Experiencias de televisión educativa en relación con la
atención a la diversidad
Mª Paz Prendes Espinosa
Facultad de Educación
Universidad de Murcia
1. INTRODUCCIÓN
Haciendo un poco de historia podemos recordar cómo en los
años 70 se comienza a hablar de "necesidades educativas especiales" y
"necesidades educativas ordinarias", partiendo del principio general
de que todos los sujetos presentan necesidades educativas aunque sean éstas de
diversas índoles. En España es desde el desarrollo del Plan Nacional de
Educación Especial cuando la Administración recoge en su legislación los
principios básicos de integración, normalización, sectorización e
individualización, perfilándose la educación especial como una modalidad del
sistema educativo general (un continuo educativo, no dos sistemas segregados).
Así, el Proyecto para la Reforma de la Enseñanza (15.2)
afirma que "todos los niños tienen sus propias necesidades educativas y
únicamente variará su grado de especificidad. Esta concepción es la que
sustenta un proyecto de educación individualizada, normalizadora e integradora,
frente al concepto tradicional de educación especial como un sistema paralelo
al margen de la educación general".
Desde este enfoque queda establecido un continuum entre
educación ordinaria y educación especial. La educación especial se orienta a la
educación de niños con determinadas necesidades educativas que se evalúan y
establecen en un proceso de enseñanza-aprendizaje, y no fuera de él.
La atención a la diversidad va más allá de las "necesidades
educativas especiales" frente al concepto de "necesidades educativas
normales". Desde la atención a la diversidad lo importante es responder a
las diferencias partiendo del principio general de que todos somos diferentes.
En cierto modo y dicho de forma coloquial se da la vuelta a la tortilla: no hay
que integrar a sujetos especiales en el sistema ordinario de sujetos normales,
sino que todos somos especiales y formamos parte de una misma sociedad en la
que convivimos.
Hablar de atender a la diversidad significa entonces intentar
responder a las necesidades que todos tenemos en tanto que personas diferentes,
ya sea por razones de sexo, de raza, de cultura, de estatus económico, de nivel
cultural,... Todos formamos parte de una misma cultura en la que se reconocen
nuestras diferencias, lo que en definitiva nos iguala. Potenciar esta cultura
de la diversidad ayudará a las personas con discapacidades, deficiencias o
minusvalías a sentirse como un miembro más del cuerpo social al que pertenece y
con los mismos derechos de trabajo, de educación, de ocio,... de vivir en
convivencia justa e igualitaria para con todos en tanto que personas diferentes
que somos.
Desde esta perspectiva, pues, los medios y recursos son
instrumentos al servicio de la educación que han de promover la plena
integración de los sujetos con cualquier tipo de problema específico (ya sea de
movilidad, de atención, de habla, de visión,...) en entornos en los cuales
puedan desarrollar al máximo sus capacidades. Los medios son extensiones del
hombre en el sentido que defendía McLuchan, es decir, van a permitirnos ampliar
nuestras capacidades naturales, por lo que si éstas sufren cualquier tipo de
merma tiene aún mayor sentido hacer uso de los mismos.
Todo ello nos conduce a reconocer finalmente como cierta la
afirmación de Roth (1.983), que aunque no es novedosa no deja de ser en la
actualidad cierta: "Si bien existe una clara diferencia biológica entre
personas con y sin discapacidad, ésta no es la diferencia decisiva entre ambos
grupos. La minusvalía es una categoría social. Hay un substrato biológico, pero
el significado del hecho de ser minusválido, para los demás y para uno mismo,
tiene una dimensión social abrumadora y una dimensión política decisiva".
2. RECURSOS PARA SUJETOS CON N.E.E.
Podemos hablar de tres grandes categorías en las que
clasificar los recursos: materiales, personales y ambientales. Los recursos
materiales, como medios importantes para dar adecuada respuesta ante las
necesidades educativas especiales que puedan presentarse en los Centros
educativos, constituyen una especial preocupación de técnicos y Administración.
