Dra
Beatriz Fainholc bfainhol@iplanmail.com.ar
Algunas sugerencias para la formación del profesorado [2]
universitario presencial en general y que favorezcan el cambio tecnológico en
especial, deberían aprestar y remover mentalidades, es decir, apuntar a lo
actitudinal y valórico-, más central que lo artefactual. Ello se operativiza
con una:
1.
sensibilización en
grupos de entrenamiento que buscan revisar para cambiar el pensamiento del
profesor y así, su accionar, por medio de una interacción abierta y sincera.
2.
retroalimentación
de opiniones realizada de modo formal (a través del uso de cuestionarios) o informal para identificar
discrepancias entre las percepciones de los usuarios/estudiantes y superiores;
a lo que debe seguir una discusión de
conceptos y metodologías, enfoques y estrategias de trabajo pedagógico mediado
con tecnologías con una desmistificación de los medios o recursos tecnológicos,
en general tomados como panacéicos.
3.
consultoría
evaluativa durante el proceso a fin de conocer
acerca de lo que está pasando
e identificar problemas
que necesitan reencauzarse para
mejorar la calidad de la educación administrada en la combinación
presencial y con las TICs.
4.
integración
de equipos donde la alta interacción entre los miembros (a modo de
comunidades de aprendizaje, práctica e investigación) sea su rasgo central lo
que incrementará confianza, apertura,
productividad y aplicación creativas.
5.
desarrollo
personal y organizacional para revisar y cambiar las actitudes,
erradicar estereotipos y percepciones rígidas que perturban la
comunicación y la construcción de conocimiento conjunto, dentro de un clima de
respeto y confianza mutua.
En reciprocidad
desde la perspectiva del estudiante, la experiencia de flexibilización de la
enseñanza superior hace que[3]
acceda e interactué con evaluación y control activos, a un amplio abanico de
recursos y materiales para el aprendizaje, lo que se adapta a sus formas
idiosincrásicas de procesar la variada información existente y a crearse.
Concurrentemente al fortalecer las
experiencias personalizadas de aprendizaje, que robustecen la autonomía, se
extienden las formas grupales y colaborativas en redes de diverso tipo
coadyuvantes al desarrollo de valores democráticos, de solidaridad,
esfuerzo compartido, de respeto a la
diferencia y otros para revisar propuestas alternativas de resolución de
problemas y alcanzar objetivos comunes.
Tratándose de la
incorporación de las TICs a una organización universitaria y/o programa educativo superior se percibe a la
innovación como una propuesta
planificada para generar o mejorar productos, procesos y/o servicios
formativos.
Sin embargo, si bien las innovaciones
implican cambios, no todos los cambios
necesariamente involucran nuevas ideas correspondientes a un know-how que conducen a mejoras socioculturales y
tecnológicas significativas, y por ende contundentes en la formación.
Se debe tener
claro que en la mayoría de los casos al referirse a las innovaciones en la
universidad y/o en la formación del profesorado, se apunta mas a productos,
donde el concepto de cambio socio-tecnológico apunta a la incorporación de equipos tecnológicos y
menos a una discusión racional y critica de las TICs, que abarca el logro de un
nuevo know how “invisible” .Es decir deberían
apuntarse a los procesos de diseño, gestión, producción y seguimiento de
las nuevas estructuras o sistemas administrativo-formativos que caracterizan a
los programas presenciales que
incorporan las TICs.
Entonces, las
TICs parecen ser centrales –aunque debería evaluarse caso por caso- , en todos
los rubros nombrados porque influyen positivamente en la innovación, facilitan
la flexibilidad, la transparencia, la adaptación y la interfertilización con la circulación de la información que ahora es
parte central del rol del profesor/a, que comparte y distribuye al combinarse con la enseñanza
presencial.
Claro que –se
enfatiza nuevamente-, es necesario que todos
estén asociados y comprometidos dentro del marco expuesto al interior de los
departamentos universitarios respecto de las propuestas de innovación
mencionadas. En especial, en los
sectores administradores y directivos donde la negociación de los poderes,- en
la superación de monopolios por la construcción conjunta negociada -, otorga
legitimidad a los procesos de urgente reformulación que se requieren para
obtener los resultados deseados de flexibilidad organizacional y formativa.
Como se percibe el rol de las
redes en la gestión y circulación de la información implica concurrentemente
una transformación en concepción y
metodologías de la enseñanza y del aprendizaje, de quien/ es llevan adelante
dichos roles en diversas acciones, las que se realizan tanto dentro como fuera de las paredes de la
organización e incluso del aula de formación / capacitación al tratarse de redes virtuales (Harasim y
Hiltz, 1999) [4].
Esto implica una reformulación –al igual que las que se fueron
enumerando- o replanteo de relaciones, en espacios de intenciones sociales diversas.
Las
personas no se encuentran ahora solo en el
lugar convencional o presencial habitual, sino en el espacio común del ciberespacio. El "aula" de aprendizaje en red es
cualquier parte donde se tiene una PC,
una línea telefónica o conectividad sin cables. Así la pantalla de
Las redes (Harasim y Hiltz, 1999)
(op. cit) son grupos de colaboración y producción de
saber entre profesores/as como de estudiantes que se comunican y aprenden,
trabajan e investigan, de forma conjunta, en el lugar, en el momento y al ritmo
que necesiten, del modo más adecuado a su tarea y al solucionar demandas
puntuales en términos del acelerado
ritmo del cambio socio- tecnológico.
