Algunas sugerencias metodológicas en el

estudio de la interferencia producida en

tareas duales

 

Ernesto Darias Morales, Concepción San Luis Costas,

Carmen Rosa Sánchez López*

 

El presente trabajo tiene como finalidad, en primer lugar, poner de manifiesto que es necesario, en el diseño de investigaciones que utilizan metodología dual, incluir un número suficiente de ensayos, sesiones de seguimiento, prácticas adicionales, así como la manipulación de la dificultad de la tarea.

En segundo lugar, presenta un indicador adicional basado en el incremento dE rendimiento de la tarea que permite distinguir si se ha producido automatización en una tarea a pesar de observarse un incremento del rendimiento

Por último, se presenta una investigación en la que se tienen en cuenta todos estos factores y se analizan los resultados obtenidos.

Creemos que debe ponerse mayor énfasis en investigar la consolidación y en el seguimiento de destrezas y no quedarse solamente en estudios "situacionistas", que tan alejados se encuentran de la manera en que realmente “aprendemos” las personas cuestión vital no sólo para el estudio de los procesos psicológicos en sí, sino por la consecuencias para el campo laboral y educativo.

 

El estudio de la interferencia en tareas duales

 

Para poder "entender" los datos discordantes en los estudios atencionales, y en general del procesamiento de la información, los investigadores se han visto en la necesidad de retomar dos aspectos que tenían olvidados: la psicología diferencial (Eysenck, 1982; Eysenck y Eysenck, 1985; Ackerman, Schneider, y Wickens, 1982; Weiner,1986) y la perspectiva temporal y/o el aprendizaje (Norman, 1982; Schneider, Dumais y Shiffrin, 1984; Bandura, 1986)). Nosotros nos ocuparemos de este último.

Nos parece importante la linea de investigación seguida por Shiffrin y Schneider (1977; Schneider y Shiffrin, 1977), en la que se llevan a cabo estudios de larga duración y con muchos ensayos, en los cuales se contemplan los fenómenos de aprendizaje, desde su adquisición hasta su consolidación (control ‑ automatismo), desde la perspectiva del procesamiento de la información.

En este sentido, Scluieider, Dumais y Shiffrin (1984) proponen dos criterios generales para conocer si un determinado proceso es automático o controlado. Uno es que si un proceso no usa recursos de procesamiento no específicos, y no decrementa la capacidad de procesamiento no especifica para otros procesos, es automático. Y el otro, que si un proceso demanda recursos en respuesta a inputs externos, prescindiendo de las tentativas del sujeto para ignorar la distracción, es automático.

Estos autores, basados en estudios de atención dividida, atención focalizada y capacidad atencionai, llegan a la conclusión de que el rendimiento está en función del grado de automaticidad del procesamiento (lo que según las teorías del aprendizaje sería el grado de aprendizaje de una tarea), que mejora con el entrenamiento extensivo consistente y no sucede así con el entrenamiento variable.

Las reducciones de capacidad dañan, en principio, al procesamiento controlado. Luego, los procesos automáticos y controlados pueden ser explicados en términos de limitaciones de capacidad y control.

Por lo tanto, la determinación de la automaticidad y el control se ha convertido en uno de los problemas actuales. Desde el punto de vista metodológico, una de las variables utilizadas en el conocimiento del mismo es la puntuación diferencial interferencia.

Partiendo del paradigma de las dobles tareas, se supone que si dos tareas compiten por recursos comunes se producirá interferencia, esto es, que al menos una de ellas verá mermado su rendimiento. En este sentido, cuando una tarea se supone que está automatizada, su rendimiento en condición dual no se verá afectado, excepto que las demandas de la otra tarea sean excesivas.

Uno de los criterios utilizados para saber si las demandas van a aumentar, consiste en aumentar la dificultad de la tarea. En este sentido, a medida que aumentamos la dificultad de la tarea, aumenta consecuentemente la interferencia.

Otro de los tópicos es que la interferencia va disminuyendo a medida que se practica, con lo que se va automatizando, y por tanto tiende a desaparecer la interferencia.

La mayoría de los autores están de acuerdo en que existe interferencia cuando la interacción entre las variables carga de memoria y dificultad de la tarea present interacción divergente; otros, los menos, que también existe interferencia cuando la interacción es convergente; y, por último, un grupo más reducido propone que también hay interferencia desde el mismo momento en que existe aditividad estadística (Logan, 1979; Duncan, 1979; De Vega, 1984).