Esta atención y preocupación ha cristalizado, entre otras acciones, en la
realización de informes técnicos que permitan a las diferentes instancias
administrativas y a los diferentes profesionales orientar en la toma de
decisiones respecto al diseño, creación y adquisición de estos recursos en aras
de una correcta respuesta educativa, fundamentalmente para aquellas necesidades
educativas especiales más significativas.
Por otra parte, también se ha considerado necesario
introducir modificaciones en el propio proceso de gestión que se había venido
utilizando con el fin de adecuarlo a la nueva realidad de los Centros
educativos.
Teniendo en cuenta que los recursos materiales son uno de los
elementos de acceso al curriculum y de apoyo imprescindible para el proceso de
enseñanza-aprendizaje, las escuelas deben disponer de ellos, de forma que
aseguren las mejores condiciones para dar respuesta a las necesidades educativas
de todos los alumnos. En este sentido la provisión de algunos materiales más
específicos puede no ser tan necesaria si se rentabilizan al máximo los
recursos ordinarios más generales. Así, y a modo de ejemplo ilustrativo, el
material destinado a psicomotricidad debe ser seleccionado en función de la
metodología que se proponga para el grupo de alumnos, el Ciclo, o el Centro,
independientemente de la existencia o no de alumnos con necesidades educativas
especiales, aunque se considere que este recurso educativo beneficia
especialmente a estos alumnos. A pesar de rentabilizar los materiales
generales, es indudable que algunos de estos alumnos seguirán precisando de
ciertos recursos más específicos que permitan al alumno el acceso al curriculum
(silla de ruedas, sistemas de comunicación no vocales, equipos de
amplificación...).
Otro aspecto importante que se deriva de este modelo continuo
de Educación es el carácter fundamentalmente educativo de los Centros de
Educación Especial. Estos Centros representan la oferta educativa para los
alumnos con necesidades más graves, y en ellos van a disponer de los medios
específicos más adecuados a sus necesidades y de un conjunto de profesionales
especialmente cualificados para posibilitar el máximo desarrollo de su personalidad.
Se debe centrar la atención más en las posibilidades
educativas de los alumnos que en sus dificultades, lo que significa el paso de
un modelo rehabilitador a un modelo educativo y determinar la provisión de los
servicios y sus correspondientes recursos materiales de acuerdo con la
propuesta curricular individual de los alumnos. Resulta imposible recoger aquí
un listado exhaustivo de medios, pero a modo de síntesis puede observarse el
siguiente esquema.
El desarrollo de los medios de telecomunicaciones está
provocando enormes cambios en nuestro modo de contemplar la educación pues
hemos conseguido salvar las distancias de espacio y tiempo. Si es importante el
uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación de forma
general, lo es además significativamente en el caso de sujetos con cualquier
tipo de deficiencia, minusvalía o necesidad educativa especial por varios
motivos:
a) En la actualidad no sólo es
necesario conocer el lenguaje verbal para comunicarse, sino que son igualmente
necesarios los lenguajes de la imagen y la informática. Por consiguiente hemos
de evitar que los sujetos con N.E.E. sean a causa de ello y por añadidura analfabetos
visuales o informáticos.
b) Además las tecnologías de la
comunicación se convierten en recursos que facilitan la integración de los
sujetos con N.E.E. en el sistema educativo y en la sociedad en general.
Facilitan la accesibilidad en los distintos ámbitos que anteriormente
comentamos:
* por una parte el acceso a la
enseñanza de alumnos con problemas (accesibilidad educativa);
* mejoran las posibilidades
laborales de estos trabajadores con problemas (accesibilidad laboral);
* en tercer lugar, el uso de
tecnologías permite ampliar las capacidades naturales humanas, como es la
capacidad de comunicación, lo que significa mejorar cualitativa y
cuantitativamente sus posibilidades de interacción social;
* y, por último, señalar también
el uso de los medios tecnológicos como recursos para facilitar la accesibilidad
al entorno físico evitando las barreras que éste impone a los sujetos con
problemas.
