Encarnación Hernández Rodríguez[1]
Palabras clave: Dimensión Europea e Internacional de la
educación; acción educativa española en el exterior; currículo; programas
educativos Unión Europea.
Los hitos
legislativos
La
acción educativa española encaminada a fomentar
Desde
un enfoque histórico, a finales de los ochenta y principios de los noventa, dos
Reales Decretos (R.D. 564/1987; R.D. 1027/1993) regulan la futura acción
educativa española en el exterior, sentando las bases para una dimensión
europea e internacional y configurando sus líneas generales de actuación. La
normativa vigente en España dispone que los aspectos básicos del currículo
deben incluir el fomento de
En
otro orden de cosas, merece la pena reseñar otras acciones encaminadas a
promover
Volviendo
a las cuestiones curriculares (no universitarias), la última LOE de 2006
vincula los objetivos del sistema educativo español con aquellos marcados en
educación por
Para
la consecución de tales fines, los legisladores españoles determinan que se
debe avanzar en varias direcciones: en primer lugar, apostar por el aprendizaje permanente, lo que supone
facilitar la compatibilidad de los estudios o formación con la vida laboral. En
segundo lugar, el tránsito bidireccional entre estas dos esferas de la vida
precisará incrementar la flexibilidad
del sistema educativo, lo cual llevará aparejado dotar de más autonomía a los centros docentes, dentro
de un marco legislativo común. Ello obligará, a su vez, a establecer mecanismos
de evaluación y de rendición de
cuentas. Por último, se demanda la simplificación
y clarificación normativas.
En lo
que se refiere los fines de la educación en España, la LOE de 2006 menciona
algunos objetivos educativos claramente relacionados con la Dimensión Europea e
Internacional dentro del currículo. En realidad, hace referencia a principios y
valores identificados con la integración europea y sin duda susceptibles de ser
universalizables, entre ellos: el respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales; la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres;
rechazo de la discriminación de cualquier tipo; tolerancia; igualdad;
democracia; convivencia pacífica; cohesión social; cooperación y solidaridad
entre los pueblos; valores de respeto hacia el medio ambiente; respeto,
reconocimiento, valor y riqueza de la diversidad cultural y lingüística, etc.
En el
marco anterior a la LOE, el estudio de Eurydice (2005) sobre la educación para la ciudadanía en el
contexto escolar europeo nos aporta algunas conclusiones interesantes sobre
la dimensión europea de la enseñanza de la ciudadanía en España. La mayoría de
países de nuestro entorno incluyen esta dimensión europea entre los objetivos
del currículo, en la mayoría de los casos con vistas a potenciar el sentimiento
de pertenencia a Europa y la participación.
En el
estudio citado, se dividen los contenidos fijados por las autoridades
educativas en dos áreas: una “dimensión europea” y otra “dimensión
europea-internacional”. La primera está integrada, por un lado, por los
derechos y obligaciones de los ciudadanos europeos, y en nuestro país no se
menciona a lo largo de la educación obligatoria, y por otro lado, por la
historia contemporánea de las naciones europeas y el proceso de integración,
que se menciona en la educación secundaria. En lo que se refiere a la segunda
dimensión, la integran: el funcionamiento de la instituciones europeas e
internacionales, y se menciona en nuestro currículo a escala europea en
primaria, e internacional en secundaria; otro tipo de contenidos en esta
categoría, los referidos a temas importantes en los ámbitos económico, político
y social, no se mencionan en primaria, pero sí se abordan a escala continental
y mundial en secundaria; por último, los aspectos culturales y literarios son
tenidos en cuentas en ambas escalas y en los dos niveles de enseñanza. En este
sentido, el estudio concluye que son muy pocos los países que ofrecen cursos
centrados específicamente en la dimensión europea.
La
formación permanente del profesorado para la enseñanza de estas dimensiones
está presente en casi una veintena de países. Además, en España se contempla
también la formación inicial docente en estos ámbitos. Como bien subraya el
informe Eurydice, en nuestro país, ciertas materias como la política educativa
europea, la ciudadanía en la Europa del siglo XXI, y la posición de la
ciudadanía en la UE, forman parte de la formación que han recibido profesores
de educación secundaria que vienen de las ramas de la economía o del derecho.
Por otra parte, los docentes de primaria reciben una formación en educación
cívica y en valores muy relacionada con la dimensión europea.
