LA REVOLUCION EDUCATIVA QUE MEXICO NECESITA

LOS SUBSIDIOS DEBEN OTORGARSE A LA DEMANDA, NUNCA A LA OFERTA.


Autor: Santos Mercado Reyes
Profesor-investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana.

RESUMEN

La revolución educativa que México necesita tiene que empezar por un cambio en su sistema de financiamiento. El problema financiero es el punto clave para garantizar que el sistema funcione adecuadamente  o se pervierta. No podemos seguir pensando  que basta dedicar más dinero a la educación para lograr la calidad deseada. Tampoco se puede oscurecer la discusión asociándola con el problema de la gratuidad. Subsidios,
propiedad gubernamental o privada, control estatal o autonomía, masificación o elitización y gratuidad son variables independientes y así deben ser tratadas.
Por el momento, el tema de este documento se centra en demostrar lo inadecuado del sistema de subsidio directo a las escuelas y universidades. Intentamos demostrar que si una escuela o universidad recibe los recursos directamente de la mano del gobierno, ésta deja de cumplir automáticamente los fines que se proponía, penetrando a ambientes  de simulación. Por tal motivo, proponemos un nuevo esquema de financiamiento a la educación que no implique el subsidio a la oferta. Y demostraremos que este nuevo esquema produce mejor calidad, un uso más eficiente de los recursos y mejores sueldos y salarios para la gente que se dedica a ala educación.

INTRODUCCIÓN
Poca importancia se le ha dado al estudio de los efectos que genera el esquema  de financiamiento en que están inmersas las  instituciones educativas. Por esquema de financiamiento me refiero fundamentalmente al mecanismo que tiene una persona o institución para obtener los  ingresos que le permitirán solventar sus gastos: El obrero acude a la fábrica para intercambiar dinero por trabajo, con el salario que obtiene compra alimentos, zapatos, paga la renta y así logra sobrevivir; el empresario obtiene  ingresos de la venta del bien que produce, con ellos  pagará la mano de obra, la materia prima, el transporte, la renta del local, etc.

En ambos casos, el del obrero y el del empresario, los ingresos provienen del cliente que compra servicios o productos. Ambos casos se ubican en un sistema de riesgo ya que si no dan un servicio o un producto del gusto del cliente, perderán los ingresos; el trabajador se quedará sin comer y el empresario perderá su capital.  Este sistema de riesgo obliga al obrero y al empresario a actuar de la mejor manera posible para recibir el favor del cliente.

¿DE QUE VIVEN LAS ESCUELAS DE GOBIERNO?
Pero en las escuelas de gobierno el sistema de ingresos es muy diferente. La escuela recibe los dineros directamente de la mano del gobierno. Los profesores, secretarias, directivos, barrenderos, etc.  reciben su cheque de la Tesorería de la Federación. Es decir, los ingresos de una escuela gubernamental no provienen de los alumnos, a quienes se les da el servicio educativo,  sino del Estado. Este es un esquema de financiamiento denominado  de "riesgo cero", ya que no importa si el cliente (los alumnos) queda satisfecho o insatisfecho pues no hay riesgo de que la institución, o la burocracia que la dirige, pierdan  ingresos ya que los alumnos no tienen incidencia en los ingresos de la escuela, pues ellos no pagan nada en virtud de que "disfrutan" del un sistema de "educación gratuita". De  cualquier manera los cheques llegarán seguros y puntuales y todos los trabajadores estarán felices de cobrar su quincena. Los profesores tienen garantizado el sueldo con plazas sindicales vitalicias y los directivos, además de sus sueldos dispondrán de los recursos adicionales  que envía el Estado y la escuela seguirá "funcionando" sin mayor preocupación.

¿ES IMPORTANTE SABER DE DONDE VIENE EL DINERO?
Saber de qué vive una persona o una institución es de vital importancia. Casi es predecible el futuro que tendrá un individuo, un matrimonio, una institución o aún un país para prever su  futuro. Sabemos que hay países que viven del petróleo que extraen de las entrañas de la tierra. Con el producto de la venta del petróleo en los mercados internacionales, el gobierno de esos países construyen escuelas "gratuitas", hospitales
"gratuitos", casas "gratuitas" y "regala" despensas para que toda la gente no sufra de hambre. Crean así una economía ficticia basada en el subsidio del subsuelo. Cualquier persona con un poco de sentido común sabe que esos países fracasarán tarde o temprano y sufrirán hambres cuando se agoten sus  pozos petroleros, todo porque no usaron el petróleo de manera constructiva y productiva  para desarrollar una economía sustentada en el esfuerzo y talento personal de sus ciudadanos. Transforman así la riqueza en desgracia de todo un pueblo.  ¿Acaso no tenían alternativa?
Podemos decir entonces que los esquemas de financiamiento poseen más importancia de la que solemos otorgarles.