En este sentido, Darias (1988), basándose en el modelo paramétrico propuesto por Pelechano (1973; 1989), llevó a cabo una investigación en la que se intentaba averiguar, entre otras cuestiones, qué ocurría en los estudios de tareas duales si se llevaba a cabo una sesión de seguimiento. Para ello se utilizó un diseño factorial intr 2x2x5 (carga de memoria x dificultad de la tarea x grado de práctica), tomándos como variables dependientes tanto el número de aciertos como la puntuación diferencial interferencia. Se mostró que no existían diferencias significativas ni en e rendimiento, ni en la interferencia (producida por la realización de dos tarea simultáneas), después de haber practicado durante cuatro días y una sesión de seguimiento realizada quince días más tarde, tanto si estas tareas eran fáciles, como difíciles.

En este sentido, se sugería tomar como un criterio adicional de automaticidad n~ sólo el grado de interferencia a lo largo de las sesiones de práctica, sino también e grado de interferencia obtenido en una sesión de seguimiento y su relación con e rendimiento (Darias, en preparación).

El presente estudio trata de arrojar alguna luz a este respecto, abordando el problema desde una perspectiva distinta. Nuestro interés se centra ahora en si esa diferencias son debidas a que el sujeto ya ha logrado alcanzar una cierta consolidación de sus aprendizajes, o si por el contrario, esto es independiente del grado de práctica que posean los sujetos (Darias, en preparación).

En la citada investigación los sujetos participaron en cinco sesiones experimentales cuatro consecutivas, y la última (que se denominó sesión de seguimiento) quince día mas tarde. Se pretendía analizar los efectos que permanecen después de haberse aprendido una tarea.

Un enfoque distinto supone el realizar un diseño mixto, donde los factores carga de memoria y dificultad de la tarea continúen siendo intragrupo, pero que sea factible controlar el efecto de la mejora que supone el día 4 de práctica (Darlas, en preparación).

En este sentido se añadiría un factor, el de la práctica adicional, que consistiría er utilizar un grupo de sujetos que no asiste a la última sesión de práctica (día 4), y sí s la quinta, con lo que se nos permite establecer comparación con el grupo que asiste también ese día. Quedaría como sigue:

1) Se manipula en ambos grupos los factores carga de memoria (en solitario ‑ con carga) y dificultad de la tarea (fácil ‑ difícil).

2) El grupo experimental realiza cuatro sesiones consecutivas de práctica y la sesión de seguimiento. El grupo de control realiza tres sesiones y la de seguimiento.

3) Si no existen diferencias en el grupo de control entre las sesiones 3 y 5, ni en el grupo experimental entre las sesiones 4 y 5, entonces .sé calcula la puntuación diferencial ` `incremento de rendimiento" entre las sesiones 3 y 5 para ambos grupos. Y en función de ello se calcula la puntuación derivada "interferencia", esto es, la diferencia entre el incremento de rendimiento de una tarea ejecutada en solitario y su correspondiente con carga de memoria.

4) Por último, si existen diferencias entre los grupos experimental y control, esto supone un indicador adicional de que las tareas aún poseen un grado de control alto. La no diferencia supone que la interferencia se ha estabilizado, con lo que las tareas no se afectan, y, por tanto, podemos hablar de automatización de la tarea.

Partiendo de estos supuestos realizamos la investigación que a continuación describimos, y de la que ya presentamos un avance en Darias y San Luis (1989).

 

Método

 

En Pelechano y Darias (en prensa) se muestra una descripción detallada de esta sección. Sin embargo, resumiremos los apartados, añadiendo las modificaciones para este estudio.

 

Participantes

 

De los participantes utilizados por Darías (1988), 71 cumplían los requisitos. Estos se han dividido en dos grupos: 48 para el experimental (los que participaron en todas las sesiones) y 23 para el control (los que participaron en las tres primeras sesiones y en la quinta).

 

Instrumentos

 

Se utilizaron unos cuadernillos en los que aparecían las tareas experimentales. Cada hoja estaba dividida en 45 filas, en cada una de las cuales aparecían dos números en la parte izquierda. El primero era o bien el siete o el dos, entre paréntesis, y a continuación otro número de tres dígitos. La aparición de ambos era aleatoria.

 

Diseño

 

Podemos considerarlo un diseño factorial 2x2x2 (práctica adicional x carga x dificultad) con los dos últimos factores intragrupo.

El factor práctica adicional posee dos niveles: grupo que ha asistido a las sesiones 1, 2, 3, 4 y 5 y grupo de control, que sólo asistió a las sesiones 1, 2, 3 y 5; el factor dificultad de las tareas, con dos niveles: fácil (sumar de dos en dos a partir de un número aleatorio), difícil (sumar de siete en siete a partir de un número aleatorio); la carga de memoria, con dos niveles: con carga (un trigrama de consonantes aleatorio) y en solitario (sin carga de memoria).