Llegado
este punto, es necesario interrogarnos sobre las áreas curriculares donde
La
materia de Ciencias de la Naturaleza tiene como fin desarrollar actitudes
responsables hacia aspectos ligados a la vida, la salud, los recursos naturales
y el medio ambiente. Los contenidos buscan proporcionar una visión racional y
global del entorno como base para afrontar los grandes retos actuales en
relación con la vida, el medio ambiente y los desarrollos tecno-científicos.
Valores comunes ligados a la actividad de la UE, tales como el conocimiento,
respeto y valor de la biodiversidad del Continente, la protección del medio
ambiente y la lucha contra el cambio climático, son aspectos que se abordan a
lo largo de los distintos cursos, aunque ampliando el contexto a problemas cada
vez más globales conforme avanzan los distintos cursos. Todo ello culmina en el
cuarto curso con una preparación científica más general y cultural,
especialmente a través del bloque “Contribución de la Ciencia a un futuro
sostenible”, que incide en desafíos medioambientales como el efecto
invernadero, el cambio climático, la contaminación, el agotamiento de los
recursos y la reducción de la biodiversidad; además, acoge la contribución de
la Ciencia y de una ciudadanía ecológica responsable en la lucha contra estos
problemas globales: energías limpias, gestión racional de los recursos
naturales, etc.
La
asignatura de Ciencias Sociales, Geografía e Historia ofrece a los alumnos, tal
y como reza del Decreto de currículo de la Región de Murcia, “una visión global
del mundo”, incidiendo no sólo en el estudio de los contenidos específicos que
la integran, sino también en el desarrollo de valores cercanos a la ética y al
compromiso con un mundo más plural y solidario: la solidaridad, valoración de
la civilización occidental, respeto hacia otras culturas y civilizaciones,
tolerancia, respeto y práctica de los principios de la democracia. Se trata de
valores universales y especialmente europeos.
En el
primer curso nos encontramos con la enseñanza de las principales fuentes que conforman
la civilización y la cultura europea: el mundo clásico, la civilización romana
y el Cristianismo, con sus respectivas manifestaciones culturales, artísticas y
políticas.
En
segundo curso se analizan las características y tendencias de población de la
sociedad europea y española. Se atiende especialmente a la apreciación y
valoración de la diversidad cultural. En lo que se refiere al estudio de la
Edad Moderna, se asiste al nacimiento del Estado-nación moderno en Europa, y
las diferentes corrientes artísticas, culturales y de pensamiento:
Renacimiento, Reforma, Humanismo, crisis religiosa.
Tercero
de la ESO se centra sustancialmente en los aspectos geopolíticos y económicos.
Se atiende a la organización política y el espacio geográfico en los ámbitos
español, europeo e internacional: organización política de los Estados
democráticos; organizaciones transnacionales –ONU, OTAN, UE-, incluyendo la
organización política y funcionamiento de las Instituciones europeas. Se
observan igualmente las transformaciones y desequilibrios del mundo actual:
interdependencia y globalización; desigualdades en el desarrollo humano; las
migraciones contemporáneas; los problemas medioambientales, etc. Por último, se
analiza el espacio geográfico europeo y español, abordando las tendencias
demográficas, económicas y estrategias de desarrollo de la UE en la actualidad.
Llegados
al cuarto curso, el proceso de construcción de la UE a través de las sucesivas
ampliaciones y la pertenencia de España a la Unión ocupan su lugar dentro del
estudio del mundo actual. Con anterioridad, se abordan las bases históricas de
la sociedad actual, ocupando un lugar destacado acontecimientos importantes de
la historia europea: la Revolución Francesa, la Ilustración, liberalismo y
nacionalismo en el siglo XIX, la sociedad industrial, la época del imperialismo
y de la expansión colonial europea de finales del XIX, y los grandes
acontecimientos del siglo XX – la depresión económica, la Revolución Rusa, los
totalitarismos y las dos Guerras Mundiales-.
La
asignatura de educación ciudadana, que se imparte a través de dos materias,
Educación para
En
segundo curso, el último bloque de la asignatura está dedicado a analizar la
ciudadanía en un mundo global. Ello implica insistir en los conflictos,
problemas y amenazas a los que se enfrenta hoy la Humanidad: el terrorismo
global, los Estados fallidos, el fanatismo religioso y los nacionalismos
excluyentes. Implica también conocer los actuales movimientos individuales, colectivos
e institucionales para lograr la paz, la seguridad, la libertad, y luchar
contra la pobreza en el mundo –ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo-.