CASO MEXICANO
El sector educativo mexicano está conformado por escuelas preprimarias, primarias, secundarias, preparatorias, bachilleratos, vocacionales, normales, escuelas de artes y oficios, universidades, tecnológicos, y asociaciones civiles y estatales  dedicadas a la educación e investigación. Hay escuelas de gobierno, de la iglesia y privadas.Cabe decir que en  México, prácticamente toda la educación  está bajo control del Estado, es decir, nadie puede establecer una escuela  sin contar con la autorización del Estado, tampoco puede alguien determinar sus propios planes y programas pues por ley se deben aplicar los que el Estado determina. Esto quiere decir que en México existe una especie de monopolio estatal de la educación. Veamos esto con mayor detalle.
El 80% de las escuelas son de propiedad gubernamental, el 15% son escuelas bajo la administración de la iglesia (y por lo tanto del Estado) y solo  5% son escuelas de propiedad privada. Empero, en el aspecto académico, todas estas escuelas tienen que, por ley, estar bajo el control, autorización y supervisión del Estado. ¿Cómo sobreviven estas escuelas?. Las escuelas de gobierno, que comúnmente se les llama "públicas"
sobreviven en virtud del subsidio que les aplica el gobierno. Los dineros que usa el Estado para subsidiar al sector educativo gubernamental provienen básicamente de cuatro fuentes: Impuestos, petróleo, empréstitos y señoreaje (derecho del soberano para imprimir dinero).
Veamos a grandes rasgos cómo se desarrolla la actividad del Estado en  cuanto a educación básica. Sea por petición de la gente, por una promesa de campaña o porque los diseñadores de las políticas educativas del estado así lo consideran, el gobierno decide construir una escuela en x lugar. Para ello cuenta con las facultades constitucionales de expropiar terrenos, comprarlos o rentar algún lugar. Para la edificación de escuelas el Estado posee sus propias constructoras (CAPFCE, por ejemplo) quien estudia el terreno, diseña el plan arquitectónico y entrega finalmente un bonito edificio  que será administrado por la Secretaría de Educación Pública (SEP). La SEP se encarga de nombrar a un funcionario quien fungirá como director del plantel. Asimismo, para llenarlo con personal docente, solicita al  Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)  que le envíe profesores para cubrir todos los grados. Además, el sindicato se encarga de enviar secretarias, vigilantes, prefectos, barrenderos, etc. Con todo el personal sindicalizado y funcionarios de la SEP se abren las puertas para aceptar a los niños de primaria o secundaria.

 

SUBSIDIO DIRECTO  A LA OFERTA
El aspecto digno de resaltarse aquí es que esa escuela construida por el  gobierno se verá sometida a un esquema financiero que consiste en que el personal, desde el jardinero hasta el director, quedará integrado a la  nómina del gobierno, se les considera trabajadores del estado y recibirán los beneficios que otorga el gobierno a todos sus trabajadores (ISSSTE, aguinaldo, FOVISSSTE, etc.). No solo serán parte de la
burocracia gubernamental sino que estarán sometidos al sindicato  más grande de América Latina ( más de un millón de miembros). Todo este  esquema se establece así con la finalidad de que los padres de familia no paguen de manera directa por la educación de sus hijos. No quiere decir que los paterfamilias no paguen, lo hacen pero vía impuestos, o con la parte de petróleo que les corresponde, con deuda o con emisión de billetes. A todo este esquema le podemos llamar SISTEMA DE SUBSIDIO
DIRECTO A LA OFERTA.
En cuanto a las escuelas bajo administración de la iglesia se puede decir, en términos generales que son escuelas construidas por alguna  orden religiosa apoyada por donaciones, limosnas, etc. Estos inmuebles, por mandato constitucional no pueden ser propiedad de la iglesia ya que ésta no puede ser propietaria de bienes inmuebles pues así reza la Constitución Mexicana. Luego entonces, pasan a ser Propiedad Federal.
Sin embargo, la iglesia cuenta con ciertas prerrogativas. Por ejemplo, las órdenes religiosas tienen la capacidad de nombrar directores de las escuelas, contratar profesores, determinar sus sueldos y salarios,  decidir, con mayor autonomía, su propio crecimiento, etc. Por lo general estas escuelas solventan sus gastos de las cuotas que se cobran a los alumnos y de donaciones de gente altruista.
Las Escuelas privadas, las que no son propiedad del gobierno ni de la iglesia son aquellas que tienen por dueño a quien arriesgó su capital para comprar el terreno y edificar. Estos tienen el derecho de contratar a sus profesores, decidir el monto de sus sueldos, y cuentan con cierta libertad para decidir el monto de las colegiaturas. Estas escuelas no reciben subsidio de gobierno, pero tiene que obtener el permiso del
Estado para  funcionar. Los planes y programas, por ley, deben ser los que le otorgue el Estado y deben aceptar la supervisión continua de la autoridad gubernamental, en este caso, de la SEP.