Las variables dependientes son la puntuación diferencial "incremento de rendimiento", obtenida a partir de las diferencias entre las tareas en las sesiones 3 y 5, y la puntuación derivada de la misma "interferencia", entendida en este caso como la diferencia de incremento de rendimiento de una tarea ejecutada en solitario, respecto a esa misma tarea con carga de memoria.

Los controles utilizados han sido los propios de las investigaciones al uso.

 

Procedimiento

Los participantes eran sometidos durante cuatro días consecutivos a la tarea experimental, y quince días más tarde se les pasó una sesión de seguimiento. Cada sesión experimental se puede resumir así: partiendo de una serie de números clave aleatorizados (180 por sesión experimental), los participantes debían ir sumando de dos en dos o de siete en siete (también de manera aleatoria). Simultáneamente con esta tarea, los sujetos de forma aleatoria debían retener una carga de memoria (un trigrama de consonantes).

 

Resultados

El grupo experimental (práctica adicional) presenta el día 3 una media global pop ensayo de 2,93 aciertos (desviación típica = 0,66) y el día 5 una media de 3,28 aciertos (desviación típica = 0,76). Supone pues un incremento de 0,35 aciertos por ensayo. Pop otro lado el grupo de control presenta el día 3 una media global de 2,62 acierto: (desviación típica = 0,65) y el día 5 una media de 2,69 (desviación típica = 0,61) Supone un incremento de 0,07. Los índices de consistencia interna (alpha de Cronbach) son en todos los casos de = 0,99.

A partir de las medias de aciertos por condiciones experimentales que aparecen er Pelechano y Darlas (en prensa), con sus respectivos índices de consistencia interna que están en todos los casos por encima de‑C= 0,96, se calcularon los incrementos de rendimiento para las condiciones de nuestro estudio: fácil en solitario, fácil con carga, difícil en solitario y difícil con carga. Son respectivamente 0,31; 0,22;0,46 y 0,4 para el grupo experimental, y 0,07; 0,07; 0,11 y 0,03 para el grupo de control.

 

En la Figura 1 se muestra gráficamente la puntuación diferencial incremento de aciertos, en función de la dificultad de la tarea y la carga de memoria, para los grupos experimental y control. Se observa que los incrementos de aciertos son mayores para el grupo experimental que para el grupo de control, también de las tareas en solitario respecto a las realizadas con carga de memoria.

                                                         *                   * Fácil

                                                         *                   * Difícil

 

Incremento de aciertos

46

 

44

 

42

 

40

 

36

 

34

 

32

Grupo

30

Experimental

28

 

26

 

22

 

20

 

18

 

16

 

14

 

12

 

10

 

08

 

06

Grupo

04

Control

02

 

                   en solitario                con carga de memoria

 

Figura 1. Puntuación diferencial incremento de aciertos por sesión, en función de la dificultad de las tareas (fácil ‑ difícil) y la carga de memoria (en solitario ‑ con carga de memoria), para los grupos experimental (con práctica adicional) y control (sin práctica adicional).

 

La dificultad de la tarea parece afectar al grupo experimental, pero no al grupo de control.

Se realizó un ANOVA 2 x 2 x 2 (grupo x carga de memoria x dificultad de la tarea) con los dos últimos factores intra. Existen diferencias significativas entre los grupos experimental y control, con una F(1,69) ‑13,29 p<0,0015. Asimismo son significativos el factor carga de memoria, con una F(1,69) ‑10,87 p<0,0025, y la interacción grupo x carga, con una F(1,69) ‑12,21 p<0,0015. Los demás análisis no son significativos. La dificultad no parece ejercer ningún efecto en este caso.

A continuación se realizaron pruebas U de Mana‑Withney entre las posibles combinaciones (significación unilateral). En primer lugar, se obtiene que el grupo experimental puntúa significativamente más alto el día 5 en rendimiento que el grupo de control, con una U(48,23) = 227 p<0,00006. Asimismo existe superioridad del grupo experimental con respecto al grupo de control en todas las condiciones de dificultad y práctica: fácil sin carga (U(48,23) = 386,5 p<0,025), difícil sin carga (U(48,23) = 388 p<0,025 ),fácil con carga (U(48,23) = 215,5 p<0,00003) y difícil con carga (U(48,23) ‑199,5 p<0,00003). Por lo tanto, las diferencias obtenidas utilizando la sesión 3 como control, se aprecian más claramente.

Con respecto a la interferencia, podemos observar, que cl grupo de control obtiene una interferencia significativamente mayor que el grupo experimental el día 5 (U(23,48) = 267 p<0,0003).

Un análisis por dificultad de las tareas muestra que no existen diferencias significativas para las tareas fáciles (U(23,48) = 442 p<0,08), pero sí para las tareas difíciles (U(23,48) = 282 p<0,0005).