Dentro de este apartado de los medios de telecomunicaciones
ha de analizarse la televisión como medio de comunicación de masas con una
enorme influencia social y como medio específicamente educativo, un medio
además que puede ser de gran ayuda para la diversidad.
3. TELEVISIÓN EDUCATIVA
La televisión puede ser utilizada como medio de comunicación
de masas desde el cual se ejerce una significativa influencia en la audiencia o
bien como medio educativo. Véase el esquema siguiente en el que esta idea
aparece en relación con los conceptos de educación formal, no formal e
informal.
3.1. Educar /formar desde el medio televisivo
En primer lugar contemplamos la televisión como un medio de
comunicación de masas que ejerce una gran influencia en la sociedad.
Independientemente de los objetivos que se plantee la programación, desde un
punto de vista global podemos afirmar que la televisión educa, forma, influye
en la cultura social de las audiencias, en las actitudes, en los valores, en
los comportamientos, en el pensamiento, en la ideología,...
Y no estamos hablando sólo de programas informativos, debates
o entrevistas, centrados en la temática de la diversidad o las necesidades
especiales, sino cualquier programa, incluso anuncios de pocos segundos. Su
impacto puede ser más efectivo que muchas horas de oratoria poco convincente.
Así se afirma que toda la televisión es por tanto educativa: debates,
películas, series, informativos, campañas publicitarias,...
La televisión, desde su posición privilegiada como canal de comunicación
que llega a millones de personas, puede cumplir y de hecho en ocasiones cumple
un importante papel para cambiar estereotipos, evitar prejuicios falsos y
colaborar a la plena integración de las minorías sociales. Entre tales minorías
sociales están las personas con minusvalías, deficiencias o necesidades
educativas especiales, las personas discriminadas, los marginados, las minorías
culturales,... Y es interesante conocer qué imagen ofrecen los medios de
comunicación, y en especial la televisión, de la diversidad y de los sujetos
con necesidades educativas especiales.
3.2. La televisión educativa: intencionalidad
Así pues, la televisión como medio de comunicación de masas
provoca un incuestionable efecto en las audiencias, efecto que no siempre es
"educativo" y efecto además que puede ser contrario al buscado. La
televisión educativa, sin embargo, diseña los programas con una intencionalidad
educativa clara y expresa; los planteamientos técnicos aparecerán siempre
supeditados a los didácticos; los contenidos y su secuenciación flexible se
definirán en función de los objetivos educativos; la audiencia aparece más
claramente delimitada; se utilizarán medios y materiales complementarios; por
último señalar que todos los elementos del medio (códigos audiovisuales) se
pondrán al servicio de la educación/enseñanza/formación. La rentabilidad, pues,
ha de medirse con parámetros diferentes a los que se utilicen para la
televisión comercial. Y los criterios de calidad han de primar sobre los
criterios de audiencias.
Desde esta perspectiva más restringida podemos considerar
pues que determinados programas han sido concebidos, planteados y diseñados en
función de una intencionalidad expresa de educar y sólo esos programas se
pueden calificar como televisión educativa. Tales programas se enmarcarían en
ese concepto de televisión educativa, sin por ello negar la influencia que
ejerce la televisión como medio de comunicación de masas.
Hablar de educar a través de la televisión, esto es,
transmitir contenidos de carácter formativo y educativo a través de la
televisión, nos conduce a cambiar profundamente tanto la educación como la
televisión. Por una parte, del medio orientado al entretenimiento pasamos a
pensar en una herramienta de aprendizaje, es decir, lo que es en términos
generales una herramienta o instrumento de la sociedad de consumo y de mercado
puede convertirse en un servicio público de interés general y además en un
medio para salvar las diferencias, para humanizar nuestra convivencia. Es por
tanto necesario conseguir que la televisión, con su enorme poder e
incuestionable influencia, contribuya a los fines de auténtica comunicación
universal entre los ciudadanos y pueda servir para la mejora de nuestra
cultura.
