“EL ABORDAJE PSICOLÓGICO FRENTE A LO COMÚN Y LO DIVERSO EN LA ESCUELA”

 

Universidad Nacional de Tucumán

Facultad de Psicología

Prof. Adjunta Mg. Nora Abate de Tadeo

Año 2012

 

Resúmen:

El presente trabajo parte del análisis y profundización teórica, desde una práctica profesional. Este tema forma parte del quehacer del Psicólogo Educacional. El desafío de la integración educativa en el marco de la escuela común nos obliga como profesionales del campo de la salud a reflexionar permanentemente sobre nuestra caja de herramientas. Finalmente, la importancia que tiene la intervención a la hora de plantearnos el cambio educativo, el asesoramiento y la intervención. Palabras clave: Educación inclusiva, diversidad, psicólogo, apoyos educativos.

 

Introducción:

La sociedad de la información y del conocimiento, en la que actualmente estamos inmersos dirige  a la educación demandas distintas de las tradicionales, estas se refieren al desarrollo en todas las personas de la capacidad de aprender a lo largo de toda la vida.

Este nuevo escenario social, demanda de cambios sustantivos en la formación de las personas y plantea retos ineludibles a los sistemas educativos, esto es programas especiales para atender a la diversidad en el aula.

En este espacio, el Psicólogo Educacional en tanto profesional externo desempeña un papel muy importante.

El siguiente ejemplo nos permite analizar una situación muy común en las instituciones educativas:

 El informe psicopedagógico de un niño de cuarto grado de una escuela pública afirma:

“…. ¡No sabemos qué hacer con Javier! ¿De qué planeta es este chico? Su actitud frente a las situaciones de enseñanza-aprendizaje se presenta como un niño extrovertido, divertido y siempre llama la atención con sus gestos, hace comentarios inoportunos o inclusive molesta con elementos personales que  perturban el ambiente áulico… puede responder a las preguntas con un lenguaje expresivo superior al resto de sus compañeros, presenta habilidades especiales en lo que a memoria se refiere.  No termina de copiar las consignas, se demora, se distrae; no está en condiciones de pasar de grado”

 

De esto se desprenden algunos interrogantes: ¿Javier puede aprender? De acuerdo al informe escolar no lo puede hacer; pero la escuela se interroga respecto de ¿que es lo que Javier puede hacer y cómo? Pareciera que Javier “fracasa” en su integración, en sus aprendizajes, en sus modos de relacionarse con sus compañeros…

Sin embargo, otra mirada nos sugiere que es la escuela la que está fracasando en la inclusión efectiva del niño. Reconocer las diferencias es el punto de partida.

 «  El fracaso es del propio sistema educativo que pregona la educación para todos » (Valdez, D. 2009 : 27)

 

 

La relación escuela inclusiva y fracaso escolar son dos problemáticas intimamente realcionadas.

La cultura escolar presupone al grupo de alumnos como homogéneo y no tiene en cuenta la diversidad, interpreta las diferencias como deficiencias, y transforma la diversidad en patología.

Considerar al fracaso escolar como producto resultado del fracaso del individuo es un pensamiento reduccionista, el fracaso escolar no es patrimonio del individuo, argumento que la escuela desde el siglo pasado viene sosteniendo. El fracaso escolar es necesario analizarlo desde la complejidad de los sistemas sociales.

 Desde esta posición, se abandona el modo de pensar y abordar la problemática desde el enfoque del déficit o la deficiencia para pensar un sujeto desde sus posibilidades.

Pensar lo diverso en al escuela supone contemplar la diferencia en tiempos y ritmos de aprendizaje, pero también pensar en una escuela para todos por que todos son diferentes, por que todos tienen necesidades educativas. El obejtivo es comprender lo diverso en el aula y en el contexto social y escolar que siempre tuvo como meta la homogeneidad y el soslayar la diferencia.

Se presenta la dificultad de precisar en la práctica quien, qué alumnos requieren de apoyos y atenciones educativas específicas, que a su vez serán los posibles beneficiarios de recursos materiales y personales específicos.

Todos necesitamos ayudas, requerimos apoyos en la vida. Las ayudas para aprender son herramientas para disminuir las barreras y los obstáculos en el aprendizaje y en la participación. En definitiva, son instrumentos para mejorar nuestra inserción en el contexto social y contribuir a la construcción de una escuela inclusiva.  Estas ayudas permiten superar la etiqueta y la categorización del alumno problema, o del que no puede, o del fracasado, y contribuyen en definitiva a la normalización de la vida escolar. Nos guian en el aprendizaje y pueden ser personas, estrategias didácticas, recursos materiales, andamiajes que se construyen de modo tal que el alumno pueda recurrir a ellos cuando precise.