La problemática de la globalización y de la creciente interdependencia del
mundo actual se registra otra vez en el currículo para atender también a sus
características positivas como motor de desarrollo en los ámbitos de la
comunicación, de las NTIC, los movimientos de personas, trabajadores, servicios
y capitales, las telecomunicaciones, etc. En cuarto año, la Educación
ético-cívica atiende a una reflexión más filosófica sobre los valores,
instituciones y desafíos para la democracia liberal en España y en el mundo.
Además
de las materias citadas, el aprendizaje de otras lenguas adquiere también especial
relevancia en el nivel obligatorio, a través de la materia de Lengua Extranjera
y de la Segunda Lengua Extranjera optativa. Como recuerda el informe de
Eurydice (Eurybase-España, 2007/08), la enseñanza de idiomas extranjeros es un
medio esencial para comunicarse con personas de distinta pertenencia cultural y
lingüística, para la participación en las relaciones internacionales y en otros
ámbitos de la actividad humana.
La participación
española en los programas europeos en materia de educación
La participación
de alumnos y profesores en la acción educativa española en el exterior es otro
botón de muestra para medir la dimensión europea e internacional de la
educación en nuestro país. Según datos facilitados por Eurydice[5],
durante el curso 2007/2008 un total de 38.795 alumnos y de 1.298 docentes
estuvieron implicados en esta actividad.
En lo
que respecta a los programas europeos, comenzaremos a citar la participación en
el programa Comenius (educación escolar), aportando también datos a nivel
nacional y europeo de la movilidad Erasmus, para terminar con una breve reseña
de las acciones Arion y Grundtvig.
Dentro
de la acción Comenius 1, en 2005 se aprobaron en España un total de 1.094
Asociaciones de centros escolares[6].
La cifra se ha mantenido más o menos estable desde 2001, siendo 2004 el año más
prolijo en cuanto a proyectos solicitados y aprobados. Entre esta acción,
destaca la proliferación de proyectos escolares (Comenius 1.1), con un total de
829 aprobados para España en 2005. En lo que se refiere a los proyectos
lingüísticos (Comenius 1.2) y a los proyectos de desarrollo escolar (Comenius
1.3), fueron aprobados 83 y 182, respectivamente. En total, algo más de cinco
millones y medio de euros para financiar estas acciones Comenius 1 en España en
2005, alcanzando una participación reseñable: casi 15.000 profesores y cerca de
180.000 alumnos.
Otras
acciones tales como los ayudantes lingüísticos (Comenius 2.2.B) o la formación
del profesorado (Comenius 2.2.C), recibieron 77 y 710 solicitudes aprobadas,
respectivamente, para el mismo año 2005. Por último, se aprobaron 141
instituciones de acogida de entre las más de 900 solicitudes.
La
movilidad de profesores y alumnos es otro buen escaparate de la actividad
Comenius en nuestro país. En 2004, participaron en acciones de movilidad 3.824
profesores, la gran mayoría -2.782- dentro de la acción de proyectos escolares;
el número de alumnos ascendió a 2.943, predominando ampliamente -1.895- la
movilidad en el marco de proyectos lingüísticos.
¿Qué
impacto tienen estas acciones entre la comunidad escolar? La Agencia Nacional
Sócrates España[7], que
elabora periódicamente informes de evaluación sobre la implantación del
programa Sócrates en España, estableció en 2003 algunas conclusiones
relevantes: para los docentes, la participación en proyectos Comenius es una
oportunidad para establecer nuevas relaciones profesionales, para incentivar el
uso de las NTIC y el aprendizaje de idiomas; para los alumnos, supone una
motivación extra la elaboración de materiales que van a conocer otros escolares
extranjeros, además de mejorar sus competencias en relación a las TIC, y
estimular el aprendizaje de otras lenguas, en gran parte por la influencia que
ejerce la percepción que se tiene de otras personas y de sus costumbres; para
el resto de alumnos del centro que no participan directamente en las
actividades, la repercusión tiene lugar si existe una difusión adecuada de
éstas, y especialmente en las visitas de intercambio; la implicación de las
familias suele darse en mayor medida en los niveles de educación infantil y
primaria, dándose un mayor distanciamiento entre el Centro y los padres en
secundaria; el objetivo de promover la DEE se aprecia en la mayoría de
actividades, pero se potencia especialmente en la movilidad, y sería todavía
mayor con una difusión de los resultados y productos más satisfactoria; en lo
que se refiere al conocimiento de lenguas, éste no se fomenta en sentido
estricto, pues el inglés acaba convirtiéndose en la “lengua franca” en
detrimento de otros idiomas; y tampoco están claros los resultados de otros
objetivos del programa como la lucha contra las desigualdades y la marginación,
abordándose poco estas cuestiones en los proyectos.