 

Discusión

 

El hecho de que en las fases de adquisición, un aumento de práctica se vea acompañada de una mejora en la ejecución no es nuevo.

Si los sujetos del grupo de control rinden de manera similar a los del grupo .experimental el día 3, y rinden significativamente menos el día 5, ello nos hace suponer no sólo que el día 4 se ha producido aprendizaje, sino que también la consolidación depende del grado de práctica. Por otro lado, no hay diferencias entre los sujetos del grupo de control entre las sesiones 3 y 5, cómo no las hay entre los del grupo experimental entre las sesiones 4 y 5, lo que hace suponer que los sujetos consolidan sus adquisiciones, al menos a partir de tres días de práctica.

Los resultados obtenidos muestran que ambos tipos de diseños, el utilizado por Darías (1988) y éste, arrojan resultados similares, y permiten obtener información complementaria y validada.

En este sentido, el diseño intergrupo nos ha permitido extraer diferencias en interferencia para las tareas difíciles, lo que hace suponer que las tareas fáciles ya han empezado a automatizarse, al menos si se parte de la base de que la interferencia es una medida de la automaticidad ‑ control de una tarea.

Resumiendo, parece que el decremento de interferencia tiende a mantenerse después de algunos días de práctica (al menos. durante quince días), y por otro lado parece ser que las tareas fáciles son las que muestran una‑consolidación mayor.

Como sabemos, uno de los criterios de automatización ha sido comúnmente la imperturbabilidad de los datos en función de la dificultad Si la cantidad de interferencia entre las tareas fáciles y las difíciles es la misma, se supone que se ha alcanzado cierto nivel de automatización de la tarea.

Tal y como proponen Schneider y col. (1984), la tarea de carga de letras supone un procesamiento automático debido a que no usa recursos de procesamiento no específicos, y no decrementa la capacidad de procesamiento no específica para otros procesos, y además demanda recursos en respuesta a inputs externos, prescindiendo de las tentativas del sujeto para ignorar la distracción.

Una vez más, respecto a los estudios de tareas duales, la práctica extensiva consistente hace que las tareas se vayan automatizando.

Las tareas experimentales al ser controladas, y por tanto ver reducida la capacidad, dañan en principio el procesamiento controlado, pero la práctica logra paliar esta deficiencia.

Obsérvese que las personas continúan aumentando su rendimiento y la interferencia se ha estabilizado, lo que indica que está en la fase de automatización. Esto no debe tomarse como una incongruencia, ya que cómo sabemos existen muchas investigaciones que demuestran que tareas consideradas tradicionalmente como automáticas, muestran mejoras significativas, incluso después de millones de ensayos (Crossman, 1959).

Una vez más, los parámetros dificultad de la tarea y grado de práctica se muestran determinantes en el estudio de los procesos de atención, tal y como supone el modelo paramétrico (Pelechano, 1989).

Por último, a la vista de lo expuesto parece interesante recomendar que en los diseños llevados a cabo para el estudio de las tareas duales, y en concreto los referidos a automaticidad‑control, se tomen en consideración no sólo los parámetros grado de práctica y dificultad de la tarea, sino además se incluyan fases de seguimiento y combinación de diseños inter‑infra ya que estos tipos de procesamiento pueden ser explicados en témlinos de limitaciones de capacidad, control y grado de mantenimiento del rendimiento y la interferencia.

La mayoría de las investigaciones llevadas a cabo en psicología son ` `situacionistas". Se llevan a cabo en una sesión experimental (a lo más en dos). Sin embargo, en la vida diaria (escuela, trabajo, etc.) el hombre debe "aprender" una serie de tareas que con el tiempo se supone debe llegar a "dominar". La inclusión del conocimiento de su consolidación, así como su seguimiento nos permite saber si el sujeto realmente ha automatizado sus destrezas, si se debilitan o fortalecen con el tiempo, si son convenientes pácticas adicionales, etc. El tener en cuenta estos factores nos permitirá acercarnos más a la vida real, a campos como el laboral y el educativo.

 

Referencias

 

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CROSSMAN, E. R. F. W. (1959). A theory of the acquisition of speed‑skill. Ergonomics, 2, 153‑166.

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Criterios del profesorado para clasificar

alumnos de integración: Aportaciones del

Escalamiento Multidimensional

 

Luis A. Feliciano García

 

Introducción

 

El trabajo que se expone a continuación forma parte de una investigación que se está llevando a cabo en el Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la Universidad de la Laguna en torno a las opiniones que el profesorado de EGB mantiene respecto a la integración de alumnos con distintos tipos de deficiencias en el aula ordinaria.