Por otra parte, la escuela tradicional en la que se impone el
discurso verbal hegemónicamente sobre cualquier otro instrumento o lenguaje ha
necesariamente de cambiar, y además ha de hacerlo con rapidez, lo que exige una
regulación en forma de política educativa concreta con respecto a la televisión
y su uso educativo. Además del apoyo político en forma de medidas concretas
hemos de considerar la importancia de la formación del profesorado, su cambio
de mentalidad, la necesaria innovación en el ámbito del curriculum y una
evolución general de la escuela hacia modelos más abiertos y flexibles de
aprendizaje.
Dentro de este concepto de televisión educativa se
enmarcarían también los programas que específicamente se realizan para ser
utilizados en el marco de una enseñanza formal y reglada, ya sea presencial o a
distancia (cursos de idiomas, por ejemplo). Son cursos con una intencionalidad
educativa y planificados, cuyos objetivos han de responder a un currículum
formal. También pueden incluirse en este concepto cursos de enseñanza formal no
reglada, es decir, una enseñanza formal, intencional, sistemática y planificada
pero que no está vinculada a un título oficialmente reconocido.
Hemos de tener en cuenta además las grandes posibilidades del
medio para la educación a distancia, ámbito en el que necesariamente ha de
hablarse de la televisión por cable, la televisión vía satélite y la televisión
digital con sus enormes posibilidades gracias al nivel de interactividad que
posibilita. Todo ello nos conduce a una sociedad del futuro en la cual será más
fácil salvar las dificultades que puedan plantear las diferencias culturales,
sociales, lingüísticas,... En este contexto ha de considerarse la enorme
importancia que va a tener cómo los legisladores configuren el mapa digital y
las telecomunicaciones de los distintos países. En general, podemos concluir
que se hace un pobre uso de la televisión para atender a la diversidad, aunque
es posible encontrar algunos ejemplos que vamos a ver en el apartado siguiente.
3.3. Ejemplos de televisión educativa en relación con la
cultura de la diversidad
Þ Como primer ejemplo de televisión educativa recogemos la
experiencia de ATEI (Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana),
especialmente significativa por su respeto a la cultura de la diversidad. La
Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana entre sus objetivos ha
cumplido el de poner en marcha la Televisión Educativa Iberoamericana dentro de
su programa de cooperación internacional de interés social. En su programación
de televisión educativa se persigue un máximo respeto por la diversidad
cultural de los distintos contextos en los que se emite. La producción además
es muy diversificada; además de las coproducciones se han emitido programas de
Colombia, México, Chile, España o Venezuela.
Þ Es muy interesante también el proyecto HORASOR
gestionado desde la Asociación de Padres de niños sordos de Francia (AMPEDA) y
en el cual colaboran junto a Francia y España otros socios entre los que están
representados buena parte de los países latinoamericanos. Su objetivo es la
emisión de una hora semanal de televisión educativa para sordos, básicamente
lusos e hispanohablantes, estableciendo sistemas de interacción en tiempo real
coincidente con la emisión. El proyecto está en vías de financiación por la DG1
de la Unión Europea.
Þ Otra experiencia significativa es la de Colombia.
Desde el INRAVISION (Instituto Nacional de Radio y TV) se desarrollan dos
proyectos de gran interés desde el punto de vista de la atención a la
diversidad que también explicaremos.
Þ En Argentina el SIPTED (Sistema Provincial de
Teleeducación y Desarrollo) es una institución que desde 1.948 implementa
sistemas de educación a distancia en la provincia de Misiones, provincia
caracterizada por una gran diversidad cultural. Es un mosaico cultural con influencias
aborígenes, criollas, fronterizas,... Aunque es un proyecto basado en la
programación televisiva su metodología se apoya en la producción y envío de
vídeos.
Þ En Brasil la "TV Escola" es una canal
exclusivamente educativo. Se transmite a todas las escuelas públicas que poseen
antena parabólica. Destacamos aquí la serie "Vejo Vozes" (17
programas de 20 minutos) destinada a un público infantil con deficiencia
auditiva, para lo cual utiliza el lenguaje de signos.