Por lo tanto, en esencia se tiene dos modelos básicos: El de las escuelas que viven de impuestos y el de las escuelas que viven de las cuotas que pagan los clientes.
¿Existe alguna  diferencia significativa cuando una escuela vive de subsidios gubernamentales que cuando vive de las cuotas que pagan los  padres de familia?
MUSICO PAGADO TOCA MAL SON
Podría pensarse que el aforismo anterior solo vale para los mariachis, pero no, ocurre para cualquier entidad, incluso las educativas. Si usted contrata un pintor para que coloque un color bonito en su casa,  seguramente le pagará usted hasta que termine su trabajo. ¿Qué pasaría si usted le paga todo por adelantado? El pintor, con el dinero ya en el bolsillo tiende a comportarse de manera diferente que cuando no le ha pagado. Pagar por adelantado implica reducir a cero el riesgo de que el pintor no gane. Pagar hasta que termina hace que el pintor sienta que si no hace bien su trabajo puede ser que no le paguen. El mismo efecto se puede observar con el sastre, el jardinero, etc. La clave de los distintos comportamientos se encuentra en la generación de sistemas de riesgo cero o de riesgo al 100%.

Cuando una persona penetra en un sistema de riesgo cero, juega el papel de un burócrata cuyo ingreso es cien por ciento seguro. Pero si la persona está inmersa en un ambiente de riesgo al 100% estará jugando el papel de empresario.

Si una entidad vive de subsidios determinados por el presupuesto anual del gobierno carece, naturalmente del riesgo de perder ingresos, pues ya están otorgados. Esta es la gran diferencia que tienen con relación a una empresa privada cuyos ingresos dependen de la satisfacción del cliente.
La crisis educativa que viven nuestras escuelas públicas tiene su origen en el sistema de subsidio directo. El sistema de subsidio transforma a todo el personal educativo en burócratas del estado. Estos, ya no necesitan preocuparse por mejorar el servicio   educativo a los niños, recibirán su salario simplemente con desarrollar los planes y programas del gobierno. Esta situación inhibe la creatividad, la innovación y el mejoramiento de la educación ya que se genera un ambiente carente de la necesidad de competir con las demás escuelas. Es un modelo sovietizado al estilo de la desaparecida URSS, o como el que prevalece en Cuba y  Corea del Norte, ambos países fuertemente socialistas.

Por otro lado, el hecho de que los profesores reciban su salario del gobierno también genera conductas poco convenientes hacia los alumnos y padres de familia. Poco pueden hacer los padres de familia ante un profesor irresponsable. Si se quejan con el director y éste pretende llamarle la atención al maestro es posible que tenga que enfrentarse con el sindicato pues éste se pone del lado del profesor. Además el director
será mal visto por el resto de los profesores así que opta por no mover el agua.
Lo mismo ocurre con un mal director de escuela: los padres de familia poseen poco poder para despedirlo y si acuden a altas autoridades es posible que a ese director solo se le cambie de escuela, las autoridades envían otro  y quizás termina siendo peor que el anterior.
Ni los alumnos, ni los padres de familia, ni los profesores pueden ejercer influencia alguna para corregir  conductas inadecuadas del personal, del director, del sindicato o de mafias que se forman en el interior del plantel. Si un grupo de profesores decide cerrar la escuela durante algunos meses en protesta por cualquier motivo, los padres de familia se  ven impotentes de hacer algo y con resignación tienen que esperarse hasta que los profesores decidan volver a trabajar.
Los profesores carecen de la posibilidad de introducir cambios a los planes y programas pues todo se debe de hacer de acuerdo al plan oficial. Más aún, si algún profesor tiene buenos motivos para promover cambios, es posible que en castigo se le congele con su bajo salario durante muchos años.
SUBSIDIO vs AUTONOMÍA
No es un secreto que el mecanismo para que el gobierno tenga control casi absoluto sobre las escuelas y universidades se ejerce a través del presupuesto gubernamental. Las mismas autoridades educativas del país se han percatado del daño que se provoca con un sistema educativo tan centralizado y de allí ha surgido la idea de dejar en manos de las entidades estatales la responsabilidad de la educación. Sin embargo, aunque la intención parte de una preocupación legítima, no tiene consecuencias muy profundas debido a que el gran monopolio se transforma en 32 monopolios más pequeños.pero al fin monopolios.
Además, el hecho de que los recursos siguen saliendo del gobierno central se incurre nuevamente en un inevitable centralismo vía subsidio, "el que paga manda". Luego, se requiere una estructura organizativa de la educación fundada en un esquema financiero sano que permita a cada escuela ejercer una auténtica autonomía para innovar, mejorar y desarrollar mejores planes y programas.

