios: un finlandés y dos españoles.

(2)   Usamos indistintamente los términos escuela y centro educativo para referirnos a la institución de secundaria que visitamos.

(3)   Los profesores con los que nos reunimos pertenecían al Comité de Recursos y Biblioteca y al Comité de Disciplina de la Escuela.

(4)   En inglés existe una expresión muy ilustrativa y sonora que fue la que utilizó el director en su explicación: "chalk and talle" ("tiza y discurso").

(5)   De cara al siguiente curso académico (1989‑90) el director se retiraba. Eso puede ser positivo, dependiendo del estilo del nuevo director y de cómo quede configurado el nuevo equipo directivo.

(6)   Téngase presente que la visita fue realizada en junio de 1989.

(7)   Una explicación a esta situación podría estar en la relevancia concedida, en el curriculum o socialmente, a cada materia. La tecnología, por ejemplo, ocupa un lugar relevante en la actual reforma ‑además de en la sociedad ‑, sin embargo las lenguas extrajeras ‑francés, alemán ‑ han salido mal paradas en la nueva organización del curriculum ‑aparte del etnocentrismo escocés, reconocido por uno de los profesores entrevistados.

(8)   Una distinción importante y clara, que se refleja en la literatura, es: experto en contenidos o experto en procesos (Arca Moreira y Yanez González, 1990; Nieto, 1990), y el apoyo externo debe atender a ambas facetas de la realidad educativa.

 

Referencias

 

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DOYLE, W (1986). Classroom Organization and Management. En M.C. WI'ITROCK (Ed.), Handbook of Research on Teaching (pp.392‑431). New York: MacMillan Pub. Co.

EISNER, E.W. (1979) The Educational Imagination. On the Design and Evaluation of Schools Programs. New York: MacMillan Pub. Co.

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