Þ En México encontramos, además de la programación
educativa que emiten por sus dos satélites, la experiencia de
"Telesecundaria": teleaulas para la enseñanza en regiones apartadas
donde el acceso es difícil o bien el número de alumnos es excesivamente pequeño
como para plantearse la construcción de una escuela y el mantenimiento de una
plantilla docente. La programación es preestablecida y controlada,
considerándose el medio televisión como un recurso didáctico de gran valor para
atender a estas poblaciones en cierto modo marginadas.
Þ En Panamá la Fundación para la educación en la
televisión (1.990) emite una programación no comercial, sin fines de lucro, por
lo cual se define como canal educativo. Entre sus objetivos aparecen facilitar
el acceso a la cultura y la formación integral del individuo. Esta experiencia
nos sirve como ejemplo tanto de televisión como medio masivo que educa
informalmente como de ejemplo de televisión educativa propiamente dicha, puesto
que en su programación además de los programas educativos (Tu mundo de conocimientos,
tele-cursos,...) emite programas de entretenimiento o información general
(debates, comedias, cine, dibujos animados,...).
Þ De forma semejante en España uno de los canales
públicos (La 2) tiene una orientación más cultural y educativa que el otro (TV
1) y en su parrilla de programación se incluye actualmente un programa que
podríamos considerar como televisión educativa: La aventura del saber. Aunque
en algunos programas se traten temas como la mujer, la inmigración o contenidos
culturales, no podemos decir de forma global que sea una experiencia ejemplo de
una atención específica a la diversidad . Sus contenidos se relacionan sobre
todo con temas curriculares de secundaria. Algo similar a la 2 de TVE ocurre
con la TVE Río de Janeiro Canal 2, un canal abierto de Brasil que emite
entre sus diversos programas algunos de corte educativo.
4. A MODO DE CONCLUSIÓN
En el ámbito de las necesidades educativas especiales y, de
forma más amplia, en el contexto de la atención a la diversidad, es importante
no olvidar algunos aspectos claves. Hay que considerar, en primer lugar, que el
uso de recursos materiales no ha definirse tanto en función del tipo de
población escolar como de la respuesta educativa a las necesidades especiales
que cada alumno plantea. Por otra parte no hemos de olvidar que desde la
cultura de la diversidad se parte de la tesis de que todos somos diferentes,
por lo que no hay unos supuestos grupos homogéneos de alumnos especiales. No
son los niños sordos un grupo homogéneo con necesidades similares que precisen
materiales parecidos. Ni lo serán asimismo los alumnos con graves dificultades
de aprendizaje o los que presenten dificultades motrices. Una televisión
educativa de calidad ha de considerar las diferencias a la hora de plantear el
diseño de su programación. Para ello será fundamental contar con la
colaboración de profesionales que conozcan bien el entorno de trabajo en el se
mueven, profesionales además que han de conformar equipos multidisciplinares.
En la Educación Especial se han venido produciendo
importantes transformaciones tanto de tipo conceptual como en relación con la
provisión de servicios que, con carácter general, se dirigen a las personas con
algún tipo de minusvalía. Estos cambios se han reflejado en el modelo de
organización de la respuesta educativa, es decir, en la forma de entender las necesidades
de los alumnos y darles respuesta desde la escuela. Actualmente deja de
identificarse necesariamente con el contexto en el que se desarrolla dicho
proceso. Es decir, la Educación Especial es susceptible de desarrollarse en un
marco escolar general y normal.
De acuerdo con esta concepción, y en coherencia con los
principios de normalización de servicios y de integración educativa, la
respuesta diferencial ha de procurarse en el entorno menos restrictivo posible.
Esto supone que se ha de propiciar al máximo el que los alumnos con necesidades
educativas especiales participen en las actividades y situaciones educativas
normales.
Partiendo de la premisa de que todos los alumnos precisan
a lo largo de su escolaridad diversas ayudas pedagógicas de tipo personal,
técnico o material, con objeto de asegurar el logro de los fines
generales de la educación, es necesario reseñar que existen alumnos que
precisan determinadas ayudas más especificas para conseguir estos fines.