El proceso de integración implica cada año a un mayor número de profesores. Para el éxito del mismo se considera que tales profesores deben reunir una serie de competencias que les permitan trabajar con los sujetos integrados en el aula. Entre estas competencias se suele citar: a) Comprensión del significado del concepto de integración; b) comunicación fluida con los sistemas de apoyo; c) conocimiento de las causas y factores asociados con los déficits de los alumnos integrados, así como de los estilos y medios de aprendizaje que utilizan; d) habilidad para planificar situaciones que faciliten la enseñanza de dichos sujetos; examinar y diagnosticar sus necesidades; seleccionar, desarrollar y modificar materiales curriculares adaptados a tales necesidades; planificar y conducir actividades individuales y de grupo que animen la participación y las interacciones con los sujetos integrados; seleccionar, desarrollar y modificar criterios de evaluación que se ajusten a sus características; analizar y modificar técnicas de comunicación en el aula; e) actitud favorable respecto a los sujetos que se tenga integrados en la clase (Haisley, 1978; Rude, 1978; Reeden y Blackhurst, 1978; Goodspeed y Celotta, 1982).

En relación con el último de los apartados citados ‑actitud hacia la integración‑, son varios los autores que han insistido sobre su relevancia como elemento catalizador de la organización y desarrollo de los restantes (Mitchell, 1976; Jamieson, 1984; Honre, 1985; Molina, 1986). A este respecto, es usual encontrar en los trabajos realizados sobre el tema afirmaciones como la de Jones y Guskin (1984): "el ignorar las actitudes del profesorado hacia la integración es motivo suficiente para que fracase la implantación de ésta". En tal sentido, se considera que la efectividad de un programa como el de integración escolar puede quedar mermada si se dejan de lado las actitudes que los profesores mantienen hacia la inclusión en sus clases de sujetos con necesidades especiales. En base a ello, creemos que se hace necesario un análisis de los estados de opinión del profesorado sobre la integración de dicho tipo de alumnos, a fin de incrementar nuestro conocimiento acerca de sus actitudes en torno al tema y, por ende, de diseñarestrategias que permitan desarrollaren los docentes una visión favorable del proceso integrador.

La investigación que ahora presentamos estuvo centrada sobre el siguiente problema: "¿Con qué dimensiones clasifica el profesorado a los distintos alumnos con opción a ser integrados a tiempo completo en sus clases?". A este respecto nos preguntábamos si los profesores empleaban uno o más criterios evaluativos a la hora de elaborar dicha clasificación.

 

Método

 

Sujetos

 

En nuestro estudio participaron un total de 90 profesores de EGB. De éstos, 13 pertenecían al área de Lengua, 37 a la de Ciencias, 33 a la de Humanas y 7 a la de Preescolar, siendo 63 y 27 el número de mujeres y varones respectivamente. Todos ellos se encontraban estudiando algún curso de Pedagogía cuando completaron las pruebas de la investigación.

 

Instrumentos

 

A fin de analizar las cuestiones anteriormente citadas, construimos dos pruebas. En la primera de ellas (Cuestionario de Similitudes) venían definidas las características de doce sujetos susceptibles de ser integrados a tiempo completo en un aula ordinaria: 1) Un Paralítico Cerebral Espástico (P), 2) un Afásico (Af), 3) un Jorobado (J), 4) un Fronterizo (F), 5) Un Artrítico Reumatoide (Ar), 6) un Sordo (S), 7) un Diabético (D), 8) un sujeto con Trastornos Emocionales (T); 9) un Retrasado mental Grave (R), 10) un Epiléptico (E), 11) un Ciego (C) y 12) un Asmático Crónico (As). Tales sujetos fueron previamente seleccionados en orden a representar distintos grados de deficiencias dentro de los cuatro grupos más generales de minusvalías (físicos, psíquicos, sensoriales y de comportamiento). A continuación se ofrecían todas las posibles parejas que se podían formar entre los citados doce individuos, debiendo los encuestados determinar el grado de semejanza existente entre los miembros de cada pareja sobre una escala de 1 (Nada parecidos) a 7 (Muy parecidos).

La segunda prueba presentaba de nuevo a cada uno de los doce sujetos acompañados por un total de trece escalas bipolares. En los extremos de tales escalas se expresaban afirmaciones opuestas respecto a características académicas o sociales de aquéllos (véase Apéndice 1) ('). En este caso; el encuestado debía marcar la opción, dentro de cada escala, que más se acercase a su opinión respecto al sujeto evaluado.

 

Procedimiento

 

Las dos pruebas fueron completadas por los sujetos de 1 a muestra durante una sola sesión dividida en dos partes: enprimerlugarse contestó el cuestionario de similitudes, luego, tras un intervalo de 15 minutos se pasó a responder el cuestionario de características.

