LA LATERALIZACIÓN: ACTIVIDADES LÚDICAS QUE
LA DESARROLLAN Y FOMENTAN APRENDIZAJES ESCOLARES
Montserrat Marugán
de Miguelsanz
Resumen
El
objetivo de este artículo es describir las ideas más relevantes sobre un
concepto psicomotriz de tanta relevancia en el
contexto escolar como es la lateralidad. Se analizan
los tipos de tareas que las pruebas psicométricas utilizan para evaluarla, así como las
actividades que padres y educadores podrían usar para averiguar la dominancia
lateral de sus hijos y alumnos. Con el fin de ir consolidando la lateralidad del alumno de Educación Infantil y primeros
años de Primaria, se efectúa una propuesta de actividades lúdicas que trabajan contenidos básicos del
currículo escolar.
Palabras
clave
Lateralidad, lateralización, orientación espacial, balance
psicomotor, psicomotricidad
LA LATERALIZACIÓN: ACTIVIDADES LÚDICAS QUE
LA DESARROLLAN Y FOMENTAN APRENDIZAJES ESCOLARES
La
lateralización es el proceso de maduración mediante el cual los niños y
niñas desarrollan su preferencia lateral. El cuerpo humano, pese a ser
anatómicamente simétrico, presenta una funcionalidad asimétrica, utilizamos preferentemente
uno u otro costado corporal (mano, pie, ojo u oído) y ese hecho, en condiciones
normales, facilita la especialización y efectividad de la actividad humana.
Este proceso de lateralización está íntimamente relacionado con el desarrollo del esquema corporal y la toma de conciencia del propio cuerpo, así como con la progresiva diferenciación de izquierda-derecha y percepción espacial.
La dominacia
lateral: dextralidad, zurdería,
ambidextrismo, lateralidad
cruzada o mixta o latealidad
invertida, puede haber estado determinada por diversas causas, desde factores
neurofisiológicos, hasta factores genéticos, o incluso otros factores de tipo
ambiental y social, como pueden ser los condicionantes religiosos, el lenguaje,
la influencia familiar o el propio diseño de mobiliario y utensilios
cotidianos.
En las diversas definiciones que los
expertos han aportado sobre la lateralidad, nos
encontramos distintos enfoques, desde aquellos que implican directamente a
conceptos espaciales, así Tasset (1980),
identifica ésta con la comprensión de
derecha o izquierda; otros como la definición de Fernández Iriarte (1984), que
identifican lateralidad por el predominio funcional de un lado del cuerpo
sobre el otro, determinado por la supremacía que un hemisferio cerebral ejerce
sobre el otro; y otros, Hildreth o Roudinesco y Thyss cit, por Lerbert (1977) que solo
contemplan la predominancia relativa a la mano, olvidándose de los otros
segmentos simétricos del cuerpo “diestro es un individuo que se sirve de la
mano derecha en la mayoría de las circunstancias que implican una elección de
la mano.. ,se denomina zurzo al individuo cuya mano izquierda es más hábil o al
menos lo sería si no hubiera ninguna influencia externa que contrarrestase esa
tendencia natural”.
Una definición más amplia nos la
ofrecen Conde y Viciana (1977) los cuales definen lateralidad como el dominio funcional de un lado del cuerpo
sobre el otro que se manifiesta en la preferencia de servirnos selectivamente
de un miembro determinado (mano, pie, ojo, oído), para realizar actividades
concretas.
Aunque la sociedad se ha vuelto más permisiva con los hijos y alumnos
zurdos y está más concienciada de la importancia de respetar la lateralidad natural del niño o niña, sigue existiendo una
preocupación de los padres en aquellas edades en las que el niño aún no tiene
una lateralidad perfectamente definida y manifiesta
respuestas ambidextras. Son los maestros y educadores los que han de
tranquilizarles y guiarles para, en caso de existir un trastorno en la
adquisición de este proceso, darles pautas de actuación que minimicen las
alteraciones y desarrollen una perfecta lateralización del estudiante.
Hoy en día se reconoce ampliamente que la detección precoz de
alteraciones del aprendizaje o del comportamiento es una herramienta muy útil
para prevenir futuras alteraciones en la escuela (Marugán,
2006). Actualmente poseemos una ingente cantidad de test
y pruebas que sirven de evaluación y predicción y aportan indicios sobre
aquellos alumnos que deben ser controlados en su escolaridad.
La evaluación de la dominancia
lateral puede ser realizada por profesionales especializados, pero también por el
profesor en el aula, la sencillez de las pruebas permite un fácil conocimiento
de éstas. Existen dos tipos de pruebas de aplicación individual, el primer
grupo consta de actividades o cuestionarios de preferencia manual, en las que a
los estudiantes se le indican una serie de tareas y ellos deben realizarlas con
la mano que prefieran o bien realizar el gesto. Estas tareas han recibido
críticas ya que en su realización puede existir una influencia del aprendizaje
previo. El otro grupo de pruebas, llamadas pruebas de eficiencia manual cuando
se refieren a esta extremidad, averiguan cuál es la mano (el pie, o el ojo) que
mayor habilidad demuestra en las tareas propuestas. Se evalúa la fuerza, la
manipulación, la estabilidad o el tapping (velocidad
de movimiento del dedo), en tareas como por ejemplo puntear, repartir cartas,
escritura siumultánea, golpear con un martillo,
enhebrar una aguja, recortar, construcción de torres, patear un balón, etc.