El acento en la
participación es digno de retomar dada por la posibilidad tecnológica y en
especial por la opción de
Los proyectos educativos mixtos presenciales y electrónicos
Las
propuestas educativas electrónicas mediadas por las TICs además de
implicar entornos virtuales de
aprendizaje en general en forma de cursos, seminarios en línea y/o trabajos de
investigación en grupos colaborativos, supone entender que el acceso, la construcción,
distribución y aplicación/ uso del conocimiento procesado puede darse en
situaciones combinadas o mixtas con la educación presencial. Ello significa
revisar diseños curriculares e
instruccionales desde la perspectiva de
una Tecnología Educativa Apropiada y Crítica[5]
, cuyo principal potencial es personalizar el protagonismo y
autonomía del aprendizaje, entre otros rasgos definitorios que se han enumerado
a lo largo de esta aporte. Hallarse
menos pegados a una institución física como superar restricciones horarias y
edilicias, recurrir y abrirse a recursos de la comunidad externa y otros a
buscar, para lograr resultados y priorizar resoluciones particulares según demandas
concretas de una formación acorde a los tiempos ciberculturales que se viven,
es todo un desafió innovador.
En consecuencia, existe la necesidad de
revisar la cultura institucional universitaria muchas veces, bastante
anacrónica y alejada de una articulación de propuestas más flexibles y
dinamizadoras del protagonismo estudiantil y comunitario, lo que además debe ser
tomado en cuenta ya que contribuyen a aumentar su entusiasmo, motivación y
retención de los programas formativos. Se trata de configurar, consolidar y
actualizar la cultura organizacional para inscribir proyectos educativos de
cambio socio-tecnológico, lo que significa entender, focalizar y optimizar
todos los procesos de aprendizaje y
enseñanza mediados (y no solo por tecnología material) dentro de una
organización universitaria, o que usar
las TICs para “distribuir justo a
tiempo”, cursos de enseñanza
superior a poblaciones cada vez
mayores, demandantes de la misma.
Entonces si se desea dar
respuesta al interrogante que abrió esta contribución expositiva y reflexiva,
se podría sostener que son variados los prerrequisitos necesarios, muchos de
los cuales fueron analizados y que darían respuesta de cómo hacer dicho cambio
o transito. Si la preocupación es como superar barreras para instaurar correctamente los programas de educación
universitaria presenciales combinando las TICs e Internet, se podría sostener que es necesario:
1.
Decididas
y sostenibles inversiones tecológicas de infraestructura y de redes, de una
administración, organización y propuestas curriculares de formación adecuada a
los protagonistas del programa/
currículo que permita la apropiación con uso y aplicación inteligentes, de los recursos
materiales y simbólicos, convencionales
y electrónicos a variadas situaciones de
la vida y el trabajo.
2.
Aprender
a aprender de un modo autorregulado (metacognitivo que implica fortificar la
autonomía de la persona que aprende) en situaciones combinadas presenciales y
en línea, o cercanas y virtuales. Se trata primero de reformular de modo
científico y practico el currículo, contrastado en la realidad para que llegue
a la situación de enseñanza y aprendizaje a fin de realizar un análisis minucioso de objetivos y
contenidos didácticos y optimizar estrategias metodológicas y
recursos electrónicos que profundicen el
mind y el socioware a través
de los potenciales software y hardware presentes en cualquier
entorno mediado por tecnología (presencial o remoto).
De este modo, especial cuidado se tendrá con el estudiante para la
auto-dirección del aprendizaje, de modo autónomo
con apoyo del grupo y del profesor/a
presente y en línea, todos en un
interjuego experiencial e instruccional. Ello será posible porque se han
adoptado nuevos marcos socio mentales de
comunicación y aprendizaje, y nuevas
habilidades mediáticas y electrónicas,
personales y grupales como asimismo, procesos
de lectura interactiva y
navegación reflexivas, manejo racional del tiempo para la realización,
intercambio y discusión, entrega y defensa de los trabajos prácticos y exámenes
finales, si se trata de propuestas de educación formal superior.
[1] La creación y recreación de saber
tecnológico se relaciona con el “conocimiento tacito o implicito” . Es el
orientado e inferido desde la acción práctica y reflexiva en cualquier area
disciplinar y de la vida cotidiana; se adquiere en la experiencia contrastada ,
con poca o sin ayuda; permite a las personas
conseguir objetivos de valor
personal; útil para el mundo real; se
relaciona con procedimientos; se expresa en condiciones
....."si... entonces.....". Se vincula a valores
sociales y democráticos que buscan
mejorar la efectividad organizacional y
personal en una contribución al
desarrollo social .
[2] Fainholc, B. (2000) Formacion del profesorado para el nuevo milenio: hacia una tecnología educativa apropiada.edit magiusterio, Bs.As/.
[3] Salinas, J. (1999)Que se entiende por una institución de educación superior flexible?.Comunicacion presentada a EDUTEC 99, Sevilla, ISBN: 84-89673-79-9.
[4] HARASIM, L. HILTZ, S. y
OTROS (1999): "Redes de Aprendizaje". Cap. Las Redes de Aprendizaje: un paradigma para el siglo XXI. Edit. Gedisa,
Barcelona
[5] Fainholc, B. 2001 .Articulo publicado por Rev RUEDA. Op. Cit.