Para el análisis de los datos, el cuestionario de similitudes fue sometido a un escalamiento multidimensional ‑MDS‑(Programa INDSCAL). El MDS es una técnica estadística con la que se pretende medir y comprender la relación existente entre diferentes estímulos cuando las dimensiones subyacentes a tales relaciones no se conocen (Camacho y Hernández, 1985 ). Mediante la aplicación del MDS a los juicios de semejanzas formulados en la primera prueba se obtiene una representación gráfica de las posibles dimensiones evaluativas sobre las que se basan dichos juicios, representación en la que cada estimulo (en este caso, sujetos susceptibles de ser integrados a tiempo completo) se sitúa en función de las coordenadas que le corresponden en cada dimensión (2).

Las posiciones de los estímulos en la configuración pueden estar sistemáticamente asociadas, como hemos dicho, con alguna dimensión de juicio. Si a través del escalamiento se obtienen tres o más dimensiones, la interpretación de las mismas se hace difícil, por lo que, además de la simple inspección ocular, es conveniente utilizar

otros procedimientos auxiliares. A este respecto, un método sencillo para determinar el significado de dichas dimensiones se basa en la regresión múltiple. En nuestro caso, esta técnica fue aplicada a partir de los valores medios obtenidos por cada sujeto-estimulo en las escalas de la segunda prueba, y se utilizó para determinar la relación existente entre cada una de las características en las que fueron evaluados dichos sujetos (VD) y las coordenadas que estos recibían en las dimensiones halladas (VI).

Finalmente, se llevó a cabo un contraste de medias entre los doce sujetos por cada una de las escalas en las que habían sido valorados para determinar qué tipo de alumnos eran evaluados más negativamente por los profesores de nuestra muestra.

 

Resultados

 

El programa de escalamiento multidimensional utilizado para analizar los datos del cuestionario de similitudes (programa INDSCAL) ofreció una configuración espacial de tres dimensiones (véase Figura 1), cuyos coeficientes de correlación fueron: 0.19 (Dl‑D2), ‑0.21 (Dl‑D3) y ‑0.11 (D2‑D3). Estas tres dimensiones explicaban el 42% de la varianza a), distribuyéndose la contribución de cada una a ese porcentaje de la siguiente manera: Dl 45.6%, D2 27.59'o y D3 26.9%.

 

                               D2                                         D3

Af

 
D1

 

 

 

S

Af

C

 

D

As

T     E

 

F             J

D1

R

 

 

 

F

 

 

 

T

 

 

 

 

R

P

 

 

 

          Ar

 

P

 

Ar      C

E         S

As

 

J      D

 

Figura 1. Configuración de puntos para las dimensiones halladas por el MDS

 

Dado que una interpretación inicial del significado de dichas dimensiones no nos fue posible a simple vista, a través del análisis de regresión múltiple (véase Tabla 1) se observó que la D1 estaba definida por las características (I) preparación del profesor, (I1) adaptación al programa de la clase, (III) tiempo de dedicación del profesor, (IV) alteración de la planificación de las clases, (V) alteración del desarrollo de las clases y (VI) capacidad de trabajo en grupo. De estos datos se desprende que uno de los criterios evaluativos que intervienen en los juicios de semejanzas formulados por los profesores es el impacto que sobre la organización de la clase ordinaria tiene la integración de un alumno con necesidades especiales.

Por su parte, la D2 estaba relacionada con la característica capacidad de participar en juegos con los demás, mientras que la D3 lo estaba con la capacidad académica del alumno.

 

Tabla 1. Coeficientes de regresión múltiple tipificados y de correlación múltiple entre las coordenadas de puntos correspondientes a cada dimensión y cada una de las escalas bipolares

 

Escala

Coeficientes de regresión

Correlación Múltiple

R2

D1

D2

D3

 

 

Cap.Trab.Grup.

0.69

0.30

‑0.29

0.92

0.86 **

Progr.Rápido

0.53

0.40

‑0.51

0.97

0.95 **

Valorado.Comp.

0.27

0.46

‑0.52

0.85

0.73*

Fácil.Discipl.

0.29

0.07

‑0.54

0.69

0.47 ns

Dedicación.

0.71

0.33

‑0.29

0.95

0.91 **

Relac.Compañ.

0.43

0.23

‑0.55

0.86

0.74*

Adaptable. Pro.

0.73

0.30

‑0.32

0.97

0.95 **

Cap.Part.Jueg.

0.49

0.64

‑0.02

0.89

0.79*

Alt.Des.Clase.

0.66

0.16

‑0.38

0.88

0.78*

Cap.Académica.

0.23

0.36

‑0.77

0.98

0.96 **

Alt.Plan.Clas.

0.71

0.29

‑0.31

0.94

0.90 **

Prep.Profesor.

0.82

0.29

‑0.19

0.98

0.97 **

Acept.Compañe.