Actualmente se han diseñado
múltiples instrumentos para la evaluación de la lateralidad
y la habilidad manual en todas las edades, que van desde Escalas generales de
desarrollo psicomotriz -Balance Psicomotor de Bucher-, hasta aparatos –test de
punteado. Tapping Borrad-, hasta programas de
Software – Software Minnesota-, hasta test específicos que suelen ser los más utilizados (test de dominancia lateral de Harris,
test de Zazzo, Galifret-Granjon “derecha-izquierda”, entre otros). Estos últimos utilizan
uno u otro grupo de ítems (preferencia o eficiencia) o bien los combinan para
una evaluación más eficaz.
Además de los test
se puede utilizar la observación por parte del profesor o la información de los
padres, pero quizá sean las actividades de eficiencia manual las que ofrezcan
una información más precisa.
Pilar Cobos (1995, 1998) ofrece una
selección de actividades para que padres y educadores puedan observar la
tendencia lateral de sus hijos y alumnos. Se anotaría si el estudiante lo
realiza con la derecha, con la izquierda o con ambas. Serían las siguientes:
Poner el tapón
en la bañera Sujetar la
cuchara Recortar un
dibujo Dibujar/escribir
algo Picar un
dibujo Enhebrar una
aguja Cepillarse los
dientes Lanzar una
pelota Llevar un vaso
lleno de agua Golpear con un
martillo |
Saltar a la
pata coja Patear un
balón Jugar a la
rayuela Explotar una
bolsa con el pie Apagar un
fuego con el pie Mirar por un
catalejo Mirar por un calidoscopio Mirar por una
cerradura Apuntar al
tiro al blanco “Hacer” una
foto |
Habida cuenta de la importancia que el
desarrollo de los procesos perceptivo-espaciales ha de tener en el estudio y
siendo la lateralidad uno de sus pilares, se ha de
trabajar este proceso de forma intencional en los primeros niveles de la
educación obligatoria, si tenemos en cuenta los planteamientos Le Boulch (1983) sobre cómo evoluciona la lateralidad, el periodo más idóneo para esta intervención
podría ser entre 4 y 7 años.
Las actividades que se proponen a
continuación, en el marco de la psicomotricidad,
tienen como finalidad desarrollar y afianzar el dominio de los distintos
miembros corporales, favorecer el control corporal, la percepción y el
conocimiento corporal, coordinación óculo-manual u óculo-podal, así como iniciar el
reconocimiento de los miembros derecho e izquierdo y averiguar el predominio
lateral del alumno.
Se pueden desarrollar en el entorno del grupo clase o en grupos pequeños, en las clases de atención especial.
Un objetivo prioritario que ha
guiado la programación de estas propuestas, y que las diferencia de otras más
usualmente utilizadas, ha sido el que versaran sobre contenidos curriculares
para favorecer su asimilación y amenizar y diversificar las tareas.
Están especialmente indicadas en las
edades iniciales del aprendizaje, 2º o 3º de Educación Infantil y en 1º y 2º de
Educación Primaria, cuando los alumnos lo precisen.
Propuesta de actividades lúdicas combinadas para trabajar lateralidad y contenidos escolares
Objetivos
Identificar,
desarrollar y afianzar el proceso de lateralización.
Facilitar el
aprendizaje de conceptos claves en
Metodología
Las siguientes actividades son propuestas, que la experiencia del educador o educadora adaptarán a las circunstancias de su aula o grupo de alumnos con los que trabajan.
Inicialmente se puede trabajar con ambos miembros, fomentando propuestas abiertas, para que sea el niño o niña los que elijan con qué segmento corporal las realizarán. Una vez que la dominancia lateral esté consolidada, se fomentará el uso de la mano o pie dominante, con el fin de perfeccionar su destreza.
En algunas
ocasiones, para trabajar este concepto psicomotriz, cuando
los alumos son muy pequeños, se suele marcar la mano
o pie dominante con un distintivo (gomets, cordón,
etc.).
Vocales y consonantes
Aprendizaje de números y operaciones
Figuras geométricas
Figura humana (esquema corporal)
Colores
Cultura general
Actividades de motricidad fina
Referencias
Cobos, P. (1995, reimp.
1998). El desarrollo psicomotor y sus
alteraciones. Manual práctico para evaluarlo y favorecerlo. Madrid:
Pirámide
Conde, J. L. y Viciana, V.
(1977). Fundamentos para el desarrollo de
la motricidad en edades tempranas. Málaga: Aljibe
Fernández Iriarte, M.J.
(1984). Educación psicomotriz
en preescolar y ciclo preparatorio. Madrid: Narcea.
Le Boulch, J. (1983). El desarrollo psicomotor desde el nacimiento
hasta los 6 años. Madrid: Doñate.
Lerbert, G. (1977). La lateralidad en
el niño y en el adolescente. Madrid: Alcoy
Marugán, M. (2006).
“Screening o profilaxis comportamental:
Un modelo de aplicación con iguales en educación infantil”. Valencia: Cuaderns Digitals, 42
Tasset, J. (1980). Teoría y práctica de la psicomotricidad.
Buenos Aires: Paidós.
Test referenciados:
Programa de
Software “Minnesota” para test
de motricidad manual.
Test de punteado. Tapping Board
Editorial. Psymtec.
www.psymtec.com
Balance
Psicomotor de Bucher. Trastornos psicomotores en el
niño. Práctica de la reeducación psicomotriz. Reimp. 1995.
Barcelona: Masson
Test de Zazzo y Test de Galifret-Granjon “derecha-izquierda”. En Zazzo,
R. (Ed) (1971). Manual
para el examen psicológico del niño, 3ª ed., vol. 1. Madrid: Fundamentos
Test de dominancia
lateral de Harris. Ed.
TEA