PROPUESTAS
El nuevo esquema de financiamiento que propongo consiste en cambiar los flujos financieros de tal manera que en lugar de que las escuelas vivan del subsidio gubernamental, vivan de las cuotas y colegiaturas que paguen los alumnos y  padres de familia. Para ser más preciso,  quiere decir que ninguna escuela gubernamental debe recibir fondos públicos directos. En otras palabras, propongo que el gobierno en lugar de dirigir los subsidios a las escuelas, los dirija hacia los alumnos. Por ejemplo, a través de alguna institución bancaria el alumno recibe un cheque o bono intransferible para que éste lo coloque en la escuela primaria que libremente haya elegido. Por supuesto, el cheque solo se puede colocar en alguna institución educativa, no se puede hacer válido en la tienda ni  en la cantina.

Con esta propuesta no se está eliminado el sistema de educación gratuita ya que el alumno, a pesar de que paga en la escuela de su preferencia, en realidad a él no le cuesta, pues está recibiendo el cheque o bono del gobierno, a través de una institución bancaria. Aquí lo importante es que la escuela empieza a aprender a tratar al alumno como un cliente importante al cual debe dar un buen servicio educativo pues de otra
manera el cliente  se va a otra escuela y con ello la primera pierde recursos.
Esta propuesta lleva toda la intención de transformar en juez al alumno o padre de familia de manera que éste pueda castigar o premiar a la institución educativa que hace mal o bien su trabajo. Con este sistema, en realidad se está creando un sistema de riesgo donde la escuela sabe que para vivir bien tiene que hacer mejor su trabajo. En otras palabras, se introduce un sistema de sana competencia. Todas las escuelas estarían interesadas en recibir y retener a la mayor cantidad de alumnos y para ello intentarán ser mejores que las demás. De esta sana competencia los clientes, es decir, los alumnos, serían los más beneficiados. Por supuesto, este no es más que el primer paso para lograr una revolución educativa en la educación básica. En el pasado, cuando se logró romper el monopolio educativo de la iglesia se logró una gran revolución educativa. Desdichadamente pasamos del monopolio religioso al monopolio estatal de la  educación. Hoy se hace necesario romper este monopolio para dejar la educación en manos no de burócratas gubernamentales, ni religiosos, sino de la sociedad, de todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que deseen aportar el mejor de sus esfuerzos y talentos para construir un buen sistema  educativo mexicano. Para ello se requieren las siguientes reformas financieras.
a) Si se ha de mantener el sistema de "educación gratuita", que no sea subsidiando a la burocracia sino al alumno.

b) Se debe crear un fondo con recursos provenientes del sector público o privado para financiar a todos aquellos profesores o ciudadanos que deseen fundar escuelas privadas, desde preprimarias hasta universidades.
Es necesario preocuparse por el desarrollo del sector privado para incrementar el nivel de competencia entre estas escuelas y con ello el mejoramiento de la calidad así como el establecimiento de cuotas y  colegiaturas más accesibles a la población. Además nótese que con la creación de este fondo, en realidad se estaría destinando más recursos a la educación pero sin gastar un solo centavo ya que con el tiempo se regresarían los dineros, incluso incrementados por la tasa de interés.
c) Es necesario crear un fondo para financiar mediante créditos a los alumnos desde  primaria hasta postrado para que compren  sus libros, computadoras o lo que necesiten. Que el alumno pueda disponer de recursos financieros de manera inmediata y que el pago lo pueda hacer cuando termine su carrera y con plazos adecuados.
CONCLUSION
El buen manejo del dinero federal (reforma a los flujos de financiamiento) puede ser un factor detonante y  constructivo  de una gran revolución educativa en México. Bajo mejores  esquemas de financiamiento los dineros pueden  transformarse en  una gran palanca para lograr un sistema educativo de calidad, a la altura de los retos que nos impone el  mundo moderno. Las cartas están sobre la mesa: continuar con un sistema educativo burocrático de monopolio gubernamental o construir un sistema educativo justo, dinámico y competitivo  en manos de  la sociedad.
Tenemos confianza en que el nuevo gobierno del Presidente Electo Vicente Fox romperá el viejo esquema para no seguir con "más de lo mismo" y establecerá los mecanismos adecuados para generar una gran revolución educativa.