En este sentido habría que destacar que las ayudas
pedagógicas y servicios no deben establecerse tanto por su relación con tipos o
categorías de déficits como por su relación con la respuesta curricular para
un alumno en un determinado contexto educativo. La toma de decisiones en
relación con la provisión de un servicio y unos recursos materiales para un
alumno concreto estaría siempre en función de su nivel de competencia y no en
el supuesto preestablecido de que, por presentar un determinado déficit, va a
precisar siempre de estos recursos
Finalmente quedan abiertas muchas cuestiones en torno a la
televisión y la atención a la diversidad. Cómo se contemplan las diferencias en
el medio televisión, cómo éste actúa en relación con ellas,... Nuestro análisis
de la realidad actual nos ofrece como conclusión general un pobre uso de la
televisión para atender a la diversidad, conclusión que ha de ponerse en
relación con los comportamientos de los estamentos de poder de cada sociedad. Es
importante que los medios sean puestos a disposición de aquellos que más lo
necesitan y es igualmente importante que la televisión, como medio privilegiado
desde el punto de vista de su gran audiencia, se impregne de esa cultura de la
diversidad que se vislumbra tan necesaria para conseguir una sociedad más justa
e igualitaria.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ALLAN HUNT, H. Y BERKOVITZ, M. (1992): Las nuevas
tecnologías y el acceso al mercado de trabajo de las personas discapacitadas,
Madrid, Ministerio de Asuntos Sociales.
CABERO ALMENARA, J. Y MARTÍNEZ SÁNCHEZ, F. (1.995): Nuevos
canales de comunicación en la enseñanza, Madrid, Centro de Estudios Ramón
Areces.
FONTCUBERTA, M. (1.992): "Medios de comunicación,
telemática y educación", en Comunicación, Lenguaje y Educación, 14,
pp. 17-28.
GARCÍA VISO, M. Y PUIG DE LA BELLACASA, R. (Eds.) (1989): Empleo,
discapacidad e innovación tecnológica. El horizonte laboral de las personas con
discapacidad y las N.T.I., Madrid, FUNDESCO.
LÓPEZ GONZÁLEZ, M. y LÓPEZ GONZÁLEZ, M. (1994): "Nuevas
tecnologías aplicadas a la educación especial", En MOLINA GARCÍA, S.
(Dir): Bases psicopedagógicas de la Educación Especial, Alcoy, Marfil.
MUNUERA, F. (1994): "Telecomunicaciones y Discapacidad
en Educación y Nuevas Tecnologías", en ORTEGA, P. Y MARTÍNEZ, F. (Eds): Educación
y Nuevas Tecnologías, Murcia, Caja Murcia.
PRENDES ESPINOSA, M. P. (1.995): "Educación, tecnología
y redes de cable", en Pixel-Bit, 4, pp. 35-49.
PRENDES ESPINOSA, M. P. (1.995): "Redes de cable y
enseñanza", en CABERO ALMENARA, J. Y MARTÍNEZ SANCHEZ, F.: Nuevos
canales de comunicación en la enseñanza, Madrid, Centro de Estudios
Ramón Areces.
PRENDES ESPINOSA, M. P. (1.996): "Navegando por el
ciberespacio", en SALINAS IBÁÑEZ, J. Y OTROS (coords.): Redes de
comunicación, redes de aprendizaje, Palma, Universitat de les Illes
Balears, pp. 133-146.
ROTH, W. (1.983):
"Handicap as a social construct", en Society, 58, pp. 56-61.
RODRIGUEZ-PORRERO, M. C. Y HERRERA, P. T. (1.994): "Aplicaciones
telemáticas para personas con discapacidad y personas mayores", en MINUSVAL,
n° 93, pp. 14-50.
VON TETZCHNER, S.
(Ed.) (1.993): Telecomunicaciones y
discapacidad, Madrid, Fundesco.