La diversidad de necesidades de cada alumno en el aula, nos hace reflexionar y nos invita a poner en marcha la creatividad y la flexibilidad, para salir de la estructura marcada por el sistema educativo y ofrecernos, como posibilitadores de un curso de desarrollo diferente y posible.

El poder comprender qué necesita este niño y cómo lo tiene que implementar el docente, sugiere al Psicólogo de una intervención ajustada. Es en esa relación docente- alumno, en ese espacio comunicacional, donde se procura producir en otras mentes, « nuevas creencias, nuevos conocimientos, nuevos esquemas,  nuevos conceptos » como afirma Rivière (2001 : 29) 

Existen aspectos que subyacen latentes, pero que determinan modos de ser y estar en una institución, ellos son los afectos, las emociones, las interacciones , las relaciones intersubjetivas, la construcción de significados y sentidos entre los actores institucionales, esto sostiene la trama invisible del proceso de enseñanza y aprendizaje. 

Atender a la complejidad del sistema social supone tener en cuenta :

ü      Contexto educativo

ü      Naturaleza especial de la actividad escolar.

ü      Dinámica de las interacciones en el grupo del aula.

ü      Relación docente- alumno.

ü      Forma en que los juicios se construyen al interior del dispositivo escolar.

ü      Interracciones entre pares.

ü      Interacciones entre la familia y la escuela.

Las intervenciones psicológicas se han de ajustar a cada niño y a cada entorno. A la identificación de sus potencialidades y de las fortalezas que cada uno tiene.

Esto nos permite a su vez diseñar estrategias de trabajo ajustadas y evaluar los apoyos que cada uno requiere. En definitiva se trata de intervenir construyendo una propuesta de trabajo para cada niño, para cada familia y para cada escuela.

Las decisiones escolares respecto de la permanencia o no en el sistema educativo afectan, al niño no sólo en lo académico sino también hace impacto en su subjetividad, en su destino personal y en su desarrollo como miembro de una sociedad, que en muchas ocasiones tiende a marginar la diferencia.

Diseñar una propuesta psicológica basada en competencias, supone un cambio de perspectivas en consecuencia implica reinventar el quehacer del Psicólogo Educacional desde la singularidad de lo que cada sujeto es capaz de realizar, sostenido por un enfoque teórico sólido que permita construir hipótesis de análisis y un plan de abordaje, donde el sujeto sea el centro de nuestro trabajo terapéutico. Esto supone un reto para los profesionales, pensar en intervenciones proactivas, constructivas y educativas.

Es un desafío que implica mirar a la educación y al futuro abandonando viejas prácticas y pensar en una escuela para todos. En definitiva ampliar los contextos de aprendizaje y participación en una sociedad inclusiva. Un desafío no solo para los profesionales sino también para las políticas educativas.

« Así planteado el desafío de la diversidad no debería formar parte de la retórica de la gestión educativa sino considerarse a la luz del proceso permanente, interactivo e interpersonal de negociación de significados y sentidos con alumnos que muestran gran heterogeneidad, y desafían a utilizar otros instrumentos semíoticos variados, creativos y diversos » (Valdez, D. 2009 :31)

 

Curriculum Vitae :

Nombre y apellido : Nora Irene Abate

Lic. En Psicología- Magister en Psicología Educacional. Profesora Adjunta Psicología Educacional- Profesora Adjunta Psicología Cognitiva. Investigadora del Consejo de Investigaciones de la UNT. Miembro de la Junta de Discapacidad. Ha realizado diversas publicaciones referidas a los aportes de la Psicología Cognitiva al proceso de aprendizaje. La diversidad en el aula. Las estrategias de aprendizaje.

 

Bibliografía :

Elichiry, Nora E. (comp) (2004) « Aprendizajes escolares. Desarrollo en Psicología Educacional » Editorial Manantial. Buenos Aires

Lus, María Angélica (2008) « De la integración escolar a la escuela integradora » Editorial Paidós. Buenos Aires

Rivière, A. Y Nuñez, M. (1996) « La mirada Mental » Editorial Aique Buenos Aires

Valdez, Daniel (2009) « Ayudas para aprender Trastornos del desarrolloy prácticas inclusivas » Editorial Paidós. Buenos Aires

Valdez, Daniel (2007) « Necesidades educativas especiales en trastornos del desarrollo » Aique Grupo Editor. Buenos Aires

Vigotsky, Lev (1988) « El Desarrollo de las funciones superiores » Editorial Grijalbo Buenos Aires

Wertsch, J. (1984) «  Voces de la mente. Un enfoque sociocultural para el estudio de la acción mediada». Editorial Visor. Madrid.