0.26

0.35

‑0.47

0.74

0.54 ns

**=p<0.01; *=p<0.05

 

 

Analizando las puntuaciones medias de cada uno de los sujetos‑estimulo en las características citadas (véase Apéndice II), se comprueba que los alumnos (R), (C), (S), (p) y (T) son los que generalmente reciben una valoración más baja. En este sentido, se observó que los promedios de tales sujetos eran significativamente inferiores a los del resto de los alumnos seleccionados (p< 0.0001).

Por otro lado, y de acuerdo con nuestras expectativas, los alumnos (D), (As), (E)y (J) obtuvieron los promedios más altos en cada una de las características comentadas siendo sus puntuaciones medias significativamente superiores a las de los restante sujetos‑estímulo (p< 0.0001). Tales resultados son indicativos de que para los profesores de nuestra muestra, la inclusión de estos escolares en sus clases no reviste ninguna dificultad.

Finalmente, los alumnos (Ar), (F) y (Af) se sitúan en una posición intermedia entre los dos grupos anteriores.

 

Discusión

A partir de los resultados obtenidos, podemos concluir que, cuando se valora la integración a tiempo completo de un alumno con necesidades especiales, las creencias sobre las que los profesores evalúan a dicho alumnos giran preferentemente en torno al factor Grado de acomodación al contexto académico de la clase.

Frente a este factor, que revela la preocupación del profesorado ante los problemas que puede suponer para la planificación de su enseñanza la integración de determinados sujetos, la segunda dimensión de juicio ofrece una valoración basada en la capacidad para jugar con los demás. ¿Significa ello que existe' un criterio de índole social a la hora de evaluar a los alumnos? La respuesta en este caso no puede ser tajante, ya que si bien la citada escala estaba relacionada con las coordenadas obtenidas por los sujetos‑estimulo en la segunda dimensión, otras que versaban sobre aspectos sociales de los mismos (véase escalas 3, 6 y 12) no se correspondían con aquélla. Es posible que, en este caso, cuestiones relativas a la motricidad de los sujetos hayan jugado un papel más importante que las de carácter social. Un estudio en mayor profundidad debería hacerse, por tanto, a este respecto.

Por último, independientemente del grado de acomodación asignado al sujeto, aparece como tercera dimensión la capacidad de aprendizaje del mismo. Ello demuestra una clara distinción por parte de los profesores de nuestra muestra entre lo que el individuo puede rendir y lo que el individuo puede exigir. Esta doble caracterización nos puede llevar a comprender casos como el de los sujetos (C), (S) y (T), quienes en nuestro estudio aparecen con una valoración negativa en cuanto a las dificultades que presenta su integración, a pesar de considerárseles de alta capacidad académica.

 

 

*    ERNESTO DARLAS MORALES, es Profesor de Psicogla Experimental de la Universidad de La Laguna. Trabaja programas estadísticos computarizados, sesgos experimentales y metodología experimental. CONCEPCION SANLU COSTAS, es Profesora de Psicometría de la Universidad de La Laguna. CARMEN ROSA SANCHEZ LOPEZ. Licenciada en Psicología. Trabaja problemas relacionados con la metodología de investigación y la atención dividida

 

 

Notas

 

(1)  La selección de las características se ha llevado a cabo en función de una serie de estudios previos relacionados con el tema. Para una revisión de dichos estudios véase Horne (1985).

(2)  Para una mayor información sobre esta técnica véase Sanchez Carrión (1985) y Camacho y Hemández (1986).

(3)  A este respecto hemos de señalar que el porcentaje de varianza explicada por una configuración alternativa de dos dimensiones fue menor (314'0) que el de la solución de tres dimensiones, por lo que se prefirió esta última.

 

Referencias

CAMACHO, J. y HERNANDEZ, B. (1986): Introducción al escalan‑tiento multidimensional y sus aplicaciones en psicología ambiental. En F. JIMENEZ y J. ARAGONES (Comp.): Introducción a la Psicología Ambiental (pp. 370‑386). Madrid: Alianza.

GOODSPEED, M. CELOTTA, B.(1982): Professors' and teachers' view of competencies necessary for mainatreaming. Pschology in the Schools,19, 402‑407

HAISLEY, F GILBERT, 8.(1978): Individualized competencies nmded to implement P L.94‑142. Journal of Teaeher Education 29, 30‑33.

HORNE, M.(1985): Altitudes toward handicapped atudents: Professional, peer and parents reactions. New Jersey: Hillsdale, NJ. Erlbaum.

JAMIESON, J.(1984): Attitudes of educator toward handicapped. En R. JONES y S. GUSKIN (Eds.): Attitudes and attitude change in special education. Eric Clearinghouse on handicapped and gifted children (pp. 206‑222). The Council for Exceptional Children, Virginia.