La
movilidad Erasmus ha sido, dentro del programa Sócrates y antes aún de éste, la
acción educativa comunitaria que ha despertado más interés, que ha recogido más
participación y a la que se ha dedicado mayor presupuesto, convirtiéndose en un
auténtico fenómeno social y cultural. Desde su creación en 1987, han
participado en sus acciones más de 2.000 instituciones de educación superior y
más de un millón y medio de estudiantes de 31 países. La Comisión Europea se ha
puesto como objetivo alcanzar los 3 millones en 2012, y es de esperar que lo
consiga dada la evolución de la participación en los últimos años.
El
papel de las universidades y de los estudiantes españoles en la movilidad
Erasmus no ha hecho sino ser cada vez más protagonista. Desde 1987 y hasta el
curso académico 2005/06, 213.884 estudiantes españoles han participado en
acciones de movilidad, una cifra sólo superada por Alemania y Francia. Durante
este último curso, de los 154.553 europeos que viajaron a otro país para cursar
estudios superiores, cerca de 23.000 eran españoles: tan sólo los estudiantes
alemanes fueron tan prolijos en su movilidad. Para finalizar, España se ha
destacado también en el curso académico citado como el principal país acogedor
de estudiantes extranjeros: un total de 26.625. Lo dicho: todo un fenómeno
social y cultural, especialmente en España.
Para
finalizar este apartado, reseñar brevemente la participación española en Arion
(visitas de estudio), con 171 solicitudes aprobadas en 2005, y Grundtvig
(educación de adultos), con 445 solicitudes aceptadas en el mismo año,
destacando las asociaciones de aprendizaje y la movilidad para la formación del
personal docente.
En
definitiva, se puede concluir que
REFERENCIAS
Agencia Nacional Sócrates & Agencia Nacional Erasmus.
(2003). Informe-Evaluación sobre la
implantación de la segunda fase del programa europeo Sócrates. Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte.
Agencia
Nacional Sócrates-España (julio 2006). Programa
Sócrates Murcia. MEC.
Decreto
291/2007, de 14 de septiembre, por el que se establece el currículo de
Eurybase-España. (2007/2008). Organización del Sistema Educativo Español. Eurydice. Disponible
en: www.eurydice.org.
Eurydice.
(2005). La educación para la ciudadanía
en el contexto escolar europeo. Disponible en: http://eacea.ec.europa.eu/ressources/eurydice/pdf/0_integral/055ES.pdf.
Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (BOE núm. 106, de 04.05.2006, pp.
17158-17207, Ref.: 2006/07899).
Real Decreto 564/1987, de 15 de abril, por el que se
regula la acción educativa en el exterior.
Real Decreto 1027/1993, de 25 de junio, por el que se
regula la acción educativa en el exterior.
Real
Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas correspondientes a
[1] Licenciada en Periodismo y
alumna de doctorado de
[2] La normativa aplicable a la convalidación y homologación de los títulos extranjeros en educación superior puede consultarse en: http://www.mepsyd.es/mecd/jsp/plantilla.jsp?id=33&area=titulos.
[3] La normativa aplicable en educación no universitaria puede consultarse en el siguiente enlace: http://www.mepsyd.es/mecd/jsp/plantilla.jsp?id=63&area=titulos.
[4]
[5] Fuente: Subdirección General de Cooperación Internacional, MEC
[6] Fuente: Agencia Nacional Sócrates-España, MEC
[7] En la actualidad ha cambiado su denominación a Organismo Autónomo Programas Educativos Europeos (OAPEE): http://www.oapee.es/oapee/inicio.html.