MITCHELL, M. (1976): Teacher altitudes. The High Schoollournal59, 302‑312.

MOLINA,S.(1986):La integración de los deficientes mentales .En VARIOS, Integraciónen EGB: Una nueva escuela (pp. 113‑132). Madrid: Fundación Banco Exterior.

REEDEN, M. y BLACKHURST, A. (1978): Mainstreaming competency specifications for elementary children. Exceptional Children, 44, 614‑617.

RUDE, C. (1978): Trends and priorities in service training. Exceptional C hildren, 45, 172‑176.

SANCHEZ CARRION, J. (1985): Introducción al análisis nultidimensional no métrico. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Enero‑Marzo, 187‑216.

 

Apéndice I

 

Cuestionario de características (Sujeto‑estímulo)

 

Capaz de trabajar en grupo                                 7  6  5  4   3  2  1             Incapaz de trabajar en grupo

 

Progreso rápido                                                7  6  5  4   3  2  1              Progreso lento

 

Valorado por sus compañeros                            7  6  5  4   3  2  1               Minusvalorado por sus compañeros

 

Fácil de disciplinar                                            7  6  5  4   3  2  1               Difícil de disciplina

 

Exige mucha dedicación del profesor                  1  2  3  4  5  6   7               Exige poca dedicación

 

Capaz de establecer relaciones                           7  6  5  4   3  2  1               Incapaz de relaciones

con sus compañeros

 

Adaptable al programa                                       7  6  5  4   3  2  1               No adaptable

normal de la clase

 

Capaz de participar en juegos con los demás        7  6  5  4   3  2  1                Incapaz de participar

 

Altera el desarrollo de las clases                        1  2  3  4  5  6   7                 No altera el desarrollo de las clases

 

Su enseñanza requiere una preparación especial   1  2  3  4  5  6   7                 No requiere una preparación especial

 

Aceptado por sus compañeros                           7  6  5  4   3  2  1                  Rechazado por sus compañeros

 

Apendice II

Medias y desviaciones típicas de cada uno de los sujetos estimulo en las escalas 1, S, 7, 8, 9, 10, ll , 12

 

                          Esc 1             Esc 5               Esc 7              Esc 8                 Esc 9

 

D                  6.83(0.40)  5.78(1.47)   6.55(0.84)  6.46(0.92)   5.70(1.96)

J                   6.68(0.61)  5.45(1.66)   6.65(0.62)  5.93(1.17)   5.61(2.08)

Ac                 6.38(1.08)  5.60(1.44)   6.38(0.93)  5.85(1.77)   5.61(1.72)

E                  6.04(1.32)  4.82(1.68)   5.92(1.29)  6.12(1.18)   5.26(1.90)

F                  5.18(1.42)  2.73(1.46)   3.90(1.91)  5.71(1.43)   3.75(1.80)

Ar                 5.02(1.62)  3.24(1.74)   4.72(1.81)  3.88(1.71)   4.30(1.92)

P                  4.07(1.88)  2.33(1.65)   3.71(1.85)  3á7(1.65)    4.22(1.81)

Af                 3.78(1.71)  250(1.50)    3.76(1.77)  4.85(1.70)   3.93(1.81)

S                  3.56(1.95)  1.90(1.48)   2.75(1.76)  4.71(1.79)   2.87(1.60)

T                  353(1.53)   2.18(1.21)   3.78(1.65)  4.18(1.62)   2.37(1.39)

C                  3.01(1.94)  1.62(1.17)   2.51(1.80)  3.63(1.69)   2.75(2.73)

R                  1.78(1.21)  1.17(0.69)   1.37(0.85)  2.81(1.68)   1.68(1.12)

 

 

                    Ese 10               Esc 11 Esc 12

D                  5.71(1.21)   6.30(1.24)  6.05(1.69)

J                   5.72(1.19)   6.36(1.04)  5.94(1.77)

Ac                5.64(1.16)   5.75(1.51)  5.84(1.64)

E                  5.06(1.41)   5.50(1.78)  5.22(2.02)

F                  2.63(1.44)   3.78(1.81)  3.63(1.80)

Ar                 4.77(1.46)   4.25(1.73)  3.84(1.97)

P                  3.74(1.80)   3.86((.86)   2.90(1.90)

Af                 3.54(Iá8)    4.02(1.87)  2.74(1.06)

S                  4.21(1.63)   2.83(1.68)  1.64(1.39)

T                  3.46(1.36)   3.48(1.85)  3.50(1.78)

C                  4.67(1.68)   2.64(1.83)  1.74(1.30)

R                  1.15(0.47)   1.74(1.39)  1.18(0.74)